La semana pasada no dejamos a nuestra pareja protagonista en muy buen lugar. La idea de tratar medicamente a un sintozoide en un hospital de New Jersey sin seguridad alguna no resulto ser demasiado buena. Visión seguía manco y la Bruja había comprobado que su cuñado no era buena gente, así que seguían estando jodidos. ¿Qué nuevas desventuras les esperaran en este curto y ultimo numero de su primera miniserie juntos? Miedo me da descubrirlo, pero no queda más remedio, así que allá vamos.
Cuando habrá conseguido Magneto esos poderes flamígeros…
La historia comienza con un hombre misterioso cubierto por una capa, que viaja por una montaña nevada y al que solo conocemos como “El Peregrino Blanco” Pero no, no es Gandalf buscando la entrada a las Minas de Moria. Nuestro peregrino se encuentra en Wundagore y lo que busca es a sus seres queridos, o eso dicen los textos de apoyo.
¡Y encima es mentira que se presente!
Buscando refugio de la tormenta, el peregrino llama a la puerta de una pequeña cabaña que hay en su camino. ¿Y quién le abre la puerta de la cabaña? Bova, una mujer evolucionada a partir de una vaca por el Alto Evolucionador. Así es como se presenta a sí misma, se ve que no debe recibir demasiadas visitas. Pero curiosamente el Peregrino, en vez de salir huyendo como alma que lleva el diablo, acepta la hospitalidad de la mujer vaca y se queda en la cabaña.
Me abre la puerta una vaca que habla y no paro de correr hasta dar la vuelta al mundo
El Peregrino acepta el té que le ofrece Bova, y esta sin venir mucho a cuento le empieza a contar la historia de una mujer embarazada que hace muchos años también busco refugio en una tormenta, definitivamente a Bova no la visitan demasiado. Pero esta anécdota trivial que aburriría a cualquier otro desata a furia del misterioso Peregrino al escuchar el nombre de la mujer, Magda. El peregrino despliega su poder haciendo levitar los objetos de la casa, amenaza a Bova con matarla si no le cuenta todo, si no le dice como se llamaban esos niños a los que la tal Magda dio a luz.
“Te desollare viva y esparciré tus restos” Esa no es forma de hablarle a alguien que te ha preparado un té
Bova en ese momento se da cuenta de que este debe ser el marido de Magda al que esta tenía tanto miedo, el hombre del que huía. Bova, incapaz de resistir los poderes del peregrino le revela la verdad, los nombres de los niños eran Wanda Y Pietro. Esto alegra al Peregrino, que como acto final destruye lo que queda de la cabaña y se aleja volando. Está claro que la hospitalidad es peligrosa.
¡Y les desea que les vaya bien! ¡Eso es recochineo!
De ahí la historia da un gran salto y nos encontramos en la luna, en la Zona Azul para ser más exactos. Allí un Quinjet de los Vengadores ha llevado a la Visión y a la Bruja Escarlata a la ciudad de Attilan, hogar de los inhumanos y de Pietro, el hermano de la Bruja. Pero no se encuentran en la luna por una visita social, han ido allí con la esperanza de que los médicos inhumanos sean capaces de restaurar el brazo de la Visión. Debe ser que ya habían terminado de visitar todos los hospitales de New Jersey…
Ni siquiera en New Jersey le han podido devolver el brazo
Y allí, en un cambio de página la Visión ya tiene brazo nuevo. En serio, ¿No hubiera sido más fácil ir directamente a una ciudad futurista con tecnología alienígena a años luz de lo que existe en la tierra en lugar de visitar hospitales en los suburbios? Sea como sea la Visión vuelve a tener dos brazos y son todos felices y aprovechando que están allí van a visitar a cristal y a su hija recién nacida, Luna, a la que aun no conocían.
Ala, arreglado en una viñeta, así da gusto
Durante la visita Visión pregunta que si puede sostener a la niña, y todos miran a Pietro temerosos de que le de uno de esos ataques de odio a lo “¡Mi hermana se ha casado con una tostadora!” Pero Pietro ha madurado y no le importa que su cuñado sostenga a su sobrinita. Todo va de maravilla, demasiado para durar.
A la luna ha llegado el misterioso Peregrino Blanco. Usando sus poderes se pasea invisible por la ciudad buscando algo y tan grande es su poder que ni el mismísimo Rayo Negro, señor de los Inhumanos o el perro Mandíbulas son capaces de detectar su presencia. De pronto el peregrino gesticula y envuelve la torre en la que viven Pietro y Crystal en un campo de fuerza impenetrable tan resistente que ni siquiera los poderes de Gorgon o Karnak son capaces de hacer mella en el.
Lo de hablar en voz alta en plan hechizo igual era un poco innecesario…
De pronto el peregrino hace su aparición y tirando a un lado su capa nos descubre que en realidad es Magneto, el mutante amo del magnetismo, quien ahora por lo visto puede hacerse invisible e inaudible. Pietro y la Visión reaccionan velozmente atacando a Magneto, no sabe que quiere pero saben que es un peligroso enemigo. Pero lo que más parece ofender a Magneto es cuando le atacan Wanda y Crystal, se ve que además de odiar a los humanos también es algo misógino.
Pero de pronto algo inesperado detiene la batalla, el llanto de un bebe. Luna se ha puesto a llorar y magneto no es capaz de resistirse y abandona la lucha, ya que después de todo sería incapaz de hacer daño a esa niña que es un heraldo de paz y además… su nieta. ¿Su nieta? ¿Cómo? ¿Cuando? Que si, vale, hoy en día sabemos de sobras el árbol genealógico de Magneto, pero en aquellos días esto fue una gran revelación.
Primero quieren matarle y luego le dejan coger al bebe…
Es justo en ese momento cuando Wanda se da cuenta de que Pietro se parece muchísimo a Magneto y este no puede evitar el gran parecido de Wanda con su difunta esposa Magda… ¿En serio? ¿Te encuentras a unos críos mutantes en la región de Europa de la que provienes, el es clavadito a ti cuando eras joven, ella es idéntica a tu mujer y no se te ocurre sospechar nada? No sé, análisis de sangre, pruebas de ADN, ¡algo! A lo mejor es como esas veces que ves a un bebe y empiezas a sacarle parecido con sus padres pese a que no se parezcan una mierda y por eso no empezaron a ver semejanzas hasta la revelación de Magneto.
Ya, y Luna se parece a Winston Churchill como todos los bebes…
Entonces Magneto les cuenta un breve resumen de su historia y de cómo la vida le obligo a endurecerse pero que ahora ha cambiado, que se ha dado cuenta de que ni todos los humanos son malos ni todos los mutantes buenos y que el enterarse de que su nieta es humana le ha hecho redescubrir su amor por la humanidad, lo que provoca que Wanda se eche a llorar y acaricie la mejilla de su padre…
Sería un bonito final si no fuese por la parte esa en la que Magneto tortura casi hasta la muerte a la pobre Bova solo para sonsacarle información y luego la deja abandonada a su suerte en medio de la nada con su cabaña destruida y a merced de los elementos. Bill Mantlo es un autor que suele gustarme mucho, pero esta miniserie parecía que la escribió borracho perdido. Pero por absurdo que sean los argumentos de esta, no son nada comparado con lo que Steve Englehart nos regalo tres años más tarde en la segunda y más espectacular miniserie de la Visión y la Bruja Escarlata. Pero eso lo veremos el miércoles que viene en el comienzo de lo que prometen ser catorce semanas realmente largas…
http://www.zonanegativa.com/?p=37214
Lo triste de esos videos es ver a Liefeld y McFarlane decir que Portaccio y Lee «son los mejores en anatomia».
Ya.
Claro.
Y Simon Bisley es un camión de melones, y John Buscema una pandereta. Esta claro que los 90 fueron los años del pelotazo en el cómic.
Enhorabuena por el blog, está interesante y sobretodo… me descojono con tus comentarios XD
Si tu supieras lo que cuesta que el vago este escriba sus posts…