Ant Wars – 2000 A.D. y La guerra entre la humanidad y las hormigas gigantes

Hoy toca retomar un tema que últimamente tenia un poco abandonado, cómics viejos británicos. Algo que gracias a la serie de reediciones que esta publicando Rebellion de material clásico es cada vez mas fácil y cómodo. En esta ocasión se trata de un cómic que tuvo una existencia muy corta pero un reparto de autores de lujo, siendo guionizada toda la serie por todo un clásico como Gerry Finley-Day y dibujada por un puñado de grandes autores españoles. Juntos dieron vida a una historia que como sucedía mucho en aquellos años bebía del cine fantástico de la época y que llevo a las paginas de 2000 A.D. un tema tan clásico como el de la lucha entre la humanidad y animales mutantes gigantes.

El gobierno Brasileño ha puesto en marcha un proyecto para “civilizar” a los indígenas que residen en la jungla (o sea, secuestrarles y encerrarles en campos de reeducacion) Pero durante una de esas misiones de rutina el doctor que acompaña a los soldados decide probar en unos hormigueros cercanos a la aldea que acaban de visitar un potente insecticida experimental cedido por el gobierno Estadounidense. Pero ese insecticida ha tenido unos efectos secundarios inesperados, ya que ha provocado una mutación en las hormigas que las ha hecho crecer hasta alcanzar un tamaño monstruoso y aumentado su inteligencia hasta limites casi humanos. Unas características que les permitirán poner en jaque a todo aquello que se oponga a su expansión y que amenaza con engullir todo el continente si alguien no las detiene…

No deja de maravillarme la habilidad que tenían en 2000 A.D. en sus inicios para explotar cualquier tema que estuviese minimamente de moda y llevarlo un poco mas allá, siendo lo mas cafres posibles. Porque al igual que sucede con otras series de aquellos años no es difícil encontrar los antecedentes de Ant Wars en el mundo del cine, donde sin duda películas como “El Alimento de los Dioses” o “Cuando Ruge la Marabunta” o cómics como “Von Hoffman’s Invasion” publicado unos años antes en las revistas Jet y Buster (también de IPC y del que ya hablaré mas adelante) debieron servirle de inspiración a Finley-Day para perpetrar esta divertida enajenación.

Porque aunque la premisa a estas alturas ya este mas que vista (¿cuantas películas de monstruos gigantes habremos visto a estas alturas?) y que a primera vista uno pueda pensar que el punto de partida es algo racista, cuando mas bien lo que parecen querer transmitir es que el ejercito son los malos (pese a que si que tiene algún elemento que otro que a muchos lectores del presente no les van a gustar,) lo que no se le puede negar a Ant Wars que cumple con creces su función de hacer pasar un rato divertido al lector con una historia de aventuras fantásticas sin mas pretensiones que las de divertir.

Eso si, divertir a la manera del cómic británico de la época, sin escatimar lo mas mínimo el mostrar sin tapujos toda la violencia y el gore que les permitía una historia como esta (y lo que me sigue sorprendiendo que se tratase de una revista infantil/juvenil)

Y así a lo largo de los apenas catorce episodios (unos cuatro meses) que duro esta serie nos encontramos con dos héroes a su pesar, un militar superviviente del primer ataque de las hormigas y un indígena apodado Anteater (porque le gustaba comer hormigas, así de majos eran los militares que le secuestraron) van escapando por todo Brasil y llegando incluso a Argentina encontrándose por el camino con malvados terratenientes, valerosos gauchos, violentos guerrilleros y unos ineptos ejércitos que son incapaces de detener el imparable avance de unas hormigas que se atreven incluso a tomar por asalto el Carnaval de Rio.

Y todo ello magníficamente dibujado por un pequeño grupo de autores españoles de esos de los que tanto se nutria el mercado británico en la época como eran Azpiri, Suso Peña, Lozano, Luis Bermejo y José Luis Ferrer. Autores con estilos lo bastante similares para que no cantase demasiado su alternancia en la serie y que aportaron su gran talento y su habilidad para dibujar monstruos gigantes destruyendo ciudades y devorando gente.

Pero aunque la serie tuvo una muy breve existencia, el recopilatorio que publicó Rebellion de la serie incluye un curioso epilogo, Zancudo. Una historia corta publicada veintisiete años después (y ambientada ciento cincuenta años mas tarde) a cargo de Simon Spurrier y Cam Kennedy en la que dos Jueces de Ciudad Barranquilla, una de las Mega Ciudades de Sudamérica, se encuentran con los descendientes de aquellas hormigas mutantes. Un divertido recordatorio de como han intentado siempre en la revista enlazar todas sus series por poco sentido que tenga ello a veces.

Yo sigo encantado con esta pequeña labor de arqueología que me esta permitiendo descubrir pequeñas joyas desconocidas como estas y sobre todo le estoy tremendamente agradecido a Rebellion por seguir rescatándolas, aunque sigo echando en falta reediciones decentes del material de Fleetway que publicó aquí Vértice, que cosas como Spider/Flierman, Kelly, Zarpa de Acero o Mytek merecen ser redescubiertos por las nuevas generaciones. Y por mi parte voy a ir seleccionando que me leo esta semana para reseñarlo la próxima, que este apartado del blog lo había dejado algo abandonado y aun queda mucho material por descubrir.