Si la semana pasada hablábamos de los complejos de Marvel en Agents of SHIELD (que no en lo que hacen en Netflix, eso ya es otro mundo) The Flash es todo lo contrario, siendo una serie que consciente de en qué material se basa. Las aventuras de Barry Allen en los 90 fueron matadas por los complejos y la falta de presupuesto, con lo que la nueva serie ha venido desde su episodio piloto hablando de viajes en el el tiempo, Crisis en Tierras Infinitas y gorilas parlantes. Y ahí radica precisamente su éxito, en darle a la audiencia algo que las otras series no les estaban dando…
Y es que Gotham, dentro de su gloriosa locura, camufla todo con un barniz de «serie negra» que a más de uno parece hacerle creer que lo que ve no es un tebeo. Arrow en sus primeras temporadas también iba en esa dirección, pero a medida que los audímetros empezaron a dejar claro que lo que realmente le interesaba al espectador era ver un cómic en la pantalla, la serie empezó a llenarse de criaturas con superfuerza y gente resucitando. En una temporada se pasó de que el Conde Vértigo fuera un Walter White cualquiera a que Deathstroke y su ejército de mercenarios con superpoderes invadiera la ciudad mientras un tal Barry Allen era alcanzado por un rayo mientras trasteaba en su laboratorio. Flash volvía a la televisión con el único complejo de que su traje fuera «modular», y la apuesta de la productora de Greg Berlanti fue premiada por el público con un éxito apabullante dentro de su cadena.
¿Fanservice? Sí, y todo el que haga falta.
Seamos serios, Flash es una serie hecha ex profeso para que frikeemos a gusto. Para que nos metan en vena conceptos como Tierra 2 o King Shark, una válvula de escape para todos los que nos hemos pasado años viendo como WB ponía a sus personajes en manos de directores a los que les aterraba que les dijeran que estaban haciendo una película sobre un tebeo. En Flash Barry Allen puede sufrir todos los palos del mundo, pero siempre se mantiene optimista y conserva un grupo de amigos que siempre sonríen y tal… Olvidándose por completo de hacer las preguntas más serias; todo el que haya visto la primera temporada recordará la infame prisión de metahumanos que se montaron en Star Labs, una especie de Guantánamo privado en el que durante casi toda la temporada tuvieron encerrados a casi todos los antagonistas del personaje. Porque claro, Flash no mata como lo hacía Arrow en su primera temporada, pero sí que puede encerrarte de por vida y tirar la llave. Para final de temporada esa prisión desaparecería mientras los personajes pasaban de puntillas por el debate de si aquello era ético o no, con lo que en la temporada actual el asunto ni se menciona; los villanos de la semana pasan temporalmente por la prisión según son detenidos para que luego el detective West se los lleve a su prisión mágica en la que no hace falta muchas pruebas, pero en la que todo ya es legal y moralmente intachable.
¿Crossovers? ¡Todos los que podamos!
Tanto Flash como Supergirl tienen a villanos a los que se les mete en cárceles sin juicio previo, y a veces parecen trileros que atraen tu atención con villanos que nunca habrías imaginado en ver en la tele para que no empieces a preguntarte ciertas cosas. Es cierto que en el caso de Supergirl es bastante más descarado y preocupante ya que en esa serie los personajes son tremendamente insufribles y no acaban de estar bien construidos, en contraste con una serie como Flash en la que las mayores dudas siempre han venido de una Caitlin Snow a la que se le mueren todos los novios y su personaje se reduce exactamente a eso.
Y pensar que cuando se anunció la gente se esperaba que este Flash fuera «un corredor olímpico sin poderes»…
¿Nos gusta Flash? Sí, porque es probablemente el mejor trilero de todas las series de Berlanti. Y esto es trágico si tenemos en cuenta que series como Agents of SHIELD se toman mucho más en serio la construcción de sus personajes y acaban obteniendo unos resultados mucho más discretos, pero lo que está quedando claro es que los complejos a la hora de adaptar un cómic merman por completo las historias que puedes contar con sus personajes, y que cuando hablamos de personajes con 75 años de historia no podemos desdeñar el trabajo que se ha hecho con ellos durante todo ese tiempo porque probablemente nos de mejores ideas que lo que se le pueda ocurrir a un equipo de quince guionistas durante tres o cuatro meses. Adaptar un personaje como Flash y prescindir de etapas como la de Mark Waid o Messner Loebs porque elementos como la Speed Force son «demasiado inverosímiles» es tirar piedras sobre tu propio tejado, igual que lo sería el convertir a Barry Allen en un asesino (que se lo pregunten si no a Cary Bates, que menudo mojón nos largó) porque meter a todos los presos en su cárcel mágica no es «creíble».
Yo lo tengo muy claro, si WB y la empresa de comics conocida antes por DC , fuese por este camino a lo mejor no estarían sudando tinta por si Owlman vs Ultraman recupera o no su inversión total.
Que son tebeos de superheroes, que es para entrenerse y pasarlo bien.
Yo los capitulos que he visto de Flash, me han parecido mucho mejores que todo el new 52 que he mirado.
Sé que en esta santa casa no se traga a Mortimer Weisinger, pero creo que hasta él no iría por el camino de Didio y Zack Snyder ( a no ser que tuviesen unos beneficios bestiales, claro) .
Hombre, Weisinger no habría hecho lo de DiDio y Snyder porque su público objetivo eran los niños de 8 años, pero la calidad de los cómics se la pelaba tanto o más que a DiDio. Y es más, yo te digo que si tuvieramos aquí mismo a Weisinger resucitado y le preguntáramos que haría hoy en día, el tío vería que ya no puede vender cómics a los niños y se pondría a hacer cosas «para adultos» lo más bestia posible.
O peor, pediría ganar mucho más de lo que DC estaría dispuesta a pagarle y se pasaría a las revistas de cotilleo, que allí seguramente gane más. Si al final el hombre estaba en esto sólo por la pasta…
Pues la verdad es que … ¡tengo que darle toda la razón! 🙂
Y no veas lo que me jode, porque cada vez que me encuentro con el típico que desprecia a Superman esos treinta y pico años de la era Weisinger pesan como una losa.
WB/DC necesita un Jim Shooter.
Es que lo que hace falta es ir por el camino de gente como Gardner Fox, que ese si que sabia hacer comics para todos los publicos sin insultar la inteligencia de los lectores.
Cuando le dejaban al pobre, porque lo peor de Weisinger es que era una máquina de exprimir autores hasta sacarles la última gota de sangre. Era lo que decía Stan Lee, que no le interesaban los autores de DC porque «no trabajan como nosotros».
Que al final Stan Lee exprimía como el que más, pero buscando lo mejor del autor y no coartándolo de mala manera.