El año 2013 iba a suponer el primer gran escollo para la administración de Axel Alonso, porque si bien consiguió sacar adelante Avengers VS X-Men y había cumplido así una de las más antiguas reclamaciones de los lectores al devolver a los mutantes a la primera línea, Marvel iba a sufrir la primera gran reestructuración creativa de su mandato. Y aunque es cierto que buena parte de culpa la iba a tener el propio Alonso al reempezar todas sus series desde el número uno, el mayor movimiento sísmico a nivel creativo fue causado fue culpa de Brian Michael Bendis.
Porque el guionista estrella ponía fin a sus ocho años en Vengadores con la intención de hacerse cargo de X-Men, y su deseo provocó un movimiento de sillas realmente desafortunado al truncar la exitosa etapa de Kieron Gillen y Jason Aaron en los mutantes. Marvel supo gestionar bien el roto y los recolocó en las series de Star Wars -Disney había comprado Lucasfilm por aquella época- pero los Vengadores caerían en manos de Jonathan Hickman, que no conseguiría mantener la posición en el mercado de su antecesor a pesar del éxito inicial del gran crossover de aquel año, Infinity. Por su parte, Ed Brubaker decidía dejar Marvel y era sustituido en Captain America por un Rick Remender que se encontraría con más oposición editorial de la necesaria, mientras que otra de las grandes estrellas, Matt Fraction, terminaba su multipremiada etapa de Iron Man para recibir más premios todavía por su Hawkeye junto a David Aja y sustituir a Jonathan Hickman en las dos series de los 4 Fantásticos. Pero Marvel ya no era la ludoteca infantil de los tiempos de Quesada, ahora era el vivero de Marvel Studios y ni siquiera el multipremiado Fraction estaba a salvo de los caprichos de las altas esferas. Y es que para 2014 Fraction también dejaría Marvel después de ser forzado a abandonar sus 4 Fantásticos sin poder siquiera finalizar su etapa; por lo visto alguien de muy arriba había decidido que Matt Fraction era la persona ideal para Inhumanity, una serie que al guionista no le apetecía hacer y que terminaría abandonando tras realizar un solo número. Fraction salía de la editorial de forma un tanto extraña -se rumorea que expiró su contrato justo al entregar el número uno y por eso no continuó la serie- y los lectores nunca perdonaron que el nuevo planteamiento de Inhumanos pretendiera suplantar X-Men, y todo por los dichosos derechos cinematográficos. Este enfrentamiento entre fans y la editorial marcaría el resto de la etapa Alonso, y provocaría que muchos lo acusaran a él directamente sin ser conscientes de que él sólo era un mandado.
Puede que en su día no nos diéramos cuenta, pero tal vez fue 2014 el año en el que todo se le fue de las manos a Axel Alonso. Mientras DC empezaba el lento camino a la recuperación -ese que todavía hoy en día no parece haber terminado- y Marvel parecía vivir su mejor momento gracias al cine, la editorial lanzaba uno de los peores eventos que se recuerdan -Original Sin- y encabrona más todavía a la muchachada suplantando a personajes clásicos como Nick Furia o Thor. Empieza a crearse un proceso de alienación de unos lectores que no entienden por qué carajo aparecen series de Inhumanos como setas que absolutamente nadie parece leer, series con cabecera clásica pero con nuevo protagonista y Marvel ya no parece un lugar seguro para los «lectores refugiados» de DC por el New52. Mientras tanto Alonso no para de recibir sustos, y a las espantadas de Brubaker o Fraction se les une finalmente la de Rick Remender, que también ve mejor negocio en la libertad creativa y los cheques de Image. Totems emblemáticos como Lobezno mueren en eventos que pasan sin pena ni gloria, Thor es sustituido por una misteriosa desconocida y Marvel Animation se lleva a uno de los mejores editores de Alonso, Stephen Wacker.
Y en 2015 ya se lía parda del todo, porque si no fue bastante que Original Sin tuviera su minievento añadido -Axis- y acabara con el interés del lector medio por los maxicrossovers, en el nuevo año Hickman culmina su etapa de Vengadores con Secret Wars, una historia en la que se carga el multiverso y desintegra casi por completo toda la línea Ultimate. Pero lo peor no iba a ser eso, lo peor es que aquel evento fue el más forzado de la historia de la editorial; durante aquel verano todas las series de Marvel fueron cerradas y sustituidas por miniseries con versiones alternativas de los personajes haciendo sus cosas totalmente irrelevantes. Y aunque algunas de ellas fueron realmente interesantes, muchos lectores se tomaron esos meses como un descanso para sus carteras o peor todavía una oportunidad inmejorable para probar títulos de la competencia -DC- o directamente ir a ver que están haciendo sus autores favoritos que ahora sólo publican en Image. Secret Wars como crossover pudo vender muchísimo, pero a largo plazo sería una de las decisiones más desafortunadas de toda la etapa Alonso…
Porque 2016 volvió a llenar los kioskos con números uno de las series de Marvel, alcanzando algunas de las series volúmenes tan elevados como el 7 o el 8. Marvel había reiniciado tantas veces la numeración de algunas series, que muchos de los viejos lectores abandonaron sus suscripciones y se dedicaron a otra cosa, porque al fin y al cabo aquellos fueron los años de sustituir a tus personajes favoritos por perfectos desconocidos que sólo gustaban a un sector muy concreto y militante de la gente que normalmente no lee cómics. Mientras tanto, DC consolidaba Rebirth y empezaba a recibir con los brazos abiertos a los viejos lectores, provocando que el sector más reaccionario de los lectores de Marvel empezara a cargar contra toda idea nueva porque si DC podía sobrevivir revitalizando lo viejo, ¿para qué creaba Marvel personajes nuevos como Moon Girl o Gwenpool?
Poco más podemos contaros ya a estas alturas de esta polémica, porque aunque Marvel tenía buena voluntad introduciendo mayor diversidad entre sus personajes, el debate se volvió tremendamente tóxico y parecía que ya no se podía criticar ninguna historia sin ser ideológicamente «dudoso». Los lectores rechazaban series perfectamente válidas por considerarlas parte de la propaganda ideológica de Marvel, del mismo modo que les había pasado a los Inhumanos por ser considerados unos impostores que pretendían sustituir a los mutantes originales; daba igual que la editorial siguiera sacando joyas como Vision, Scarlet Witch o Ms Marvel, «lo importante es que ésta no es mi Marvel». Y así, entre una polémica tras otra que no beneficiaba nada a la imagen familiar que siempre ha querido dar Disney a sus productos, Marvel anunció su crossover para 2017 con otra gran revelación: El Capitán América es nazi.
Sí, sé que hemos sido de los mayores defensores de Nick Spencer y la historia que quería contar con Secret Empire, a pesar de que el desarrollo del crossover en sí fuera un tanto desastroso -el propio Spencer criticaba esto en el Not Brand Echh publicado la semana pasada- pero la llegada de Trump al poder y los nervios a flor de piel proporcionaron un caldo de cultivo horrendo para el cómic. La espantada del propio Spencer, Lemire y otros «nuevos talentos» por injerencias editoriales de las que no podían hablar por el código de silencio Disney dejaron a Marvel en una situación un tanto complicada de cara a 2018, el año en el que supuestamente iba a reconciliarse con su fandom con Legacy, el evento que aun así sigue sin resucitar a unos 4 Fantásticos que siguen desaparecidos desde Secret Wars. La puntilla de Alonso se la daría ya el anuncio del fichaje de Brian Michael Bendis por DC la semana pasada, con lo que previsiblemente Disney empezó a hacer balance del año antes de Navidad y no le entusiasmo nada lo que veía.
Cronológicamente con el despido de Alonso tenemos otro caso de Disney poniéndose dura pero esta vez relacionado con Star Wars, y es que Electronic Arts iba a sacar ese mismo día el videojuego Star Wars Battlefront 2, que también venía envuelto en una serie de polémicas, pero esta vez por micropagos y apuestas electrónicas. El mismísimo Jimmy Pitaro, jefe de la división de productos de consumo y medios interactivos, llamó a EA expresando la incomodidad que le estaba causando al ratón Mickey el cabreo de los jugadores por la tragaperras que se habían montado con el videojuego. Así, sería esa intervención de Disney la que forzó a Electronic Arts a retirar dichos micropagos justo el día de la vispera del lanzamiento, con lo que podemos tener claro que las altas esferas de Disney están un tanto hartas de la publicidad negativa que tantas «polémicas de internet» ha ido creándoles últimamente. Así, Bob Iger y sus alegres camaradas decidieron meter mano en la misma semana a Marvel y a Star Wars, en lo que parece un claro movimiento para poder comerse el turrón tranquilos. Podríamos especular sobre sí Alonso seguiría en su cargo sin Secret Empire o sin la infame reunión del «la diversidad no vende», si realmente el hecho de que Joe Quesada haya bajado de su nube multimedia recientemente para empezar a dar cursos de edición al personal actual del Bullpen significa que no estaban contentos con el rendimiento de los editores actuales, pero lo que está claro es que Disney quiere tranquilidad y la primera orden para CB Cebulski debe de haber sido la de acabar con el «que hablen de mí aunque sea mal» que tan buenos resultados dió en la era Jemas/Quesada, porque de la Marvel ya se habla bastante y ahora es una marca Disney.
Eso sí, todo esto es especulación mía, porque los caminos del señor Disney siguen siendo inescrutrables, y podría ser que Axel Alonso haya decidido de motu propio el dedicarse a jugar al béisbol con su hijo, y Joe Quesada ha vuelto a supervisar el bullpen porque se aburría con tanta fiesta de Hollywood.
Puesto esto, eh, Diógenes…
http://comicbook.com/marvel/amp/2017/11/23/secret-empire-joe-shooter-marvel-comics/
Seguir con los artículos sobre Shooter es más perentorio que la continuación de Miracleman, hombre ya.
Pues a ver si no tardan tanto como la continuación de Miracleman!
Heh. Es curioso que Shooter diga lo de que los fans establecen una relación con los personajes, porque al final podría decirse que precisamente es eso lo que ha olvidado la Marvel moderna. Buscan empatizar con el máximo de gente posible pero a la vez se olvidan del fan de Tony Stark que solo quiere leer historias de Tony Stark; cuando Tony fue sustituido por Rhodey, el propio Tony seguía apareciendo en cada número. Cuando Thor fue sustituido por Jane, Thor desapareció y no volvió casi hasta la miniserie de Unworthy Thor.
Que encima se llamaba «Unworthy» Thor!
Y no hablemos de los fans de Hal Jordan sufriendo durante una decada!!
¿Existen los fans de Hal Jordan? ¿Y DÖNDE ESTABAN ESOS CUANDO SE ESTRENÓ LA PELÍCULA DE GREEN LANTERN?
Existimos!!! http://glheat.tripod.com
Y cuando se estreno la película estábamos allí en el cine con el corazón lleno de optimismo y esperanza hasta que la Warner nos arranco dicho corazón!!
Anda toma un juego gratis https://www.humblebundle.com/store/sanctum-2 y déjame en paz!
Fue la portada de Liefeld, seguro!
La verdad es que los requerimientos de ventas que tan bien vinieron cuando hubo que deshacerse de Heroes Reborn en los ’90 aquí le costaron caro a Alonso que seguro solo quería dejar a sus creadores contar buenas historias (aunque poco tuvieran que ver con los personajes de Marvel de toda la vida, que ya igual Quesada había dejado a Bendis armar y desarmar a gusto). Es obvio que a pesar de que ahora es Disney la dueña de Marvel, los que están a cargo tienen tan poca idea como los que echaron a Shooter en su momento (verdad, que Shooter no era lo que había sido, pero jamás llegó a los niveles de DeFalco) o los que encargaron Heroes Reborn. Son gente que como ve que el Rebirth de DC funciona, lo quiere repetir sin tener nada en cuenta (más que el dinero).
Son la misma gente que han forzado a los lectores a sufrir ya años de relanzar y renumerar series para que al segundo número estén metidas en un cross-over innecesario, y los que crearon el problema de que la «diversidad no vende»; que en realidad es lo mismo que la expansión noventera con Punisher y Logan (y copias varias) apareciendo por todos lados salvo que ahora se trata de que tal o cual personaje es más diverso, claro que ahora la gente de toda la vida piensa que el 90% de lo que salga es ilegible y el otro 10% es irrelevante porque ya vendrá otro Bendis a reescribirlo (y puede que estén equivocados, pero ya han sufrido los ’90 y no quieren volver caer) y el mercado no es el mismo de la especulación noventera sino uno que pide a gritos diversidad sin tener ni idea de quien es Sam Wilson o de que Daniel Rand siempre fue blanco. Quesada tendría que haber luchado por dejar a Alonso hacer su trabajo en paz, pero parece que prefirió hacer dinero antes de retirarse o algo por el estilo. Esperemos que Cebulski pueda traer sangre nueva ahora que tantos han pegado la espantada y que pueda dar historias que valga la pena leer (sea cual sea el personaje, que los X-Men estuvieron 5 años cancelados hasta que Wein se los dió a Claremont y Daredevil había sido Mike Murdock antes de Frank Miller)
Pues… Ahora voy yo y digo que sustituir a Alonso es una buena decisión. Porque al margen de que sea un buen editor o no, no funcionaba como editor in chief. Tom DeFalco -sí, ¡Tom DeFalco!- dice que seri EiC es un trabajo en el que absolutamente todo recae sobre tus espaldas -ya sean los errores o los aciertos- y que si no estás dispuesto a estar 24 horas tragándotelo todo lo mejor que puedes hacer es dejarlo. Si hace treinta años ser EiC significaba lidiar con la gente de Cadence y hace 20 con la Revlon, hoy en día estás trabajando con gente que conoce el negocio del entretenimiento y sus demandas van más allá de cifras de ventas o tratos para series de televisión, Disney te pide que le des combustible para Marvel Studios. Cada vez estoy más seguro que todo esa lucha por la diversidad de Marvel no nace solo de un espíritu altruista, si no porque esos héroes sustitutos pueden ir relevando a los actores de cine que, quieras que no, estarán con su personaje como mucho veinte o treinta años, por no hablar de que es mucho más fácil vender en China a un superhéroe chino pegándose en China que a un yanqui salvando a China.
Que ojo, en Doctor Extraño el climax de la película se desarrolla en China y la película lo petó a pesar de que el personaje es yanqui… Pero claro, también venía interpretado por Benedict Cumberbatch y los chinos son tan fans de Sherlock que hasta la estrenan en los cines de por allí.
Y dentro de lo que cabe Alonso ha durado mucho en el cargo, son los raros gente como Shooter o Quesada que llegan a los diez años; fíjate como Joe Quesada dejó su puesto de EiC justo cuando Marvel fue comprada por Disney, el tío le pasó el marrón a otro y «ascendió a las alturas». No sabe ná el Joe…
El que viniera de Vertigo ya me daba la idea de que la espalda para ser EiC no la tenía. Y lo de DeFalco es para reírse (o quizás llorar), que vio como echaron a Shooter (en una de esas incluso ayudó a darle la patada) y luego se encargo de doblarse según los designios que marketing demandaba gracias al mercado especulativo, no se tragó nada más que los cheques (dejo que Lee y Harras echaran a Claremont de los X-Men! Llevó a Spider-Man a la ruina más absoluta! Matanza Maxima, por Dios, es para arrancarse los ojos!).
El puesto necesita de un equilibrio que es muy difícil de encontrar entre las historias y su comercialización (incluso Shooter, con todo lo bueno que hizo, se mando X-Factor entre otras tantas cosas). El problema es que primero la historia tiene que vender por si misma, no porque sea un crossover, no porque su protagonista no sea un hombre blanco, no porque sea un volumen nuevo que comienza con un nuevo #1 (otra vez). Sino porque la historia es buena; Born Again se da allá por el número 200yalgo de Daredevil, los Nuevos Mutantes de Claremont/Sienkiewicz tienen mucha más diversidad racial que casi cualquier cómic de hoy en día y sin embargo eso no fue lo que los hizo memorables ni esa fue la razón por las que los crearon ni fue la forma en que los comercializaron al público («Un brasileño, una vietnamita, una escocesa, una cheyenne, una rusa y un jodido chico sureño; Yihaa!»). Oh, y ninguno usaba el nombre de algún héroe anterior. Sin embargo la idea actual es la de vender personajes según su color de piel o su nombre (o el puesto de según quien se supone que ocupan), y eso a gran parte del público que sigue los cómics no la cae bien. Ahí el EiC tiene que estar firme y hacer una de dos; o defender a los personajes de toda la vida o intentar hacer la transición de forma mucho más natural que anunciar por todo lo alto que IronMan ahora es una adolescente afroamericana (la mayor promoción que tuvo Rhodey fue aparecer en Secret Wars). Y ahí fallan los mandamases (incluido Quesada), en que no tienen ni idea de cómics como si lo hacía Shooter a la hora de convertirlos en un producto de alcance masivo o Stan Lee a la hora de hacerlos especiales. En cierto modo son como Weisinger y DC antes de Crisis; repitiendo esquemas y torturando creadores sin dar con lo que era bueno en los ’60 (el boom creativo!+lo revolucionario de los guiones de Lee) o los ’80 (la ilusión de cambio en su esplendor, tanto que hasta a veces dudo de que fuera una ilusión, con creadores que tenían libertad para contar sus historias siempre y cuando cumplieran con las normas del «tirano de Shooter»).
Y no sé yo si Cebulski no le pasará como a Alonso que no tuvo ni la visión ni el poder para hacer de Marvel lo que Disney busca (ya sea una fábrica de personajes o una subsidiaria rentable o ambas). Ojala sea un nuevo Shooter (Mano de hierro, CB, mano de hierro!).
Cebulsky parece demasiado amable y creo que su mayor talento puede ser la captación de nuevos talentos.
Pero hay una contradicccion esencial entre la mentalidad de Marvel y la de Disney y dudo que la mentalidad marveliana se imponga en Disney.
Alonso ha tenido sus cagadas, pero es que dudo que Cebulski vaya a arreglarlas, la verdad. Como mucho vendrá algún guionista nuevo que será bueno, pero es que tampoco espero más.
Es complicado saber por dónde van a ir las cosas, pero dependiendo de la política que siga Cebulski durante el primer año por lo menos podremos hacernos una idea de lo que realmente quería Disney y lo que quería Alonso.
pues conociendo el nivel de Rob! esa portada no está tan mal, no hay dientes apretados y no se ha inventado muchos músculos
Ya, pero los músculos que ha metido los ha metido todos mal.
Gran articulo, muy ameno y completamente cierto. Axel Alonso no era el diablo encarnado ni tampoco el mejor editor que ha tenido marvel, siempre se recordar su etapa gloriosa en Vertigo y probablemente tambien su ignominiosa salida de marvel. Cebulski la tiene dificil, que tiene que volver a reconciliar al fandom, evitar guerras mediaticas, conseguir nuevos talentos y evitar la fuga de los pocos creativos que aun dispone, mantener el liderazgo en ventas ( que se dice facil pero ya comienza teniendolo muiy dificil en el mes que se estrena Doomsday Clock y Batman Who Laughs), mantener al publico que vino atraido por alonso y su eslogan «all new all different». Si es probable que lo único que extrañe Alonso sea su jugoso cheque, porque ese trabajo de seguro que le saco mas de una ulcera, que durante su etapa se enemisto con medio fandom.
Gracias! Creo que a partir del momento en el que ya no son «solo tebeos», Marvel va a estar siempre en el punto de mira. Con todo lo bueno que tiene y con todo lo malo, Marvel ahora es un referente del que se contará todo y se inventará aún más, con lo que un EiC tiene muchísimo más trabajo de relaciones públicas que antes. Que es cierto que Marvel con Alonso trataba de descargarse ese trabajo enviando a editores a las entrevistas y demás, pero ellos mismos no estaban ni están preparados para las polémicas locas de internet, para las preguntas de programas de televisión escandalizados porque han matado a un personaje como si no hubieran matado nunca a nadie, etcétera. Y creo que Marvel como editorial de cómics tiene que aprender a andar por ese camino, porque así como DC ha descargado todo ese trabajo en cuatro o cinco personas que si son veteranas en ello, Marvel tiene como cara visible a la gente de la editorial y sus machacas.
Y no, no me vale Stan Lee como representante de Marvel, que el hombre está mayor y hay que dejarlo disfrutar en paz.
Veo que el post y Strabinkay detallan lo que yo decía en el último comentario del post anterior. Mencanta que todos estemos de acuerdo. Que Alonso lo hiciese bien en Vertigo y «su» apuesta por la diversidad ha hecho que muchos no quieran ver lo desnudo que va. Se metió en un berenjenal sin saber qué son los superhéroes. Así nos ha ido.
«Cada vez estoy más seguro que todo esa lucha por la diversidad de Marvel no nace solo de un espíritu altruista» Que esto lo diga el Doom desta Tierra… Hombre por diso, siempre fue política comercial. Estoy seguro de que el único sincero en eso fue Alonso, pero lo único que hizo fue aprovecharse de una orden darriba. Ahora, no creo que esta sea por los actores sino por la marca. En DC han conseguido que la gente sea fan de Batman o Superman pero no de Wayne o Kent, es decir, que no importa el actor. Eso no lo ha hecho Marvel al querer ser amistosa y Disney quiere, dado que vivimos en un universo que se reinicia cada 3 pelis, que la gente siga un uniforme. Quiere que sus superhéroes sean como James Bond, gente sin pasado, sin continuidad y con unas pocas características simple y definitorias. Quiere que los superhéroes Marvel sean una marca, que venda independientemente de actor, dibujante o guionista. Quiere los trajes pero no las personas y por eso los vacía y los cambia, para disciplinar al personal. Son sus propiedades y los demás tenemos que aceptarlos como Disney quiera. El sueño de Trump/ejecutivo, yo ordenó a la gente lo que tiene que comprar. Quiere marcas porque así puede poner el tipo humano que esté de moda sin que nadie diga que así no es. Iron Man es el que lleva la armadura y punto, Thor es el que leva el martillo y punto, Spidey el que lleva el traje y punto. Pero ha tropezado con ntros. los fans de toda la vida y con que la gente raja en Internet porque al no leer tiene tiempo. Así que a ver si los supehéroes llegan a los 100 años.
«Y ya sé que uso mucho esta foto de Bendis, ¡pero es que es muy buena!»
Pero la de Quesada con la stripper le gana.
La de Slott con las manos a lo Spidey también me saca una sonrisa.
Lo malo es que la de Quesada no la tengo a más resolución, que si no me iba a viciar a sacarla cosa mala!