Tras la pequeña pausa debida a la actualidad yo vuelvo a mis tareas de encontrar comics decentes de DC que poder leerme. Esta vez se trata de la relectura de un comic que me ha gustado más aun que la primera vez que la leí. En parte porque ahora, viendo lo que se está haciendo actualmente con el personaje, aprecio más el esfuerzo y trabajo que vertieron los autores en este comic. La Catwoman de Ed Brubaker, Darwyn Cooke y otros ha sido lo que me he releído, y esto es lo que me he encontrado.
Portada sexy y sin necesidad de bajar la cremallera hasta el ombligo. Cuanto les queda por aprender a algunos
Sin duda esto es lo mejor que he leído jamás de este personaje. La habilidad de Brubaker en las historias de género negro encajaron como un guante en las aventuras de Selina Kyle. Aquí nos encontrábamos a esa Catwoman que no es una heroína pero tampoco una villana, una mujer a la que no le importaba saltarse todas las leyes del mundo mientras eso le sirviese para hacer justicia. La Catwoman que nos presento aquí Brubaker era una mujer que “volvía a la vida” tras fingir su muerte al final de su anterior serie. Tras los eventos sucedidos en aquella serie, Selina trataba de reconstruir su vida y averiguar que tenía que hacer para volver a sentirse a gusto consigo misma. La respuesta era más sencilla de lo que ella creía, lo único que tenía que hacer era ayudar a los demás, a los débiles, a los pobres, a esos para los que ni Batman tiene tiempo. Y si para ello tiene que robar algo de dinero a los mafiosos, no es algo por fuese a tener remordimientos de conciencia…
Si a Robin Hood le iba bien el sistema…
Otro de los grandes aciertos de Brubaker fue la relación de Catwoman con Batman, muy alejada que las mamarrachadas que harían con ambos años mas tarde. Aquí no son los protagonistas de una parodia porno, son dos adultos en lados algo distantes de la ley y que sienten algo el uno por el otro pero que no saben cómo reconciliar esos sentimientos con las dobles vidas que llevan y los secretos que se guardan.
Comparar esto con la Catwoman de Winnick es como el día y la noche
Pero Brubaker no estuvo solo en esta andadura, le acompañaron un puñado de dibujantes realmente buenos, como Darwyn Coocke o Cameron Stewart entre otros, que no solo mantuvieron bastante unificado el estilo visual de la serie, sino que su estilo tan cercano al “cartoon” hacia que inmediatamente nos viniese a la mente “Batman: TAS” y eso siempre es un punto a favor de cualquier serie relacionada con el murciélago. Eso por no hablar del rediseño al que sometieron al personaje, dándole el que para mí, es el mejor uniforme que ha tenido jamás el personaje. Por fin llevaba algo práctico y elegante que no desentonaba en Gotham y que no parecía sacado de una parodia porno de superhéroes.
Y que el talento de este hombre se esté malgastando en las precuelas de Watchmen…
Lo triste es que tras la marcha de Brubaker la serie fue languideciendo poco a poco, llego el DC New 52 y alguien tuvo la genial idea de que Judd Winick era el autor ideal para la nueva serie de Catwoman. Lo que siguió fue un destrozo total del desarrollo del personaje y su personalidad y que ahora Ann Nocenti trata de arreglar como puede. Pero lo consiga o no, ya no me importa demasiado, cuando quiera leer una Catwoman en condiciones volveré a la etapa de Brubaker y recordare con nostalgia la época en la que en DC cuidaban un poco mejor a sus personajes.
De nada¡
Me la voy a tener que leer por lo visto.
[…] sueltas llego el trabajo que le lanzo a la fama y donde como muchos otros descubrí su trabajo, Catwoman. Junto con Ed Brubacker ambos autores crearon la que para mí es la versión definitiva del […]
[…] en un muy corto espacio de tiempo. Tras su segundo debut con Batman: Ego, llego el gran éxito de Catwoman junto con Ed Brubaker, donde nos presentó a una Selina Kyle más elegante y seductora que nunca y […]