Diez años después de que John Byrne pusiese patas arriba el universo de Superman nos llego una nueva versión del personaje que entro por meritos propios en los mitos del hombre de acero. De la mano del mismo equipo que tres años antes nos había dado “Batman: The Animated Series” tuvimos una nueva versión animada de Superman, una serie que ayudaría a cimentar lo que acabo convirtiéndose en la mejor adaptación que ha existido jamás del Universo DC a otro medio. Y pese a que han transcurrido trece años desde que se termino, no ha perdido ni un ápice de actualidad. Así que aprovechando que nos encontramos en la semana de Superman vamos a recordar esta serie que dejo tan grato recuerdo.
Si es que no hacia ni falta poner el nombre de la serie
La serie de Batman había sido un gran éxito y Bruce Timm quería expandir la franquicia, por lo que el paso lógico era darle serie al otro gran personaje de la casa. Su idea era que la serie transmitiese las mismas sensaciones que la serie de los hermanos Fleischer, que tuviese ese aire intemporal. Para ello se mantuvo la fuerte influencia del “art deco” que ya tenía la serie de Batman pero en un registro mucho más brillante y luminoso que contrastaba fuertemente con lo que los creadores de la serie llamaban «Dark Deco» en Batman. Otro punto en común con la serie de Batman es que, al igual que en aquella, en la intro de la serie no aparece escrito por ninguna parte el nombre de la serie. Algo que los creadores de la serie consideraban innecesario porque todo el mundo ya sabe quién es Superman.
Metrópolis, la ciudad del mañana
El enfoque que le dieron al personaje en esta serie fue similar en algunos aspectos a la versión de Byrne. Este Superman tenía los pies más pegados a la tierra, no era un personaje con poderes más propios de un dios, sus poderes tenían límites y derrotar a sus enemigos le costaba un pequeños esfuerzo. Algo que hacía que fuese más fácil empatizar con el personaje que si estuviésemos ante alguien que fuese prácticamente omnipotente. De esa versión del comic también teníamos a un Superman más humano, con un Clark Kent que se disfrazaba de Superman y no al revés, que aún conservaba a sus padres y que no se comportaba como un patan torpe y timido.
Por mucho que los guionistas actuales se empeñen en lo contrario, los Kent son necesarios
Lex Luthor, increíblemente interpretado por Clancy Brown, también venia directamente de la era Byrne. Aquí teníamos de nuevo al poderoso hombre de negocios intocable que trataba de destruir a Superman sin que este pudiese nunca acusarle de nada. Pero la galería de villanos no se quedo en los cuatro de siempre. Brainiac se convirtió por derecho propio en la otra némesis de Superman, aunque tras pasar por un gran lavado de imagen. Paso de ser una inteligencia artificial del planeta Colu a ser un ordenador creado por el propio Jor-El. Lo que si se desecho de la visión de Byrne fue lo de que Superman fuese el único superviviente de Krypton, apareciendo aquí tanto criminales fugados de la Zona Fantasma como Supergirl. Pero si de villanos hablamos, no podemos dejar de mencionar al más grande de todos, con permiso de Luthor, Darkseid.
Menudo voyeur estaba hecho Superman…
Jack Kirby y su Cuarto Mundo fueron fuertemente homenajeados en esta serie. Superman tuvo que formar equipo con Orión para hacer frente a las fuerzas de Apokolips en más de una ocasión y fue a manos de Darkseid donde sufrió sus derrotas más sonadas, llegando este a provocar uno de los momentos más trágicos que yo recuerdo haber visto jamás en una serie de animación. La versión de Darkseid que nos presentaron aquí fue una versión del personaje que deja en pañales casi todo lo que se ha hecho con el después. Porque si en algo eran expertos Bruce Timm y Paul Dini era en extraer lo esencial de los personajes y dejarnos con unas versiones que podríamos llamar “definitivas”.
Otro gran acierto de esta serie fue que, a diferencia de lo que sucedió a lo largo de casi toda la de Batman, si teníamos la sensación de estar ante un universo rico y lleno de personajes. Pudimos asistir al momento en el que un joven Clark tuvo su primer encuentro con la Legión de Superhéroes, le vimos competir en una carrera alrededor del mundo contra Flash, combatir a amenazas místicas al lado del Doctor Fate, ayudar a Aquaman a evitar una guerra entre Atlantis y el mundo de la superficie, luchar con y contra Lobo o ayudar a un novato Green Lantern a derrotar a Sinestro. Eso sin olvidar aquella vez que tuvo que enfrentarse a las fuerzas combinadas de Lex Luthor y el Joker con la ayuda del mejor detective del mundo…
No, aquí no intimidamos así a los criminales, hablamos con ellos…
La serie duro cuatro temporadas y a su término tuvimos su continuación natural en “Justice League”, aunque de eso ya hablaremos en otra ocasión. De Superman nos queda el recuerdo imborrable de una serie que no ha envejecido lo mas mínimo en estos tres lustros y que no tiene pinta de que vaya a hacerlo nunca. Por desgracia el apartado de animación de DC ahora mismo está algo cojo, tras las cancelaciones de Green Lantern y Young Justice lo único que tenemos en el horizonte es una serie de Batman con animación digital con una pinta nada prometedora. Pero mientras podamos revisionar una y otra vez estas joyas que nos dejaron Bruce Timm, Paul Dini y compañía, la sequía será algo menos trágica.
Además, la serie en tebeos que la acompañaba (Superman Adventuras) estuvo muy muy bien casi hasta el final (62 números que duró), lástima que se haya editado poco y en pequeño por aquí
Si la estuvo guionizando Scott McLoud, y hasta tiene lo mejorcito del trabajo de Mark Millar…
Esta serie merecia mas temporadas. :'(