Dark [Netflix] – La fascinante y confusa historia de un pequeño pueblo alemán

Este verano que estamos dejando atrás (técnicamente acaba el día 23, pero cuando acaba agosto ya no parece verano) me ha vuelto a servir para ponerme al día con series y películas cuyo visionado había ido posponiendo y para descubrir algunas nuevas. Dentro de este ultimo apartado se encontraba Dark, una serie alemana para Netflix de cuya existencia me entere por casualidad al recomendarme youtube que viese el trailer de su segunda temporada. Y lo que vi en ese trailer me dejo tan desconcertado y fascinado a partes iguales que me lance de cabeza a por esa serie para descubrir de que trataba realmente… Y me he encontrado con que tras ver las dos temporadas que se han emitido hasta la fecha sigo tan desconcertado como cuando vi ese trailer pero muchísimo mas fascinado por lo que los responsables de la serie han sido capaces de hacer aquí. Y aunque voy a tratar de mantener esta reseña todo lo libre de SPOILERS que pueda, es inevitable que algo muy tenue se escape, así que esta todo el mundo avisado, aunque yo casi recomiendo empezar a verla sin saber nada de ella.

Jonas Kahnwald es un adolescente que aun esta tratando de superar el suicidio de su padre y que acaba de regresar a su hogar en Winden (Alemania), una pequeña y encantadora ciudad de esas en las que todo el mundo se conoce y nunca parece suceder nada fuera de lo normal. Pero cuando empiezan a desaparecer niños y adolescentes en el pueblo esa idílica apariencia se hace añicos, comienzan a salir a la luz las dobles vidas y los secretos de sus vecinos y se descubre que no es la primera vez en la historia de Winden que sucede algo así…

Dark hasta cierto punto no es una serie sencilla, pero no es que se trate de una obra complejisima accesible solo a unos pocos, sino sencillamente que maneja un reparto tan grande de personajes a lo largo de varias generaciones, en la que a mas de uno lo vemos en distintas fases de su vida (interpretados por diferentes actores) y con unas relaciones familiares y sentimentales tan estrechamente entrelazadas que dejan en nada a cualquier telenovela, que en mas de una ocasión da la impresión de que hace falta una guía para seguir la pista a cada personaje y que relaciones le unen con el resto (aquí no usan arboles genealógicos, usan bosques)

Y a esta pequeña complejidad hay que añadirle algo que hasta ahora no había mencionado y dudaba si hacerlo, que Dark es mucho mas que un thriller sobre crímenes, es una serie de corte fantástico. Esto añade una nueva capa de complejidad a la trama pero nada que no pueda superarse prestando un poco mas de atención de lo normal (no es la clase de de serie que puedes poner de fondo mientras haces otra cosa) Aunque no negare que ayuda y mucho que al tratarse de una serie de Netflix uno pueda verse todos los episodios seguidos, que si tuviese que esperar una semana entre uno y otro seguro queme hubiese liado mucho mas. Eso si, este aspecto de la serie es uno en el que hay que “seguirle el juego” a los creadores de la serie, ser un poco cómplices y seguirle la corriente a estos cuando nos explican , por boca de sus personajes, como funcionan las cosas, ya que hay muchos de esos elementos fantásticos en los que si uno piensa detenidamente se derrumban como un castillo de cartas, y debo reconocer que hay momentos puntuales en los que eso es complicado.

Pero resulta fácil pasar esos pequeños detalles por alto gracias al enorme trabajo realizado por Baran bo Odar y Jantje Friese, los creadores de la serie, al construir este no tan pequeño mundo repleto de personajes fascinantes y de grises en los que es difícil distinguir quienes son los buenos y malos (si es que eso existe en este mundo) y en la que consiguen que personajes aparentemente insignificantes cobren una importancia vital o que acabemos sintiendo una tremenda compasión por alguien que parecía no merecerla. Y es que básicamente, al menos para mi, Dark es una de esas series que engancha gracias a sus personajes, al interés que los creadores de la serie consiguen despertar en el espectador y que hace que necesitemos saber que es lo que les va a suceder aunque todo lo que les rodee a veces no parezca tener sentido.

Aparte de que siempre resulta interesante ver como ciertos temas y lugares comunes del genero negro, el drama o el fantástico. son tratados en otros países, que aunque estemos pegados unos a otros estas cosas nunca se tratan exactamente igual en la ficción española, estadounidense, británica o como en este caso la alemana, y eso no solo resulta enriquecedor sino que permite que nos llevemos alguna sorpresa que otra al no desarrollarse estos temas siempre de la forma exacta a la que estamos acostumbrados a ver.

Pocas series me han enganchado tanto como Dark en los últimos años y por supuesto sobra añadir que recomiendo y mucho el visionado de esta serie de la que aunque he tratado de no desvelar demasiado temo haber contado demasiado, ya que como comentaba al comienzo es mejor lanzarse a ciegas y descubrir este cautivador mundo poco a poco. Un mundo que llegara a su termino presumiblemente el año que viene con el estreno de su tercera y ultima temporada, una que empezó a rodarse hace tres meses de nada, así que tocara esperar un poco para ver como se resuelven las complejas vidas de los habitantes de Winden. Una resolución que yo espero muerto de ganas y de miedo.