Seguimos repasando el quinto número de la Wizard y nos saltamos su artículo sobre trading cards, más que nada porque la mayoría es hablar sobre cromos de béisbol que no vienen a cuento y lo más interesante es el anuncio para 1992 de la colección de X-Men dibujada por Jim Lee, que iba a constar de 100 cartas con un holograma dorado especial que aparecería en uno de cada diez sobres. Especifica el señor que serían seis cartas por sobre, treinta y seis sobres por caja y veinte por «case», lo que vendría a ser la caja gorda de distribución. Esta colección de cartas acabó convirtiéndose en una de las más importantes de la época y hoy en día por lo visto es bastante apreciada por los especuladores, pero como a mi solo me recuerda lo mucho que se echó a perder la Patrulla, pues vamos a otra cosa:
En la siguiente sección tenemos «Picks from the wizard hat», con las recomendaciones de los cómics del momento, empezando por el primer número de Warlock y la Guardia del Infinito, la secuela directa del Guantelete del Infinito en la que Jim Starlin trató de hacer una serie con cierta inspiración en la Liga de la Justicia de Giffen y DeMatteis, con varios personajes la mar de pintorescos portando cada uno de ellos una gema del infinito para evitar que alguien volviera a usarlo. La premisa de por sí era un poco rara, porque si quieres que la gente no vuelva a montar el guantelete, lo primero que deberías hacer es esconder las gemas y no montar un grupo para que sepan rápidamente dónde buscar. Bien es cierto que uno de los miembros de la guardia se mantuvo en secreto durante meses, aunque al final era un secreto a voces en toda regla porque el portador en cuestión era nada más y nada menos que Thanos, y en menos de un año vino Infinity War y volvió a formarse el guantelete de marras. En fin, que la serie era entretenidilla, pero nunca fue la gran epopeya esperada.
Lo siguiente que tenemos es Hearts of Darkness, el especial de Howard Mackie y John Romita Jr en el que Lobezno, El Castigador y El Motorista Fantasma se enfrentan a Corazón Negro porque no lleva nada bien eso de que no le ayuden a matar a Mefisto. El cómic era más simple que el asa de un cubo, los personajes son invitados a una casa con la promesa de que descubrirán un secreto de su pasado, al llegar allí se encuentran a Corazón Negro, le dicen que no -porque no se hacen tratos con demonios, señor Quesada- y se pegan con él hasta que llega Mefisto y se lo come. Y fin, no hay más. No es un cómic para nada recomendable e imagino que es lo que inspiró a Capcom a meter a Corazón Negro en sus videojuegos, a pesar de ser un personaje de tercera fila que solo tuvo algo de gracia en el planteamiento de Ann Nocenti y el propio Romita Jr. Lo más gracioso del asunto está en las razones que da Corazón Negro para elegir a estos tres y no a Estela Plateada o Thor: «Sois los héroes de una nueva generación que está dispuesta a acercarse a los límites cuando es necesario (…) os permite superar las emociones humanas que a menudo os obstaculizan y así ir por la yugular». Vamos, que ya no está de moda Thor, que los superhéroes asesinos están de moda y Mackie y compañía sabía que de esta tontería se iba a sacar un pastizal. Y por eso se montaron este tebeo que no tiene ni pies ni cabeza.
El siguiente cómic es Batman, el Amo del Futuro por Bryan Augustyn y Eduardo Barreto, la secuela de Luz de Gas que sale todavía en el momento en el que la marca Elseworlds todavía tiene cierto prestigio. También tenemos el número uno de Rai, de Valiant, con guión de Michelinie y dibujos de Paul Creddick, personaje del que no tengo ni la menor idea así que no hablaré, y finalmente Star Wars: Dark Empire 1, en lo que fue la primera vez que Dark Horse tenía permiso de Lucasfilm para continuar las películas de Star Wars tras el Retorno del Jedi. Los encargados de hacerlo eran autores británicos, Cam Kennedy y Tom Veitch, y el resultado fue bastante discretito, porque de alguna manera Palpatine había vuelto. Sí, cuando se estrenó el Episodio IX uno de los comentarios más desoladores que oí fue precisamente ése, que era hasta peor que Dark Empire. Luego tenemos ya un recopilatorio de Lobo y por parte de Dark Horse una serie de La Cosa, pero no Ben Grimm si no la de Carpenter, con una continuación directa de su remake/reimaginación. Tampoco la he leído así que no digo nada, pero lo hacían Chuck Pfarrer y John Higgins. Después de esto tenemos un listado más breve de varios cómics entre los que están cosas tan poco destacables como la novela gráfica de Star Trek Deuda de Honor, de Chris Claremont y Adam Hughes, demostrando que esta gente tiene el gusto en el…
Lo siguiente que tenemos es a Pat McCallum explicándonos cómo se hace la guía de precios de la Wizard, que personalmente no me acabo de creer mucho porque lo que viene a contar exigiría más medios de los que tiene un semifanzine como es la Wizard en aquel momento. Básicamente, habla de que recogen los precios de montones de librerías del mundo y echan la media. Si consideramos que Wizard en aquel momento todavía era una especie de boletín de una librería especializada concreta, estoy convencido de que esa librería condicionaba mucho los precios. Pero también hay que reconocer que la propia Wizard siempre reconoció que los precios varían de un sitio a otro, y que lo suyo es una «guía», no el precio que deberían tener todos los cómics. Vamos, que en cierta manera reconocía que esto como mucho te puede valer para saber que en algún sitio ese cómic se paga más caro, con lo que realmente te haría falta no es la guía de Wizard, si no todos los datos con los que se ha hecho la guía de Wizard para así poder ir a la librería en cuestión y vender tu tebeo con el que tanto te ha costado especular por la mayor cantidad de dinero posible.
En el «repaso del mercado», se quejan de que McFarlane ya no haga cómics (almas de cántaro, no sabéis lo que os viene encima) y de que los Punisher War Journal de Jim Lee no se revaloricen tanto como sus mutantes (igual si Jim Lee hubiera estado haciendo Speedball no hubiera llegado tan lejos, je). Y nada, animan a la gente a leer el Excalibur de Alan Davis (bien) y que Dale Keown y Sam Kieth «solo van a crecer en popularidad». Pues no oye, que no, que por mucho que ya anuncien una entrevista a Kieth en el número siguiente, por una o por otra cosa ninguno de los dos llegó al nivel de los imageboys. Y la cosa acaba hablando sobre el crossover de Vengadores de ese invierno, Tormenta Galáctica, y viniendo a decir que, para que los Vengadores se pongan «hot» de verdad, van a necesitar mucho más que una guerra intergaláctica. Sí, supongo que necesitan a Brian Michael Bendis.
Y en la sección Top 10 de los cómics más demandados tenemos en el primer puesto el 87 de Nuevos Mutantes (pagaban 52 dólares por la primera aparición de Cable, puaj), la miniserie de Robin de Chuck Dixon, el primer número de Jim Lee en Uncanny X-Men, el primero de la etapa de Portaccio, el primero de X-Men a secas (que, dicen, la historia es cool de verdad, que deberías sacarlo de tu boveda hermética de adamantium y leerla), la primera parición de Arcángel en Factor X, el primer número de X-Factor, el primer trabajo de Portaccio como entintador en Uncanny (nada menos que el 201, con la pelea entre Tormenta y Cíclope por el liderazgo del grupo), la primera aparición de Bishop (supongo que pensaban que era «hot») y finalmente la de Gambito. Mucha primera aparición y mucha leche, pero para que el 1 de X-Men estuviera tan demandado a pesar de haber vendido ocho millones de ejemplares, tuvo que haber muchísimo especulador con su almacén lleno de cajas negándose a vender a ver hasta dónde podían conseguir subir un precio que nunca subió.
En la sección de cartas de los lectores un tal Michael Tanner comenta la entrevista a Byrne diciendo que la razón por la que lee X-Men es porque para él son una familia, no una maquina de guerra, que le gusta ver lo bien que se llevan entre ellos y que si Byrne mata a un miembro es como si mata a una persona de verdad. Que casi llora con la muerte de Warlock, y que espera que lo que pasó en los números 281 y 282 -con la masacre de los Infernales- no se repita. Termina pidiendo que Claremont se quede en los tebeos de mutantes, cosa que la propia Wizard ve difícil, porque… Bueno, aquí vamos a tener que sincerarnos, los fans en este momento estábamos un pelín desorientados. Muchos dijimos «hasta aquí» y lo dejamos, pero muchos otros pensaban que Claremont no era la pieza clave, que el cómic podía seguir «molando», a pesar de que todos estaban demandando que los personajes fueran caracterizados como en la etapa de Claremont y nos estaban dando algo muy distinto. Completamente intensito y distinto, vaya.
En fin, que con esto acabamos con el quinto número de Wizard. Seguiremos con el siguiente número otro día… O igual no, yo que sé.
Con Whilce Portaccio ganamos un mal dibujante y perdimos lo que podía haber sido un muy buen entintador.
Lo que hace en Longshot a las tintas me gusta mucho.
Pasa con muchos de los dibujantes de su quinta, que tenían potencial pero el éxito «temprano» los llevó por el mal camino.
La puta especulación!
«Que haya gente que piense que es mejor dejar de leer X-Men justo en este tebeazo», no, pero tener en cuenta que a partir de este cómic el Cíclope que nos vamos a encontrar ya nunca volverá a ser «el Cíclope de Claremont», sí.
Nunca le vi la gracia a la premisa de «Palpatine no estaba muerto, estaba de parranda» de «Dark Empire», y la forma en que Luke se deja seducir por el Lado Oscuro en ese cómic me parece tontísima. Creo que también es el primer ejemplo de escalada armamentística exacerbada para las superarmas imperiales, en la que cada una es más exageradamente destructiva que la anterior (¡los Devastadores de Mundos!, ¡el Cañón Galáctico!). Tiene bemoles que la trilogía de secuelas cayera en esos mismos vicios, como si creyeran que en realidad son virtudes.
Yo me imagino que es un poco como lo del Yoda saltarín, «los fans querían verlo».
Joder, no. Pero ya sabes.
Y respecto a lo de Cíclope… Sí, es la muerte de Scott. Por supuesto, Claremont tenía planes para él, no se iba a jubilar «para siempre», pero el personaje necesitaba estar en barbecho una temporada y no le dejaron, con lo que así se ha acabado convirtiendo en una parodia de si mismo.
Yo Imperio Oscuro lo leí bastante tarde, con la primera recopilación de Planeta. Iba con las expectativas un poco altas por la fama y los autores… Y me pareció una cosa bastante mala.
Mucho mejor la obra por la que a Veitch y Kennedy les encargaron lo de Star Wars: The Light and Darkness War.
Algo debió de pasar ahí porque a partir de entonces Dark Horse tuvo muchos menos eventos de ese estilo, estuvieron bastante más controlados por Lucasfilm.
Al principio los de Lucasfilm pasaban de todo con los cómics (americanos británicos y alguna adaptación argentina de las pelis), pero tras las primeras minis de Dark Horse la cosa pegó un giro muy fuerte (aunque sin llegar todavía al control radical de los de Paramount con Star Trek …pero luego todavía se fue endureciendo con los años y obligaban por ejemplo a repetir el dibujo de algunas naves espaciales tirando a secundarias).
Me acuerdo de este cómic.
En el fondo no era más que la excusa para poner a los tres personajes en la misma portada.Pero tenía puntos de comedia que no sé si era fortuita o buscada.
Como cuando el Motorista Fantasma, Danny, baja a desayunar en la pensión donde está alojado, y se encuentra con Lobezno y el Castigador. Todos haciendo que no se conocen los unos ante los otros delante de la dueña.
El elenco del videojuego era absurdo. Mariposa Mental o Magneto en el cómic ni aparecían; y luego Shuma-Gorath, me quedó la duda de si era por meter personajes de categoría cósmica y lo escogieron a boleo.
Para mí que provecharon la excusa de la saga del guantelete para sacar el juego, que total era uno más de una franquicia de Capcom.
Shuma Gorath estaba porque Capcom quería un personaje que contrastase con el resto y les moló, de hecho en el MVSC3 quisieron meter un personaje que fuera directamente los 4F, con los personajes alternándose según como golpeabas. Siempre les ha gustado experimentar, vaya.
A mí Hearts of Darkness me parece un prestigio majete.
Historia funcional para que un Romita JR en estado de gracia se desate.
Ésta, Sangre y Metal, Punisher War Zone, El Hombre sin Miedo, Los Años Perdidos… Es que en esta época, en la que adoptó su estilo «rotundo», su trabajo era potentísimo.
Otro prestigio que tampoco estaba mal era el de Miedo, con Lee Weeks.
Me hace gracia lo tremendamente Claremontiana que es la página que habéis colgado de «Deuda de Honor», en la que el capitán Kirk está rememorando la destrucción del Enterprise en «Star Trek III», pues estas secuencias oníricas o alucinatorias son muy típicas de él.
Novela gráfica que reeditó en España este año (y muchos de los no «abonados» a la editorial o a lo trekkie ni se enteraron, como pasa habitualmente con lo de esta editorial) Likantro (aunque yo tengo todavía la edición de Forum …y diría que es mejor edición hasta).
Yo también creo que en «El hombre sin miedo» y «Los años perdidos» (del clon) Romita Jr. alcanza su cénit
Me quedo con la mini El Hombre Sin Miedo (y por el dibujo quizá con su etapa en El Castigador).