Sin duda no soy el único a quien en su momento el estreno del trailer de El Camino pillo por sorpresa, ya que pese a que los rumores sobre películas, sobre precuelasprecuelas y secuelas de Breaking Bad llevaban circulando prácticamente desde el final de la serie, pocos esperábamos que el proyecto estuviese no ya avanzado, sino terminado y a punto de estrenarse. Y tras haber visto la película, y pese a que no me quede mas remedio que reconocer que esta película en el fondo no aporta demasiado a Breaking Bad, esta tan bien escrita y rodada que me toca una vez mas rendirme ante el enorme talento de Vince Gilligan. Así que vamos una vez mas a reencontrarnos con los áridos paisajes de Alburquerque y con sus bajos fondos para ser testigos del epilogo de Jesse Pinkman. Y aunque tratare de mantener el máximo cuidado con los SPOILERS de la película, va a ser inevitable que caiga algún otro sobre Breaking Bad, así que esta todo el mundo avisado (aunque dudo que esto le interese a nadie que no haya visto aun la serie)
Tras la masacre perpetrada por Walter White en el campamento Neo-Nazi donde le tenían retenido, Jesse Pinkman ha conseguido escapar hacia la ansiada libertad. Pero aunque ha escapado de los captores que han estado torturándole durante meses, Jesse no se encuentra realmente libre, ya que sigue siendo una de los criminales mas buscados del estado. Solo y desesperado su única alternativa consiste en desaparecer para siempre sin dejar ni rastro, pero para eso necesita dinero, mucho dinero, y para alguien en su situación solo hay una alternativa para conseguirlo…
Con esta película me sucede algo curioso, ya que si nos ponemos estrictos no era necesaria (bueno, técnicamente ninguna lo es) no responde a ninguna pregunta que hubiese quedado en el aire sin responder tras el final de Breaking Bad (ya sabíamos que Jesse quedaba libre, no hacían falta los detalles) y no aporta nada realmente nuevo a una serie que ya era prácticamente perfecta. Pero es que El Camino esta tan bien hecha a todos los niveles que cuando uno empieza a verla se olvida de todos esos pequeños detalles y no queda mas remedio que zambullirse de nuevo en la maestría de Vince Gilligan y seguir una vez mas (¿por ultima vez?) a Jesse Pinkman en su tan ansiado camino hacia la libertad.
Y lo que nos encontramos entonces es un dramón con todas las de la ley en el que somos testigos del lento ponerse en pie de alguien a quien han destrozado a todos los niveles, un Jesse Pinkman que parece que va a derrumbarse en cualquier momento fruto de la desesperación y la frustración y que aunque no ha perdido las ganas de vivir si que parece haber perdido las ganas de luchar. Un proceso en el que Aaron Paul se merece todas las alabanzas (con permiso del guion y la dirección de Gilligan) al cargar el solo con casi todo el peso de la historia y conseguir que nos angustiemos y emocionemos con cada paso de este camino que con algo de suerte le llevara a la paz que tan desesperadamente busca.
Un dramón en el que brilla aun mas si cabe el enorme talento de Vince Gilligan, de quien tras Breaking Bad y Better Call Saul poco queda que decir que no se haya dicho ya, y que aquí da toda una lección de como rodar una película. Y de nuevo reitero lo que suelo decir en estos casos de que me gustaría tener mas conocimientos de cinematografía para poder elogiarle como se merece (me falla mucho el lenguaje técnico). Pero desde mi ignorancia tengo que reconocer su gran habilidad para manejar los tiempos, para mantenernos en todo momento en tensión sin que resulte forzado, un talento enorme para escoger siempre el encuadre mas adecuado y una imaginación prodigiosa que aun después de tanto tiempo y tantos episodios sigue siendo capaz de sorprender al espectador.
Así que si, es cierto que si uno se pone estricto “El Camino” no aporta nada, o aporta tan “poco” como cualquier gran película de esas que están tan bien hechas que se nos pasan volando y nos dejan con una gran sensación de satisfacción. Y tras este epilogo de una de las mejores series de las que he disfrutado en mi vida, ya solo nos queda esperar a la próxima temporada de Better Call Saul para seguir disfrutando un poco mas de este especial mundo de ficción y quien sabe si ademas llevarnos alguna otra sorpresa en el futuro con algún otro proyecto especial como este. Que aunque quizás no sean necesarias, sin duda quedan muchas historias que contar.
Vince Gilligan está reforzando a Breaking Bad; no explotando la marca ni nada por el estilo, sino que como pasa a muchos novelistas más que nada, regresa al universo que creó en torno a la singularidad de Walter White y nos va dando increíbles historias que van puliendo cada vez más lo que es un diamante de la TV moderna y de todos los tiempos a través de cosas como El Camino (que aún no la he visto) y Better Call Saul que es increíble, y teniendo en cuenta que tenía que despegarse de Breaking Bad, lo que esa serie logra es para estudiarla.
Better Call Saul no está recibiendo ni la mitad de la atención que debiera, pero supongo que un Breaking Bad «de abogados» no tiene tanta gracia. Todo el trabajo de guión que lleva la relación entre los hermanos McGill creo que ya supera todo lo que fue Walter White y su familia. Pero claro, Walter era un personaje completamente nuevo, aquello era original, y esto es un producto «derivado» del que ya sabemos el final…
Si es que recuerda a Los Soprano incluso esa relación. Igualmente, todas las relaciones están bien llevadas y muy comedidas y espaciadas para TV. La relación entre Jimmy y Kim especialmente, que junto con la historia de Mike es el corazón de la historia. Y el manejo del protagonista, que ya lo podíamos esperar tras Walter White, aquí hasta evoluciona y el peso que le da a lo que es prácticamente un cameo de Bob Odenkirk en el show de Bryan Cranston es espectacular.
Ojo con lo «innecesario» de esta película, porque la idea original de Gilligan era la de que Jesse terminara en la cárcel, pero al final le acabó convenciendo el resto de su productora para que lo dejara escapar, que la gente se iba a sentir traicionada. Su idea era consolidar el «viaje del héroe» de Jesse haciendo que se sacrificara para salvar a un tercer personaje, viendo la cárcel como algo que merecía -después de todo ha sido un narcotraficante- y dejando claro que mientras Walter iba siempre a peor, Jesse siembre iba a ser mejor persona.
No sé si hubiera sido mejor final, porque creo que habría llamado a hacer otra película de Jesse en la cárcel, mientras que con lo que tenemos ahora vemos un final final. Que no me extrañaría que vieramos otra película de Jesse en Alaska, pero vamos, que esto ya se acabó.