James Robinson ha dicho “Leave it to Chance” que se siente más orgulloso de ella que de Starman. No seré yo quien se atreva a contradecir al autor de ambas series, pero sí que me atrevería a decir que por mucho orgullo que Robinson sienta por la pequeña Chance esta serie no llega al nivel de calidad de su relato de las aventuras de Jack Knight, pero eso no significa que no estemos ante una buena serie.
Un comic inocente, sencillo, sin violencia… Sacar eso en los años 90 requirió de mucho coraje
En “Leave it to Chance”, al igual que ya pasara en Starman, volvemos a encontrarnos con una historia de legados familiares en una ciudad muy particular, pero aquí terminan los parecidos con el héroe de Opal City. En esta serie la acción se desarrolla en la ciudad de Devil’s Echo, un lugar en el que la existencia de la magia es algo conocido y cotidiano. Hay Goblins viviendo en las alcantarillas, hadas en los jardines, e incluso dragones…
Lo intentaron, pero no tenía el encanto de Opal City
Esta ciudad ha estado protegida desde sus orígenes por la familia Falconer, siendo el actual protector Lucas Falconer. Lucas quedo deformado tras una batalla con su archienemigo, pero la derrota de este le costó mucho, la pérdida de su esposa. Tras su muerte Falconer se ha vuelto muy sobre protector con su única hija, Chance, hasta el punto de que cuando esta llega a la edad en la que todos los Falconer han comenzado su entrenamiento en las artes místicas su padre se niega a dárselo. No va a permitir que su única hija se ponga en peligro, así que está dispuesto a que la tradición de los Falconer como protectores de la ciudad se salte una generación, pero como es lógico Chance no piensa aceptar esa situación.
No es machista ni nada el señor Falconer
Y por fin tenemos a Chance, una cría de 14 años que no piensa admitir que por ser una chica no pueda dedicarse a la tradición familiar de luchar contra las fuerzas del mal que amenazan Devil’s Echo. Pero por suerte para ella y pese a que no cuenta con el apoyo de su padre (aunque este en el fondo no puede evitar de estar orgullosísimo al ver que es una autentica Falconer), no tendrá que enfrentarse sola quienes traten de atacar la ciudad, contara con la inestimable ayuda de Jorge, su dragón. Mmm, una intrépida adolescente luchando contra el mal… acompañada de un pequeño dragón escupe fuego… ¿Dónde he visto yo esto antes?
¿Kitty y Lockheed? Casi casi…
Si, Chance guarda más de un parecido con Kitty Pryde y es completamente intencional. Paul Smith, la otra mitad creativa de la serie, se había quedado con ganas de contar más historias con Gatasombra y Lockheed así que en cuanto James Robinson le conto su idea de hacer un comic protagonizado por una chica corrió a añadir al pequeño dragón. Por fin podría hacer el tipo de historias que quería y no lo que le pedían desde alguna gran editorial.
Paul Smith se lo debió pasar como un crio con juguete nuevo
Y es que esto fue lo que unió a los dos autores, el deseo de hacer algo diferente a lo que se estaba haciendo por aquel entonces (Recordemos que esto fue durante la infame década de los noventa) Robinson y Smith querían hacer un comic para todos los públicos, en el que lo importante fuese la aventura y la diversión y huir de la violencia gratuita que por aquellos tiempos plagaba buena parte de la industria del comic estadounidense.
Aventura sin complicaciones, lástima que no cuajase entre el publico
Lamentablemente la serie no tuvo el éxito deseado y tuvo una trayectoria algo irregular y poco duradera. El nº 11 salió a la venta a finales de 1996, el 12 no llego a las librerías hasta 1999 y hubo que esperar hasta el 2002 para ver publicado el 13 y ultimo. Con este número se quedo colgada la trama en curso, con un montón de misterios sin resolver y un misterioso villano con diabólicos planes sin detener. Y teniendo en cuenta que han pasado unos diez años desde la aparición del último número no tiene pinta de que vayamos a ver una continuación a corto plazo, lo que es una pena porque la serie apuntaba maneras y podría haber sido muy grande, pero eso es algo que me temo que jamás veremos. Pero no por eso vamos a dejar de leer una historia que aunque no tiene un final como debería ser, no deja de ser una lectura de lo mas entretenida.