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Los Vengadores no entraron con mal pie en el siglo 21 pero no tardaron en tropezar. Ya comentamos ayer como al finalizar la era de Kurt Busiek tuvimos a unos Geoff Johns y Chuk Austen que no daban mucho de sí, parecía que estábamos condenados de nuevo. Pero entonces llegó un semi-desconocido Brian Michael Bendis para hacerse cargo del grupo. Bendis permaneció al frente de los Vengadores durante casi diez años y la convirtió en la franquicia de más éxito de la editorial, pero su etapa fue tan exitosa como polémica. La suya no fue una era que gustase a todo el mundo, y probablemente el comienzo de todo fue lo que provoco que mucha gente renegase de su trabajo. Y es que Bendis pensó que la mejor forma de rehacer el grupo era destruirlo primero hasta los cimientos.
Quien me iba a decir que un día miraría a esta alineación y pensaría que si, que son los Vengadores
La era de Bendis comenzó de una forma de lo más impactante. Jack Sota de Corazones reapareció de la muerte solo para morir de nuevo, matando en la explosión resultante al Hombre Hormiga y de paso destruir la mansión. Tony Stark comenzó a comportarse como un borracho en las Naciones Unidas e incluso amenazó con ejecutar allí mismo al embajador Latveriano. La Visión estrelló un quinjet contra los restos de la mansión y expulsó de su cuerpo cinco esferas que se transformaron en Ultrones. Y para cuando aun estaban tratando de recuperarse de todo eso fueron atacados por una flota de naves del Imperio Kree, ataque que provocó el ridículo y absurdo sacrificio de Ojo de Halcón. ¿Qué demonios estaba pasando?
¿Es o no es una forma impactante de comenzar una nueva etapa?
La responsable de todo no era otra que la Bruja Escarlata, quíen había perdido el control de sus facultades mentales, al recordarle la Avispa por accidente que una vez había tenido dos hijos, algo que Agatha Harkness se había ocupado de que olvidase. La Bruja mató a su antigua mentora, y culpando a los Vengadores por sus desgracias, se decidió a destruirlos. El regreso a la vida de Sota de Corazones, el control sobre Visión e Iron Man, las naves Kree, incluso muchos de los Vengadores que se encontraban allí aquel día… todo eran creación de sus poderes. El Doctor Extraño fue capaz de dejarla fuera de combate antes de que causase más daños y Magneto apareció para hacerse cargo de su hija algo – que sin ningún sentido – los Vengadores permitieron. Así fue como “terminó” la serie, con muchos cadáveres, escombros y un grupo que había dejado de existir. Aunque todo esto fue tan solo para que la serie fuese relanzada el mes siguiente bajo el título de “New Avengers”. Estaba claro que a Bendis, (que cometió muchas meteduras de pata en esta historia), no le gustaba eso de ser discreto.
Menos mal que tenían a mano al Hechicero Supremo
Al mes siguiente podíamos encontrarnos con el nº1 de New Avengers, porque una vez destruido el grupo, tocaba reconstruirlo. El grupo llevaba un tiempo disuelto y aprovechando la situación alguien había contratado a Electro para provocar una fuga masiva en The Raft, la prisión de máxima seguridad para supervillanos situada en la costa de Nueva York. Por suerte en aquel momento se encontraban en la isla Matt Murdock (Daredevil) en calidad de abogado, Luke Cage como su guardaespaldas, Jessica Drew (Spiderwoman) como agente de Shield y Robert Reynolds (Sentry) como prisionero por voluntad propia al que Murdock iba a visitar. Tras la explosión en la prisión, llegaron a ella para ayudar el Capitán América, Spiderman e Iron Man. Entre todos pudieron contener la fuga y evitar que escapasen la mayoría de los prisioneros, pero le sirvió a Iron Man para darse cuenta de que disolver los Vengadores había sido un error.
Si, a Bendis le encantan las explosiones
El grupo había renacido pero con algunos cambios; ya no dependían ni del gobierno de los Estados Unidos ni de la ONU y con la mansión destruida su nueva base era la Stark Tower. Pero lo esencial se mantenía, esta nueva encarnación del grupo estuvo formada inicialmente por casi todos los que detuvieron el motín mas Lobezno, al que se encontraron (literalmente) por casualidad cuando rastreaban a un prisionero fugado escondido en la Tierra Salvaje, y el misterioso Ronin (una idea un tanto chapucera de Bendis). Si, la serie empezó de una forma un poco rara, la alineación era muy diferente a lo habitual. Personajes como Lobezno no parecían encajar ni con cola en los Vengadores y a Sentry jamás lo soporté (me alegre cuando se lo quitaron de encima y espero que nadie quiera recuperarlo nunca). A eso hay que sumarle que Bendis empezó un tanto flojo, al principio le costó hacerse con las riendas de la serie y fue soltando demasiadas ideas que se resolvían o tardísimo, o de forma chapucera. Pero la serie tenía algo, era divertida, había más momentos buenos que malos e incluso consiguió que Logan pareciese un auténtico Vengador.
Y pensar que ahora me cuesta imaginar a unos Vengadores sin Lobezno…
Pero para mí personalmente la serie no empezó a engancharme de verdad hasta después de Civil War (aquella enajenada idea de Mark Millar…), cuando los New Avengers se convirtieron en un grupo fuera de la ley liderados por Luke Cage, y que se escondían en la mansión del Doctor Extraño. Y uno de los motivos por los que la serie me enganchó justo en ese momento fue precisamente por el nuevo líder del grupo, ese que decía que su grupo eran los auténticos Vengadores porque el Capitán América les había dicho que lo eran. Y es que Luke Cage fue algo así como el “favorito” de Bendis, el personaje en el que volcó todo su cariño. Este personaje en manos de Bendis, pasó de ser un personaje olvidado con el que nadie sabía qué hacer, a convertirse en uno de los mayores representantes del “alma” de los Vengadores y en un personaje imprescindible en la historia del grupo.
¿Puede haber un motivo más bonito para unirse a los Vengadores?
A Civil War la siguieron Secret Invasion, Dark Reign, Siege, Fear Itself, Avengers vs X-Men… Y las series de Vengadores se empezaron a multiplicar como moscas. Ya no teníamos solo New Avengers, Marvel había empezado a producir sin parar series de los Vengadores con el mismo furor con el que se habían creado series de mutantes en los noventa. A la serie de los New Avengers la siguieron (en ningun orden concreto), Secret Avengers, Young Avengers, Dark Avengers, Mighty Avengers, Avengers: The Initiative, Avengers Academy, Avengers Assemble… Ocupándose Bendis siempre de al menos un par de ellas al mismo tiempo. Y es que de Bendis se podrán decir muchas cosas, pero lo que nadie le podrá negar jamás es que gracias a él, una serie que estaba en horas muy bajas acabo convirtiéndose en la estrella de la editorial. Los mutantes habían dejado de ser los niños bonitos de la Marvel y su lugar lo habían ocupado los héroes más poderosos de la tierra.
Bendis se gano a pulso este reconocimiento
Resumir una etapa que duró diez años y que abarcó multitud de series y proyectos especiales requeriría muchísimo más espacio del que somos capaces de dedicarle (no sé yo si la gente soportaría una o dos semanas enteras dedicadas a Brian Bendis) Así que como en los artículos anteriores, voy a escoger un punto concreto que es uno de mis comics favoritos de la era de Bendis, uno en el que queda perfectamente reflejado uno de sus principales puntos fuertes, la caracterización de personajes. El numero en concreto es el nº7 del vol2 de New Avengers, perteneciente al relanzamiento de Heroic Age y dibujado por el grandísimo Stuart Immonen. Tras los eventos de Siege y la “resurrección” del Capitán América, los Vengadores de Cage habían podido abandonar la clandestinidad y habían hecho las paces con Iron Man y compañía. Su grupo ahora tenía como base la reconstruida (y recién destruida de nuevo) mansión, y aparte de estar recuperándose del ataque de Agamotto se encontraban con otro pequeño problema, Luke y Jessica necesitaban encontrar una niñera con superpoderes que cuidase de su hija Dannielle, pero eso no era nada que no se pudiese resolver después del desayuno.
No puede decirse que los Vengadores de Bendis estuviesen mal alimentados
A Bendis le encantaba utilizar este tipo de cómics “de desayuno”, como forma de tomar un respiro entre sagas, números enteros en los que lo único que teníamos era a los héroes relajados y charlando en torno a una mesa. Sé que mucha gente detestaba este tipo de historias, pero es que los cómics de superhéroes no pueden ser simplemente trajes de colores volando de un lado para otro lanzando rayos y pegando puñetazos. Es necesario mostrar que detrás de las mascaras hay “personas”, que tienen sentimientos, personalidades diferenciadas y que son algo más que trajes intercambiables. Y tras una ardua (y enajenada) serie de entrevistas a unos candidatos al puesto de niñera de lo más inverosímiles, la escogida fue Squirrel Girl, uno de esos oscuros personajes de los que nadie se acuerda pero que a Bendis le gusta rescatar para darles otra oportunidad (le funcionó de miedo con Cage). Pero si la niñera encargada de proteger a la pequeña Dannielle Cage fue un personaje que nadie podía haber esperado, no menos sorprendente fue el siguiente añadido al grupo.
Y la selección de niñera abarco dos páginas completas de entrevistas
Los Vengadores de la Stark Tower contaban con la ayuda del fiel Jarvis para que se ocupase de las tareas domésticas de su base, y el grupo de Cage necesitaba a alguien que hiciese ese mismo trabajo. El flamante nuevo miembro de los Vengadores, el Doctor Extraño, tenia al candidato perfecto en mente. A partir de ese momento Wong se ocuparía del mantenimiento de la mansión, pero no era un trabajo que le tuviese precisamente entusiasmado… Sí, este fue un número en el que apenas pasaba nada, ninguna gran pelea, ningún evento cósmico, sólo gente conversando. Pero fue un cómic muy divertido en el que Bendis nos recordaba que sus Vengadores eran más que un equipo, eran una familia, y es la clase de historias que hoy en día hecho mucho de menos en los títulos de los Vengadores.
Wong no estaba precisamente ilusionado con la idea de tener que cocinar para tanta gente
Pero todo llega a su fin, y la era de Bendis no fue una excepción. Antes de dejar la serie lo “recogió todo” y lo dejo más o menos como se lo había encontrado, sólo que mas grande y resplandeciente para que el siguiente guionista en encargarse de narrar las aventuras del grupo no tuviese problemas en contar lo que quisiera. Su último acto como escritor de los Vengadores (Age of Ultron aparte) fue hacer que Luke Cage, “su” Vengador, dejase el grupo para poder ocuparse de ser padre y esposo. Pero mientras él y Jessica se alejaban hacia la puesta del sol no paraban de hablar de “resucitar” a los Héroes de Alquiler. Por lo que Bendis aun nos debe una serie… cof, cof. (Aunque ya le han recuperado en Marvel como líder de los nuevos Mighty Avengers)
Con suerte algún dia Brian Bendis volverá a contarnos nuevas historias de esta pareja
Ahora mismo Brian Bendis se está ocupando de intentar hacer con los mutantes y los Guardianes de la Galaxia lo que hizo con los Vengadores, aunque hasta la fecha solo lo está consiguiendo con sus All-New X-Men. Los Vengadores por su parte no puede decirse que estén mal del todo, el autentico “espíritu” del grupo podemos encontrarlos mes a mes en las páginas del Uncanny Avengers de Rick Remender. Y sí, luego están las dos series que escribe Jonathan Hickman y que se supone que son las principales de la franquicia. Y esos dos cómics serán muchas cosas, pero no son los auténticos Vengadores.
Estoy completamente de acuerdo contigo y Brian Bendis, cada cierto tiempo los héroes y los lectores necesitan un pequeño descanso de tantas peleas, tragedias y apocalipsis. Sin ese tipo de historias las series se pueden volver muy pesadas, sobre todo si son puras sagas de 5 o mas números.
Lo malo es toda esa gente que quieren que los cómics sean como videojuegos de lucha, una pelea constante tras otra. Porque no es solo que el descanso es necesario para evitar que la serie acaba como acabaron los últimos años del Green Lantern de Geoff Johns, que te pasabas años sin ver a Hal Jordan de civil. Es que ese tipo de historias son las que sirven para caracterizar a los personajes mas alla de «este es superfuerte y vuela» yo «este lanza rayos por los ojos»
Pero hay mucha gente que no parece darse cuenta de eso.
Yo digo más: ojalá la mayoría de las historias de superhéroes fueran de las tranquilas. A fin de cuentas, los momentos de los que mejor recuerdo guardo de la Liga de Giffen, Watchmen, el Hulk de Peter David y tantos otros no son precisamente de acción: Beetle y Booster de charleta por los pasillos de la embajada, Laurie y el Dr. Manhattan conversando en Marte (tenso de narices, pero nada de acción), miles de pequeños momentos entre Hulk, Rick, Betty y Marlo…
Ahí está el gran talón de Aquiles de Geoff Johns: que no sabe hacerlos. No le recuerdo ni uno. Si te acuerdas de algún momento cumbre suyo, siempre son hostias o retornos de personajes muertos u olvidados. Que se relea a Whedon, a ver si aprende algo…
[…] Continúa en el siglo XXI-> […]
No dijeron mucho de los Mighty Avengers de Dan Slott. Su grupo era soberbio, y tenían a Amadeus Cho en su nómina.
He llegado 15 años tarde a Dissassembled y aún me queda mucho Bendis por leer. Tengo que preguntar ¿qué tan pesado se hizo discutir sobre Chaos cuando salió? Porque personalmente una vez leído me muero por hablar de la incompetencia de ese cómic así que supongo que debió ser muy fuerte la reacción alrededor del cómic en su momento.