Comando de Arnold Schwarzenegger: Cuando el cine de acción estaba en su gloria

Que el cine de acción ya no es lo que era es algo que llevo diciendo años. Los efectos especiales han avanzado un montón, cada vez se invierte más dinero en las películas, pero ni por esas son capaces de alcanzar la perfección que tuvo el género en los gloriosos años ochenta. De entre todas las películas que se hicieron en aquellos tiempos quiero destacar hoy una de mis favoritas: Comando, de Arnold Schwarzenegger, ¿Quién sino el podía protagonizar una de las cumbres de este género?.

 Ya no se hacen películas como esta

Comando nos cuenta la historia de John Matrix, un padre soltero que vive en una cabaña en las montañas con su hijita (Una Alisa Mylano que aun no se había especializado en papeles algo más… de zorrón) Cortaba leña, jugaba con los cervatillos… Un hombre pacífico y apacible que vivía una vida tranquila y feliz.

Mira que majo soy que hasta llevo una camiseta rosa

Pero un buen día esa tranquilidad se rompe cuando llega un helicóptero a las puertas de su casa. De él se baja el General Franklin Kirby, con la misión de proteger la vida de su amigo Matrix. Y es que el apacible hombre de familia es en realidad un Coronel retirado de las fuerzas especiales cuyos antiguos hombres están siendo asesinados uno por uno. Pero la protección del General no es suficiente y los asesinos llegarán hasta el hogar del bueno de Matrix.

¿Gñe? ¿Tu quien coño eres?

Allí consiguen capturarle y secuestrar a su hija. ¿Y quién estaba detrás de todo esto? Bennet, un antiguo compañero de Matrix (Y aparentemente imitador de Freddy Mercury) que ahora trabaja para Arius, el ex dictador de Valverde (país sudamericano imaginario) al que ayudaron a derribar hace años y que ahora quiere recuperar el poder. Para ello pretenden que Matrix elimine al presidente del país y le ayude a dar un golpe de estado, si se niega asesinaran a su hija.

O nos ayudas o mi amigo te cantara una versión de Bohemian Rhapsody que hace buena a la de William Shatner

Matrix en principio acepta las condiciones del dictador y se sube a un avión en dirección a Valverde con uno de los hombres de Arius, pero no sin antes avisarle al que se queda en tierra, Sully, que lo matará el último porque le cae bien. Pero esto no sería una película de acción como dios manda si el héroe se plegase a las ordenes del villano, así que tras un codazo en la cara, una rotura de cuello y recolocar bien al secuaz muerto para que parezca que está dormido y no muerto,  Matrix escapa del avión saltando desde el tren de aterrizaje. Cojones de acero tenía este hombre.

¡Geronimo!

El problema es que no sabe donde está su hija ni donde está la base del villano, pero tiene una pista, el otro hombre de Arius que les acompaño hasta el aeropuerto. ¿Y qué mejor para un seguimiento discreto que secuestrar a una azafata y obligarla a seguir a y sonsacar a Sully? Porque admitámoslo, Matrix será todo lo bueno matando que quieras, pero es un armario de dos metros al que ves venir desde muy lejos, no está hecho para el sigilo.

Tú ayúdame, te juro que soy de fiar…

Pero Sully no es tonto del todo, descubre a Matrix y huye de él, hay ostias, persecuciones… Y tras una desenfrenada carrera en coche por la carretera, Matrix consigue capturar a Sully y comenzar el interrogatorio. Le agarra por una pierna y le deja colgar cabeza debajo de un acantilado, Sully cuenta todo lo que sabe y más. Y entonces, en una de las mejores escenas de la película Matrix le dice “¿Recuerdas que dije que te mataría el último? – ¡Si, lo prometiste! – Mentí.” Y le deja caer hasta el fondo… No fue una sabia decisión secuestrar a la hija de Matrix.

Se me está cansando el brazo…

Ahora Matrix sabe dónde está su hija, pero no puede salvarla y acabar con sus secuestradores con las manos desnudas, necesita, muchas armas. Por suerte vive en Los Estados Unidos de América, donde hay armerías casi en cada esquina. Matrix se dirige a la más cercana, roba una excavadora y entra por la puerta como un elefante en una cacharrería. Entonces tranquilamente agarra un carrito de supermercado y empieza a llenarlo con el equipo que va a necesitar, como el que va al súper a por la compra del mes.

Oye, no se te ocurra coger rifles de asalto de Hacendado

Pero claro, entrar en una armería derribando una pared tiene el pequeño inconveniente de que alerta a los vecinos y estos a la policía. Así que mientras Matrix está llenando su segundo carrito de supermercado llegan un par de agentes y le detienen. Matrix podría acabar con ellos tranquilamente, pero son inocentes agentes de la ley, no puede matarles así como así, por lo que se deja llevar. Por suerte para él su nueva amiga la azafata es una mujer de armas tomar y sigue al coche patrulla, lanzándolo por los aires con un lanzacohetes y rescatando a Matrix.

A ver si voy a estar sujetando esto al revés…

Ahora ya está todo listo para lo mejor de la película. Matrix se despide de su azafata y se planta en un avión robado en la isla dónde Arius y sus hombres tienen su base. No sabían la que se les venía encima. Cargado con más armas de las que un ser humano normal sería capaz de cargar, Matrix entra al asalto en la isla.

Se van a cagar…

En principio Matrix va en plan sigiloso, matando uno a uno a los soldados de Arius. Pero si todo fuese así la película seria un coñazo. Uno de los secuaces de Arius le descubre y es entonces cuando comienza lo bueno de verdad. Matrix hace detonar los explosivos que había ido colocando discretamente y empieza la fiesta.

¡Zaz, en toda la tráquea!

El final de la película es una autentica orgia de muerte y destrucción, Los soldados de Arius se lanzan en oleadas contra Matrix solo para caer uno tras otro bajo la lluvia de plomo que este les lanza, Los cadáveres tapizan el suelo como una sangrienta alfombra mientras Matrix sigue disparando sin parar. Cuando se le acaba la munición tira el arma y saca otra, eso de cambiar de cargador es para nenazas.

 ¡Ratatatatatatatatatatatata!

Pero pese a que parezca lo contrario esto no es un videojuego y la munición no es infinita, así que a Matrix no le queda más remedio que esconderse en un cobertizo de herramientas para rearmarse. Varios hombres armados tratan de sacarle, pero poco esperaban que alguien fuese capaz de utilizar los discos de una sierra circular a modo de gigantescos shurikens ¡Matrix es el puto amo! Machetazos, hachazos, shurikenazos… Pronto el suelo vuelve a estar lleno de cadáveres a quienes Matrix roba sus armas y se dispone a volver a la acción.

¿Ninjas? Pfff, unas nenazas

Consigue entrar en la mansión donde se esconde Arius y tras una corta persecución este cae muerto a sus pies, pero aun queda lo más importante, rescatar a su hija y acabar con el traidor de Bennett. Este se esconde en la sala de calderas de la mansión y amenaza con matar a la hija de Matrix, pero lo que de verdad quiere es un combate cuerpo a cuerpo para averiguar de una vez quien es el mejor de los dos.

¿Cómo que soy un imitador de pacotilla de Freddy Mercury?

Las ostias van y vienen, con cuchillos, con las manos desnudas, con tuberías arrancadas de las paredes. Es una lucha titánica lo que se despliega ante nuestros ojos. Pero aquí solo puede haber un vencedor y ese es Matrix. Bennett muere clavado en una pared por una tubería gigantesca que Matrix le ha lanzado y se aleja de allí con su hija tranquilamente. Cuando el General Kirby llega, tarde, para el rescate le pregunta que si ha dejado algo para ellos, Matrix le responde que cadáveres. Que peliculón.

Oye papa, el poni que quería… Mejor me compras una pistola

De esta obra maestra del cine de acción aprendemos dos cosas. Primero, que no es sabio tocarle los cojones a un ex comando de las fuerzas especiales. Y segundo, que Jeph Loeb jamás debió dejar el mundo del cine para dedicarse a escribir comics, Que gran pérdida ha sido para la industria cinematográfica.