Periodistas de los de antes: State of Play (BBC)

Tras dos posts dedicados a series estadounidenses creo que ya va siendo hora de volver al viejo continente y poner de los nervios una vez más al Diógenes volviendo a poner nuestra mirada sobre la BBC. Esta vez dejamos a un lado la ciencia-ficción y la fantasía y analizaremos un drama de los que hacen historia. En State of Play, que es la miniserie de la que nos ocuparemos hoy, nos encontramos con una investigación periodística de las de antes. Esas en las que periodistas dispuestos a llegar al fondo de la noticia no cejan en su empeño de hacer conocer al público la verdad, cueste lo que cueste.

En esta miniserie de seis episodios producida de forma impecable por la BBC en 2003, nos encontramos con una historia que gira principalmente sobre dos personajes. Stephen Collins (David Morrissey), miembro del Parlamento Británico y presidente de la comisión de energía y Cal McCaffrey (John Simm), reportero estrella de The Herald. La trama comienza un día en el que en Londres mueren dos personas, un joven carterista es ejecutado en un callejón y la ayudante de Collins muere al caer a las vías del metro. Estos dos sucesos aparentemente sin conexión entre ellos pondrán en marcha una serie de acontecimientos que harán tambalear los cimientos del propio gobierno y de la industria petrolera.

Durante la miniserie podremos ver como la amistad entre los dos protagonistas se pondrá a prueba más de una vez a medida que se vaya descubriendo la verdad. Y esta además pondrá en peligro la vida de McCaffrey y sus compañeros de trabajo cuando los responsables de lo sucedido traten de cubrir sus huellas. Del argumento en si prefiero no revelar nada mas, esta es una de esas historias en la que el mas mínimo comentario que hagas puede chafar y mucho a quienes no la hayan visto aun, como al anglófobo del Pantarujez.  Lo que sí que diré es que en esta miniserie en la que nada es lo que parece, la BBC (asociados para la ocasión con  Endor Productions) ha conseguido una vez más crear un producto impecable.

A los ya citados protagonistas les acompañan toda una serie de secundarios de lujo  interpretados por caras más que conocidas por los aficionados a la Tv Británica. A veces parece que en Gran Bretaña son cuatro gatos en la profesión y las tres cuartas partes de ellos han salido en Doctor Who. Del trabajo de los guionistas tampoco se puede reprochar nada, todo en la trama encaja a la perfección y las revelaciones que se van sucediendo en la historia te saltan encima como puñetazos en la cara. A esto hay que sumarle que los personajes son bastante reales, no nos encontramos aquí con ningún periodista monolítico y de una pieza al que solo le importa la verdad. Hay personas, tienen dudas, miedos, meten la pata, incluso la cagan hasta el fondo… Pero siguen adelante y hacen su trabajo lo mejor que pueden. Un par de veces se ha hablado de realizar una segunda temporada de la serie, pero la última noticia sobre el tema es del 2007, así que lamentablemente parece que jamás la veremos. Lo que si existe es un remake yanqui que hicieron el año pasado, “La sombra del poder” se titulo en España, al que me da pánico enfrentarme. No hay forma humana de que hayan podido condensar toda la historia en una película de poco más de dos horas y que quede bien.

A título personal, tengo que admitir que con este tipo de producciones no soy imparcial. Desde siempre he sentido predilección por las historias sobre investigaciones periodísticas. Películas como Todos los hombres del presidente, The Paper o incluso comedias como Primera Plana siempre me han entusiasmado, seguramente porque nunca me he dedicado a nada relacionado con esta profesión y tengo una imagen “romántica” de la misma, Cuando hoy en día lo habitual es que la prensa publique poco más que notas de prensa proporcionadas por los políticos de turno, informaciones de agencia y que cuando se investiga algo un poco a fondo suele hacerse solo para atacar a algún político contrario a la ideología del periódico. Que se que hay aun muchos profesionales íntegros que quieren hacer valer su trabajo de verdad, pero sinceramente, deben sentirse como predicando en el desierto. Así que desde mi (doblemente) imparcialidad más absoluta, al tratarse de una serie sobre periodistas y encima británicos, no puedo hacer más que recomendar vivamente esta miniserie.

Y a todo esto me gustaría añadir un último apunte. Tras ver la miniserie, que me descargue de Internet, para que negarlo, decidí que quería tenerla de verdad y me puse a buscar donde comprarla. Mi primer impulso fue mirar a ver si había una edición en España para poder limitarme a ir a la tienda y comprarla. Lo que me encontré fue con que sí, hay una edición española. Por lo que se cuenta en foros y blogs resulta que esta versión tiene menos metraje que la versión original, solo cuenta con una pista de audio en castellano neutro, y encima está editada en formato 4/3, frente al 16/9 original. A todo esto hay que añadirle que según donde mires su precio oscila entre los 21 y los 29 euros. Mi segundo paso fue mirar en tiendas británicas que vendan a España, allí me encontré con que venden una versión obviamente en ingles, con subtítulos en el mismo idioma, con su metraje intacto y en formato 16/9. Todo ello a un precio de entre 4 y 6 £ más gastos de envío, algo menos de 10 euros. Y luego dicen que es la piratería la que está matando a la industria… ¡Si se están suicidando ellos solos!

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