Las dos caras de Harada con Posi y Nega

Hoy toca hablar de nuevo de uno de mis temas favoritos, el BL, y para ello nada mejor que hacerlo con una de las autoras que más me ha hecho disfrutar con este tipo de mangas, Harada, una mangaka de la que Norma nos ha traído este mes una nueva muestra de su obra a través de dos recopilaciones de historias cortas, Posi y Nega. Dos tomos en los que Harada da rienda suelta a esa versatilidad que le permite moverse como quiere tanto a través del humor más ridículo como de las historias más siniestras, un talento que es lo que me ha convertido en un rendido admirador de su trabajo. Así que vamos a dejar los complejos a un lado y zambullirnos en los peculiares y a ratos incómodos de Harada para descubrir por qué vale la pena echarle un ojo a estos recopilatorios.

Con ver su nombre en la portada me basta

Un caradura que promete curar la impotencia a base de sexo, y a cambio de mucho dinero, hasta que encuentra la horma de su zapato en la forma de alguien que le da por donde nadie le había dado nunca. Un anciano científico operado hasta la médula para parecer adolescente y su ayudante empeñados en convertir unos tentáculos alienígenas en juguetes sexuales. Tres amigos de la infancia envueltos en una serie de traiciones, engaños y sentimientos no correspondidos. Una pareja que descubre que un poco de dolor en su relación era lo que les faltaba o como la chica más popular del instituto descubre por las malas que tiene muy mal ojo a la hora de enamorarse. Todo eso y mucho más es lo que podemos encontrar en estos dos títulos que nos llevan de lo ridículo a lo trágico con una facilidad pasmosa.

No se puede negar que tiene razon

A pesar de lo que su título implica, me cuesta decir que en Posi se recopilan las historias más positivas, aunque lo sean comparativamente hablando. Pero sí que son las más gamberras, ridículas y tontorronas de estos tomos, en las que Harada se lanza, como es su costumbre, a no cortarse un pelo para hacer humor con lo que haga falta, convirtiendo situaciones que en otros contextos serían trágicas en fuente de unos chistes con los que uno casi se siente culpable al reír. También nos ofrece aquí esa pasión suya por juntar a personajes a cada cual más tonto y meterlos en situaciones grotescas e inverosímiles de las que ellos mismos son los únicos culpables, algo que a estas alturas Harada ha convertido casi en un arte.

Si, a veces, o muy a menudo mas bien, es muy bruta

Por el contrario, en Nega nos encontramos con historias no necesariamente dramáticas, hay alguna comedia que otra, pero en las que sus protagonistas rara vez encuentran la felicidad y llegan a ser en algunos casos emocionalmente más turbias. Aquí tenemos historias de amor juvenil que en la edad adulta acaban revelándose como una trama de mentiras y manipulaciones que difícilmente acabará bien para nadie. Celos enfermizos que desatan una peculiar dinámica sexual dentro de una pareja o como el miedo a reconocer los propios sentimientos desemboca en una relación trágica llena de remordimientos. Pero también hay sitio para la comedia absurda, y contada desde un punto de vista femenino nada menos, con esa chica enamoradiza condenada al fracaso sentimental en serie.

Aunque no todo es humor con Harada

Todas estas historias demuestran lo que he pensado siempre de Harada desde que descubrí su obra: que su versatilidad para saltar del humor al drama como nada y su habilidad para hacer humor, muy negro en ocasiones, con todo y especialmente con el sexo y cuanto más inapropiado mejor, son sus mayores puntos fuertes y que la ponen por delante de muchísima gente en la profesión. Todo esto acompañado de un gran talento como artista, faceta en la que destaca especialmente a la hora de la caricatura, a transmitir las emociones de sus personajes de una forma tan exagerada y ridícula que consigue provocar carcajadas (a menudo incómodas) con las situaciones más inesperadas.

No es un humor para todo el mundo, pero a mi me encanta

Y por todo esto Harada sigue siendo para mí una lectura asegurada, porque rara vez me decepciona, por ser la responsable de uno de los mangas con el que más me he divertido, Happy Kuso Life, y porque nunca tengo del todo claro qué esperar de ella. Por eso, estos dos tomos que acaban de publicarse en nuestro país pueden convertirse en la puerta de entrada perfecta para quienes sientan curiosidad por su obra, ya que tanto a quienes les interese más su faceta más lúdica y tontorrona como la más sórdida, aquí podrán encontrar algo a su gusto y con suerte engancharse a la obra de una mangaka que vale mucho la pena descubrir.

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Diógenes Pantarújez
Admin
1 mes han pasado desde que se escribió esto

Que gradación más fea en la primera imagen, ya podían haber usado una trama o algo parecido. Es curioso como algunos efectos envejecen fatal cuando en su día eran el colmo de la modernidad.