Seguimos con el sexto número de Wizard y lo siguiente que tenemos es un repaso al guión de Batman 2 de Sam Hamm, el guionista original de la primera parte, que tuvo la mala suerte de ver como su guión fue rechazado por Tim Burton y acabar en manos de… Los fans. Y la Wizard. Vamos a ver de que iba todo esto.
La cosa empieza poco antes de navidad, como Batman Returns. Aparecen quinceañeros fans de Batman «patrullando las calles» mientras el propio Batman colabora en una persecución automovilistica del batmóvil y cinco trineos repletos de ladrones de joyas que Batman termina atrapando y entregando a la policía con un lacito. Después de esto, Bruce Wayne se reune con Vicki Vale -que por algo se puso tan pesada Kim Basinger para que su personaje sobreviviera a la película anterior- y vemos como un entrenador de pájaros llamado Mister Boniface sale de la cárcel tras trece años de condena por robo. Conserva parte del botín, así que dispone de una fortuna. Poco después se introduce el personaje de Catwoman, robando a unos traficantes de arte -y droga-. Una de las obras de arte que roba, un cuervo de piedra, tiene un comprador, el Pingüino -que es Boniface, porque Cobblepott supongo que les parecía mal- y, lejos de ser una ladrona de guante blanco, masacra a todos los traficantes dejando una pista falsa en el lugar del crimen, para que le echen la culpa a Batman.
Mientras Batman empieza a recibir acusaciones por todas partes, Catwoman mata a un miollonario de Gotham y roba otro cuervo de piedra, otra vez incriminando a Batman. Mientras tanto, Vicki Vale es salvada por uno de los quinceañeros fans de Batman, uno llamado Dick. Batman tiene un encontronazo con Catwoman y se queda embelesado, pero aun más cuando conoce a Selina Kyle, la nueva conservadora del museo Flugelheim (el mismo que redecoró el Joker en la primera parte). Batman y Catwoman tienen otro encontronazo cuando ella trata de robar y matar al propietario del tercer cuervo, sienod Batman derrotado y cayendo de doce pisos de altura a las manos de la policia, que le echa la culpa de los asesinatos. Consigue escapar gracias a la ayuda de Dick, que tiene un traje rojo y verde.
Poco a poco Batman empieza a juntar las piezas del puzzle de los extraños cuervos y descubre que hay cinco, cada uno perteneciente a una de las familias más ricas de Gotham, y que cuando se juntan revelan la localización de un gran tesoro robado entre todos ellos, siendo uno de los canallas el mismísimo Thomas Wayne, que cuando se negó a ser cómplice en la escabechina fue asesinado por los demás. Así entre nosotros, hacer esto es cargarse del todo el origen de Batman, ya no es que en la primera parte matara a sus padres el Joker, ¡es que encima ahora los ha matado la corte de los búhos o algo peor! Mientras tanto, el último superviviente de las familias, que tiene su cuervo y el de los Wayne, se lo entrega a Catwoman y el Pingüino, que se lo agradecen matándolo. Sin embargo y mientras estaban muy concentrados destripando al caballero, Dick aprovecha la situación para tratar de robar los cuervos, pero fracasa y tiene que enfrentarse junto a Batman contra los pillos, que les pegan una paliza y se largan con el botín.
Mientras Dick y Bruce se lamen las heridas en la mansión, Catwoman y el Pingüino asaltan la Batcueva, porque resulta que el tesoro en cuestión está justo allí. Y entonces se lía gordísima porque le pegan un tiro a Alfred, Catwoman queda lisiada, el Pingüino acaba matándose tras ser lanzado al vacío por montones de murciélagos y nada, que Batman acaba salvando el día y pasando la navidad con Alfred, Dick y, lo más importante, prometiéndose con Vicki. Y así se acabaría una película que, a pesar de que Batman Returns no es santo de mi devoción y teniendo que seros completamente sincero, prefiero que no se haya hecho. Porque debilitaba completamente al personaje de Batman al ligar su pasado al villano de turno, porque Catwoman es una psicópata sádica sin el menor interés y el Pingüino es que ni siquiera se llama Oswald Cobblepott, simplemente es un señor al que le gustan los pájaros y el dinero, todo bastante lejos de la idea del ejército de pingüinos de Danny de Vitto. Y eso por no hablar de Robin, un personaje también insulso que se limita a ser un pandillero fan de Batman al que llaman Dick y nunca llaman Robin, tal vez porque ni siquiera se atreven a llamarlo Robin.
Sam Hamm volvería a escribir estos personajes pero en el cómic, en el Batman ’89 que realizó junto a Joe Quinones, pero lo haría continuando el Batman Returns de Burton y no su propio guión original para esa segunda parte. Y tal vez ésa sea la mejor decisión, porque aunque aquella película estuviera llena de diálogos absurdos, me gusta mucho más esa Catwoman asesinada por hombres buscando venganza que la psicópata asesina que para colmo de males acaba en una silla de ruedas, cerrando bastante las posibilidades de que aparezca en una segunda entrega -aunque igual conoce al Batman de Christian Bale y le enseña como curarse la espalda con una cuerda, yo que sé-.
Cierra la Wizard el artículo hablando sobre la verdadera Batmann Returns, que en aquel momento todavía estaba en producción y comentan algunas cosillas como que Annette Benning iba a ser originalmente Catwoman pero tuvo que ser sustituida al quedarse embarazada, en un casting que no acabo yo de ver pero bueno, hasta habría preferido a Sean Young vaya. Y comentan también el rumor de que iba a salir Marlon Wayans como «the kid», una supuesta versión de Robin que finalmente no aparecería en la película.
Es cierto que Dennis O’Neal estuvo implicado en el guión de la primera? Porque va a ser que muchas de las virtudes son cosa de él.
Era el editor de Batman y lo mismo le consultaron algo, pero que yo sepa hasta ahí. Bueno, también hizo la adaptación al cómic con Ordway.
Returns siempre dividirá a la afición, al tratarse de una película que se aleja aun más del Batman paradigmático (lo cual ya es decir, considerando la primera), pero a cambio nos deja una que es totalmente burtoniana, con lo bueno y lo malo que ello implica, así como una obra expresionista alemana en el seno de nada menos que Warner Bros, con sus homenajes al Doctor Caligari y Nosferatu, que al menos a mí, me encanta no como una historia de Batman, sino como cine en general (lo mismo que con el Dark Knight de Nolan).
Lo que sí creo que es unánime es lo insuperable que es Michelle Pfeiffer como Catwoman, pese a los esfuerzos de Anne Hathaway.
La Pfeiffer y los decorados son lo mejor de la peli (y no es mala peli ojo …ya como adaptación de Batman resulta más discutible, pero visto lo que se vino después con Val Kilmer, George Clooney y compañía hasta hay que considerarla una joyita).
Estupenda la Pfeiffer también como la bruja de la adaptación de Stardust (que toma de la historia de Gaiman poco más que la premisa y los protagonistas).
Yo la hubiese fichado como rival de Wonder Woman para su segunda peli (como la millonaria corporativa …mucho mejor que ese Maxwell Lord, donde vamos a parar).