Howard the Duck Holiday Special (1997) – Larry Hama y Pasqual Ferry abren la veda de patos

Se que un agosto caluroso como este que nos encontramos no parece la época mas apropiada para hablar de una historia navideña, pero entre que imaginarnos el frío ayuda a soportar mejor las altas temperaturas y que todo entra mejor con un poco de nostalgia, no es del todo mala época para recordar el especial de navidad de Howard el Pato de 1997. Un especial en el que Larry Hama y Pasqual Ferry nos contaron una historia muy especial en la que Howard tuvo que salvar la navidad de las diabólicas garras de una temible organización criminal fascista y escapar del largo brazo de la ley…

Navidad, una época maravillosa para disfrutar de las fiestas, de las reuniones con los amigos y la familia y pasear por las calles adornadas mirando escaparates… A no ser que seas un pato de otro mundo atrapado en la tierra, con un trabajo que odias en un videoclub y a quien reclutan para reemplazar de improviso al Papa Noel de un centro comercial que ha sufrido un desgraciado accidente. ¿Hay algo que pueda empeorar unas festividades así? Pues quizás el enfrentarse a la inflexibilidad de la ley, y a hordas de modernos nazis que han invadido el Polo Norte pueda provocar que dichas fiestas empeoren un poco…

Howard el Pato es uno de esos personajes que Marvel se resiste a dejar languidecer (probablemente porque no querrán perder los derechos del nombre) y que siempre acaba reapareciendo de una forma u otra, y este especial que hoy tenemos aquí obedece sin duda a ese propósito, pero no por ello este especial deja de ser una lectura muy divertida. Larry Hama, pese a ser mas conocido por su trabajo en G.I.Joe y Lobezno demostró aquí que tenia una vena cómica poco aprovechada, lo que en conjunción con el trabajo de un Pasqual Ferry cuya versatilidad le permite oscilar entre estilos de dibujo mas “serios y adultos” o como en este caso mas cercanos al dibujo animado, hicieron de este especial algo mas que un simple especial de relleno para conservar el nombre.

Una historia delirante que comienza con Howard trabajando en un videoclub en el que recomienda a sus clientes el alquiler de películas que técnicamente no deberían estar aun disponibles. Un acto de piratería que pone a Howard en el punto de mira del Juez Elmer Dwedd de la C.I.A. (Copyright Infringement Agency), un personaje de clara inspiración en el Elmer Fudd de los Looney Tunes (y en nadie mas) y para quien al igual que solía sucederle a su homologo de la animación, se ha levantado la veda de cazar patos.

Un delirio que aumenta cuando Beverly Switzler, la “amiga especial“ de Howard (que diríamos si Howard en vez de Pato fuese Rey) le recluta de urgencia, ayudándole de paso a escapar del implacable Juez Dwedd (el caso es que se nombre me suena de algo), para que reemplace al Papa Noel del centro comercial en el que trabaja y que ha sufrido un grotesco accidente con unas escaleras mecánicas.

Y por si soportar a una horda de niños caprichosos que quieren de todo y mas, pequeños rateros que se aprovechan de la buena voluntad de este pato que no es tan gruñón como aparenta y de críos a los que uno entiende que abandonen, de nuevo su ayuda es reclamada, en esta ocasión por un elfo del autentico Papa Noel que con sus ultimas fuerzas se ha dedicado a reclutar toda la ayuda posible para evitar que la invasión del taller de Polo Norte por parte de las fuerzas de Hydra acabe con la navidad.

Una invasión que es mas compleja de lo que parece a simple vista pero que sera la oportunidad perfecta para que Howard desahogue toda esa mala leche que acumula por seguir atrapado en un mundo que no es el suyo y poner en practica todo lo que ha tenido que aprender para sobrevivir. O dicho de otra manera, para dar rienda suelta a una violencia extrema y desenfrenada tan apropiada para la década de los noventa en la que se publicó este cómic.

Un cómic en el que Larry Hama (otro de esos guionistas que las dos grandes han tenido olvidado demasiado tiempo) se suelta casi tanto como Howard para darnos una buena muestra de que lo suyo es mucho mas que la acción y que se desenvuelve igual de bien en el terreno humorístico alternando momentos dignos de los dibujos animados clásicos con otros de un humor negrisimo de ese que hoy en día no seria muy bien visto.

Pasqual Ferry no solo esta a la altura sino que se supera aprovechando cada oportunidad que se le presenta para meterse con muchas de las tendencias de la época, con esos héroes armados hasta los dientes con armas mas grandes que ellos mismos y una violencia mas que excesiva que por momentos casi roza el gore. Todo con un tono caricaturesco que en ningún momento hace que la historia pierda legibilidad y consiguiendo ademas que Howard sea mas expresivo que nunca.

Lo que podría haber sido un simple especial de relleno para la editorial y alimenticio para sus autores acabó siendo gracias a la profesionalidad de estos últimos en una lectura muy divertida que ha soportado mas que bien el paso del tiempo y que vale mucho la pena descubrir. Y con esto damos por terminada esta semana nostálgica en la que hemos repasado algunos clásicos estadounidenses de Marvel que han sido escogidos completamente al azar, sin ninguna doble intención, propósitos ocultos ni propaganda subliminal de ningún tipo… que me condenen a la colonia penal de Titan si miento. Ya la semana que viene las cosas volverán a la normalidad y es incluso posible que hable de algo de actualidad y todo, que Diógenes no deja de acosarme pretendiendo decirme de que puedo escribir y que no, y con el calor que hace ya no me quedan fuerzas para discutir.