Una vez más debemos volver nuestros ojos a la convulsa década de los 90, más concretamente al año 1992. Dicho año fue especial por diversos motivos. En España se celebraban los Juegos Olímpicos en Barcelona por primera vez en nuestra historia. Se celebraba también la Exposición Universal de Sevilla. Y en Estados Unidos, mientras todo esto sucedía, nacía en Marvel Comics el Universo 2099. Muchos fueron los personajes y conceptos desarrollados para este nuevo Universo ambientado en el futuro, pero sin duda entre todos ellos destaco con luz propia el que sin duda fue la última gran creación de Stan Lee. Me estoy refiriendo a Ravage 2099.
Si algo ha demostrado Stan Lee a lo largo de su inmensa carrera es que imaginación no le falta y que siempre ha tenido la idea correcta en el momento adecuado, así fue como creo a superhéroes más humanos e imperfectos en los primeros años 60 cuando los lectores ya estaban cansados de los hasta entonces perfectos superhéroes. De esta manera cuando se dio cuenta del enorme problema que suponía para el mundo la gestión de los residuos y como estos podían afectar a nuestro entorno, decidió crear a uno de los primeros superhéroes ecologistas y recicladores, Ravage. A su lado el Capitán Planeta parecía el Capitán Atom tras despertarse en chueca después de una noche loca.
En Ravage nos presento a Paul-Philippe Ravage, el Director Ejecutivo de ECO, una empresa dedicada a combatir a los contaminadores y filial de Alchemax, la malvada corporación que estaba detrás de casi todo lo malo que sucedía en el universo 2099. Tras descubrir que su empresa no era lo que aparentaba y que utilizaba métodos violentos para conseguir sus objetivos, Ravage fue acusado de un asesinato que no había cometido y fue perseguido por las autoridades. Paul-Philippe se ve que era un idealista al que no se le pasaba por la cabeza que una gran compañía utilizase métodos poco legales.
Tras esto no le quedo más remedio que ocultarse de sus perseguidores encontrando refugio en un basurero en el que renació como Ravage. Decidido a luchar contra quienes habían intentado acabar con él, encontró entre la basura de su refugio el arsenal que necesitaría para llevar a cabo su misión. Armado con materiales sacados de la basura como su porra/tubería, engranajes a modo de shurikens o un tapacubos como escudo se convirtió en el héroe del reciclaje. Mítica es ya la escena en la que encuentra un viejo camión de basura y se admira ante su tamaño y su poder, mucho más poderoso que las mierdas de plástico que se utilizaban en aquella época.
Inmediatamente comenzó a combatir a todos aquellos que habían tratado de matarle, lo que le llevo a viajar a una isla habitada por mutantes radiactivos en donde adquirió el poder de lanzar rayos de energía por las manos convirtiéndose en un autentico Super-Heroe. Fue allí también donde conoció a un científico que le ayudo a adaptarse a sus nuevos poderes y que aparte de nuevo equipo reciclado de la basura le proporciono su nuevo vehículo. Cierta bañera voladora adornada con un numero 4 en su frente y que le resultaba de lo más familiar al Doctor Muerte de la época. El reciclaje una vez mas era el motor de la acción. Tras esto Ravage siguió mutando para adaptarse a los tiempo que corrían, no olvidemos que eran los años 90. Sus poderes evolucionaron y le proporcionaron superfuerza, reflejos y sentidos aumentados, factor curativo, garras… Se había convertido en la práctica en el nuevo Lobezno.
Por desgracia desde la cancelación del Universo 2099 no se ha vuelto a saber nada del personaje. La última vez que pudimos disfrutar de sus aventuras fue en 1995 con el final de su serie. Injustamente ni siquiera se acordaron de él en el 2099: Manifest Destiny, un especial que publico Marvel en 1998 para atar los cabos sueltos que habían quedado tras la cancelación. Así que ya es hora de que tras quince años de ausencia Marvel nos devuelva al héroe del pueblo, del reciclaje y del ecologismo ahora que tanto se le echa en falta.