Si ayer empezábamos comentando las razones por las que Los 4 Fantásticos no podían definirse simplemente como una familia y ni falta que les hacía serlo, revisando sus antecedentes literarios y repasando la figura del científico loco, el aventurero y la heroina, hoy vamos a empezar por detenernos en la figura de Susan Storm y como el personaje debería ser algo más que «la supermamá».
La influencia del tratamiento de los personajes femeninos en el cine no se nota tanto en los superhéroes de los años 30 como se notará en los de los años 60, y es precisamente por eso que la Susan Storm de Los 4 Fantásticos, novia del científico protagonista, toma un papel proactivo que combina con varios episodios en los que es tomada como rehén, los cuales se van haciendo con el tiempo cada vez más escasa. Lee y Kirby nunca llegarían a hacer de Susan lo que llegaría a ser en la etapa de John Byrne, pero si es cierto que no deja de ser uno de los personajes femeninos más fuertes de la época y de mayor entidad, a años luz de la pobre Alicia. Su matrimonio con Reed y el tener a su hijo Franklin en el tercio final de la etapa Lee/Kirby son lo que provoca la deformación de la imagen del grupo como una familia -al fin y al cabo tres de los miembros eran familia directa, y el cuarto en discordia vivía con ellos y era el padrino de boda y bautizo- y los sucesores de Lee y Kirby, cuyos referentes mayores entran ya únicamente en el género de superhéroes, llevan la serie a una degeneración en la que el centro de todo no está en la aventura verniana ni la novela científica, y en muchas ocasiones se banaliza por completo al grupo abandonando por completo la ciencia ficción que debería estar en el centro de la serie. Durante los casi cincuenta años desde el final de la etapa Kirby nos hemos encontrado con autores que han tratado al grupo como unos Vengadores con lazos familiares, que se han creído que el quitar a Reed Richards de en medio es buena idea -cuando no deja de ser el personaje que arrastra al resto del grupo a la aventura- o que directamente creen que la reedición de enfrentamientos contra villanos y lugares conocidos es suficiente como para cumplir el expediente.
Sin embargo, si analizamos las tres o cuatro historias que Conan Doyle escribió sobre el Profesor Challenger, tenemos que la primera es una visita a La Tierra Salvaje, la segunda es el paso de la Tierra a través de una nube venenosa que aniquilará a la humanidad, la tercera gira en torno a espíritus del más allá y la cuarta acaba hablando de que el centro de la Tierra es un organismo vivo al que los protagonistas tratan de despertar. Son historias de exploración y hasta de distintos géneros, que inventan nuevas situaciones, lugares y personajes al igual que Lee y Kirby hacían eso mismo durante su etapa. Y sin embargo, en unos tiempos como los de hoy en día en los que en Marvel nadie quiere inventar algo nada nuevo o impactante porque es consciente de que «la idea buena» es mejor guardársela para su serie de producción propia en Image, Dark Horse o cualquier sitio en el que puedan promocionarla hasta poder venderla como una serie de TV, es bastante complicado que una serie como Los 4 Fantásticos sea lo que tiene que ser.
Porque al final alguno me dirá que «Los 4 Fantásticos son una familia de exploradores», y eso se aproxima mucho más a la verdad, sí. No hace falta que sean una familia, no es parte integral de lo que hace a la serie funcionar, y en ocasiones no exploran absolutamente nada porque es el Doctor Muerte o un señor gigante que viene a la Tierra para comérsela lo que pone en marcha la aventura, con lo que igual deberíamos decir que «Los 4 Fantásticos son un grupo de aventureros». Porque éso es lo que son.
Y ya que hemos estado hablando de pulps y de influencias, me gustaría hablaros un poco por encima -y metiéndome en el terreno de M’Rabo, que él es el que suele hablar de estas cosas- de una parodia del pulp de ciencia ficción que escribió el gran Robert A Heinlein en los últimos años de su vida, allá por 1981 llamada El Número de la Bestia. Heinlein no deja de ser un tipo que ya había practicado la sátira subterranea en novelas como Amos de Títeres o Tropas del Espacio, demostrando de sobra estar como a tres o cuatro pasos más allá de la mayor parte de lectores y editores de su época, con lo que el homenaje que se marca en El Número de la Bestia al pulp clásico contándonos las aventuras de una familia de científicos locos que más parecen una banda de paletos atravesando los cercados del multiverso que gente seria que sabe lo que hace me hace pensar que dentro de esa parodia hay una de las mejores historias de los 4 Fantásticos jamás contadas. La ironía con la que se critica la cosificación de los personajes femeninos probablemente se le escape a muchos de los lectores supuestamente más puestos de hoy en día, y su lenguaje puede que no sea en absoluto accesible -porque mira que es retorcido a posta- pero tiene una frase inicial maravillosa que para mí resume mucho mejor a los 4 Fantásticos que Los Increíbles, Los Vengadores Family y todas las demás tonterías:
«Él es un científico loco y yo soy su hermosa hija.»
Sí, a priori puede parecerte que no tiene nada que ver con los 4 Fantásticos, pero piensa por un momento: Esa frase hace que el absurdo del pulp salten por los aires, define dos de sus mayores clichés en una línea; hay un científico loco, una chica hermosa a la que debe seducir el héroe protagonista y a la que salvar de los mil peligros en los que estará por culpa de los experimentos del científico loco. Reed Richards es un científico loco y los 4 Fantásticos son su familia, son sus amigos, su equipo y sus esbirros, la gente que lo salva de si mismo y a la que él a su vez salva constantemente. El género de superhéroes es un contenedor en el que cabe desde la tragedia hasta la comedia, pasando por el terror o la serie negra, y dentro de todo ello Los 4 Fantásticos no son una esfinge imposible de entender, Los 4 Fantasticos es, simplemente, un cómic de aventuras. Pueden explorar lo desconocido y pueden dejar que lo desconocido venga hasta la puerta de su casa, puedes hasta hacer que no sean una familia, pero al final siempre tendrán más en común con Flash Gordon que con Superman, con Indiana Jones que con el Spiderman. Y eso es lo que hace grande la serie, el ser el eslabón perdido entre el pulp y la tira de prensa de aventuras y el género de superhéroes.
La investigación está buena, pero no veo porqué el tema familiar sea excluyente de los 4 Fantásticos, cuando una de las claves de la franquicia es el equilibrio entre los personajes cuando están en conjunto. Si falta uno, se descompensan y quedan expuestos a la derrota.
Una de las temáticas más importantes de los F4 es el amor que se tienen los personajes; lo que los lleva a unirse pese a las mil aventuras y desastres a los que se expongan. Todos los personajes, pese a los problemas que tengan, se sienten queridos, cómodos, aceptados en este grupo y su fortaleza radica ahí, en la unión de ellos, en la combinación de sus destrezas, habilidades y virtudes para hacer frente a cualquier problema y salir adelante. No es solo el genio de Reed el que resuelve todo, ni la fuerza de la mole, ni la energía de Johnny o los campos de energía de Sue; son los 4 en conjunto o nada.
Circunstancialmente, se podrá sacar un elemento del equipo y reemplazarlo por She Hulk o Wolverine. Hacer un colección limitada de La Mole o un especial de La Antorcha con Spiderman. Ninguno de esos cambios perdura, pues éstos personajes fueron creados para necesitarse. El género podrá ser variable, de ciencia ficción a aventuras, de space opera a acción o comedia, y esta franquicia seguirá funcionando mientras sean familia y no un grupo de desconocidos que forman un grupo disfuncional, pero tienen algún objetivo aparente en común.
Y si sus películas con malas, es por otro tipo de problemas, donde simplemente no han sabido adaptarlos al cine. Pondré mis fichitas en que Marvel se tome el tiempo necesario para dar con el guion, tono y forma para levantar una película que sea un bastión en el nuevo MCU.
Esto suena al poder del amor . Y no mola.
En realidad está diciendo que lo que funciona no es tanto que se quieran como verlos trabajar en equipo.
Cosa que es un tema habitual en el género y que en su día fue una de las claves de la Nueva Patrulla X, con Cíclope estuvo machacándolos hasta que consiguió que se coordinaran para escapar de Magneto en aquella historia de la base subterránea con la chacha robot aquella, o con el Capitán América desesperado con los Vengadores hippies porque Ojo de Halcón iba haciendo lo que le daba la gana.
Y claro, si es uno de los fundamentos del género pues como que tampoco me parece el «hecho diferencial» de los 4F.
Pero piensa que si son un cómic de género, ya sea aventuras o ciencia ficción, o ambas, cuántas otras historias similares existen con otros personajes. Tú mismo nombraste varias, entonces la pregunta sería; qué diferencia a los F4 de Flash Gordon o Perdidos en el Espacio?
Qué hizo que estos 4 personajes tuvieran ese plus, que los volvió tremendamente populares e hizo pegar un salto a Marvel como editorial de cómics? Fue replicar un género? O está en el uso de un género, pero aportando algo más a la narrativa que los hizo especiales ante los consumidores ? Yo me la juego que esa diferencia está marcada por el vínculo familiar, la química de este grupo.
Los X-Men? Me parecen forzados a ser «familia», pero en verdad no tienen ni que caerse bien. Funcionan por sus habilidades y entrenamiento brutal, cortesía del Profe X, que los fuerza a combinarse para funcional como un escuadrón militar superpoderoso.
Los Avengers? Un montón de estrellitas superpoderosas con los egos por las nubes.
Los F4? Familia de aventureros con superpoderes, cuya fuerza está en la unión del grupo.
Te devuelvo la pregunta, ¿qué diferencia a tu definición de los 4F de Perdidos en el Espacio?
Vaya por delante que a mi Perdidos en el Espacio no la he soportado en ninguna de sus encarnaciones y los 4F tienen etapas que me encantan.
Perdidos en el Espacio toma elementos de los 4 Fantásticos, pero no son «fantásticos», no tienen superpoderes. Y la verdad, es que tampoco me llaman mucho la atención.
En cambio los 4 Fantásticos, sí creo que tienen etapas la raja (ahí coincidimos) y mucho potencial para explotar en el cine. Por lo mismo, espero que Marvel logre una adaptación potente de ellos (aunque a mí me gusta harto lo de Waid y buscaría una peli con un enfoque similar).
Ams! y para una peli, me saltaría contar el origen y todo eso. Que se abra un portal y «reaparezcan» un grupo de científicos dados por muertos tras su desaparición, que vuelven de una dimensión rara y con poderes. Latveria ya está conformada y Doom ni siquiera debería ser el enemigo en una primera peli. Todo esto ya son ideas personales, pero quería compartirla, jaja.
Ahi está el problema, si subes el tono «familiar» demasiado te queda Perdidos en el Espacio, y por eso precisamente no debemos anteponer el hecho de que sean una familia a que sean exploradores o aventureros, del mismo modo en que no los definimos lisa y llanamente como «superhéroes».
Igual no he sabido explicarme, no estoy diciendo que el ser una familia sea algo excluyente con la verdadera identidad del grupo, lo que estoy diciendo es que no es el atributo principal. Que si vamos a ir a la esencia, a entender lo que hacía que funcionaran los 4 Fantásticos de Lee y Kirby (y los de Byrne, Simonson o cualquiera que haya sabido hacerlos funcionar realmente bien) tenemos que mirar hacia otro lado. Por supuesto que pueden seguir siendo una familia y quererse un montón, ¿o acaso no hay afecto entre Flash Gordon y el Profesor Zharkov? Pero joder, hasta Cosas de Casa acababó girando entre el héroe de la Jungla de Cristal y su vecino friki adicto a la polka y el queso; el centro de esta serie es la aventura, el científico loco y sus aventureros.
Que por cierto, ya que estamos, ¿quién tradujo The Thing como la Mole? Porque lo he visto más de una vez y cada vez que oigo la Mole me acuerdo del señor gordo de la Hermandad de Mutantes Diabólicos y no de la entrañable Cosa de Ojos Azules.
El primer registro de La Mole que se me viene a la mente es el doblaje latino de la serie de 4F de Hanna Barbera , a partir de ahí , para latino america siempre fue «La Mole» en cada serie o comics .
Es que a la Mole versión Forum (The Blob) recuerdo que Bruguera lo tradujo como Amasijo, con lo que todas las traducciones que tienen que ver con la Mole -ya sea Fred Dukes o Ben Grimm- me parecen algo apasionante. Apunto en el saco las de Swamp Thing y Man Thing, la mente de un traductor es algo maravilloso cuando se pone a traducir cosas deformes.
No tengo tan claro cuándo o qué país lo tradujeron como «La Mole», pero le echaría la culpa a los mexicanos.
De todas maneras, para latinoamérica, es muy común llamarlo así.
Pero, ¿ tienen arreglo los 4F?
Mientras se mantengan lejos de DeFalco, sí.
jajajajjaja
En lo pop hay 2 tipos de científicos: el sabio distraído, que invariablemente es bueno, y el científico loco, que generalmente es el malo y por eso es el tipo más habitual. La genialidad de Lee y Kirby fue usar al 2º como bueno y encima hacerle el líder. Por eso pronto acabó cogiendo características del 1º tipo, había que hacer aceptable su obsesión científica, y así surgió un personaje singular. No obstante todo se inventó en la infancia de Lee y Kirby. Las historias de los 4F liderados por RR es un derivado de las edisonadas: http://www.sf-encyclopedia.com/entry/edisonade
Sí, estoy bastante de acuerdo. Hay algo muy poco pedagógico en un científico que se pone a probar sus teorías directamente sobre su propio hijo o sobre el planeta entero, pero al final es esa cafrada liberadora la que acaba petándolo entre los lectores. Lo mejor de todo es que cada vez que el Doctor Muerte hace eso mismo, le acaba estallando en la cara.
Si lo piensas bien, los 4 Fantásticos y aledaños son una apología de las malas prácticas científicas.
Los 4 fantásticos siempre han sido un grupo de exploradores que buscaban nuevos mundos y retos liderados por Reed Richards. También son familia en concepto clásico como el extenso. Clásico por tener a Franklin y ser Benjamin el hermano y mejor amigo de Reed.
Los 4F siempre han sido algo diferente en Marvel. Salvan al mundo pero nunca ha sido su meta principal.
Básicamente es eso. Lo primero que hizo Mark Waid en aquella etapa suya con Wieringo fue sacar en una historia corta de «reintroducción para los lectores» a un personaje que «redescubría a los 4F» y anunciaba, como una revelación, que los 4F «no son superhéroes», sino «imaginautas». Una forma chula de decir que son aventureros de lo imposible. Y no llamarles Challengers of the Unknown, para que DC no les cruja a demandas XD.
De hecho diría que esa es la clave de las dudas que surgen siempre a la hora de cómo afrontar a los 4F.
El problema no es que sean familia o no.
Coñe: tras tantos años juntos, normal que sean una familia (como los X-Men más veteranos lo son entre sí).
La duda siempre ha sido si enfocarles como «el primer grupo de superhéroes de Marvel» o solo aventureros famosos con superpoderes.
Porque cuando la opción ha sido «o no», han salido etapas como las de Millar o Hickman… Y aunque la de Millar lo intentaba (pero no sé por qué, no me acabó de calar), la de Hickman, que no he leído aún íntegramente, admito, va por un rollo que no es exactamente el estilo de gran aventura a lo Kirby que hizo famoso a los 4F y que parece reivindicar Diógenes.
Tengo pendiente hacer un repaso de la etapa de Hickman ya en frío, pero me está costando porque cuando ya pensaba que el hombre iba a volver a lo que realmente hace bien -sus series de autor- anuncian que se va a encargar de todo X-Men.
Y claro, así no soy neutral.
Esas series de autor que deja olvidadas y sale un numero de higos a brevas…
Eso es mejor que volver y cerrarlas de forma apresuradísima y sin pies ni cabeza.
RR es a los buenos científicos lo que Indiana Jones es a los buenos arqueólogos…