Requiem Vampire Knight – El infierno de Pat Mills y Olivier Ledroit

Tras mucho tiempo posponiendo su lectura, y gracias a la reciente recopilación en tomo por parte de la filial británica de Panini, por fin he comenzado a leerme el Requiem Vampire Knight de Pat Mills y Olivier Ledroit. Una delirante y extremadamente violenta historia que nos ofrece una visión única sobre la vida después de la muerte y el infierno en la que cualquier cosa parece posible.

Esto ha terminado siendo mucho mejor de lo que esperaba

Cuando Heinrich abrió los ojos ya no se encontraba en el campo de batalla en el frente ruso muriendo por la herida mortal que había recibido, se encontraba en Resurrección, un reino místico en el que renacen aquellos que cometieron actos de maldad en la Tierra y que solo se puede calificar como Infierno. Allí ha renacido como un vampiro, la élite de esa dimensión, y como tal ha sido ungido caballero al servicio de Drácula y rebautizado como Requiem. Aunque los recuerdos de su vida anterior no dejan de atormentarle, especialmente lo que le hizo a la mujer a la que decía amar, pero encontrar la redención en el Infierno no es tarea fácil, especialmente en este caso en el que Requiem quizás sea mucho más de lo que él mismo cree ser…

Es lo que pasa cuando eres un nazi…

Publicado originalmente en Francia bajo el título de Requiem Chevalier Vampire hace ya veinticinco años, esta serie nació en buena medida por el afán de Pat Mills de seguir abriéndose camino en el mercado del cómic francobelga, ya que por allí encontraba no solo un mayor reconocimiento, sino también mejores beneficios económicos que en el británico o en el estadounidense. Para ello fundó el sello editorial Nickel Editions junto con Jacques Collin y el artista Olivier Ledroit, este último un viejo conocido con quien ya había trabajado a finales de la década de los noventa en la trilogía de Sha. La serie se convirtió poco a poco en un éxito y acabaron publicando once álbumes entre el 2000 y el 2012, año en el que esta entró en un parón que ha durado hasta el día de hoy, aunque Mills ya ha anunciado que ha comenzado a escribir los álbumes doce y trece con los que finalizará la obra.

Ahora me toca buscar Sha para ver de que mas han sido capaces estos dos

¿Y qué es lo que podemos encontrar en esta serie? Pues un Pat Mills en estado puro completamente desatado y un Olivier Ledroit espectacular que quita el aliento con cada página, pero supongo que me toca elaborar un poco más. Este es un cómic extremadamente violento y gore, con sus momentos de humor negro, y en el que encontramos influencias tan dispares como el género bélico, el cine de terror, con una estética que parece deberle mucho a Hellraiser, la escena gótica, el mundo del sadomaso y también mucho de fantasía épica (que no en vano Requiem parece una versión aún más siniestra de Elric), pero pasada por el especial filtro de estos dos autores.

Y se va volviendo mas loco todo

Sin duda lo más fascinante de esta serie es Resurrección, el mundo que han creado Mills y Ledroit, como más allá para quienes cometieron actos de maldad y que es algo a medio camino entre el Infierno y Purgatorio. Allí las almas de los muertos malvados renacen como diferentes tipos de criaturas, zombis, hombres lobo, necrófagos, esqueletos sentientes… y por supuesto vampiros, quienes se han convertido en la élite de ese reino gracias a Drácula, quien al haber sido ya un vampiro en la Tierra renació aquí siendo más poderoso que nadie. Un Drácula que posee entre otros el don de la auténtica inmortalidad, que puede compartir con sus más leales, ya que el envejecimiento en Resurrección va hacia atrás y sus habitantes van rejuveneciendo cada vez más hasta desaparecer, volviendo sus almas entonces al ciclo de la reencarnación.

El Dracula de Coppola es otra influencia muy evidente

Un mundo que por lo demás parece surgido de la fantasía clásica, con esa estética pseudomedieval tan característica mezclada con tecnología muy avanzada en algunos aspectos, y tremendamente organizada, con sus servicios de trenes, sus bancos (donde la sangre es la moneda de curso legal). Elementos que coexisten con órdenes casi religiosas de Arqueólogos que entierran las reliquias que llegan a veces de la Tierra y que son consideradas ilegales, fragmentos de diferentes eras de la Tierra que a veces se materializan en Resurrección, demonios que parecen querer recuperar su posición de dominio e incluso una boyante industria de la droga. Una  no muy diferente al comercio del opio en la Gran Bretaña del siglo XVIII, a la que los vampiros están enganchados porque les permite olvidar sus vidas terrenales y consagrarse por completo a sus más bajos instintos. Y ademas nos encontramos con algunos que otros personajes históricos renacidos de las formas más grotescas, algunos con una mala leche tremenda. Pero nadie que haya leído Nemesis, Slaine o Marshal Law se va a sorprender de lo que es capaz de salir de la fértil imaginación de Mills.

Suena raro decirlo, pero pocas veces el infierno ha tenido tan buen aspecto

Lo que quizás puede sorprender un poco es la elección de protagonista que han hecho este y Ledroit, ya que como decía antes Heinrich/Requiem fue un soldado en su vida terrenal, pero uno nazi, que estaba orgulloso de serlo y que mantenía una relación enfermiza de amor/odio con su amante judía. La serie mantiene un delicado equilibrio para no mostrar a este bajo una luz heroica (ese error tan común de confundir protagonista con héroe) y aunque Requiem se siente culpable por algunas de las cosas que hizo en el pasado y en ocasiones puntuales se ha sentido impulsado a actuar de forma desinteresada, hasta ahora sigue moviéndose solo por sus propios intereses y afán de supervivencia. Una cierta dicotomía cuyas causas ya se han ido entreviendo en álbumes posteriores y que me está despertando bastante curiosidad, ya que pese a que el tema de la redención está muy presente en la obra, resulta bastante peliagudo que el protagonista acabe siendo un “nazi bueno” (algo que conociendo la trayectoria de Mills no me parece nada probable).

El comic no deja de recordarnos de que Heinrich esta en el infierno por ser un puto nazi

Aunque si algo destaca realmente en este cómic es el espectacular trabajo de Olivier Ledroit. Su estilo pictórico, tan detallado como grotesco, acompañado de su fértil y siniestra imaginación consiguen elevar este cómic a cotas altísimas. Este es uno de esos cómics que “obliga” a recrearnos con prácticamente cada página, analizando cada pequeño detalle y maravillándonos ante la idea de que Ledroit se pasó década y pico sacando un álbum de estos al año sin que la calidad de su trabajo se resintiese. Es cierto que como sucede a menudo con este tipo de artistas su estilo en ocasiones peca de ser algo estático, pero eso es algo fácil de perdonarle gracias a lo expresivo de su trazo, rozando en ocasiones lo caricaturesco y su absoluta falta de complejos a la hora de dar vida a la violencia más extrema.

Las manos de Ledroit son magia

Pero si tuviese que quedarme con algo del estilo de Ledroit sería sin duda por esa increíble habilidad a la hora de diseñar este mundo tan fascinante como aterrador. Desde el vestuario hasta los vehículos, equipamiento vario o la arquitectura, cada elemento visual de este cómic está cuidado hasta el extremo, con esa mezcla entre fantasía y ciencia ficción que nos permite encontrar versiones infernales de caballeros medievales o construcciones de pesadilla dignas de los mundos de Lovecraft o Clive Barker (esto le debe muchísimo visualmente a su Hellraiser) con otras que parecen deberle mucho a H.R. Giger. Una combinación de influencias muy dispares que Ledroit consigue aunar para crear un mundo coherente y aterrador que casi nos atrapa tanto como a sus protagonistas.

Ledroit hace la clase de cosas que resulta imposibles de imaginar en otro medio que no sea el comic

Como decía al comienzo la filial británica de Panini publicó este pasado agosto un tomo recopilando los cinco primeros álbumes, y para diciembre está anunciado un segundo tomo con los cinco siguientes (y luego vendrá la larga espera hasta que Mills y Ledroit acaben los álbumes finales), y por supuesto están las diferentes ediciones en francés que se han publicado a lo largo de los años, por lo que quienes sepan alguno de esos idiomas podrán adentrarse en este fascinante mundo de pesadilla. Y pese a que esta serie pasó sin mucho éxito por el mercado español hace una década y pico, publicándose solo los dos primeros álbumes, igual la reciente publicación de cosas como Nemesis anima a alguna editorial (Panini sería la más indicada) a recuperar para nuestro mercado esta obra que vale muchísimo la pena descubrir.

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mespinpe
mespinpe
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Ostras mira, yo fui EL OTRO que se compró estos álbumes en España. Pintaban bien aunque todavía era casi el prólogo de la historia como quien dice. Pues sí, a ver si alguien se anima. Aunque conociendo el mercado español el que lo publique lo hará de manera que me obligue a recomprar los dos primeros álbumes

manolin
manolin
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Después de leer sobre todo cosas de Pat Mills como aquella locuar de Marshall Law, junto a un dibujante tan «feista» como el difunto O,Neill, se me hará raro leer esto con Ledroit que, aunque terrorífico, tiene un estilo muy distinto a aquel.
La armadura de Drácula me recuerda a Los Caballeros del Zodiaco,y algunos elemento de la arquitectura de este iniferno a los del micromundo del Capitán Torrezno , cuya reseña se anunció alguna vez que se haría por aquí, ejem

Diógenes Pantarújez
Admin
3 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  manolin

Pues como te leas Slaine te da un pampurrio!