The Blacklist: James Spader se convierte en Hannibal Lecter

Sé que debería dejar de reseñar episodios pilotos de series nada más verlos, ya me ha pasado más de una vez, y más de dos, que un piloto que me parece prometedor se convierte en una serie espantosa, a cosas como Under the Dome me remito. Pero pese a las malas experiencias pasadas no puedo evitar la tentación de seguir haciendo, que al menos me servirá para meses más tarde escribir artículos retractándome. En esta ocasión el piloto que he visto es el de The Blacklist, la nueva serie de intriga de la NBC protagonizara por James Spader. El piloto me ha dejado una sensación un tanto ambigua, ha tenido unos cuantos puntos fuertes y otros que si van por donde me temo, la serie puede ir en caída libre, pero veámoslo con más profundidad.

Le falta la bufanda roja para ser la Sombra

Raymond «Red» Reddington (Spader) es un antiguo agente del gobierno de los Estados Unidos que hace veinte años desapareció cuando había quedado con su mujer y su hija para cenar. Durante años se le dio por muerto hasta que su nombre empezó a surgir aquí y allá como alguien que estaba pasando información clasificada del gobierno a enemigos de su país, lo que le valió acabar en la lista de los más buscados por su gobierno. La búsqueda no había dado frutos hasta que un buen día Reddington se planta en la sede del FBI y se entrega. Pero cuando es interrogado insiste en que solo hablara con la agente Elizabeth Keen, una analista novata que se incorporaba ese mismo día a su trabajo y que en principio no parece tener ninguna relación con Reddington.

Y al final solo lo pillan cuando el ha querido

Elizabeth Keen aunque se siente algo fuera de lugar aceptara el papel que le ha tocado y hablara con Reddington. Este les cuenta que un peligroso criminal de guerra serbio ha entrado en los Estados Unidos y planea secuestrar a la hija de un coronel y tal vez algo más. La información la suministrara con cuentagotas y Elizabeth tendrá que contarle cosas personales de su pasado a cambio de que Reddington siga hablando, estableciéndose entre ellos una relación entre ellos que se parece demasiado a la que existía entre Hannibal Lecter y Clarice Starling en el Silencio de los Corderos, jaula de cristal incluida. Aunque Elizabeth no se parece tanto a Clarisse, ya que pese a que ambas son novatas en el FBI Elizabeth es bastante mas dura de lo que era Clarisse al principio, y puede que acepte seguirle el juego a Reddington, pero no se va a dejar manipular por el. Pero Reddington casi podría ser un alumno aventajado de Lecter, la elegancia de ambos, sus modales educados, el no perder jamás el control ni las formas… Las similitudes entre ambos personajes son muy descaradas. Pero quiero pensar que todo este “robo de ideas” al Silencio de los Corderos es algo premeditado por parte de los guionistas para engañar a los espectadores. Que su intención es que cuando veamos al personaje de Spader comportase como un pseudo Hannibal Lecter asumamos que es un villano terrible y desconfiemos de él, cuando  es posible que su personaje sea todo lo contrario.

No, si no se parecen en nada….

Reddington es muy ambiguo en sus intenciones, y ahora mismo tanto podría ser un criminal despiadado que quiere utilizar al FBI para eliminar a la competencia, como una especie de “cruzado enajenado” que pensó que la mejor forma de acabar con los enemigos de su país era hacerlo desde dentro y con sus mismos métodos. Hay unos cuantos pequeños detalles que apuntan a que podría ser esto último, Reddington no deja de repetirle a Elizabeth que tiene que pensar como un criminal, que analizar las pruebas como un policía con sus reglas y restricciones, no le permitirá llegar a la verdad. Lo que podría indicar que eso fue lo que le sucedió a él, que un día se dio cuenta de que comportarse como un criminal era la mejor forma de luchar contra estos. Aunque yo podría estar equivocado y se trata simplemente de que la NBC quiere aprovecharse de la fama del Silencio de los Corderos y secuelas.

Al menos a ella le queda el consuelo de que Spader no se va a comer a nadie…

Al final (oh sorpresa) el malo será detenido y el FBI se dispondrá a tirar a Reddington a la celda más profunda que tengan, cuando este les pregunta que cuando van a ir a por el próximo. Resulta que en los años que ha estado desaparecido, Reddington ha confeccionado una lista, la Blacklist del título, en la que aparecen cientos de criminales de todo el mundo, señores de la guerra, terroristas, traficantes de armas y drogas… que en muchos casos han pasado completamente desapercibidos para las agencias federales americanas. Sin su ayuda no es que no puedan detenerles, es que ni sabrán que existen, así que ellos y Elizabeth se verán obligados a seguir trabajando con el si quieren atrapar a estos delincuentes.

Aquí debe ser cuando alguien le dijo que Loki molaba mas que Ultron

Como ya he dicho si la serie no resulta ser un plagio descarado del Silencio de los Corderos puede ser muy interesante, que ya de entrada tiene como punto a favor que el personaje de Spader no es un asesino en serie sádico con quien los guionistas pretenden que simpaticemos, motivo por los que nunca he podido aguantar series como Hannibal o Dexter. También nos encontramos con unos cuantos misterios, como las verdaderas motivaciones de Reddington, los motivos por los que muestra tantísimo interés en Elizabeth Keen y los misterios que hay en torno al pasado de ella y su vida personal, que bien llevados pueden dar bastante juego.

Tranquilos que J.J. Abrahams no mete mano en esto

Así que ahí estamos, la serie parece que será otro de esos procedimentales en los que los agentes de la ley trabajan en colaboración con alguien ajeno a ellos, con un caso por semana y el desarrollo de fondo (seguro que lento) de las tramas secundarias. De momento aguantare por James Spader, que ha conseguido crear a un personaje que, aunque no es muy original, consigue mantener el interés y casi hasta caer bien. Confiemos en que la serie no sea un plagio descarado y que al menos consiga llegar al nivel del Mentalista.