Con lo mucho que he disfrutado del trabajo de Mark Waid y Dan Mora en Batman/Superman: World’s Finest, sobra decir que esperaba con muchísimas ganas su nuevo trabajo al frente de la nueva serie de la Liga de la Justicia. Una serie que se ha estrenado esta misma semana y con muy buen pie, mostrándonos una encarnación del grupo más grande y poderosa que nunca, y que tiene detrás una inspiración que no ha hecho más que reforzar esas enormes ganas que tenía de leerla. Y el resultado de todo esto ha sido tan divertido y prometedor como esperaba, e incluso un poco más.
Tras la debacle provocada por Amanda Waller y su ataque contra la comunidad superheroica, la Liga de la Justicia se ha refundado para lidiar con las secuelas que aún arrastran por dicho ataque y para evitar que una situación así vuelva a repetirse, volviéndose más proactivos que nunca. Y para ello, nada mejor que abrir sus filas a todos quienes han dedicado sus vidas a la causa de proteger a los inocentes, convirtiéndose en una Liga de la Justicia Ilimitada. Pero, pese al inmenso poder que poseen, hay alguien que busca apoderarse del mundo y destruir a la Liga en el proceso, y no se detendrán ante nada ni nadie hasta lograr su objetivo, uno del que quizás están mucho más cerca de lo que nadie podría pensar.
Cualquiera que leyese el Batman/Superman: World’s Finest de Waid y Mora se habrá dado cuenta de que el salto a la Liga de la Justicia era algo inevitable. Después de todo, esa serie, ambientada en el pasado, se convirtió en todo un «quién es quién» del Universo DC, con la pareja protagonista formando equipo con buena parte de sus camaradas superheroicos. Ahí Waid y Mora dieron rienda suelta a todo su talento y su cariño por el Universo DC, y especialmente por la Edad de Plata de este, con un enfoque muy clásico pero sin resultar retro que a mí me ganó desde el primer momento. Así que, a la hora de relanzar el cómic de la Liga, en pausa desde finales de 2022, estos eran los candidatos perfectos para guiar esta nueva etapa del grupo.
Una nueva era que bebe directamente de una de las mejores versiones existentes del grupo, cuya influencia no solo no han querido disimular, sino que la han homenajeado a lo grande. Ya el propio título de la serie lo dice todo, Justice League Unlimited, como la segunda etapa de la añoradísima e injustamente corta serie animada de la Liga de Bruce Timm, a la que se le rinde un bonito homenaje en la página de créditos. Pero las influencias no se detienen ahí ni muchísimo menos, ya que, como en aquella serie, la Liga vuelve a contar con un satélite como cuartel general, abierto ahora a todo el mundo, hayan pertenecido al grupo o no. Y este ya no cuenta con una alineación fija, sino que, dependiendo de la misión, seleccionas a las personas más adecuadas para lidiar con la amenaza de turno. Algo que va a permitir a Waid y a Mora seguir jugando con el enorme reparto de personajes a su disposición, y poner el foco en algunos menos habituales.
Esto queda claro desde el primer momento, ya que esta nueva encarnación de la Liga se nos presenta a través de los ojos de sus miembros más recientes, Zafiro Estelar y Airwave, que, pese a sus dilatadísimas existencias dentro del Universo DC, nunca habían pertenecido a la Liga. Personajes que, curiosamente (algo que dudo que sea casual), poseen ambos una estrecha relación con uno de los veteranos del grupo, Hal Jordan, habiendo sido Zafiro/Carol Ferris su pareja en más de una ocasión y Airwave su primo. Y a través de ellos no solo conocemos de primera mano el funcionamiento de esta nueva versión del grupo, sino que somos testigos de cómo, pese a sus respectivas experiencias en el uso de sus poderes, aún les falta mucha práctica en eso de trabajar en grupo y las inseguridades lógicas que cualquier persona cuerda que esté metida en esa vida tendría.
Este primer número, repleto de acción, es un gran ejemplo de esas, demasiado a menudo, frenéticas vidas, con el grupo dividido en varios frentes, haciendo frente tanto a amenazas descomunales como a otras más insidiosas. Pero lo grande de este cómic es que Waid y Mora no se limitan a enlazar una escena de acción detrás de otra: esta sirve a un propósito, nos muestra lo que impulsa a estos personajes, por lo que luchan, que detrás de sus uniformes hay personas y que, a veces, hay que dejar de lado las grandes batallas para hacer frente a otras situaciones no menos importantes. Y el mejor ejemplo de ello lo encontramos en lo mucho que se resalta la prioridad de la Liga de proteger a los inocentes, con el grupo repartiéndose las tareas de frenar la amenaza y evacuar a los civiles, sin importarles el peligro que corran aunque sea para salvar a una única persona.
Y, como no podía ser de otra forma, este cómic es también el mejor escaparate para que Dan Mora luzca todo su talento. A estas alturas no creo que vaya a descubrirle a nadie que estamos ante uno de los dibujantes más espectaculares del panorama superheroico actual, alguien que se maneja con una facilidad pasmosa en todas las facetas de su trabajo: ya sean los momentos de calma, los dramáticos, la acción más frenética, la ciencia ficción o la fantasía, nada parece resistírsele. Y este cómic, al igual que sucedía en World’s Finest, está hecho precisamente a su medida, para que pueda deleitarnos haciendo lo que mejor sabe hacer: darnos espectáculo.
Así que yo espero que esta nueva era de la Liga de la Justicia funcione bien y dure una larga temporada, lo suficiente al menos como para que Waid y Mora puedan recurrir a cada personaje mínimamente importante del Universo DC. Y es que, a un nivel personal, yo hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un cómic de la Liga, lo que resulta algo triste teniendo en cuenta que se supone que son el grupo insignia de la editorial (aunque, para mí, ese puesto lo ocupan la JSA y la Legión de Superhéroes). Así que me alegro muchísimo de la existencia de este cómic y me muero de ganas de ver a qué nuevos niveles les van a llevar.
Esto cae. Ya probablemente solo por Mora hubiese podido picar (y apenas me compro ya cómics solo por el dibujante hace como década y media al menos, pero a toda norma autoimpuesta acaba habiendo excepciones).
Tampoco el rediseño de Zafiro me entusiasma.
Proyectos soñados (por mí , por él a saber lo que le ilusionaría) futuros (aunque me da que intentarán que aguante en esta Justice League) con el costarricense Dan Mora Chaves al dibujo: Legión de Super-Héroes (ojalá se dea la conjunción astral correcta algún día … también estaría bien que Waid pudiese escribir a los de verdad y no a unos sucedáneos que se les parecen mucho en lo visual a sus primeras versiones pero con unos nuevos orígenes con apenas algo en común … aunque la presencia de Waid la echaría menos en falta que la de Mora) y unos nuevos The Brave and The Bold para explorar todo el Universo DC sin tener que atarse demasiado ni a continuidades ni a nada (algo parecido a World’s Finest pero todavía con menos ataduras y primando historias de uno a dos números, como antaño …Hasta propondría que le echasen huevos y sustituyesen a Batman por Wonder Woman como parte fija de la serie …que además Mora la dibuja estupenda, pero con Bats también molaría).
Igual algo tiene que ver también que Bruce Timm está entre las influencias reconocidas (y autores favoritos) de Mora. Aunque en estilos no se parezcan en nada, como tampoco se parece en nada a otros dibujantes a los que ha reconocido admirar: Mike Mignola, Paul Pope, Pablo Picasso,..
Otra cosa de la que molaría que Mora dibujase al menos una mini: Los Nuevos Dioses. Eso sí, lo del guionista podría ser un problemón (Tom King no, por favor. Ni Mark Russell, que habitualmente me gusta, pero esto no le pegaría nada. Waid funcionaría si lo hace como homenaje a la serie de Kirby, supongo, pero ya no estoy tan seguro si intenta hacer algo mínimamente nuevo con ellos…estoy más en el no que en el sí).
Me entran ganas de comprarlo, la verdad. Waid ha dirigido sagas muy buenas de la JLA.
A mí en cambio no me hicieron mucha ilusión sus etapas en el grupo (aunque se dejan leer), ni en Los Vengadores, ya puestos. Y no las conservo. Pero seguramente volveré a picar con esta (Mora también ayuda a ello, claro).
A ver que tal el Metamorpho de Ewing y la JSA de Lemire. Pero salvo que empiecen a llover críticas horribles esas dos caen fijo.