Los morros del Doctor Muerte

Hoy, para variar, no vamos a hablar de Chris Claremont ni de los Young Avengers. Ni siquiera de Tom DeFalco o la última manía editorial de vete tú a saber quien. Tampoco de películas, series, videojuegos o novelas románticas para adolescentes y algunos viejos rijosillos. No. Hoy vamos a hablar de dibujo, y vamos a hablar de un diseño de Jack Kirby, del mismísimo monarca de Latveria, Victor Von Doom. ¡Se me cuadren, puñeta!

Con el permiso de Galactus y alguno más que no me viene a la memoria, si hay un diseño de Kirby que él mismo modificaba a placer según volvía a dibujarlo, ése es el Doctor Muerte. Y es que con tantos diseños que tenía que inventarse cada día, la memoria de Jack Kirby no daba abasto con tanto macaco de colorines y así tenía que reinventarlos. De todos es conocido el primer diseño del Doctor Muerte en Fantastic Four #5, ése en el que encierra el Baxter en una red eléctrica y manda a los 4F al pasado para que roben el tesoro de Barbanegra. Ahí se muestra un Doom que ni siquiera lleva capa, si no una capucha que le llega por debajo de los hombros y recortada por la parte de abajo en forma de almenas. Ni siquiera lleva pistola al cinto y la parte que nos ocupa y da nombre al post, los morros, solo son apenas protuberantes y la boca una fina línea en una máscara completamente rígida y sin ninguna articulación.

Para el segundo número con su team-up con Submariner, ya muestra la capa -aunque con un solo broche- y empieza a tener la mandíbula articulada, lo cual unido a las ranuras de sus ojos le permite al personaje ser mucho más expresivo. Kirby crearía varios personajes totalmente inmascarados e inexpresivos, sí, pero para su estilo era bastante más adecuado el poder deformar el rostro del villano a placer, porque no en vano el Rey era conocido por haber hecho de la exageración un arte. En Fantastic Four #10 Muerte y Richards intercambian cuerpos, y Kirby aprovecha para que el personaje abra más todavía la boca y empieza a mostrar algunas estructuras metálicas en el interior. También es interesante ver como Kirby juega con la idea de que la parte superior y la inferior de la máscara a veces sean una sola pieza o dos distintas, sin decidirse muy bien por una cosa o la otra.

Es en Fantastic Four 16 y 17 cuando vemos el Doctor más expresivo; Kirby lo hace narizón y le desencaja la mandibula de la máscara, deforma el metal como si fuera piel y exagera muchísimo el tono hasta sobrepasar todos los límites, con lo que me da que poco a poco va llegando a la conclusión de que tal vez sea mejor cortarse un pelo. Sin embargo, la siguiente aparición del buen Doctor llegaría con Amazing Spider-Man y a cargo de Steve Ditko, que basa su versión en las más recientes de Kirby pero muestra una máscara completamente rígida con una mandíbula que claramente es una pieza separada. Se intuyen partes metálicas dentro de la boca y, tampoco lo vayamos a negar, el pobre Victor se pasa todo el cómic con la boca abierta.

En Fantastic Four 23 y ya otra vez con Jack Kirby, vemos que le ha añadido una especie de labio inferior metálico que, si bien ya aparecía en versiones anteriores, aquí es más pronunciado. Otra cosa que me parece la mar de interesante es que en la portada se muestra otra vez la mandíbula como una parte separada, mientras dentro del cómic solo a ratos, lo cual me hace pensar que gran parte de esa «maleabilidad» de la máscara también es responsabilidad de los entintadores; Marvel tardará mucho en tener el dinero suficiente como para permitirse a Joe Sinott de forma regular en la serie, entendiendo a Sinott no tanto como el mejor entintador de Jack si no como uno tremendamente bueno y que le encajaba como un guante, «estabilizando» los diseños de los personajes y el estilo del propio Jack en la serie.

Los dos broches para la capa hacen su primera aparición en Fantastic Four Annual #2 y también se le añaden elementos metálicos en la parte inferior de la barbilla. Poco a poco empezamos ya a ver un diseño más estable, sobre todo porque Kirby empieza a ser consciente de que Muerte ya es el archienemigo del grupo y por ello le dedican el especial entero a su persona. Para el número #39 y 40 ya tenemos uno de los grandes enfrentamientos clásicos del grupo con el Doctor Doom con La Batalla del Edificio Baxter. Es en este cómic en el que se ve que el «labio inferior» no es tal y la mandíbula pasa a ser una pieza más fina con piezas metálicas en la parte inferior que parecen interconectadas con las piezas que lleva dentro de la boca, que aquí dejan ya de estar «pegadas» a la parte inferior de la boca y pasan a elevarse un poco sobre la propia mandíbula.

En Fantastic Four #57 ya tenemos a Joe Sinott y el que seguramente sea el enfrentamiento más memorable entre el cuarteto y el monarca de toda la etapa Kirby, la saga en la que le roba los poderes a Estela Plateada y se pone a surfear por el mundo. Kirby sigue deformando en ocasiones la máscara -hay incluso una viñeta en la que guiña un ojo, pero lo más importante es que Kirby por fin crea la estructura metálica en forma de «H» mayúscula dentro de la boca del villano que acabará quedándose para siempre.

Tras varias apariciones en series como Daredevil, Vengadores o en su propio especial -a destacar la aparición en Daredevil, en un Colan que muestra las cejas como piezas separadas del resto de la máscara que se van moviendo y con una mandíbula unida al resto de la máscara, en un claro ejemplo de lo que está por venir- Kirby recupera al buen Doctor en Fantastic Four 84, cómic en el que le agranda el tamaño de los broches de la capa y empieza a hacer unos cuantos cambios más.

En algunas viñetas podemos ver como la máscara es una pieza, la mandíbula otra y luego parece tener una semimandíbula interior con las piezas metálicas dentro de la boca, en un ejemplo claro de que Kirby seguía experimentando u olvidándose del diseño del personaje hasta en su último trabajo con el. Porque sí, éste es la última historia del Doctor Muerte realizada por Kirby en los 4 Fantásticos, y a partir de aquí pasaría bastante tiempo hasta que el personaje volviera visitar la serie. Mientras tanto empieza a imponerse la versión de Gene Colan en Captain America a pesar de que el dibujante regular del personaje en Astonishing Tales es el mismísimo Wally Wood, que basa su versión del mismo más en las apariciones pre Sinott de Kirby que en las últimas.

En cualquier caso, es durante todo este follón cuando entra en escena John Buscema. Como bien sabéis, es por esta época cuando Marvel es vendida a Cadence y Jack Kirby se da cuenta de que la editorial no le va a tratar nunca como el se merece, por lo que la abandona y Lee pierde su dibujante de cabecera, provocando que pasara a decirle a todos sus dibujantes que imitaran el estilo de John Buscema. Buscema, que dibuja por primera vez al Doctor Muerte en Fantastic Four 116 es un dibujante mucho menos caótico y por eso toma como referencia la versión de Colan y la mezcla un poco con las últimas apariciones en Kirby, dando como resultado una máscara de una sola pieza y completamente elástica, sin acabar de tener muy claro el diseño de las partes interiores metálicas de la boca. Será esta versión, la de Buscema, la que cristalizaría en la versión oficial durante los años posteriores en dibujantes como Buckler o Pollard, y la cosa no se movería mucho de ahí hasta los 80 y John Romita Jr.

Porque es durante su etapa en Iron Man donde John Romita Jr vuelve sobre la idea de la mandíbula separada del resto de la máscara, introduciendo una especie de «colmillos» finísimos que le van hasta el final de la mandíbula. Le da un aspecto más fiero al personaje, pero por lo demás sigue al pie de la letra el modelo de John Buscema y sigue manteniendo las deformaciones de una máscara que debe de estar hecha del mismo metal maleable que los brazos y las piernas de Iron Man. Otro que seguiría esta ruptura con el modelo Buscema sería ya, por fin, John Byrne en Fantastic Four 236, su primera historia con el personaje en la que mostraría la máscara como una pieza separada de la mandibula y separada a su vez del propio casco; el que la máscara estuviera colocada sobre el casco no era algo nuevo, pero en esta interpretación de Byrne la separación de la máscara, totalmente inmovil, destaca aún más y deja toda la expresividad del personaje a la mandíbula y los ojos.

La versión definitiva del personaje a cargo de Byrne llegaría ya con Fantastic Four 246 y «Too many Dooms», historia en la que definiría la mandíbula como una pieza protuberante respecto al resto de la máscara, los comillos se «introducirían» en la mandíbula según cerrara más la boca y la novedad más interesante estaría en las cejas, que aprovechando la idea de colan vuelven a ser dos partes móviles que se recolocan según la expresión del personaje. Para muchos, la versión de Byrne sería la definitiva del personaje, y aunque es cierto que autores posteriores como el propio Buscema volverían a la versión «buscemiana», lo cierto es que la idea de la máscara como una pieza rígida sería bastante respetada a posteriori. Tendríamos modificaciones como redondear la ranura de los ojos a cargo de Jim Lee, pero fueron abandonadas rápidamente.

Sin detenernos a mirar todas las versiones desde Byrne (hay unas cuantas) me han llamado la atención los intentos de Salvador Larroca en la serie que realizó recientemente junto a Christopher Cantwell sobre el personaje, en la cual le ha incluído cierta movilidad a la parte superior de la boca, haciendo que todo lo que baja de la nariz hasta la boca sea otra parte más de la máscara. Esto le concede un aspecto distinto al personaje cuando cierra la boca del todo (dándole cierto aspecto de perro pachón, con todos los respetos), en un experimento que deja claro que aun hoy en día el diseño de los morros del Doctor Muerte sigue estando en el aire más que las armaduras de Iron Man.