Cualquiera que me conozca sabe que los videojuegos no son precisamente lo mío. Como entretenimiento están en último lugar de mi lista de preferencias y aparte de eso es que soy bastante raro a la hora de engancharme a uno. Casi puedo contar con los dedos de una mano los videojuegos que realmente me han gustado, y a eso hay que sumarle que la mayoría de los juegos actuales me aburren un montón por culpa de su mecánica pasillera que convierte a muchos de ellos en un no muy largo paseo entre el punto A y el punto B matando bichos. Pero muy de vez en cuando consigo encontrar un juego que consigue viciarme de mala manera, y eso es lo que me ha pasado hace unas semanas cuando he descubierto el Half Life.
¿Juego del año? ¡Y de las dos decadas siguientes!
Si, lo sé, llego unas décadas tardes a este juego, pero como se suele decir, más vale tarde que nunca. La historia del juego imagino que ya será más que conocida por todos, pero no está de más echarle un vistazo, que nunca se sabe si hay más gente como yo que nunca ha jugado a esto. En Half Life encarnamos a Gordon Freeman, un físico que trabaja en las instalaciones de Black Mesa. Allí un experimento sale mal, muy mal. Las instalaciones revientan y empiezan a aparecer por todo el complejo unos seres de lo más desagradables de origen incierto. Nuestra misión será, aparte de sobrevivir, escapar de ese lugar y averiguar qué ha pasado, y de ser posible detenerlo. Todo ello armado con lo que vayamos recogiendo por ahí, desde esa mítica palanca que incluso los que no habíamos jugado a Half Life conocíamos, a las armas de los guardias de seguridad muertos.
¡Esto si que es un arma legendaria y no los espadones amorfos del wow!
La historia no está mal, e imagino que en 1996 seria incluso bastante original. Pero lo que hace grande este juego, lo que ha conseguido engancharme donde otros como Halo han fracasado miserablemente, es en su forma de jugar. Aquí no hay largos pasillos en los que simplemente corres hacia adelante disparando a todo lo que se mueva. Llegar al final del nivel en ocasiones es rematadamente difícil. No hay un camino obvio, correr en línea recta solo sirve para chocar con alguna pared y constantemente hay que enfrentarse a puzles endemoniados para poder seguir avanzando.
Esto si que es un mapa de juego en condiciones
Yo he llegado al extremo de que para poder cruzar por un túnel bloqueado por unos asquerosos tentáculos he tenido que patearme arriba y abajo un par de veces una sección de los laboratorios, activando una serie de instrumentos que me ayudasen a cargarme a ese engendro del demonio, y ni el camino que había que seguir para ello ni lo que había que hacer para seguir avanzando era especialmente obvio. Por primera vez en mucho tiempo me he visto obligado a consultar una guía para poder seguir avanzando. Y precisamente gracias a eso estoy disfrutando de este juego como hacía mucho que no lo hacía con ningún otro.
Lejos han quedado los tentaculos del Maniac Mansion
Yo es en los últimos años ya he perdido la cuenta de los juegos que he abandonado a la mitad, o incluso antes, porque no podía aguantar más. Juegos que repetían el mismo esquema una y otra vez limitándose a cambiar los decorados y el tamaño de los enemigos a batir. Juegos de rol en los que la historia era aburrida y monótona hasta decir basta. MMORPGs en los que una vez avanzado un poco, te encontrabas con que los guionistas del juego parecían haberse cansado y la historia se convertía en un eterno “Vete a esta dirección, mata 20 loquesea y tráeme lo que dropean” que se repetía hasta el infinito, etc. Por eso haber descubierto el Half Life, con esta historia y esta forma de jugar, ha sido como encontrar un oasis en el desierto.
Tu no durabas en Black Mesa ni cinco minutos. Jefe Maestro…pfffff
El juego gráficamente es obvio que ha envejecido algo, no en vano se trata de un juego de hace quince años. Pero aun así es de lo más disfrutable y encima eso tiene la ventaja de que funciona sin problemas en cualquier ordenador actual, el juego es fluido, los tiempos de carga cortísimos y la adicción por las nubes. Encima la historia es de lo más interesante y los monstruos, pese a no ser gráficos en HD de ultimísima generación siguen consiguiendo transmitir el mismo asco y mal rollo que debieron tener en su estreno.
Así que supongo que sobra decir que recomiendo vivamente jugar al Half Life, que los llamados consolegas se queden con sus Halos pasilleros y demás juegos que terminas en una tarde sin ni siquiera pararte a pensar en qué dirección tienes que avanzar. Yo seguiré acompañando a Gordon Freeman en su descenso a las entrañas de los laboratorios de Black Mesa, guía en mano para no perderme, y matando todas esas asquerosidades que me van saltando a la cara.
Uy, es una joyita. Yo tambien lo jugue como diez años despues pero igualmente quede muy satisfecho. No dejes de darle una oportunidad a la secuela
Halo no me gusta porque es re corto el juego, tiene 10 o 9 niveles pedorros y encima se repiten los mismos personajes y enemigos -.- lo tuve que dejar en el ultimo nivel porque ya era bastante ovio el juego y me puse a viciarme con el half life 😀
te recomiendo portal y portal 2, parte de la historia de haf life 2 esta mezclada con el juego
Al primer portal he jugado, aunque me atasque casi al final por culpa de mi mala coordinación y lo abandone xd