Pese a que Diógenes avisaba ayer de que la realidad nos ha jodido ciertos chistes yo me niego rotundamente a dejar de hacer humor con casi todo lo que nos venga encima porque como forma de sobrellevar las cosas suele funcionarme bastante bien, véase si no como durante el confinamiento llene el blog de artículos sobre plagas y epidemias varias que ponían de los nervios a Diógenes. Así que aunque lo sucedido la semana pasada en Estados Unidos es muy preocupante y dramático no puedo resistirme a tratar de intentar verle cierto lado humorístico a todo esto, ya que es difícil no ver todo aquello y no solo pensar lo cierto que es eso de que la realidad supera a la ficción, sino que casi parece que nos encontremos ante cómics de todo pelaje cobrando vida ante nuestras narices, y no precisamente los que nos gustaría que se hiciesen realidad.
Pero ya se sabe lo que suele pasar con estas cosas, que al final los creadores de ficción tienen mas fácil acertar con lo malo que con lo bueno. Así es como nos hemos encontrado que cuando esa horda de energúmenos y falsos patriotas alentados por el mamarracho de su aun presidente realizó el intento de golpe de estado mas grotesco que hayamos visto en mucho tiempo había cosas que resultaban inquietantemente familiares. Y es que entre esa horda que casi parecía que se habían equivocado de dirección cuando iban de camino a alguna convención de cómics podíamos encontrar no solo a los habituales extremistas neo-nazis disfrazados de paramilitares de andar por casa (o de jugadores de paintball flipados) con intenciones muy claras de ir a hacer autentico daño, a otros que deberían resultar algo familiares a los lectores del blog.
Y es que acompañando a esa escoria pudimos ver a otra clase de escoria que habían decidido que eso de la estética paramilitar no iba con ellos y se adornaron con todo tipo de extraña parafernalia tribal, pieles, cuernos, lanzas artesanales y disfraces patrióticos que mas que parecer fanáticos dispuestos a dar un golpe de estado parecían mutantes de la Tierra Maldita preparándose para asaltar las murallas de Mega-City One (y es una lastima que ante ellos no hubiesen unos cuantos Jueces en lugar de policías) y que casi parecían salidos de la mesa de dibujo de Brian Bolland o Carlos Ezquerra.
Unas similitudes que no terminan ahí, recordándonos que 2000 A.D. demasiado a menudo ha acertado con sus predicciones. Porque no se trata solo de que Mega-City One sea una ciudad en la que un líder demente ordenó construir un muro a su alrededor (aunque el Juez Cal pretendía mantener a la gente dentro, no evitar invasiones externas) o que esta sea gobernada por un régimen fascista digno de los sueños húmedos de muchos de los que trataron de dar un golpe de estado el otro día (y que se cagarían de miedo si tuviesen que vivir en un mundo así) sino que todo ese mundo Post-Apocaliptico es culpa de un Presidente Estadounidense, Robert L. Booth, cuya personalidad y actitudes son demasiado familiares como para resultar cómodas. Aunque yo personalmente espero que su homologo en la vida real acabe sufriendo un castigo similar a los sufridos por el ficticio, que los trabajos forzados o su destino final en Judge Dredd: Origins le vendrían que ni pintados al mamarracho naranja.
Y aunque se suele decir que esta feo alegrarse de las desgracias ajenas o de la muerte de alguien, yo creo que cuando hablamos de gente que monta un patíbulo a las puertas del Capitolio, muchos de sus asaltantes van armados y equipados como si se dispusiesen a tomar prisioneros para darle uso a dicho patíbulo e incluso llevan bombas caseras, creo que podemos alegrarnos un poco de cuando les pasa algo malo. Y mas cuando nos encontramos con que algunos de estos extremistas han sufrido unos destinos dignos de un cómic del Espectro. Descerebrados que accidentalmente se electrocutan los testículos repetidamente con su propio taser hasta sufrir un infarto mortal, personas envueltas con la famosa bandera de Gadsden con su lema «Dont Tread on Me» (no me pisotees) que murieron literalmente pisoteadas por la gente con la que había asaltado el Capitolio… ¿Dista esto tanto de cuando el Espectro convertía a criminales en madera y los reducía a pedazos con una sierra mecánica?
Pero mientras por un lado nos encontramos con eventos de la vida real que parecen surgidos de un cómic, también nos encontramos con que desde hace mucho tiempo muchas de estas alimañas han creído tomar inspiración de los cómics adoptando para si mismos el emblema del Castigador (cuando irónicamente son la clase de gente que está a un simple paso de acabar muriendo a manos de Frank Castle) lo que ha llevado de nuevo a muchas voces a pedir que Marvel deje de publicar cómics del personaje o al menos que elimine su símbolo. Un caso claro de no entender la raíz del problema y que tiene una solución bastante simple, Marvel no debería cancelar al personaje o cambiar su símbolo., lo que debería hacer es dejar de intentar ser tan equidistantes (o cobardes) y convertir a esta gentuza en los principales enemigos de Frank Castle. Publicar una serie en la que podamos ver a toda esta panda de neo-nazis, terroristas y asesinos dispuestos a matar para imponer su ideología extremista o a esa panda de policías corruptos y racistas que ejecutan a sus detenidos siendo cazados y ejecutados por Castle como animales rabiosos. Que esta gente dudo mucho que vayan a leer los cómics y seguirán viendo al personaje como a un tío duro con pistolones y estarán convencidos de que les representa a ellos, pero así al menos la editorial mandaría un mensaje claro a sus lectores.
Ahora lo que toca es cruzar los dedos para que la cosa no se desmadre mas y confiar en que si la realidad va a copiar a la ficción que copie esta vez algo mas bonito como coches voladores para todos o replicadores a lo Star Trek. Aunque con la racha que llevamos igual acabamos asistiendo al a creación del Departamento de Justicia de Dredd. Pero sea lo que sea vamos a intentar dejar atrás este interludio al que nos han obligado las circunstancias y a centrarnos en reseñar cosas que nos hayan gustado para olvidar por un rato que eso de que la vida imita al arte no es tan bonito como lo pintan.
No hay que perder el humor… No hay nada que tema un tirano más que el sonido de la risa. Supongo que por eso hay tantos chistes sobre Franco.
Esto siempre me recuerda una historia del Príncipe Valiente de Hal Foster, en el que Val convence a un tirano patético, pero peligroso (que vive en un castillo a cal y canto, como Trump tras su muro) de que ha conquistado una ciudad en su nombre, y que vaya allí. Cuando llega, los soldados de Val le prepararan una desfilada en la que aparentan vitorearle, pero no paran de reírse de él… Hasta que el tirano corre asustado hasta llegar a la jaula que le han preparado, donde él mismo entra y cierra la puerta. Muy satisfecho de que las rejas le aparten de la multitud.
M’Rabo es un desgraciado, lo que he dicho yo es que los fachas nos han estropeado los chistes de jugar a ser fachas diciendo burradas porque ahora hay gente que cree en esas burradas y lo mismo se toma al pie de la letra algún chiste y asalta una pizzería!
Ya estas creando division!!
El humor es el punto debil de toda esta gente. El humor es señal de inteligencia y más importante de saber relativizar, de quitar importancia a las cosas; o al contrario, de acertar de lleno en el fondo de las cosas.
Los fachas no lo llevan bien, se creen demasiado importantes y con demasiado «destino manifiesto»
Lo del Gran Wyoming fue de traca. Si los fachas no se enteraron de que se burlaban de ellos es que poco se enteran de las cosas. Viven en sus pajas mentales.
Me acuerdo de cuando fue el 15-M con la ocupación de la Puerta del Sol. Y al mismo tiempo en la tertulia de Intereconomía (canal facha de España de hace unos años) se pusieron a brindar con Champagne por que por fin, el pueblo se levantaba contra ese vergonzoso gobierno sociata y bla bla bla…
Tardaron tres días o así en descubrir que ese pueblo que se levantaba eran gente de izquierda exigiendo políticas progresistas ante la crisis económica.
Ellos se creían que ese pueblo era de su cuerda. Si el pueblo que se levanta es de su cuerda es «valiente y justificado frente a un gobierno ilgítimo que…» En cambio si el pueblo no es de su cuerda es desarrapado, perroflauta, irresponsable, etc…
Ver como rajaban de «ese pueblo que se levantaba» cuando tres días antes estaban contentísimos y con Champagne no tuvo precio. Si cuando les vi por la tele con el Champagne yo ya sabía que era el 15-M, pero ellos no se habían enterado. Delirante.
Ese momento surrealista y absurdo propio de los Hermanos Marx los retrató más que cualquier otra cosa. Su análisis de la realidad es así de delirante. ¿Cómo razonas con gente que tienen una visión tan sesgada de la realidad?.
De grandes magnates de la telecomunicación me hablas, curiosamente son muy de la cuerda de Trump, montar negocios con dinero ajeno y arruinarlos para que pague el pato cualquiera menos ellos. A veces pienso que su concepto de la libre empresa es precisamente ese, que les den dinero para hacer cualquier cosa que se les ocurra, hacerse rico y si algo sale mal que lo paguen todo los demás.
No, a veces no. Siempre.
Lo que tiene que hacer Marvel es convertir a Castle en un supervillano de una vez por todas. Aunque hoy en día los superhéroes no son esa gente buena del siglo pasado así que ahora no se nota tanto la diferencia entre El Castigador y los superhéroes.
Pero mira que sigues siendo rematadamente gilipollas. Aunque supongo que es en cierto modo reconfortante que en esta época tan caótica en la que nos encontramos haya cosas que no cambian, como tu cortedad de miras y escasez de comprensión lectora.
Pues precisamente en este caso estoy de acuerdo con lo que ha dicho Penga, porque precisamente ya era un supervillano de salida y lo que hizo Ennis en su serie fue escribirlo como el villano de su propia serie, ¡que precisamente es lo que es! El que considera a Castle un superhéroe tiene un problema bien gordo, vaya. Pero vamos, que el post sobre definiciones de superhéroe lo meto a eso las 9 de la mañana, me reservo para entonces…
«Aunque hoy en día los superhéroes no son esa gente buena del siglo pasado así que ahora no se nota tanto la diferencia entre El Castigador y los superhéroes.»
Seguro que quieres estar de acuerdo con este descerebrado?
Desconozco las intervenciones anteriores de Lord Pengallan, pero creo que en esta ocasión su comentario de que «hoy en día los superhéroes no son esa gente buena del siglo pasado» la expresa como queja de cosas como lo que nos hace torcer el gesto con la Patrulla-X de Hickman, que por «modernizarlos», han pasado de ser un grupo de héroes que defendían un mundo que les teme y les odia a una nación de supremacistas mutantes. Y ojo, que esto yo tengo clarísimo que Hickman lo presenta como algo negativo, y aún así hay lectores que defienden esta actitud en plan «por fin los mutantes se ponen las pilas», cosa que no me parece tan distinta de ver al Castigador como un héroe que «por fin limpia las calles».
Suerte para ti que no conoces sus intervenciones pasadas, pero digamos que es como una cucaracha a la que hay que pisotear en cuanto asoma la cabeza no sea que le de por anidar.
Todo empezó cuando te diste cuenta de que Pengallan no había leído un cómic sobre el que estabais discutiendo, te cabreaste con el por ello y él te dijo que tenía derecho a opinar sobre ello aunque no hubiera leído el cómic. Y ahí empezaron los navajazos!
M’Rabo y él tienen un compromiso según el cual Pengallan pasa de leer sus posts o comentarlos y él no le llama de todo, pero de vez en cuando Pengallan comenta uno de sus posts y vuelve la guerra. Y yo a veces soy idiota y trato de poner paz, pero normalmente lo único que hago es llevarme palos de los dos xDD
A mi me parece increíble la suspensión de la incredulidad que los lectores (a los que llamaría impresionables) alcanzan tanto con Krakoa como con Punisher; y como incluso lo enmarcan como que es más realista que las otras representaciones de la realidad mutante o del universo Marvel. Nada de lo que escribe Hickman es más creíble que Claremont por muuuuuuuuuucho y de ninguna manera es Frank Castle más humano o más realista que Peter Parker.
Por supuesto que en ambos casos los escritores hacen un enorme énfasis en engrandecer sus ideas al punto del absurdo (en Krakoa se cura el cáncer y no existe la muerte mientras que con Punisher sobran los ejemplos del personaje siendo ridículo).
Cosas que van más allá de la moralidad de los personajes que se dejan pasar porque esa es la doctrina Quesada («nadie se va a dar cuenta que la historia no tiene sentido, van a estar ocupados quejándose de que el personaje X hizo una mosntruosidad»). Algo que viene desde los ’90.
Ya que estamos, creo que también es de perogrullo que Krakoa es muy fascistoide. Heh.
Esa es la distracción necesaria en la doctrina Quesada en este caso (lo único que la gente lo apoya?!!)
Hubo polémica en USA después de la serie de TV del Punisher porque un departamento de policia quiso cambiar sus placas para ponerles el cráneo del Castigador…. Pero incluso el creador del personaje salió diciendo que Castle no es un héroe. En el mejor de los casos es un antihéroe. Yo opino que no es un héroe en absoluto, y en no pocas historias de los 80 salió lo excesivo de su conducta, disparando a niños, torturando vagabundos y matando a pobres yonquis que, simplemente, estaban en una casa de crack poniéndose cuando empezó la matanza.
Las historias en las que Castle lo pintan de héroe, creo yo, son tan poco realistas como las pelis de Rambo, por lo que no creo que sea para nada un vigilante «como en la vida real». Es más bien una fantasía de ultraderecha. El mundo donde te aplauden por empezar a disparar armas pesadas en barrios pobres. Es mi opinión, al menos.
Así que si bien Castle, pese a ser plano, puede ser interpretado de varias formas, me pone malo que lo pongan a trabajar junto a Spiderman o Daredevil como si tal cosa. O que siempre que lo junten con Daredevil este parezca idiota.
«Así que si bien Castle, pese a ser plano, puede ser interpretado de varias formas, me pone malo que lo pongan a trabajar junto a Spiderman o Daredevil como si tal cosa. O que siempre que lo junten con Daredevil este parezca idiota.»
Y mejor corramos un (es)túpido velo sobre su corta colaboración con el grupo del Capitán América en «Civil War».
Millar lo enfocó como una forma de mostrar lo desesperado que estaba el Capi y para enmierdar su bando no dejando que tuviera del todo la razón, cuando resulta que el debate principal de Civil War ya dejaba margen para que los dos bandos estuvieran equivocados sin experimentar con clones defectuosos de Thor o reclutar asesinos en serie. Y de aquellos barros estos lodos, porque a fecha de hoy la chavalería uno de los primeros cómics de Marvel que lee es precisamente Civil War «porque la peli» y tal.
Me llamó la atención que, a las tres o cuatro personas a las que les presté mis números de «Civil Wars», todos me comentaban tras leerlos alguna variante de «¿Qué le ha pasado a Reed Richards? ¿Se ha vuelto fascista?», tanto por lo de Clor como por lo de la prisión en la Zona Negativa. En la colección paralela de «Civil War – Primera Línea» creo que intentaban darle sentido sacándose de la manga que había hecho unos cálculos para predecir el futuro (mira, tú, como Hari Seldon) y todo acababa siempre en desastre a menos que se tomaran medidas extremas, pero no había por dónde cogerlo.
Straczynski se inventó aquello del «solve everything» con Reed teniendo una habitación llena de ecuaciones locas pintadas por las paredes tratando de injustificar lo injustificable, pero en realidad creo que la única razón por la que pusieron a Reed en el bando de los malos era para poder enfrentarlo con Sue. De hecho, lo lógico desde el primer minuto era que los 4 se hubieran puesto del lado del Capi tal y como hicieron en la etapa de Simonson quince años antes, pero mira si llegaron a ser retorcidos que pusieron a Ben «equidistante». Y eso es completamente absurdo, porque si algo no es Ben Grimm es equidistante, es todo corazón y se habría lanzado por uno de los dos bandos aunque se equivocara, con lo que la pelea se habría resuelto dentro de los propios 4F y luego todo el grupo se habría unido al bando del capi.
Si te soy sincero, me pase todo Civil War esperando el milagro de que Reed fuera Reed y revelara un plan maestro que dejara en ridiculo tanto al Capi como a Iron Man, pero eso era esperar demasiado de Millar.
Millar, que se decía fan de los 4F. Sigh.
No me hagas recordar la etapa de Millar en los 4F…
¡Lo que le hizo a la tía Petunia no tiene perdón!
En todo caso el Ben equidistante en Civil War es bastante correcto; Ben tiene tantos amigos en un lado como del otro, y a todos los quiere muchísimo. Justamente por eso se vería dividido porque se mueve mucho más por ser una persona muy buena que por tener ideologías que es entre lo que le están dando a elegir.
El problema de Civil War es la total falta de capacidad editorial no para entender a los personajes sino para contar una historia con un ápice drámatico; todo es al son de niños muertos (¿suena horrible? pues ellos lo publicaron) y la total aniquilación de todo pensamiento racional (que es lo que se usa para escalar el conflicto, haciendo el debate principal de Civil War algo sin peso ya que no se lo usa para escalar el conflicto, si apenas si iniciarlo… es una historia muy de sus épocas, sí). Millar editado por Brevoort potencia todos sus malos hábitos hasta el absurdo casi.
El fallo de Civil War es uno narrativo, algo casi inherente a las obras supervisadas por Tom Brevoort.
Yo no lo veo así, Ben Grimm le hubiera dado una somanta de palos a Reed y lo habría espabilado. En cualquier caso el mayor problema de los 4F en Civil War no está en Ben, si no en Reed. Se pongan como se pongan, digan lo que digan, un tipo que se ha enfrentado a Galactus no va a montar ese pollo porque la psicohistoria de baratillo le diga que tiene que hacer algo que vaya en contra de su propia ética. Que, dicho sea de paso, la conciencia de Reed Richards es más dura que el adamantium y eso es lo que no acaban de pillar muchos de los guionistas de los últimos treinta años, hasta el punto que hoy en día Reed está irreconocible.
Bueno, puede ser también porque solo lo leí una vez y se me están olvidando cosas, eh. Lo decía como idea que se me vino a la cabeza de Ben Grimm no queriendo elegir entre los bandos de Millar que eran o el lado de los “libertarios” (fachas que se creen rebeldes) o el lado de los facistas (fachas a secas).
Por supuesto que lo de Reed es como con Cíclope, el personaje roto rotisimo y siguen tirando como si no pasara nada, y cuánto más se tira más se rompe. Nadie se lee a Byrne, ni que hablar a Stan Lee, y así está la cosa.
¿Refiriéndote al Punisher de MK o el de MAX? En ambas esencialmente está escribiendo Man-Thing pero urbano. En MK tiene que manufacturar la humanidad que tenía en DC con Hitman con el cast que le crea alrededor, pero al final del día Frank Castle es un hombre encadenado con una pistola apuntando a la cabeza de un criminal, como el Man-Thing incapaz de pensamiento quemando todo aquello que conozca el miedo. Ya en MAX Ennis desata un poco de su Mel Gibson interior y el resultado no es su mejor trabajo, diría (aunque puede ser culpa de lo poco que me llaman la atención personajes como Punisher o Juez Dredd).
En sí, más que un villano en su propia serie, Castle es un monolito que el autor usa para reflejar ideas sobre moralidad y no una medida o juicio de moralidad en si mismo. Un villano Ennis lo escribiría con más personalidad, digo yo.
Por otro lado, creo que hay mucho lector impresionable al que protagonista y héroe se le mezclan también (y espectadores también, series como Breaking Bad y Barry juegan una enormidad con ese involucramiento del espectador), así que aclarar que el personaje no conforma con ser un héroe es tremendamente necesario; ni Frank Castle, ni Walter White, ni Barry Berkman son héroes. Pero Castle tiene el problema de existir en un universo de superhéroes con autores que no se enteran de nada queriendo escribir que el personaje «es el verdaderamente bueno».
Pues… Yo es que diría que son un todo porque Ennis madura mucho como guionista con Punisher; empieza con un cachondeo variado para luego empezar a elaborar un discurso sobre la violencia y la adicción a ella que entiendo que se le hiciera raro a mucha gente, pero el minucioso retrato de Frank Castle que acabó elaborando es seguramente uno de los más detallados que se hayan visto jamás en un cómic de superhéroes. Y ésto es algo la mar de raro de ver sobre todo ya en los dos miles, cuando los autores empezaban a durar un suspiro en cada serie y no tenían tiempo para currarselo.
Oh, por supuesto que la serie de MAX es un excelente trabajo alrededor de esa idea de abandonar la humanidad cuando aún aferrándose a la vida (como Man-Thing), pero esas eran ideas que supo tener en otros trabajos como The Boys, en los que me parece se lució un poco más.
Creo haberle escuchado decir en una entrevista que su intención con la serie de MAX era mostrar un mundo que diera lugar a la existenxia de un Frank Castle, pero claro, eso se cuenta en mucho menos y acabó creando una imagen del personaje que ningún otro autor sería capaz de lograr.