Retomamos hoy este amplísimo repaso a la historia de la Liga de la Justicia Internacional/Justice League International. A pesar del éxito del que gozaba la serie, eran muchos los fans que clamaban por un regreso a los orígenes. Querían que la Liga de la Justicia volviese a ser un grupo serio y no una panda de amigotes. Así que la serie madre paso a mano de Dan Jurgens, de Christopher Priest y Gerad Jones en una serie de etapas que pasaron con más pena que gloria, hasta que llego Grant Morrison en uno de sus últimos buenos trabajos y salvo la serie, pero eso será una historia para otro día. La historia de hoy será ver como Giffen, DeMatteis y Macguire, inasequibles al desaliento, volvieron un par de veces a intentar devolver la gloria perdida a la JLI. Veamos que fue de esos intentos.
Y cuanto se les echaba de menos a los jodios, snifs
Nos encontramos en el 2003, el viejo equipo creativo se ha reunido de nuevo para devolvernos a la JLI once años después del final de su etapa. Así comenzó “Formerly Known as the Justice League” (Anteriormente conocidos como la Liga de la Justicia). Por desgracia se trato solo de una serie limitada de seis números, pero con ese equipo detrás esto valía por toda la etapa anterior que les enterró. La historia comenzaba con Maxwell Lord tratando de poner en marcha un negocio de héroes de alquiler cercanos al pueblo. Y si vas a formar un equipo de superhéroes más humanos ¿A quién vas a llamar? Poco a poco Max fue reclutando a sus viejos camaradas sacándoles del aburrimiento de sus actuales vidas. Ya que casi todos ellos se habían retirado del negocio superheroico para llevar unas vidas algo más relajadas.
Voy a hacerte una oferta que no podras rechazar…
L-Ron era ahora vendedor de comida rápida, ya que para adquirir la nacionalidad Estadounidense necesitaba tener un empleo. Blue Beetle tras sufrir un infarto se dedicaba en exclusiva a dirigir su nueva compañía. Ralph y Sue Dibny Vivian tranquilos en su casa dedicándose a organizar comidas, barbacoas, jugar a las películas y volverse locos de aburrimiento por lo monótono de sus vidas. Fuego ahora se dedicaba a posar, envuelta en llamas y aparentemente desnuda, en su página web de pago. El Capitán Atom seguía siendo un superhéroe pero con un nuevo y horroroso aspecto, idea de un amigo del guionista que le escribía sus frases (y de Alex Ross) y combatía contra villanos lamentables. Booster Gold había encontrado su retiro dorado en los brazos de Gladys, una señora mayor con la que se había casado para que le mantuviese. No tardaron mucho en aceptar la oferta de Max, este seguía siendo tan buen timador como siempre y ellos tenían unas vidas tan monótonas y aburridas que incluso una oferta tan absurda como esa era bienvenida. Aunque no todos aceptaron. El Capitán Marvel no guardaba un buen recuerdo de su etapa en la JLI y rechazo la oferta de Max, aunque la idea de ayudar a la gente de a pie motivo a Mary Marvel, aun mas ingenua de lo que había sido su hermano en su día, a unirse al grupo de Max. Los Supercolegas habían nacido
No se le puede decir que no al viejo Maxwell Lord
En estos seis números les dio tiempo a recordar viejos tiempos, limar viejas rencillas, enfrentarse a sus vecinos, quienes no veían con buenos ojos que un grupo de superhéroes se instalasen en el barrio y ser secuestrados por Ruleta para participar en su arena de combate. Si buscaban no aburrirse lo habían conseguido. Pero aun quedaba su mayor desafío, el regreso de un viejo adversario que volvía a la tierra a recuperar algo que consideraba suyo… el retorno de… ¡¡LORD MANGA KHAN!! Este quería de vuelta algo que consideraba de su posesión, L-Ron. Pero como buen mercader no pensaba llevárselo sin más, tenía una mercancía con la que negociar para intercambiarla por su viejo asistente robot, una mercancía llamada G’Nort Explanada G’Neesmacher. La situación se descontrolo, Sue tomo como rehén a ¡¡LORD MANGA KHAN!! Lo que provoco que la Liga de la Justicia hiciera su aparición.
¿Que mejor remedio que el chocolate para sobrellevar una crisis?
Estos llevaban un tiempo vigilándoles, desde que volvieron a reunirse. Les conocían demasiado bien como para fiarse de ellos y sabían que más temprano que tarde la liarían y se verían obligados a intervenir. El reencuentro con sus viejos camaradas fue emotivo. J’onn J’onzz volvía a comer oreos y a sufrir jaquecas, Wally West renegaba de su etapa en el grupo y huía de Fuego para no volver a quemarse, Wonder Woman no dejaba de comportarse como una arpía petulante y Batman redescubría de forma siniestra su sentido del humor. También pudimos ver el encuentro entre el Plastic Man y Hombre Elastico, lo que provoco que este último acabase afirmando que sufría una “Identity Crisis” (Crisis de identidad). La situación se calmo y Khan volvió al espacio sin su L-Ron, por el que parecía sentir algo más que simple amistad y los Supercolegas parecía que se habían disuelto, esta vez para siempre.
No estoy llorando al ver esto, es que se me ha metido algo en el ojo…snifs
Por suerte para nosotros este «Para siempre» de los Supercolegas anteriormente conocidos como la Liga de la Justicia duro solo dos años y volvimos a disfrutar de su compañía en el 2005. Pero eso lo veremos mañana.
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