La semana que viene salen a la venta los X-Men de Jonathan Hickman, justamente para la semana de la Comicon y consiguiendo así el golpe publicitario suficiente como para ser la comidilla de todo San Diego durante ese fin de semana, con gente haciéndose la importante porque «ya los ha leído», cómics vendiéndose antes de tiempo y demás. La jugada no es en absoluto original, porque al fin y al cabo el bueno de CB Cebulski está siguiendo paso a paso el libro escrito por su líder espiritual, Joe Quesada, en 2001. El que la Comicon, los mutantes y el fandom de 2001 no sean iguales que los de 2019 es algo que podríamos discutir largo y tendido, y probablemente a lo largo de este fin de semana acabemos hablando más de las nuevas películas del MCU, de DC, o de cualquier presentación de una serie de TV o hasta un videojuego antes que de los propios cómics, con lo que está claro que las cosas no funcionan igual. Pero en 2001 la jugada de presentar el nuevo rumbo mutante antes de la Comicon salió redonda y nos pasamos todo aquel año hablando de Marvel, Marvel y Marvel. De Grant Morrison, de Bill Jemas, de Frank Quitely, del logo reversible de New X-Men y, por supuesto, de Joe Quesada.
Joe Quesada es hijo de inmigrantes cubanos y se crió en el mismo barrio que Peter Parker, Queens, y desde muy temprano empezó a leer cómics con la famosa saga de las drogas de Stan Lee y Gil Kane, aquella en la que Harry Osborn le daba a las pastillitas y acababa la mar de perjudicado y que parecía alegrías sevillanas comparado con lo que estaban preparando O’Neil y Adams para Speedy en Green Arrow. Quesada afirma que quedó la mar de impactado por aquel cómic, con lo que poco a poco su orientación profesional empezó a estar más y más dirigida hacia el cómic en general y el dibujo en particular, graduándose en una escuela de arte unos años después. Sin embargo y sin poder encontrar trabajo como dibujante, se pasa unos años combinando trabajos alimenticios -durante uno de ellos contraería una seria adicción a los videojuegos mediante el Zelda de la NES, provocando que tuviera que dejarlos para poder seguir dibujando- hasta que en 1990 consigue por una de esas casualidades de la vida su primer trabajo publicado en cómics en el número 3 de Captain N, un cómic editado por la Valiant de Jim Shooter sobre los personajes de Nintendo.
Son años raros de dibujantes endiosados y ventas por encima de las posibilidades de cualquier editorial, con lo que mientras los Jim Lee y los McFarlane estaban arrasando con todo, Quesada consigue meter la patita con más trabajo de licencias nintenderas de Valiant, otra de D&D para DC con Spelljammer -uno de los números será con tintas de Don Heck en su último trabajo para DC- saltando de colaboración en colaboración entre Marvel y DC hasta que por fin consigue su propia serie, un reboot del The Ray de Quality Comics para DC. La serie no duraría mucho, pero conseguiría poner su nombre en el mapa de forma bastante efectiva, con lo que no tardaría en recibir el encargo de sustituir a Larry Stroman en el Factor X de Peter David, recibir más y más trabajo del universo Valiant y empezar a trabajar con Denny O’Neil en la creación de uno de los secundarios más controvertidos de la familia batmaniana, Azrael. Corre el año 1992 y Quesada ya es uno de los recambios generacionales de los «hot artist» que han pegado la espantada a Image Comics, y probablemente ya está recibiendo suculentas ofertas de trabajo de ellos. Quesada, lejos de dejarse llevar por los cantos de sirena, sigue combinando trabajos entre las tres editoriales, dibuja portadas para la revista Wizard, va haciendo contactos, entabla amistad con un entintador llamado Jimmy Palmiotti y entre los dos surge la idea de montar su propia editorial, Event Comics.
Sin embargo la aparición de Event no podría haber ocurrido en peor momento, porque la burbuja estalló justo un año antes, en 1993, y el panorama era desolador. Las dos grandes -sobre todo Marvel- pasó a pagar salarios miserables de la noche a la mañana, la distribución se volvió aún más caótica y se dió un efecto dominó de cierre de librerías de cómics a lo largo de todo EEUU. Pero Event no iba a ser una editorial en la que los cómics fueran lo más importante, porque al fin y al cabo durante sus cinco años de existencia sus personajes aparecieron más en números especiales, crossovers con otras editoriales y demás maniobras de marketing que en sus propias series; Quesada y Palmiotti parecían más interesados en vender la licencia de Ash a Hollywood que en hacer un cómic del personaje en sí, y mientras iban montando fiestas y haciendo trabajo de relaciones públicas, les llegó 1998 y la oferta de editar cuatro series de Marvel Comics en lo que acabaría llamándose Marvel Knights… Había empezado el vertiginoso viaje de Joe Quesada hacia lo más alto de Marvel.
Pero no vayamos tan rápido y echemos un vistazo a lo que habían estado llevando a cabo Quesada y Palmiotti en Event Comics, vamos a ver que narices era eso de Ash, el Bombero Superhéroe que tanto se habían empeñado en vender al personal y al que tan poco caso hacen tanto Quesada como Palmiotti hoy en día…
el sr Quesada creo que es uno de los tios más listos y que mejor se lo ha montado en el mundo del cómic, está en el top junto a Bob Kane, Stan Lee, Tod Mcfarlane y Jim Lee
No me metas a Stan Lee al lado de Bob Kane y los otros gualtrapas, que todavía hay clases!
XDD
más talento que los otros tenía, al menos para dialogar que hay mucha polémica con su lado creativo, aunque en lo de hacer pasta nadie gana a Todd!
A Todd deberían estudiarlo en las facultades de empresariales
Para mi Bob Kane es el campeón absoluto del jetómetro, un día tendría que hacer un post sobre los jetas más jetas del mundo del cómic.
Y lo peor es que Vázquez sería de los menos jetas, porque ese por lo menos trabajaba de vez en cuando…
Habría apostado dos manos y un pie a que eso de Ash era otro alterado personaje de Image. Nunca pasé de mirar las portadas de su edición española. Ahora toca esperar por la continuación del artículo, pero no creo que nadie haya logrado superar a Jim Lee en cuanto a fortuna y cara dura se refiere en esto de la edición. Y todo ello acompañado de un desconocimiento del medio igualado por muy pocos dibujantes.
Yo creo que Bob Kane es el más caradura de la historia del cómic, igual solo superado por Donenfeld si se supiera realmente hasta donde llegaron sus tejemanejes mafiosos. Lo de las vacaciones en Cuba del Mayor es una historia demasiado extraña…
Buscando excusas para poner la foto de Quesada con la señorita, ¿eh?
Siempre 😀
Hagamos apuestas de en qué post nos va a dejar colgados Diógenes :D!
Eh, a que viene ese ataque tan gratuito?? Que aquí el que te llama de todo es M’Rabo!! XDDD
Al final del quesadismo seguro que se encuentra la continuación o final del artículo de Jim shooter.
Y la jubilación!
Que no quedo en el mapa gracias al nacimiento de marvel nights
No se si en el mapa, pero dar la nota desde siempre: