Cuando Ed Brubaker dejó Marvel me sentí un poco “huérfano”, su trabajo en Capitán América y Winter Soldier me había tenido enganchado prácticamente desde el primer momento y su despedida fue dura. Pero esta tristeza se alivió bastante cuando me enteré de que uno de sus próximos proyectos no solo le reuniría de nuevo con Steve Epting, uno de sus principales colaboradores en Marvel, sino que juntos iban a realizar un nuevo cómic en Image protagonizado por una espía en los años setenta, Velvet.
Vuelven Brubaker y Epting haciendo lo que mejor se les da hacer
1973, Jefferson Keller, es asesinado en Paris tras realizar con éxito una misión. Esto es un acontecimiento inusitado ya que este hombre no es alguien cualquiera, es el agente X-14 de ARC-7, una organización de espionaje tan secreta que ni el resto de organizaciones conocen de su existencia mas allá de rumores y leyendas. Toda la agencia se muestra incrédula ante lo que está sucediendo, Keller era el mejor agente del mundo, para que alguien fuese capaz de interceptarle en su ruta de huida y pudiese acabar con el tan fácilmente debía ser alguien extraordinario… o un traidor en la agencia.
No todo es glamour en la vida de un espía
Toda la agencia se vuelca en la investigación, ha muerto uno de los suyos y no se detendrán ante nada ni nadie hasta averiguar quién es el responsable de todo esto. Y mientras toda esa trama se va desarrollando, vamos conociendo a Velvet Templeton, la veterana secretaria del Director de ARC-7, una mujer con la que nadie cuenta más que para redactar informes y buscar información en los archivos. Pero aparte de sus tareas como secretaria, Velvet ha conocido “muy bien” a buena parte de los pasados y presentes X-Ops de la agencia, y la muerte de Keller la ha entristecido de forma especial.
La investigación de ARC-7 da un vuelco inesperado cuando el principal sospechoso del asesinato de Keller resulta ser Frank Lancaster, un ex agente que fue considerado en su día el mejor de todos ellos. Un agente que no se tomo su paso de las misiones de campo al entrenamiento de agentes y de ahí al retiro de la mejor forma posible, por lo que sus ex compañeros le consideran más que capaz de haberse convertido en un traidor. Pero Velvet no, ella le conoció muy bien en sus días de gloria y por muy amargado que estuviese tras su jubilación le considera incapaz de hacer aquello de lo que le acusan. Así que por su cuenta tratara de averiguar que esta sucediendo realmente en ARC-7, pero su investigación pondrá todo patas arriba y descubriremos no solo que la situación dentro de la agencia es más retorcida de lo que creíamos, sino que Velvet Templeton definitivamente es algo mas que una simple secretaria…
El director debería confiar mas en los instintos de su «secretaria»
Se agradece que, al menos de momento, Brubaker haya contenido esa costumbre suya de mantener un ritmo lento en sus historias, pero es verdad que encontrándonos ante un primer número aún tiene tiempo de sobra para hacerlo. Pero lo que nadie le puede negar es que aquí hace lo que mejor se le da, una historia de género negro y suspense y encima protagonizado por espías en la época en la que mejor funcionaban. Epting también esta se sale, mucho ha recorrido desde aquellos viejos tiempos en los que se dedicaba a ilustrar los Vengadores de Bob Harras y que si entonces ya era bueno, hoy en día no tiene nada que envidiar a nadie.
Mucho ha llovido desde la saga de Proctor…
Eso sí, uno no puede evitar pensar que esta serie es en cierto modo una “secuela” apócrifa y crepuscular del Nick Furia de Steranko. No hay más que ver a la protagonista para darse cuenta de que Velvet Templeton recuerda muchísimo a una versión diez años mayor de la Condesa Valentina Allegra de la Fontaine, mechón blanco incluido. Frank Lancaster por su parte, podría ser una versión trágica del futuro del propio Furia, con su pasado de superagente estrella, su relación con Velvet, su red de refugios secretos que solo ellos conocían… Casi da la impresión de que Brubaker se quedo con ganas de contar alguna que otra historia que seguramente en Marvel no le hubiesen permitido hacer, pero lo que han perdido ellos lo ganamos los lectores e Image.
Val y Velvet debieron ser separadas al nacer
Pero homenajes aparte, nos encontramos ante un cómic que ha tenido un comienzo muy prometedor que de seguir así, y con Brubaker al frente no tengo dudas de que lo hará, parece que nos encontramos ante uno de los mejores estrenos del año. Aunque es verdad que no soy imparcial ya que se trata de dos de mis autores favoritos haciendo un cómic de uno de mis géneros favoritos, así que en este caso soy cualquier cosa menos objetivo. Pero no voy a dejar que mi total falta de objetividad me impida recomendar efusivamente la lectura de este cómic, que si luego se desinfla ya vendrá Diógenes a restregármelo por la cara.
[…] después de todo ya he hablado por aquí de lo mucho que he disfrutado de cosas como Nick Furia, Velvet, James Bond, The Americans… Así que era solo cuestión de tiempo que acabase dándole una […]