Resurgiendo de las cenizas como el ave Fenix: 50 años de X-men (parte 3)

Ya vimos como pese los esfuerzos de gente como Roy Thomas, Jim Steranko o Neal Adams, la Patrulla- X no conseguía conectar con el gran público. El grupo se pasó cinco años editorialmente muerto, con su serie limitándose a reeditar aventuras viejas y con la sensación de que el grupo estaba condenado a caer en el olvido. Pero en 1975 el grupo renació con más fuerza de la que jamás había tenido gracias a sus nuevos “padres”. Normalmente cuando uno piensa en quien fue el “padre” de la segunda encarnación de la Patrulla-X siempre pensamos en que Len Wein fue el “padre biológico” y que luego a Chris Claremont le toco criar y educar a la criatura, pero la paternidad de esta segunda encarnación del grupo fue algo más enrevesada.

Y con esta historia la Patrulla-X dejo de ser el «hermanito pobre» de Vengadores y 4 Fantásticos

Todo se remonta a los tiempos en los que Marvel era propiedad de Cadence Industries y a una reunión con el entonces presidente de Marvel Comics, Al Landau. Cadence estaba vendiendo el material de Marvel al extranjero y Landau dejo caer en la reunión que estaría bien tener algún grupo de superhéroes que agrupase a héroes de diversos países, ya que eso podría atraer a los lectores extranjeros. A uno de los asistentes a la reunión, Roy Thomas, aquello le pareció una idea excelente y tenía en mente el grupo que mejor podía ajustarse a dicha idea, La Patrulla-X. Pero aunque la idea le gusto incluso a Stan Lee no cuajo inmediatamente y tuvieron que pasar un par de años hasta que se hizo realidad. El paso del tiempo hizo que Mike Friedrich, a quien Thomas le habría encargado relanzar al grupo junto a Dave Cockrum, ya hubiese dejado de trabajar en Marvel por lo que en su ausencia el encargo a cabo en manos de Len Wein.

¿Fue realmente idea suya o le gustaba apuntarse meritos? Quizás nunca lo sepamos

Del grupo original solo conservaron en principio a Ciclope, ya que pensaban que era mejor empezar casi de cero a ver si así respondían mejor las ventas. Pero hubo otro motivo curioso por el que decidieron quedarse precisamente con él. Es verdad que sobre todo se le mantuvo como líder del grupo por ser el líder clásico, pero es que además Cockrum le había diseñado un visor nuevo que se moría por poder utilizar, y si Cockrum diseñaba algún traje era delito no utilizarlo. Pero no todos los nuevos miembros del grupo que acompañarían a Ciclope serian precisamente nuevos. De los tiempos de Roy Thomas en la serie rescataron al antihéroe japonés Fuego Solar y al irlandés Banshee, que habían comenzado como adversarios del grupo pero que habían terminado siendo aliados. El ahora famosísimo Lobezno fue otro de los nuevos miembros que había tenido una vida editorial previa. Había sido creado por Len Wein en las páginas de Hulk por sugerencia de Roy Thomas, quien pensaba que era una vergüenza que Marvel no tuviese más héroes canadienses cuando Canadá era uno de sus mercados más importantes. A ellos se les unieron Ave de Trueno, Tormenta, Coloso y Rondador Nocturno y como se suele decir, las cosas ya no volvieron a ser igual.

Y nunca nos han explicado cuando se saco Xavier su titulo de estilismo, que de algún lado salían esos diseños…

La historia ya la conocemos todos, Krakoa capturó a los miembro originales del grupo, Xavier reunió a nuevos miembros, les rescataron, derrotaron al malo y acabaron con una mansión llena de mutantes, pero pese a que el trabajo de Len Wein era bueno lo mejor estaba aún por llegar. Tras el Giant-Size X-Men Wein se limitó a escribir el argumento de la serie, mientras que la tarea de desarrollarlos recayó en un relativamente desconocido guionista que en su curriculum no tenía más que unos cuantos números de relleno en diversas series, Chris Claremont había llegado a la Patrulla-X y lo había hecho para quedarse. Pero Wein no pareció estar muy contento con los cambios que Claremont introdujo en la serie, el grupo que en su mente era una nueva hornada de adolescentes maduró en manos de Claremont. Lobezno ya no era ese chaval de 19 años que había imaginado Wein, era un señor que estaba más cerca de los cincuenta que de los cuarenta años (y años más tarde nos contarían que tenia mas de cien) Banshee, pese a los esfuerzos de Wein por mantenerle al límite de la veintena acabo siendo un cuarentón…

Esta pareja estaba destinada a hacer historia

Tampoco estuvo muy conforme Wein con que Coloso pasase de ser un simple granjero de Siberia a ser hermano de un cosmonauta, o que Tormenta naciese en Harlem y fuese ladrona en el Cairo antes de ser adorada como diosa en Kenia. Y algunas de sus otras ideas, como la de que Rondador Nocturno debía ser un personaje frio y distante, habiendo conocido al Kurt de Claremont, hacen que pese a agradecerle su trabajo me alegre de que Claremont ocupase su lugar. Pero que Lein Wein hubiese querido hacer las cosas de otra manera no significa que no disfrutase de la serie, según ha afirmado en varias entrevistas disfrutó mucho con el trabajo de Claremont, es solo que él hubiera querido hacerlo a su modo. Aunque eso es algo que no tuvo oportunidad de hacer, ya que entre que su trabajo como editor le consumía mucho tiempo y que más tarde, tras una serie de disputas editoriales con Marvel, acabo marchándose a trabajar en DC, la serie se quedo por entero en manos de Chris Claremont.

Pero no podemos hablar de estos primeros años de la nueva Patrulla-X sin recordar al grandísimo Dave Cockrum. Este venia de actualizar en DC el aspecto de la Legión de Superhéroes, trajes que más de cuarenta años despues nadie ha sido capaz de mejorar, demostrando así que en esto de diseñar personajes pocos estaban a su altura, y es que como no me canso de decir, cambiar un diseño de Cockrum debería ser delito. En la Patrulla-X dio buena prueba de dicho talento, su Tormenta era una amalgama de distintas propuestas que le habían rechazado en Marvel y DC y que pese a ello quedo perfecto, reflejando de forma inequívoca  ese aire “divino” de los primeros tiempos de un personaje que había sido adorada como diosa en África.

La mejor prueba de que reciclar es bueno para todos

Rondador Nocturno era otra idea rechazada, originalmente tendría que haber sido un miembro de la Legión de Superhéroes, pero lo que no quiso DC se convirtió en uno de los personajes más queridos de Marvel. Cockrum consiguió aunar el aspecto demoníaco del personaje, que provocaría que fuese perseguido por sus paisanos, con una expresividad que transmitía su alegría y ganas de vivir (y al que Cokrum siempre vio como su alter-ego). Con Lobezno, pese a que no fue diseñado por él y el rediseño de su máscara se debió a un error de Gil Kane en la portada del Giant-Size, sí que se encargo de dibujar por primera vez a Logan sin su máscara, convirtiéndose otro de esos diseños definitivos (aunque heredado en parte de Timber-Wolf de la LdSH) que nadie ha cambiado desde entonces. Y no hay más que ver lo que hizo con Ciclope, una sencilla modificación en su visor que prácticamente transformo al personaje, haciendo que nos resulte imposible pensar que alguna vez tuvo aquel espantoso primer visor. Se podría decir aquello de que “era el mejor en su trabajo”

Esta claro que sin Cockrum la Patrulla-X no hubiera sido lo que fue

Otra cosa curiosa que me gustaría resaltar acerca de Cockrum no tiene mucho que ver con su talento como dibujante como con su visión de algunas de las constantes que acabaron formando parte de forma intrínseca de la Patrulla-X. Nunca le gustó lo mas mínimo aquello de la histeria anti-mutante, no lo entendía. Le parecía absurdo que la gente odiase y temiese a los mutantes solo por haber nacido mutantes, pero cuando personajes como la Bestia, la Bruja escarlata o Mercurio se unían a los Vengadores la gente no tenía nada en contra de ellos. O que pese al poco humano aspecto de La Cosa este fuese aceptados sin problemas por la población pero no mutantes que parecían tan humanos como cualquiera.

Los dos mutantes, los dos azules, los dos peludos… ¿La diferencia? El carnet de miembro de los Vengadores

La pareja artística de Claremont y Cockrum permaneció junta durante catorce números en los que se encargarían de contarnos las primeras aventuras de esta nueva Patrulla-X que definirían al grupo. Nefaria provoco la muerte de uno de sus nuevos reclutas y un nuevo villano, asumiendo la vieja identidad de Ciclope de Eric el Rojo, lavó el cerebro a Kaos y Polaris y los convertio en villanos. Los centinelas regresaron convertidos en una amenaza más seria que nunca y su ataque acabo provocando que Jean Grey se convirtiese en algo más que humana o mutante y pasase a ser Fénix, momento en el que regresaría al grupo. Juggernaut volvió para vengarse al igual que Magneto y el Profesor Xavier acabo conociendo al amor de su vida de la forma más inesperada en la forma de Lilandra, princesa del Imperio Shi’Ar. Esto desembocaría en la última aventura que nos contaron juntos Claremont y Cockrum en la primera etapa del dibujante en la serie, la “saga” del Cristal M’Kraan.

No tuvieron tiempo para aburrirse en sus primeros meses de vida

Todo comenzó cuando, escapando de su lunático hermano D’Ken que pretendía utilizar el poder del Cristal M’Kraan para tener un dominio absoluto sobre el universo, Lilandra busco refugio en la tierra. Había descubierto la existencia del planeta al enlazarse telepáticamente de forma accidental con Charles Xavier cuando este utilizo su poder para repeler la invasión de los Z’Nox. Pero en la tierra esperaba una sorpresa para ella, Eric el Rojo, a quien la Patrulla-X ya se había enfrentado, era en realidad un agente encubierto Shi’Ar enviando por D’Ken para esperar la llegada de su hermana y capturarla. Para ello, además de con la ayuda de Kaos y Polaris, que seguían bajo su control, engaño al Señor del Fuego (el ex-heraldo de Galactus) a quien lanzo contra la Patrulla-X. Pero incluso con el poder de Fénix de su parte la Patrulla-X tuvo problemas para hacer frente al Señor del Fuego y en la confusión Eric el Rojo consiguió llevarse a Lilandra a través de un portal estelar de vuelta a las manos de D’Ken.

De telekinetica de nivel medio a recargar portales estelares con la mente…

El grupo se encontró al otro lado del portal con que les estaban esperando D’Ken al frente de la Guardia Imperial Shi’Ar, un homenaje que se marcaron Claremont y Cockrum a la Legión de Superhéroes, liderados por un Gladiador que combinaba el nombre de la novela que inspiro a Siegel y Shuster con los poderes de Superboy y el Omac de Kirby. La Patrulla X se veía superada en número, tenían enemigos por todas partes y mientras ellos trataban sencillamente de sobrevivir D’Ken ponía en marcha sus planes de dominación universal. Pero cuando la lucha parecía perdida llego una ayuda de lo más inesperada, los Starjammers/Saqueadores Estelares, que liderados por Corsario (quien en realidad era Christopher Summers, el padre de Ciclope y Kaos) también querían acabar con los locos planes del emperador Shi’Ar. Pero ni los esfuerzos combinados de ambos grupos pudieron impedir a D’Ken activar el Cristal M’Kraan.

Y la Patrulla-X se convirtió en un grupo cósmico

La Patrulla-X ya no tenía que simplemente salvar a Lilandra, de pronto el destino del universo entero estaba en sus manos  y parecía que poco podían hacer para evitar la destrucción del mismo. Pero sus problemas no habían acabado ahí, el cristal estaba protegido por varios guardianes cada uno infinitamente más poderoso que el anterior, parecía que nada podía detener a D’Ken. Pero entonces la Patrulla-X y los Saqueadores acabaron dentro del Cristal y este utilizo los peores miedos de los héroes contra ellos mismos, algo que no tuvo demasiado efecto sobre Jean Grey, quien ya había muerto, y renacido como Fénix. Fue ahí cuando pudimos ver un atisbo de la magnitud de su autentico poder, cuando la vimos reparar la fractura del Cristal que amenazaba con destruir todo lo que existía. Estaba claro que aquello del “Fénix” era algo más que un simple aumento en el nivel de poder de Jean.

Y Tormenta se consideraba una diosa…

El Universo se salvo y la Patrulla-X volvió a casa, y con ellos Lilandra, quien quiso permanecer en la Tierra junto al hombre que ahora amaba mientras esperaba a que su imperio la reclamase para ocupar el cargo de líder que su hermano, quien había quedado catatónico tras utilizar el poder del Cristal, ya no podía  ejercer. A Lobezno además esta historia le sirvió para conseguir un nuevo traje, arrebatándoselo a uno de los miembros de la Guardia Imperial, algo que Cockrum tenía intención de que fuese algo permanente pero que en Marvel no lo permitieron (vale, no todos sus diseños eran perfectos), pero al menos le sirvió como modelo de la gama de colores a Byrne para el rediseño que le dio al personaje unos años después.

Vale, no cuajo, ni Cockrum era perfecto

Esta historia, pese a que no llego a dibujar el último numero de la misma, fue el canto del cisne de la primera etapa de Cockrum en la Patrulla-X, quien dejo la serie durante una buena temporada y no regreso hasta 1981. Su sustituto fue un joven dibujante que ya había trabajado con anterioridad con Claremont en series como Marvel Team-Up, Marvel Premiere (Star-Lord), los Campeones o Puño de Hierro, John Byrne. A partir de este punto, y sin querer desmerecer a Dave Cockrum,  la serie se convirtió en algo legendario, pero de eso ya hablaremos mañana con más detalle.