Seduce Me es uno de los juegos que más gratamente me ha sorprendido en los últimos años, un completo alarde de saber hacer y de gran habilidad que, como tantos otros grandes juegos, tristemente no ha sido capaz de encontrar su hueco en el mercado, siendo desdeñado por la crítica más estulta y rechazado burlonamente por los jugadores más soberbios, que no han querido siquiera molestarse en entenderlo.
Lujo, sensualidad y pasión en un paisaje de ensueño.
Como todo el mundo sabrá, Seduce Me introduce elementos eróticos explícitos en una jugabilidad que se despliega a partir de varias confrontaciones con personajes del sexo femenino que se llevan a cabo mediante minijuegos de cartas. Existen cuatro minijuegos basados en la realización de descartes, de parejas o de combinaciones típicas del póker, que nos harán ganar puntos de reputación con todo el mundo en general y de seducción/pasión con nuestra interlocutora en concreto. A pesar de que encontraremos a más de diez personajes en el juego, sólo existen cuatro mujeres a las que podremos seducir, siendo las otras un medio para conseguir llegar a provocar el interés de nuestro objetivo.
Algunas peticiones serán directas y sin necesidad de minijuegos, otras necesitarán que nos enfrentemos con las cartas.
Es en ese sistema de juego donde radica la verdadera fuerza jugable y argumental de Seduce Me; a primera vista parece que nos encontramos ante una experiencia vacía y sin la menor profundidad argumental, pero en realidad estamos hablando de una crítica descarnada al mundo superfluo y consumista en el que vivimos. Todo el juego se desarrolla en una isla paradisiaca, un resort, poblada de mujeres de esbelto talle y bellezas que responden al canon publicitario actual. Nuestro personaje es invitado a dicha isla privada por un remedo de Paris Hilton morena llamado Pietra, que tiene la intuición de que podríamos resultarle entretenidos. Es a partir de ese momento donde empieza el juego, cuando mediante dichos minijuegos iremos contrastando opiniones y haciéndonos valer socialmente entre las habitantes de la isla. Así, aparte de la ya mencionada Pietra, tendremos a otras tres mujeres a seducir como Lilia, una estudiante joven y algo inexperta, su madre Cecilia, una buscafortunas entrada en años y adicta al lujo y al sexo, y finalmente a Esper, que pertenece al servicio doméstico y que pronto descubriremos que disfruta con las relaciones sadomasoquistas.
Ganar el interés de una chica nos da acceso a sus secretos más íntimos.
Es en la naturaleza hedonista de estos personajes donde vemos la verdadera crítica social que despliega el juego sobre las clases sociales pudientes; estas mujeres poseen una vida interior es nula, sólo se mueven en busca del placer inmediato y las posesiones materiales. Si el jugador consigue la suficiente puntuación con una de las candidatas, ellas se abrirán a él y le contarán su más oscuro secreto, que básicamente consistirá en alguna perversión que dejará en evidencia su más absoluta superficialidad. De seguir progresando en la conquista de una de las candidatas en concreto, nuestro personaje llegará al final del juego y se irá con ella de la isla pero, al más puro estilo Larry Laffer, las cosas no serán lo que parece y la vacuidad de dichas relaciones se manifestará en un desenlace que no es el esperado.
No hay forma humana de aburrirse más jugando a las cartas, y encima las tías son más artificiales que las que dibuja Greg Land, ¡este espanto lo tiene todo!
Es por ello, y por un motor gráfico en tres dimensiones muy agradable a la vista y tremendamente forzado e injugable que deja claro que sólo es una excusa para llevarnos entre minijuegos de cartas y secuencias de imágenes estáticas supuestamente pornográficas que no pondrían palote ni a un crío de 12 años con las hormonas disparadas, que podemos considerar a Seduce Me como un mojón insufrible que, igual que los juegos pornojaponeses, está destinado a un público igual de superficial que sus personajes que con sólo ver un par de tetas ya tiene suficiente como para comprarlo. ¿Pero es que estos atontaos no se han dao cuenta de que internet esta lleno de porno gratis?
«un mojón insufrible que, igual que los juegos pornojaponeses, está destinado a un público igual de superficial que sus personajes que con sólo ver un par de tetas ya tiene suficiente como para comprarlo.»
Creo que mi campaña de chantajes tendría más efecto si pusiera a caldo a gente con mucho más dinero, pero a EA y Activision ya los pone a parir todo el mundo…