Un día nos levantamos y descubrimos que Torrente ya no era una película sobre un deshecho humano despreciable, si no «la del tipo que decía las cosas que nadie se atrevía a decir». Que las bromas que hacíamos irónicamente para destacar la hipocresía de la sociedad algunos se lo tomaban al pie de la letra, igual que cuando el Gran Wyoming en los 90 interpretaba a un facha en el prólogo del Caiga quien Caiga hasta que se encontró a unos cuantos que lo felicitaban por decir «cuatro verdades bien dichas y si te metes a política te voto». Y con cosas como esas nos dimos cuenta de que tal vez, igual, nos habían jodido el chiste.
Si es que hay gente que no pilla el chiste, y pasa lo que pasa.
Es complicado que, después de lo que pasó la semana pasada en Washington, podamos hacer un chiste sin miedo a que alguien se lo tome en serio. Porque lo que se metió en el Capitolio de EEUU eran auténticas bromas con patas, una galería del cutrerío y lamentabilidad que es, en último término, el verdadero rostro del fascismo, el de la ignorancia de demasiada gente pero en absoluto inofensiva, porque destruye vidas. Una ignorancia que te lleva a atacar a tu propio equipo, a meterte goles en propia meta, a corear y enarbolar los símbolos de lo que dices amar pero estás destruyendo. Para entendernos, se creen que son la alianza rebelde luchando contra el imperio, pero en realidad estaban montando un cadalso para iniciar la purga jedi. Todo es un bonito sueño hasta que la realidad te pega un porrazo en toda la cara.
Cuando me plantée escribir este post pensé en comparar esta situación con distintos cómics, pero ni la situación más loca de los años 30 llega a alcanzar el sainete que se montó la semana pasada. Ni Namor atacando a un farero con un hacha, ni Lex Luthor presidente de EEUU, ni Mortadelo y Filemón atacando al presidente de turno, ni el Capitán América siendo reprogramado para ser un nazi… Todo palidece por completo con unos descerebrados extendiendo sus propias heces por las paredes del congreso de EEUU. Sería lo más punki que se ha hecho jamás, si no fuera porque decirlo sería un insulto para los punkis. Decían en Sospechosos Habituales que el mayor logro del demonio fue el de convencer a todo el mundo de que no existe, y algo así consiguió el fascismo durante la segunda mitad del siglo XX, el hacernos creer que ya solo quedaban grupos aislados, mamarrachos que nunca llegarán a nada. Que es algo que pasa en lugares lejanos, que los golpes de estado no los dan en democracias «avanzadas», porque nuestra soberbia es como es y no tiene la menor memoria. Pero no, ellos seguían ahí, seguían creciendo y engordando al monstruo, porque la perra que lo parió seguía cachonda.
Lo comentamos no hace mucho y lo repito ahora, lo que realmente me saca de quicio en este medio que amamos, en este género del que tanto hablamos, es que ni Marvel ni DC hayan levantado la cabeza al respecto. Lo más parecido al Capi vapuleando a Hitler que he visto es a Claremont escribiendo sobre una instalación de tortura infantil mutante en la frontera sur de EEUU, porque los demás se centraron en conflictos periféricos y no quisieron -no pudieron- hacer nada más. ¿Cómo pretenden que el cíclico debate sobre si los superhéroes son o no fascistas no vuelva si callan y son cómplices ante situaciones como ésta? ¿Cómo pueden echarse a dormir con la conciencia tranquila con una simple y patética metáfora de opresión que cada vez parece más volcada en un totalitarismo dirigido por Charles Xavier y un puñado de supervillanos? No, no son los tebeos que yo quería de crío y no son los tebeos que querría de adulto.
Y no es que la Marvel la DC y Vertigo de los buenos viejos tiempos estuvieran menos amarradas por el entorno corporativo que hoy en día; ambas pertenecían a grandes conglomerados empresariales que trataban en lo posible de evadir los temas controvertidos, y hasta un pequeño cómic sobre Muerte de los Eternos enseñando a poner un preservativo era algo tremendamente controvertido en algunos círculos. No nos engañemos; hace cincuenta años, cuando Cadence compró Marvel a Martin Goodman, la intención de los compradores era la de convertir los personajes de la editorial en una granja de propiedades intelectuales. Crear personajes, foguearlos en los cómics hasta dejarlos en un estado «filmable» y hacer películas con ellos el tiempo que hiciera falta. Cuando se disneyfican universos de ficción que dependen tanto del «mundo real» el resultado acaba siendo nefasto, porque se abandona cualquier debate que pueda resultar espinoso y en el que haya lectores que puedan estar con desacuerdo, haciendo que el cómic sea bastante más previsible y aburrido.
Hace nada despedíamos a 2020 y esperábamos que 2021 fuera mejor, que lo peor hubiera pasado ya, en una especie de hechizo psicológico para afrontar el nuevo año con cierto optimismo, y lo primero que nos hemos encontrado ha sido esta escena berlanguiana -es el año de Berlanga, ¡como no!- y uno de los peores temporales que hemos sufrido en décadas. Y de fondo la pandemia de siempre y todo lo que ello conlleva, por supuesto. No parece que den ganas ni de evadirse, pero si os soy sincero, la semana pasada cuando vi las imágenes de todos esos tipos esperpénticos entrando en el Capitolio a hacer «la revolución», y al ver a alguno de ellos con el escudo del Capitán América me acordé mucho de aquel personaje de Las Aventuras de Kavalier & Clay que era nazi pero al que le gustaban los tebeos de superhéroes. Tebeos que, con honrosas excepciones, todavía no la habían emprendido a puñetazos con el fascismo, y por eso no le habían dejado claro a aquel chaval que lo que estaba haciendo estaba mal.
A día de hoy todavía seguimos oyendo a descerebrados hablando de «mantener la política» fuera de los cómics, cuando todavía no son conscientes que hasta el estar a favor de la propiedad privada es una elección política, con lo que ni siquiera puedes poner a Spiderman deteniendo cacos sin que se pueda considerar que está haciendo política. Y sin embargo ahí tenéis al chaval con el escudo del Capitán América, un símbolo antifascista desde el embrión creado por dos chavales judios aterrorizados ante la idea de que miserables como este chaval asalten el Capitolio y empiecen su propia noche de los cristales rotos. Vivir para ver…
Yo siempre en estos casos remito al What If n´º 4: «y si el Capitán América despertara hoy?». En el que el Capi sale del hielo en un mundo en que la derecha patriótica ha usado la xenofobia y el radicalismo para crear un estado fascista. Y el Capi ha ce un gran discurso diciendo que no peleó contra los nazis porque América fuera superior… Sino porque era tan frágil como Alemania. Y podía convertirse en lo mismo.
Es fácil menospreciar lo que pasó en el Capitolio, porque era de lo más esperpéntico ver a Toro Sentado haciéndose selfies y a cretinos robando el podio de la portavoz… Y muchos medios lo menosprecian como si hubiera sido una juerga algo movidita (y no disturbios con cinco muertos). Pero la cosa es grave. Porque Trump no ha conseguido derribar la democracia estadounidense, pero como dicen los de Dark Mirror en Burn 2020, el siguiente puede ser una versión mejorada con garras de ónice y dientes de plata.Así que cuidado.
Lo que más me jode es el «no-fue-un-golpe-de-estado». ¿Vamos a ver, asaltar un parlamento con armas y violencia para obligar a que anulen unas elecciones que es, sino?
Y en España más de lo mismo, que ya hay partidos diciendo que lo del Capitolio es como cuando se rodeó el Congreso en 2016 para protestar contra Rajoy o cuando hubo las protestas por la sentencia contra los independentistas el año pasado…
Yo creo que ésa es la tragedia de personajes como el Capi que fueron creados exprofeso con una intención política clarísima, que en un entorno «aséptico» como el de Disney lo único que puedes hacer con el es metáforas la mar de diluidas y «sin que nadie lo note», con lo que todos los detractores del personaje que no han leído una historia suya en la vida acaban teniendo razón; el Capi es un defensor del orden establecido y ya. Y no debería serlo, pero con la tontería acabarán por darles la razón. Y lo mismo pasa con Superman y tantos y tantos.
Lo de golpe de estado me hace gracia, porque es un cogérsela con papel de fumar de los historiadores; según dicen tiene que contar con apoyo de una parte del ejército para ser un golpe de estado y esto sería más bien una insurrección o un levantamiento incitado por el jefe del estado para llevar a cabo una deriva autoritaria. La cuestión es que los historiadores tratan de hacer una clasificación de tipos de «disrupciones» y luego el habla común hace que salten por la ventana, y por eso hay ese debate sobre lo que es y no es un golpe de estado. Trump intentó seguir en el poder dando incitando y permientiendo que a una pandilla de enfermos mentales asaltara el congreso y tratara de matar a sus miembros, y el resto del debate sobre si eso es o no es un golpe de estado es pura semántica.
Mucha gente opina que el Capi solo es un supersoldado del orden establecido. Y yo creo que desde Kirby a Gruenwald, pasando por Englehart, han dejado claro que él lucha por el Sueño, no por el Gobierno.
Eso de que el golpe de Estado solo lo hacen los militares tiene su guasa… ¿O se a que si Mussolini marcha hacia Roma con miles de partidarios armados (pero no con el ejército) no es un golpe de Estado?
No tengo ni la menor idea, no soy historiador ni politólogo y no me atrevo a explicar la clasificación que se han montado porque fijo que me equivocaría. Pero sí te digo que la comparación de la marcha sobre Roma y lo de la semana pasada me parece la mar de adecuada, mucho más que el compararlo con Napoleón cruzando el Elba o Julio César el Rubicón como han hecho algunos, vaya que sí.
Gracias; en 1922 el rey de Italia se negó a permitir que la policía dispersara a los fascistas. El día 7 en USA tuvieron la suerte que el vicepresidente se saltó la cadena de mando y ordenó a la Guardia Nacional recuperar el Capitolio. Aunque molaría que mandara al Capitán América, que estaría en una encrucijada donde no ha estado desde el Imperio Secreto.
Si es que hasta Frank Miller eso del Capi lo tenía más que claro:
En plena era Reagan, ojo. Que esto era un puñetazo en la cara al reaganismo.
¡Y ojo si le toca guionizar a Ann Nocenti!
Yo estoy deseando que vuelva a hacer supers. Hablando de lo cual, hay que hablar de Seeds y Ruby Falls, que somos un desastre!
¡Una secuela (espiritual) de «Tierra de Dios» es lo que hace falta!
Admito que tuve que buscarlo, ni me acordaba de como se llamaba aquel serial de Coloso del Marvel Comics Presents! Quiero otra vez a Coloso reventando un kiosko porque vende porno, eso es divertidisimo!
Pues Nocenti guionizó una historia de Daredevil con un Capi muy desmotivado.
Efectivamente, en el número 283 de «Daredevil». Tengo que ponerme a leer algún día toda la etapa de Nocenti en esa serie, porque lo posterior a «Born Again» no lo conozco de nada.
Personalmente te recomiendo el 252 (tie-in con la Caída de los Mutantes) como mi favorito de esa etapa.
Uf, ese lo pusieron de complemento en la edición de Forum de «La Patrulla-X», y es durísimo, con ese mensaje de «se va la luz y la civilización se hunde en seguida» (aunque tiene una parte de esperanza con la subtrama del convicto fugado que acaba salvando a un crío abandonado).
Ahora estoy dudando en si estaba de complemento en «La Patrulla-X» o en «Factor-X».
Patrulla X, en Factor X estaba Power Pack. En la Patrulla metían todos los crossovers de la Caída de los Mutantes e Inferno de series que no sabían si podrían llegar a publicar, y así es como republicaron muchas de estas historias.
Alguno te diría que es hasta mejor que la etapa Miller anterior a Born Again… Y a ratos no andaría muy desencaminado.
Yo creo que esa historia en particular es MEJOR que la media de Miller. Es muy dura también, pero increíblemente efectiva. Por una vez en la vida, Daredevil me pareció la persona más cuerda de New York…
Como me de el día, lleno 20 paginas sobre el tema. A ver.
Empiezo por el problema de que la gente abraza la ignorancia para que su percepción de la realidad se convierta en la realidad misma. No hay voluntad de profundizar en ningún tema; no vaya a ser que el conocimiento me tire abajo el constructo que me he creado en la cabeza, ese constructo que me hace sentir mejor conmigo mismo, e indignado con otros (es decir, convirtiendo en culpables de todos los males al otro)
Ser fascista es el escape de la responsabilidad. Es buscar un chivo expiatorio para no aceptar cargar con la responsabilidad. El superheroe en cambio nace de aceptar la responsabilidad, el superheroe se crea cuando un personaje decide que va a cargar sobre sus hombros el deber de buscar lo mejor para el mundo entero.
Clark Kent, Steve Roger, Bruce Wayne, Peter Parker y tantos otros, toman la decisión de mejorar el mundo a todos los niveles y para todos. Y lo hacen basandose en los valores más universales y positivos. Deciden responsabilizarse.
El superheroe está imbuido de realidad, vive de la realidad. No es una fantasía abstracta volando por el cielo, que es la percepción que mucha gente tiene, sino que chapotea en el barro de lo cotidiano.
La percepción. De eso hablamos. De como para mí el Capitan America es el defensor de los oprimidos, de la democracia y de la libertad pero para otros, es el simbolo del patriotismo vacío.
Asaltar un parlamento en base a los delirios del personaje menos atractivo del universo, falto de los valores de comportamiento más elementales (pundonor, coherencia de discurso, valor, sacrificio, buenos modales, civismo, etc) que no sabe perder unas elecciones, elecciones de las que denunciaba un supuesto pucherazo con meses de antelación pero de las que no ha podido aportar una misera prueba ni antes ni despues. Decenas de vistas ante el juez que acaban indefectiblemente en contra suya; basicamente, porque los mismos que fanfarronean de las incontables pruebas que tienen del fraude, en cuanto están bajo juramento delante del juez (y por tanto bajo posible pena de falso testimonio) se retractan y confirman que no tienen ni un mero indicio. Trump es el cobarde por antonomasia, ese que tira una piedra y luego esconde la mano. Obama en una entrevista dijo, que si iba a llegar un populista a EE.UU. el pensaba que sería alguien como John Wayne, no alguien como el protagonista de «Niño rico»
¿En defensa de semejante personaje y sus delirios se asalta un parlamento legítimo para evitar unas elecciones, en supuesta defensa de la libertad y la democracia?
Y mucha de esa gente se cree el Capitán America. Paja mental. Solo entienden lo que quieren entender. Se quedan en el traje de la bandera, pero no saben que el Capi es la antítesis del patriota descerebrado.
Espero que algún autor como Erik Larsen meta a Trump como supervillano en sus historias, pues se lo ha ganado a pulso. Por lo menos por ser criminalmente irresponsable, llamando a los fascistas a la revuelta (ya en las elecciones les dijo que «estuvieran preparados», luego les animó a tomar el Congreso, luego retrasa la reacción policial hasta que Pence la ordena). Aunque en mi opinión es inductor de los hechos.
Ni siquiera cuando Ronald Reagan se convirtió en hombre-serpiente la Casa Blanca había caído tan bajo como ahora.
Los que dicen que hubo fraude electoral tienen tela. Porque ni siquiera con el Supremo en manos de los conservadores han podido demostrar nada.
Siempre he creído que el Capi debe ser la voz de la cordura.
Es una lástima. El mordiente social se hs diluido muchísimo. Robert Crumb se fue de EE.UU. poniendo a parir la deriva en la que veía caer al país.
¿Si gente así opta por eso, que clase de critica social se puede esperar en la produccion smericana?
Tierra de los libres, eh?
Para mi muchos de estos son como los seguidores de una secta, gente vulnerable porque lo está pasando mal económicamente, y hay un montón de ellos en EEUU. Otros no tienen problemas económicos, pero simplemente no saben que hacer con su vida y el «culto» les llena. Y con esa tontería se convierten en fanáticos porque un amado líder les promete todo lo que piden si se sacrifican por él. Es una tragedia en toda regla y solo nos hace aborrecer más Trump y demás «líderes», pero es lo que hay.
Y el Capi a fin de cuentas fue creado para ser lo que debería ser EEUU, en el fondo es una idea la mar de sencilla.
De eso hay muchísimo. Desahuciados de un sistema que tiene poco soporte social.
Muchos de los que viven en caravanas es porque están obligados a deambular por el pais yendo de trabajo mal pagado a trabajo mal pagado de pocas semanas; y viviendo para pagar la gasolina, con miedo de que la furgoneta les deje tirados en cualquier sitio, lo que significaría su muerte en vida.
Así se entienden las guerras del petroleo dirigidas a mantener el precio bajo de la gasolina; que sean tan furibundamente antiecologistas; o que por EE.UU. se vean coches en circulación, que no pasarian la ITV en un millón de años.
La lástima es que no gasten energías en exigir el fin de la precarización del empleo, o en una racionalización del transporte.
Para muchos todo esto va unido al racismo contra los negros e hispanos por una razón muy sencilla. Es el último privilegio que les queda; puteando al negro es el único momento en donde aun se sienten superiores, en donde sienten que aun hay alguien que está más abajo en la escala social y eso alivia su angustia.
Al mismo tiempo que les encorajina el sentimiento de verse por debajo de la «élite intelectual y liberal de las costas» «Arde Mississipi» en definitiva.
Por eso todo el rollo supremacista blanco siempre tiene nomenclaturas de «Orgullo lo que sea». Necesitan sentirse orgullosos de algo porque es una carencia que tienen, equivalente al orgullo negro en los 70.
Que Trump venga justamente después de Obama es simbólico, es la respuesta de una parte del pais a la afrenta de haber tenifo un presidente negro. ¡Intolerable! Aparte de que los democratas hayan tenido buena parte de culpa por sus tonterias y el paternalismo hacia los demás.
Que todas estas cosas no dejan de ser, ver las costuras mal hechas del pais. Como el huracan Katrina hizo en su momento por poner otro ejemplo.
Y Trump como todos estos desgraciados de la Historia, solo ve a esta gente como un rebaño al que manipular. Apela a lo peor en vez de apelar a lo mejor.
Un acaudalado de New York, hijo de papá multimillonario con una cantidad de chanchullos y estafas impresionantes (Me quedo con la de la Universidad falsa) erigiendose como el «lider» de esta gente. Y lo erigen como tal multitudinariamente.
¡Flipante! Lo normal sería, que lo viesen como culpable de lo malo de EE.UU.
Al final es una mezcla de todo, pero creo que lo que realmente empuja a la gente a unirse a estos cultos es esa desesperación, esa infelicidad. Y al final es precisamente lo que son, unos infelices.
Lo que es triste es que sean las corporaciones las que causan tanta pobreza con su neoliberalismo extremo… Pero la gente acabe votando a Trump, que es el «poster child» de CEOs sin escrúpulos y de niño rico malcriado de la elite…
Aplausos. No podría haberlo escrito mejor.
¡¡Muchas gracias!! Sinceramente, agradezco mucho el elogio.
Quiza por estas cosas, es por lo que no me interesa ni en empezar a leer siquiera los X Men de Hickman…. Porque, primero, para empezar,no puedo evitar sacarme de la cabeza de que su nuevo status quo debiera haber sido el de la normalización en vez de convertirlos en la Sudáfrica del Apartheid del siglo XXI…
Y lo segundo es que,Joder,asi hubiéramos podido seguir viendo escenas como la que se nos mostraba en Mekanix de Claremont;cuando Kitty Pryde se enfrenta abiertamente a una miembro de una organización antimutante,pero no destacando el ser mutante, sino el ser judia y todo lo que esto,históricamente hablando, conllevaba.
En fin,que no se si ha quedado muy claro este punto,pero vamos, que estoy de acuerdo,en que los comics mainstream deberian tener mas valor y tratar estos temas.
Ahora mismo puedes tratar temas «espinosos» como no ser heterosexual o el control de armas hasta cierto punto, porque no puedes poner a Superman rompiendo armas y diciendo que está en contra de que la gente vaya con un rifle de asalto por la calle. Simplemente ni Marvel ni DC te dejan, aunque nos parezca absurdo desde todos los países que consideran que hay que controlar las armas. Y así es como muchos guionistas, hartos de tener que hacer requiebros para contar lo que quieren contar, prefieren olvidarse del tema y a otra cosa, a pesar de que muchos de los mejores cómics del género están basados en la crítica directa; Miller estaba criticando a Reagan a todo trapo, Moore a Thatcher y más de lo mismo, te vas a los 70 y tienes al Capi contra Nixon…
Pero ni Marvel ni DC han estado a la altura con Trump, a pesar de que les dio tantas y tantas razones.
Si mal no recuerdo, Art Spielgeman, en una historieta, llamo a Trump «Craneo Naranja»….que mal que ese fuera una de las pocas críticas que se le hizo en el comic.
Lo de llamar Cráneo Naranja a Trump no lo hizo Spiegelman en un cómic, sino en una introducción inédita de una recopilación de historias del Capitán América de la Edad de Oro… introducción que Marvel prefirió no publicar precisamente por ese motivo.
Así que si no pueden permitir que un autor de prestigio exprese una crítica a Trump en un texto firmado por él, en el que hubieran tenido incluso la opción de indicar que las opiniones expresadas representaban sólo a su autor, ya podemos esperar sentados por cualquier contenido crítico en el interior de los propios cómics.
Y ya si nos acordamos de Perlmutter y sus filias y fobias, apaga y vamonos. Marvel es un caso perdido, pero DC, al ser un poquito más «difusa» en la gestión, podría haber hecho algo más. Y ni eso.
Esa historia del Capi me dio curiosidad por leerla, aunque no se quien era el guionista….
Lo del Capi contra Nixon es en la saga original (que mal suena eso) del Imperio Secreto, a cargo de Steve Englehart y Sal Buscema. No aparece directamente mencionado Nixon, pero queda bastante claro.
Debería haber sido mas clara,y explicar que me refería al comic actual, perdón.
Entiendo la necesidad de hacer explícitas las posturas de personajes como el Capitán América y no permitir que se convierte en un símbolo del nacionalismo más rancio por miedo a la controversia. Pero, honestamente, con el nivel de ignorancia de los fascistas dudo que eso tuviera el impacto deseado. Lo digo porque en vísperas de las elecciones estadounidenses ví un video de unos MAGAs bailando al ritmo de Rage Against the Machine. Vamos, que estaba claro que no sabía cuál es la ideología de la banda aún siendo sus canciones muy explícitas al respecto.
Hombre, los que son un caso perdido son eso, casos perdidos. Pero a mi me importa más que los chavales aprendan valores que los protejan de esos charlatanes al hacerse mayores, y al final creo que ésa es la función educativa prioritaria en un género que habla sobre la vida de ejemplos de heroismo. Luego ya, que los superhéroes hayan perdido el norte completamente y ahora se monten sectas excluyentes o se vuelvan paramilitares locos ya nos puede empezar a hacer pensar que los superhéroes también son un caso perdido…
Este sitio es especial. Las excelentes respuestas a este post lo prueba sin duda.
Sin contar que el artículo se la juega más de lo que muchos cómics lo hacen hoy en día.
Personalmente, esto lo esperaba desde el momento en que Trump comenzó a tomar tracción como candidato (dejé de reírme con esto mucho antes de que ganara siquiera la candidatura). No sé si suficiente gente tuvo en cuenta el efecto que tuvo la elección de Trump. Se le estaba dando ala a algo muy tenebroso.
Algo de esto llegamos a hablar con lo de la Primera Orden de Star Wars también, aunque lo expresé con mi torpeza usual, el fascismo pasó de buscar silenciar a la oposición a usarla como leña que encienda su narrativa de persecución y miedo; no de ocultar lo malo sino de que la misma gente no crea en sus propios ojos cuando lo ve (algo que no se tomo en cuenta con la primera orden, haciéndolo una analogía fallida, especialmente cuando sale palpatine como mente maestra de una conspiración oculta al estilo QAnon).
Y es justamente esa representación del mal por parte de Disney que me hace pensar que político y obvio se esta siendo en el entretenimiento, y que el problema es menos blanco y negro. A lo mejor los malos ejecutivos no permiten ser tan directos como Kirby, pero la verdad no hay demasiados creadores de cómics consiguiendo (en etapas enteras) lo que Kirby y Simon consiguen en una portada. Se entiende muy poco el contexto detrás de las cosas y como la portada del puñetazo a Hitler demuestra a un entretenimiento atado al mundo real al punto de necesitarse una clase de historia para que un niño (entre los 5 y los 10 años) la entienda hoy en día (quizás menos quizás más, depende del sistema educativo). Con lo que se queda la gente es el puñetazo, es el jingoismo, es las esvasticas y que fue antes de Pearl Harbor y no con la declaración de intenciones que significa por parte de Kirby y Simon. Como digo siempre; el horror de «y su mensaje sigue vigente».
Esa falta de entender el contexto, esa ceguera e ignorancia está muchísimo más expandida de lo que nos gustaría pensar y no tiene absolutamente nada que ver con «bandos».
¿Podemos hablar más de Claremont? Creo que en su trabajo consiguió escapar de esas ataduras al aquí y ahora a través de ser capaz de narrar historias tremendamente personales para sus personajes e incluyendo una lucha mucho menos obvia que la que se muestra en la actualidad en gran parte de los cómics de superhéroes; Claremont entendía las cosas que estaban fundamentalmente mal y aceptaba que al saber eso en sus historias el lector o lo entendería o rechazaría el mundo que creaba al completo. Y por supuesto, al tener su brújula moral tan bien definida Claremont podía dedicarse a los personajes y su evolución desde un punto de vista que demuestra algo importantísimo como lo es la capacidad de aprender sin perder la autenticidad que hace a cada persona especial. Vaya, como adoro a Claremont, escribir sobre su trabajo me hace sentir automáticamente bien y lo necesitaba.
No nos engañemos, a toro pasado es muy fácil ser de los buenos. Las cosas quedan muy claras, se ve quienes eran los malos y todo es facilísimo, pero en el meollo, cuando la cosa empezaba, unos y otros se esforzaban por emborronar «el campo de batalla». Si algo hacen los fanáticos es acusar a los demás de su propio fanatismo, y para ello buscan a la persona más fanática «del bando contrario» y la exageran, demonizan, caricaturizan y dicen que todos los que apoyan ideas ligeramente parecidas a las de ese tipo son iguales que el, tratando de convencer a los que no tienen una opinión sobre el asunto de que su opción es la correcta.
Y claro, si un escritor se moja en ese momento, su editor le puede decir «que no sea político». Porque las cosas no parecen claras, porque tanto el escritor como el editor pueden pensar que se están equivocando; lo curioso es que, desde el primer minuto en el que surgieron tanto el gueimergueit como el comicsgueit la mayoría de los autores mostraron su rechazo de pleno a esos movimientos. Todo su discurso basado en conceptos como «Mary Sue» «Armor Plot» «inclusividad forzada» era insultante para esos mismos autores, que a la mínima eran desacreditados bajo unos parámetros completamente forzados. Lo que es peor, jugaban con sus miedos; todos los escritores tienen miedo de que se note demasiado quién es el protagonista, que el lector se de cuenta demasiado pronto que no le va a pasar nada y por eso últimamente vemos tantas historias con giritos truculentos (y hasta absurdos). Lo mismo pasa con las merisues -todos los escritores ponen parte de si mismos en sus personajes- o con la «inclusividad forzada» de la que tanto hablan, que no deja de ser una caída de caballo en toda regla de unas editoriales que se han dado cuenta de que ya no pueden tirar de la raza/género por defecto para sus personajes, que el público ya pide otras cosas.
Ningún autor quiere hacer un mal cómic, y todos los escritores sienten cierto miedo al publicar porque su trabajo es sometido a juicio por montones de lectores. Claremont demostraba una valentía tremenda porque para él no había ningún tabú, ningún tema con el que no se atreviera si creía que eso le venía bien al personaje. Por supuesto, en aquellos tiempos tenía unas editoras fantásticas que sabían pararle en cuanto se iba por las ramas, cuando sus ideas eran demasiado locas o absurdas, pero nunca le cortaron las alas cuando quería hablar sobre lo que estaba pasando en aquel momento, cuando atacaba los problemas de la sociedad en la que vivía y no escudándose únicamente en la dichosa «metáfora de opresión».
Toda esta gente no me resulta del todo nueva solo que con el tiempo y sobre todo la masa se crecen al ver que la mierda que tiene en el cerebro es compartida por engendros similares. El reírle las gracias a tipos como Trump y demás tipos “sin pelos en la lengua” ya lo hacíamos aquí con Berlusconi o más cerca con Jesús Gil (cuantas veces tenia que escuchar a alguien de cualquier edad decir “si pero ha limpiado Marbella de escoria”), era cuestión de tiempo, en fin…que has dado en el clavo con la frase de “Si algo hacen los fanáticos es acusar a los demás de su propio fanatismo” que es el resumen de lo que hoy se estila. Por otro lado los movimientos de izquierda se han desintelectualizado muchísimo y la elocuencia fue siendo sustituida por postureos y cliches, esos que ahora son (de nuevo citandote) “leña que encienda su narrativa de persecución y miedo”
Pero bueno, los que sí leímos y entendimos al bueno de Steve Rogers mantendremos nuestra brújula a pesar de todos. Vosotros mantener vuestra “línea editorial”.
Y hablando de Claremont como decía Stravinkay, revindicar a sus editoras que nunca lo hacemos suficiente Ann Nocenti y Loise Simonson que me gustaría saber cuanto en verdad les debemos acerca de que los mutantes de Claremont sean los que conocemos hoy. Pero dudo que lo sepamos salvo que en entrevistas se las sonsaque sutilmente porque no parecen mujeres de las que se cuelgan medallas (aunque se las merezcan y ya no digo a costa de meritos ajenos).
Curioso, yo creo que el problema de los movimientos de izquierda es totalmente el contrario, antes eran un movimiento con un mensaje más directo y primario -«la tierra para el que la trabaja»- y ahora pues como que para entender a algunos políticos parece que hace falta un master en sociología. Que por mucho que quieras ayudar a un currela semianalfabeto, si no le das un mensaje claro y directo no te va a entender, y precisamente el facherío se ha especializado en ese tipo de mensajes porque ya en su origen con Mussolini trataron de pescar en los caladeros de votos tradicionales de la izquierda con ese tipo de mensajes.
Y sobre Claremont y Nocenti y Weezie, pues como que ellas mismas han explicado su sistema de edición con él más de una vez, Chris entraba en el despacho de Louise muy excitado con una idea nueva y ella escuchaba durante largo rato, si la idea no era buena guardaba silencio y dejaba que Claremont se fuera dando cuenta de sus fallos -Claremont tiene una verborrea tremenda más allá de sus propios guiones- hasta que ella empezaba a hacer preguntas concretas y poco a poco sacaban adelante una buena historia. Y ése método lo heredó Nocenti, con lo que creo que los tres aprendieron mucho unos de otros.
Pero es que no estamos en el siglo XIX Diógenes y la gente que vota (en España) distan de ser ágrafos (que alguno habrá), ya puedes votar a VOX o a MAS (Muerte Al Sistema, no el de Errejon) que cuando se vota hoy ya es más cuestión de tripas que de cabeza. Más en el caso español el votante ultraconservador no suele proceder de ambientes donde la educación falte sino de ambientes elitistas, otra cosa es que luego sepa meter el discurso de “el extranjero que te quita el trabajo”.
Por ello lo de “la tierra para el que la trabaja” podía ser un lema de otro tiempo pero yo voy a tiempos mucho más recientes, pero yo creo que el público, nosotros, nos hemos hartado de largas explicaciones y los tiempos de atención disminuyen. Yo mantengo que los discursos se han simplificado (por ejemplo el famoso “la casta” que le dio buen resultado al principio a podemos) pero a niveles ya más que infantiles, directamente para borderline o retras.
Vamos, antes, hace décadas la gente seguía el debate de “la clave” y hoy es “la sexta noche”, a eso me refiero con “desintelectualizado”, pero vale también por la derecha, que si miras los cabezas de cartel de trifacho a cual más infantil de los tres.
Y por el segundo y más bonito tema gracias por la respuesta, porque nunca leí o al menos no recuerdo en entrevistas de los implicados que hablasen del tema de su método de trabajo. Pero de las que he leído a Nocenti alguna vez siempre me desprendía que además de ser culta debe ser una persona encantadora para trabajar con ella.
No solo Ann Nocenti, yo diría que los tres deben de ser buena gente. Sobre todo porque a los que más cabreaban era a gente como John Byrne que… Euh… Bueno, digamos que no quiero decir nada malo de John Byrne que es muy fan.
Y sobre lo otro… Bueno, los tiempos de atención siempre han sido la mar de cortos, que Bakunin ya decía aquello de «la gente lo que quiere es que la dejen en paz» y parte de razón no le sobraba. Tu como individuo quieres que se tenga en cuenta tu opinión en lo que te afecta, pero tampoco quieres tener que opinar, que gobernar, todo el santo día. En democracia es un deber moral del ciudadano el estar informado, pero la realidad es que bastante tenemos con lo nuestro como para empaparnos de lo que realmente quieren decir algunos detrás de toda la muralla de desinformación con la que tratan de taparlo todo. Es triste, es una mierda y lo peor de todo es que lo más fácil en cuanto consigues hacerte una opinión «que te deje a gusto» es votar ciegamente a un partido y olvidarte del resto. Y éso precisamente es lo que creo que hace la mayoría. Pero bueno, perdóname si no quiero seguir mucho más con el tema, porque nos alargaríamos mucho y nos saldríamos del tiesto.
Yo pienso que hacer «política» en los cómics de Superhéroes es complicado así que en general mejor no. Cosas como poner un personaje de ficción dando un torta a alguien real que muchos odian me parece demasiado simple y para eso pido no. Eso es propaganda barata como poner a Hitler abofeteando al Banquero Judío. Para eso dejemos la «política» fuera de los cómics. Los Superhéroes han de ser críticos y subversivos porque de eso va el género, pero lo complejo ha de ser abordado complejamente y ahí el género lo tiene difícil salvo gran autor (Miller, Moore…) o autor on fire (Englehart) al mando. Además que hoy veo demasiado postureo, sobre todo en los jóvenes. En plan compro este cómic super inclusivo pero no cambio mi estilo de vida o mi consumismo desaforado. Mucha gente ha sustituido el activismo social por comprar productos o seguir gente que dan la imagen de ser una buena y concienciada persona, pero no pide cambiar ni una coma de esta forma de capitalismo. Los Superhéroes no son escapistas aunque eso las corporaciones nos lo han quitado, pero las cosas complejas no pueden abordarse maniqueamente o burdamente como bien demuestran las delirantes pero notables primigenias aventuras de Superman.
Por otro lado lo de EEUU. No exageréis. Lo que pasó fue una algarada. No había plan (sólo un vago objetivo) y nadie sabía qué hacer. Ahí están las imágenes. Ni golpe ni cualquier cosa parecida. Una protesta que se fue de madre porque nadie la controlaba y porque los protestones eran unos fanáticos suspicaces. Nada bueno y racional podía salir de ahí. Menos si sumamos la masa, pues eso siempre contribuye a disminuir la inteligencia y la prudencia individual. De toda la vida con este tipo gente se ha de tener cuidado y ese día no se tuvo por arrogancia (yo creo que nadie pensó que los que se autodenominan patriotas iban a asaltar el Capitolio). Pero el asunto no es reprimirlos sino no abandonarles a su suerte. No dejarles que sean impermeables a ideas nuevas, no permitirles que puedan ser intolerantes (no deben haber guetos, todos mezclados con todos, no puede barrio negro, barrio, latino, barrio blanco…) y ayudarles para que puedan hacer algo más que sobrevivir. Esa gente da tanta pena como miedo. Ese no es el caso de Trump. A unos hay que ayudarlos y al otro reprimirlo. Cuando yo oí a Trump jactarse en público de que evadía impuestos pensé que había perdido porque quién quiere votar a un rico que no contribuye siendo uno pobre o modesto contribuyente? Alguien tan insolidario y criminal cómo va a ser el presidente de la Ley y el Orden? En fin, que se veía venir. Lo raro es que Trump ha aguantado 4 años antes de hacer lo que se esperaba que hiciese: intentar violentar las cosas para salir sólo él favorecido y cagarla bien.
Por último no estoy dacuerdo con Zatanna sobre eso de que los superhéroes son realistas y los fascistas no. Ambos son lo mismo en el sentido de que los 2 piensan que la violencia puede resolver problemas complejos. Ambos comparten la idea conservadora de que existe un mal irredimible por lo que sólo puede ser tratado a tortazos. Luego unos se ponen xenófobos, militaristas y rancios y los otros altruistas, activistas y humanitarios. Pero los superhéroes son conservadores. Lo que les diferencia de su grupo es que no son elitistas. En fin, que el género es idealista así que no es ni responsable ni realista.
Bueno. Tienes razón en todo. Pero como dije antes es una cuestión de matices y de percepción.
En primer lugar, yo digo que toda creación humana es política. El ser humano es político, esa es su característica diferenciadora de todo el resto de seres vivos. Tienen conciencia y por lo tanto cualquier acto de conciencia es político.
En el ser humano la decisión de «no hacer politica» es una decisión política, ergo la pretensión de ser «apolítico» es absurda y equivocada. No se puede ser «no político»
En fin. Que esta perogrullada que acabo de escribir venía a cuento, de que el cómic de superheroes no se puede desvincular de la política. Es totalmente político; pretender que un superheroe no haga política, cuando la base del género es la de un personaje que tiene como misión tomar decisiones que afectan a la sociedad, que la mejoran o cambian o lo que sea.
Dentro del cómic no puede haber género más político que el del superheroe. Todo es política con el superheroe.
Otros cómics pueden ser fábulas que enseñan comportamientos humanos; política también, pero más abstracta.
El superman más abstracto de las historias imaginarias y delirantes estaba hecho para no tener un mensaje político pero aun así lo seguía teniendo.
Y… bueno.
Que el heroe positivo es un personaje fascista. Sí, hay mil estudios sobre la identificacion del superheroe con el fascismo. El culto a la fuerza, la imposicion de la ideologia.. etc…
El superheroe está al borde del fascismo totalitario. Pero como bien dices las diferencias están en la actitud. Mil comics se basan en esa deriva. Watchmen, Injustice, Sindicato del crimen, John Walker está al borde de ser facha, y Craneo Rojo que era el supersoldado del lado nazi y por lo tanto el opuesto ideologico del capi y su espejo retorcido.
La inmensa mayoría de nazis van por la vids convencidos de estar haciendo lo correcto y de ser el bueno de la historia.
Como ya dije, se creen el Capitán America. Pero no se dan cuenta de que son Craneo Rojo, o más bien el sicario util de Craneo Rojo.
Jorobar. Que Craneo Rojo sí exista, y sea naranja y con pelo en la vida real, tiene narices. Me acuerdo de la saga de De Matteis y Zeck con ese Craneo montando su camarilla de filonazis y una campaña de desinformación televisiva subterranea para llevar el pais a la destrucción. Si eso no es calcar la realidad.
Y sobre la violencia como solución del problema. Ya.. es que se intenta, se desea no llegar a eso. Pero al final la democracia tiene la obligación final de defenderse. Como Churchill en la «Hora más oscura»: «Cuando un tigre te está mordiendo el brazo, no puedes ponerte a negociar con él. Le pegas un tiro»
La democracia debe defenderse, y si la violencia es el último recurso es porque es un recurso. Si no, las democracias no tendrían ejércitos. Y la policía iría con hisopos para bendecir en vez de porras.
Real politik del 15. ¿O porque pensáis que Europa quiere las bases militares Estadounidenses en Alemania? Esas que Trump quería ir desmantelando. Porque así, si Rusia decide invadir Alemania, esas bases involucrarian en la defensa de Alemania a EE.UU. automaticamente. Son un freno a Rusia.
Ese Trump que se apresuraba a llamar a la Guardia Nacional para las algaradas de Black Lives Matter pero remoloneaba para defender el Capitolio. Una violencia le interesaba la otra no.
¿No era tan grave la ocupación del Capitolio? ¿No fue un intento de golpe de Estado? Pues sí lo fue. Desorganizada, chusca, ridícula. Como el Putsch de Hitler lo fue también.
Esa gente es muuuuuy peligrosa. Y organizada.
https://www.google.com/amp/s/www.eltiempo.com/amp/mundo/eeuu-y-canada/gobernadora-de-michigan-gretchen-whitmer-iba-a-ser-sexuestrada-estados-unidos-542395
https://www.google.com/amp/s/www.infobae.com/america/eeuu/2020/05/01/manifestantes-armados-irrumpieron-en-el-capitolio-de-michigan-para-exigir-el-levantamiento-de-las-medidas-de-confinamiento-por-el-coronavirus/%3foutputType=amp-type
Jaleados por Trump, que decía que había que liberar Michigan. Flipante.
Estados Unidos tiene un Presidente que promueve el levantamiento armado frente a las instituciones de su propio pais.
Que Miller, Claremont, Di Matteis, Gerber, Moore y tantos otros digan si eso es un golpe de Estado o no, cuando ellos llevan decadas haciendolos en la ficción.
Esta vez, el villano de opereta es real y más peligroso que nunca.
Y ni siquiera te he respondido concretamente. Me he acabado dejando llevar, como siempre.
En fin, que el género superheroico peca de simplista y de solucionar los conflictos a puñetazos. Pues sí, va con el género y con las limitaciones de las páginas y de las épocas. Unas veces sale basura y otras, las menos, maravillas.
Quedemonos con lo que vale la pena. Aprendamos de sus aventuras y extraigamos lecciones que nos enriquezcan. Es lo que un lector debe hacer.
Bastante de acuerdo y te iba a contestar sobre lo del fascismo y los superheroes, pero he preferido escribir un post para mañana 😉
Si en ese futuro post mencionas a Zack Snyder por alguna parte, como, por ejemplo, analizando si su particular enfoque de los superhéroes de DC los convierte en justicieros a un paso del fascismo, el hilo de comentarios puede ser muy animado.
SPOILERS!
Diciéndome que tengo razón en todo me has desarbolado. No suelo escuchar esa frase…
En el fondo estamos dacuerdo. Por eso ponía política entre comillas. Hay muchas formas de hacer política. Yo soy de los que creo que todo es política, pero si nos vamos a poner explícitos en una historia entonces que se haga de forma seria y para hacer pensar.
El superhéroe no es fascista es un conservador. Es maniqueo, pretende ser ejemplarizante y cree en el castigo físico. No se trata de usar la violencia para defenderse sino para reprimir lo que no es normativo según su personal, aunque sea compartido por muchos, criterio.
Y yo no lo veo como un golpe pero no vamos a discutir dello en un blog de cómics y además tú, Zatannasay, y yo estamos en contra de esa gente.
¡No hombre! Desarbolar tampoco.
Te digo que tienes razón porque la tienes. Son temas con mil matizaciones y las dos posturas son defendibles y comprensibles. El tema es viejisimo y resurge periódicamente para no quedar resuelto definitivamente nunca.
Ya que ha salido el tema sobre fascismo y superhéroes, y como me he dado cuenta de que no tenemos un post sobre el viejo debate de marras… Pues mañana toca responder a la pregunta sobre si los superheroes son fascistas. Ea.
Pues si es por pedir yo quiero uno de superhéroes más o menos explicitamente “de izquierdas”. Que creo que del tema de si los supers son fascistas (siempre le toca al pobre Batman ser cabeza de cartel en este tema) ya hay mucho por ahí.
El Superman original de Siegel y Shuster no paraba de ponerle coto a los abusos del capitalismo, parando deshaucios y apaleando caseros cabrones, apaleando también a capitalistas que maltrataban a sus mujeres, reventando a patadas a uno que le zurraba a la mujer… ¡Superman es el más grande por algo!