Hace poco en los posts de John Byrne hablábamos un poco sobre el Nuevo Universo Marvel, aquel experimento que se montó Jim Shooter para celebrar el 25 aniversario del Universo Marvel y que acabó como el rosario de la aurora. Contábamos en aquel post que Starbrand era una serie muy personal para Shooter, y que tras su despido fue Byrne el que tomó las riendas de la serie para dar rienda suelta a todo su rencor y odio hacia su antiguo jefe. En lo que no nos paramos mucho es que entre el despido del uno y la llegada del otro hay unos cuantos números de relleno o «fill-in»s, que estaban guionizados por Cary Bates y que el número 9 está dibujado por Keith Giffen. Giffen imitando a Jack Kirby.
El pensar en Cary Bates como sustituto de Jim Shooter es apelar a la historia, porque al final tanto Shooter como Bates eran dos de los «niños guionistas» que se buscó Mort Weisinger allá por los 60. En un acto que solo puede calificarse como explotación infantil, el editor y dueño y señor de DC por aquellos tiempos enseñó el oficio a los dos chavales, tanto en lo bueno como en lo malo, y por eso sobre el papel Bates parecía el sustituto adecuado para Shooter. Otra cosa es que Bates nunca fuera tan bueno como Shooter, y que sus historias no sean muy allá, pero creo que el número nueve de Starbrand es digno de rescatar porque lo que hacen Bates y Giffen en él es enfrentar la tradición del Nuevo Universo a la del antiguo, reinterpretando a Starbrand al estilo Jack Kirby y dejando claro que igual, solo igual, las comparaciones son un poco odiosas…
El cómic empieza dibujado al estilo «normal» de Giffen y con Kenneth dándole la paliza a Myron, su amigo psiquiatra en un acto digno de Epi y Blas, «si yo no puedo dormir pues tu tampoco». Kenneth le cuenta que había conocido a un chavalillo llamado Tad que estaba fastidiadillo del corazón por un defecto de nacimiento creado por el suministro de agua contaminada por unos vertidos industriales. A Ken le cae bien el chico, por lo que le enseña sus poderes de Starbrand, se lo lleva volando y esas cosas, con lo que Tad acaba diciéndole lo normal, que es un superhéroe y que debería estar luchando contra el crimen y los vertidos industriales que le habían hecho enfermar antes de nacer. Kenneth, que lleva como ocho números siendo un egoista por consejo de su psiquiatra, le dice que no va a hacerlo porque no puede dejar que el mundo conozca sus poderes, pero el chaval no entiende nada y tal es el disgusto que debió pillarse, que se queda en coma.
Y claro, Kenneth siendo Kenneth de la misma se va al vertedero y desintegra todos los vertidos, volviendo al hospital del niño -al que el coma debió de durarle bien poco- para decirle lo superguay que es. Tad se pone la mar de contento, pero aun así Ken acaba teniendo que ver como ni todo su poder es capaz de salvar al chaval que al poco tiempo muere. Y claro, desde entonces se siente culpable, tiene pesadillas y tal, por lo que le pide ayuda a su amigo Myron para que deje de hacer esa tontería de dormir y le ayude a dormir a él. Y Myron lo manda a la consulta de Nightmask, otro personaje del Nuevo Universo.
Nightmask es una creación de Archie Goodwin y es un tipo llamado Keith Remsen que tras el evento blanco adquirió la capacidad de meterse en los sueños de los demás. Como el hombre tiene que sacarse un dinerillo, trabaja para un psiquiatra amigo suyo haciendo «curas de sueño», o lo que es lo mismo, meterse en los sueños de los demás y arreglarle los traumas, solucionar crímenes y cosas así. En el caso de Kenneth, Keith se mete para solucionar el trauma y se encuentra… ¡Que está soñando en un cómic de Jack Kirby!
Claro, siendo el niño muerto tan fan de los buenos tebeos, los sueños de Ken sobre él están enmarcados en ese estilo, y Giffen se lo pasa de maravilla imitándolo. De entrada tenemos que el niño aquí es un superhéroe llamado True Believer y su aspecto se parece mucho al de Sprite de los Eternos, y ha sido capturado -junto al pobre Nightmask, que le pilla por medio- por el perverso Doctor Foom. Que por supuesto lleva casco y armadura. Y en esto que suelta su típico discurso de supervillano latveriano y los va a achicharrar, cuando suelta lo que nunca debería decirse en estos casos, aquello de «nada podra salvaros de mi ira, ni siquiera tu salvador cósmico… ¡Star Brand!». Y claro, llega Starbrand. Pero llega Starbrand con unas pintas entre Ikaris y Orion que lo flipas, oiga:
Después de liberarse del villano y mostrarnos que en el sueño Kenneth tiene un concesionario de coches -mientras que en el mundo real no tiene donde caerse muerto- y que aquí ha «adoptado» a Tad cual Batman y Robin, Nightmask decide enfrentarse de nuevo junto a Tad al malvado Doctor Foom y así liberar a Ken del trauma; y es que durante el forcejeo con el pillo se descubre el pastel cuando Tad consigue quitarle el casco y revelar su auténtica identidad: El Doctor Foom no es otro que el auténtico Ken Connell, el de la vida real, que intenta arrancar a Star Brand de su mundo de fantasía y hacerlo ver la realidad. Y así es como Bates y Giffen aprovechan para lanzarle unos cuantos dardos a Shooter:
«The world outside your window» era el slogan con el que se promocionaba el Nuevo Universo, y al final lo que estamos viendo en este cómic es el enfrentamiento entre lo que sería Star Brand en manos de Kirby -caricaturizado, eso sí- y lo que es bajo la óptica «edgy» del Nuevo Universo. Creo que no hace falta decir que en aquel momento el personal estaba en mitad de su celebración del despido de Shooter, y que cuando John Byrne decidió hacer un muñeco de Shooter para quemarlo durante una fiesta, lo lleno de tebeos del Nuevo Universo por algo. El conflicto se resuelve de forma abrupta, con los dos Star Brand enfrentados hasta destruir «el sueño», con lo que en la última página nos vienen a contar que Kenneth se ha curado y aquí no pasa nada.
Uno no acaba de saber muy bien qué es lo que quería decir Cary Bates con esta historia -cosa que no es rara en su trayectoria, no nos olvidemos que Bates es el responsable de barbaridades como el Juicio de Barry Allen o todo lo que hizo con Major Force en Captain Atom- pero te deja la sensación de que nadie estaba muy a gusto con el Nuevo Universo ni echaba mucho de menos a Shooter. Lo peor y más descarado estaba por venir con Byrne, pero creo que merecía la pena recuperar este cómic, aunque solo sea para ver a Giffen dibujando a lo Kirby años antes de que lo plagiomenajeara en The World’s Greatest Comic Magazine.
«Bates es el responsable de barbaridades como el Juicio de Barry Allen o todo lo que hizo con Major Force en Captain Atom»
¿Podéis explicar esto un poco más en profundidad? Recuerdo de crío leer aquella etapa del Capitán Átomo y disfrutarla, mientras que el juicio de Flash es practicamente lo único que he leído del personaje pre-Crisis y me pareció interesante, aunque por momentos daba la sensación de improvisación. Claro que mis bagaje de DC es muy bajito…
Me gustaría saber también
El problema del Juicio de Barry Allen es que nosotros como lectores ya hemos visto como Flash ha matado al Flash Reverso. Y nos lo han mostrado claramente, no hay la menor intención de introducirte un control mental, un espejismo o lo que sea, ante la perspectiva de que el Flash Reverso vuelva a matarle una novia, Flash le mete la mano por el cogote a supervelocidad y lo revienta. Y desde ahí nos pasamos dos años con un Barry que ya no es un superhéroe, porque ni siquiera lo vemos con remordimientos. Se juega con que el lector empatice con el -es el protagonista y supuestamente el héroe- pero Bates sabe que es culpable y lo escribe como tal, sin ningún complejo. Con lo que la historia se va estirando, alargando -sí, supuestamente para coincidir con la salida de Crisis- y provocando que ese vacio moral de Barry sea mucho más apabullante, llegando al punto de que para cuando Wally le señala con el dedo como culpable y Barry tiene su «final feliz mágico», te da la sensación de que es una injusticia. Personalmente, creo que es mucho mejor ignorar la etapa de Cary Bates y limitarse a leer Crisis, allí Barry por lo menos es un héroe y muere de la forma en la que supuestamente vivió.
Y en Capitán Atom le vuelve a pasar un poco de lo mismo, algún que otro crossover le jode el ritmo bastante y la manía insufrible de Bates de ser el Mark Millar de los 80 -eso de sacar al personal matando y haciendo burradas en plan «edgy»- hacen que sea una serie que se disfrutaría y se entendería mejor si el final original de Armageddon 2001 se hubiera quedado como estaba.
Y para el que no lo sepa, el final original de Armageddon 2001 consistía en que el Capitán Atom se volvía loco y mataba a todos los superhéroes, conquistando el mundo y tal.
pero es que el capitán atom post crisis no es un superhéroe es un soldado! no solo eso sino un convicto que conmutó la pena con la realización del experimento que lo catapulta al futuro (ok ok es inocente ya todos se lo deben imaginar) lo del héroe es una fachada que lo lleva a enfrentarse con el resto de los héroes dc cuando la verdad sale a la luz. por ej elongated Man o blue Beetle (como se los extraña madre mia) han tenido sus encontronazos con el personaje. por eso el final de armaggedon… era buenísimo hubiera sido un gran arco para el personaje y por eso monarca esta más ligado a nathaniel Adam que a Hank hall
Bueno, cuando digo que en Capitán Atom «le pasa un poco de lo mismo» no me estoy refiriendo al tema heróico si no a que sigue teniendo problemas de ritmo o lo que es lo mismo, que me aburre.
En cualquier caso, te aseguro que si algún día de estos hacemos un repaso a Amageddon 2001 hablaré mucho más de Capitán Atom, porque en realidad estaba planteada como el final del personaje y acabaron haciendo una chapuza con lo Atom cazando al Monarca y todas esas tonterías.
te tomo la palabra como a mrabo con el pisoteo de byrne y el juez dredd
posteo
He visto en otros cómics (no de Byrne) alguna otra referencia burlesca a Shooter. En Legends por ejemplo Guy Gardner pelea con un villano (no recuerdo como se llama el fulano) lleno de humos, que se acaba incinerando un brazo por gañán. En un comic de 4F de Marv Wolfman, Alicia Masters ha hecho una estatua de un rey con corona y cetro y en el pedestal pone «Shooter». Realmente el hombre tuvo su época, pero no dejó buen sabor de boca.
La verdad es que Star-Brand tuvo momentos entretenidos, y este parece uno de ellos. Con todo parecía que no sabían mucho qué hacer con el New Universe, salvo llevarlo al Apocalipsis (esa es una tendencia inevitable cuando la dirección es poco inspirada: hacer un apocalipsis o una crisis, y a ver qué pasa. Los desastres siempre venden…).
A mi personalmente me gustó esa saga de Exiles en la que persiguen a Proteus al mundo de New Universe y a otros universos como 2099. Fue un homenaje bastante simpático. Todos los DP7 se salvan de Proteus, curiosamente.
Bueno, creo que hay que diferenciar los perjudicados por Shooter en los 70 y los de los 80, los de los 70 son de la escuela Len Wein y Marv Wolfman y esos se lo tenían ganado, porque habían convertido Marvel en su cortijo de escritores-editores y así no se iba a ninguna parte. Shooter retira todos esos privilegios y ellos lo ven fatal, con lo que se van a DC enfurruñadísimos. En los 80 ya la cosa tiene más sentido, porque es cuando Shooter se vuelve tirano y se le empieza a ir la olla cada vez más hasta que saca Secret Wars y se cree que con esa chapuza ha hecho el mejor cómic de la historia.
Capitan Atom era 1 especie de telefilm
De esos de Antena 3 los fines de semana, pero de los de han matado a la hija de esta señora y no puede dormir. Con algunas pinceladas de JAG, por supuesto.
¡Otia! Estos cómics tienen mucho más interes por lo que habia detras que por lo que contaban.
Keith Giffen siempre tuvo una estetica de Kirby, sus Defensores y sus Omega Men eran buena prueba. Seguramente ya lo escogieron exprofeso para ese número.
Es un camaleón gráfico, pero se nota muchísimo lo que se divierte en cuanto le dejan sacar su vena kirbyana.
El Capitán Atom de Bates es bastante mejor que su Flash. Carmine Infantino es el horror mientras que Pat Broderick es torpe solo a ratos
De acuerdo con lo primero, con lo segundo no tanto. Infantino te puede gustar más o menos, pero si pones en la balanza sus logros y los de Broderick, Infantino gana por goleada; no lo olvidemos, Infantino es el creador del Flash Barry Allen mientras que Broderick lo es del Doctor Muerte 2099. Y eso solo en un repaso superficial, vaya.
No sé, para mi no hay color.
Me refería a sus respectivas colaboraciones con Bates. En trayectoria, no hay color. Además, Infantino en los 60 es muy bueno
A Infantino lo que le pasó es que después de que le echaran de jefazo de DC al pobre no le daban más que disgustos. Y menos mal que rehizo su carrera en los 70 en Marvel, que si no lo mismo no le dejan volver por ser «de la vieja DC».
el juicio de Barry Allen el propio bates dijo que estiró la saga infinitamente porque ya dos años (o tres) se venía la crisis y sabía que Barry moría. la serie del cap atom estaba muy bien y creo que soporto muy bien el paso del tiempo en muchos sentidos pero recordemos que el co guionista fue Greg weisman que luego se convirtió en pope de la animación (young justice es su hijo por ej) si la barbaridad fue tratar de usar al mayor Force como un héroe cuando era un violador y asesino, bueno eso era una fachada gubernamental en la practica era el villano del cap. yo creo que shooter fue un gran editor y un gran guionista aunque viendo la repercusión de su salida de Marvel debía ser insoportable trabajar con el. tb decir que autores como gruenwald fueron recuperando conceptos del nuevo universo en quasar sin ir más lejos (que gran colección por favor si la hubiera hecho morrison o millar sería un clasico). saludos!
Pero es que Bates hacía esas burradas, no nos olvidemos que en Flash mata a Iris y luego Barry mata al Flash reverso y lo lleva a unas situaciones que en manos de otro escritor invitarían a la reflexión, pero en manos de Bates es el impacto por el impacto, es como leerse el Némesis de Millar si lo hubiera escrito antes de que Alan Moore empezara a escribir cómics.
Para mí Bates es un pelín Michael Bay, creo que tiene potencial para dar mucho de sí, pero él siempre eligió el mal.
De Stan Lee y Roy Thomas se reía Kirby en DC. Wein, Wolfman y Conway duraron un suspiro y aún así Starlin los pone como payasos en Warlcok. Sí, Stan Lee era repudiado por Ditko mientras Kirby se burlaba de él y Thomas por cuestiones más allá que las puramente artísticas, pero EiC sigue siendo un título conectado casi que intrínsecamente con el asalto y la burla por parte de quienes fueran editados.
Junto con eso hay que notar que existe una diferencia enorme entre las épocas de Stan Lee y las de Shooter; mientras uno soltaba a gente como Kirby y Ditko el otro supervisaba y mandaba sobre gente como Claremont, Byrne, Simonson, Miller, Denny O’Neill, etc. etc. etc. teniendo que lidiar con el conflicto innato de promover la innovación mientras teniendo a la vez que mantener tanto reglas escritas (el buen hacer narrativo) como solo habladas (que puede y que no hacer el personaje X). Y también existe una diferencia enorme entre los pasos de Wein, Wolfman y Conway por el puesto ya que parecía ser más un reconocimiento a su posición de facto como «nuevos Roy Thomas» porque no había quien tomara una posición de EiC que solo una anomalía de la industria como Archie Goodwin pudo sostener con cierta firmeza. Y es este el que prepara el terreno para el Shooter que haría al puesto en sí capaz de existir mucho más independientemente de la persona en el a través de un sistema que daba lugar a editores propiamente dichos a cargo de series en vez de asistentes, librando al EiC para llevar a cabo el trabajo que la industria ahora pedía de él (que en parte ya había pedido de gente como Weisinger y Schwartz en su época, pero en Marvel nunca se habían hecho las cosas de esa manera). Y eso no deja de ser lo mejor que jamás pudo haber salido de Mort Weisinger; a su manera Shooter DCifico, estructuro a Marvel mientras que DC se Marvelizaba a través de llevarse a Kirby, Englehart, Conway, Wein y Wolfman.
Y a diferencia de sus sucesores Shooter tiene la inigualable y indiscutible calidad de muchos títulos durante sus épocas de EiC junto con la posibilidad de rastrear la mano editorial tanto a través de lo que se dejaba como lo que no se dejaba hacer. Por otro lado DeFalco dispara los pecados de los años ’90, Harras los explota y Quesada jamás los supera. Siendo sus manos editoriales muy pesadas en cuanto parecen más jugadas de marketing que copian lo que en su época fueron éxitos casi accidentales como Secret Wars que productos del desarrollo que hizo famosa a la Marvel de Shooter.
Pero claro, todas las cagadas de esa Marvel ochentera tienen las huellas digitales de Shooter bien marcadas, lo que hace increíblemente difícil reconocerle su trabajo sobre otros teniendo en cuenta que si bien dio paso a lo mejor también produjo lo peor. Y por eso me encanta hablar de Shooter, porque puedo tener mil opiniones sobre el hombre y todas justificadas aún cuando contradictorias.
Si tuviera que especular sobre que es lo más importante de la era Quesada-Alonso-Cebulski, te diría que los tres cargan con una cultura corporativa inmensa que les pasa por encima en todo momento. Se nota que en un principio a Quesada le dejaron hacer, pero cada vez se ve más claro como la cultura del macroevento no es ya solo algo «forzado», si no que los propios guionistas van a los retreats sugiriendo eventos y encantados de llevarlos a cabo. Se consolida la idea de «los illuminati de Marvel», si no entras en esos retreats tu serie va a ser secundaria, lo importante es esto y todos los demás guionistas van a hablar de ello.
Y esto no es una regla ni nada parecido, simplemente la mayor parte de los guionistas y editores solo se enteran del trabajo de los demás por lo que oyen en esos retiros, parece como si no se leyeran el resto de lo que publica la editorial.
Yo por especular diría que Quesada no sabe de editar, Alonso no sabe de ser jefe y Cebulski está muy nuevo pero parece que junta los dos. La solución de Quesada siempre fue conseguir el talento probado o en «altas esferas» para no pasar trabajo y la de Alonso nutrirlo pero sin saber manejar el behemoth que Quesada y la situación con el MCU creó. Cebulski es un cuasi-Quesada cuasi-Alonso; consigue que salgan cosas con Cates, Stegman, Zdarsky, etc. Pero Buckley le pasa por encima y le inventa Dawn of X.
Los writers-retreats son una desgracia porque nunca salió nada de ahí que valga el reunir a tus cabezas pensantes para planear un año de historias y subyugar al resto. Toman el sistema de la TV que ahora es mucho menos utilizado gracias a cosas como Netflix y lo desaprovechan planeando historias malas a las que el resto tiene que atarse, porque tienen un ego tan grande como el de Shooter. Y luego las cuentan mal.
Se necesita ahora mismo alguien que reconozca el valor del meta-relato que es el universo conectado a través del buen manejo de la continuidad y alguien que sepa los bases narrativas que hagan las historias solidas más allá de sus guionistas. Que era lo que hacía Shooter antes de volverse megalómano.
Yo creo que las decisiones que toma Quesada no son por desconocimiento, son total y absolutamente deliberadas, y le salen tan «bien» que todos los demás las siguen (DC incluida). Tu ten en cuenta que Quesada en sus primeros cuatro años no hizo ni un solo crossover, mantuvo todos los personajes muertos muertos, dejó a los guionistas hacer durante meses sus series sin marearlos constantemente y hasta hizo campañas publicitarias para mantener series que estaban al borde de la cancelación (eso sí, canceló sin ningún miramiento muchos de los proyectos del régimen anterior). Quesada sabe qué es lo que está haciendo, lo que pasa es que para cuando Marvel empieza a ser la Marvel de las películas la gente de arriba empieza también a interesarse cada vez más por lo que está haciendo y así acabamos en la etapa de Alonso.
A eso iba, de ser Editor en Jefe la parte que mejor se le da a Quesada es la de Jefe como señalas con mantener las cosas bajo control en sus primeros 4 años pero para editar en sí contrató a Stuart Moore y Axel Alonso especialmente y se deshizo de gran parte de la gente que venía de Harras (y algunos incluso desde Shooter). Sus decisiones son completamente deliberadas y la mayoría mucho mejores que cualquiera de Harras cuando no mucho mejor llevadas a termino.
Pero cuando toca la parte de Editor que dice «a esta estructura le falta esto y esto» o «esto es un cómic, no una película» hay que ver como no parece tomarlo como responsabilidad lanzando su Marvel Knights con Kevin Smith, dando Spider-Man a Straczinsky, promoviendo el decompressive storytelling, comenzando a proliferar la gente de TV (como los dúos de guionistas a lo Kyle/Yost) junto con lo de los Writers retreat que es un intento de Writers room sin tener demasiado en cuenta que a la TV el 99% de los escritores llega con los conceptos ya aprendidos o sino no consiguen trabajo.
Para mi lo que lo deja más claro de todo son los cómics editados por Tom Brevoort que no tiene ni idea de editar y se nota y sin embargo sigue hasta hoy en día arruinandonos la vida y la proliferación de BMB que si tiene cosas buenas tampoco abandona las malas.