Parte de la gracia de escribir estos artículos reside precisamente en que te relees cómics que leíste en su día con el monóculo puesto. Te pones a mirarlos de arriba a abajo, a analizarlos como buenamente puedes, y sacas conclusiones que te hacen verlos de otra manera. A veces serán correctas, otras completamente equivocadas, pero a la hora de la verdad pues oye, acabas mirándolos con otra luz. Y precisamente éso me ha pasado hace bien poco con el JLA/Avengers (o Avengers/JLA, depende de lo que os apetezca).
Aparecido allá por 2004 en EEUU después de más de veinte largos años de culebroneo con el runrun de que era el proyecto más deseado por George Pérez que finalmente pudo llevar a cabo tras el fiasco de principios de los 80 -unos dicen que fue culpa de Shooter que se volvió loco, Shooter y todos los que trabajaban por el lado de Marvel dicen que el guión de Conway era muy malo… ¡Y hasta el propio George Pérez lo reconocía!- JLA/Avengers es uno de esos cómics imposibles que de una forma aún más imposible todavía no suele tener a nadie descontento… Excepto al editor Tom Brevoort y el editor Kurt Busiek. Que no nos engañemos, no es que no estén contentos con el trabajo realizado, pero ambos lamentaban el otro día en las redes sociales el que el editor que realizó el proyecto por parte de DC -puesto que compartieron el recientemente retirado Mike Carlin y el primo político de Chris Claremont, Dan Raspler- presionó para hacer un cambio en el tercer número que, a juicio de tanto Busiek como Brevoort, hacía de aquel cómic un peor tebeo. Y claro, como urraca cotilla que soy, me lancé a revisar el tebeo a ver si podía adivinar dónde estaba el cambió… Y fracasé. El número consta de una serie de imperceptibles cambios en la realidad que absolutamente nadie nota hasta que el Capitán América y Superman empiezan a notar que algo falla, hasta que todos acaban despertando y terminan el número declarándole la guerra a Krona, el villano principal de la serie. ¿Qué puñetas pasó aquí?
Puede que el cambio esté en el desarrollo del cómic. Puede que en la versión original del mismo el único que se diera cuenta del cambio fuera el Capitán América y lo de que Superman se diera cuenta también fuera un pegote de DC, ya que es el despertar del Capi el que está más «cuidado», mientras que el de Superman es bastante más breve y apresurado; no es raro que las editoriales busquen que no se haga «de menos» a sus criaturitas, al fin y al cabo es su trabajo. Eso sí, si el cambio se dió por Superman sería un tanto irónico, porque al fin y al cabo uno de los puntos de fricción del JLA/Avengers original se debió a una escena escrita por Gerry Conway (aquel proyecto lo realizaba en su totalidad DC, Marvel debía dar el visto bueno y poco más) en la que Superman se encontraba Krypton en una lista de planetas que iba a ser devorado por Galactus y lo borraba de la misma… Dejando que el devorador de mundos se zampara el resto de planetas. Algo muy propio del mayor héroe de la historia y que, tal y como cuenta Roger Stern, les dejó patidifusos tanto a él como a Mark Gruenwald, encargado por parte de Marvel de supervisar el proyecto.
En cualquier caso, es cierto que el tercer número de la serie probablemente sea el más flojo, con lo que también es probable que en vez de añadirse un elemento se sustrajera otro y éso provocó que el argumento se volviera más simplón, pero desde luego no se me ocurre que puede ser. Cansado y derrotado por ser incapaz de descubrir qué es lo que pudo pasar en ese cómic, me di cuenta de otra cosa más triste todavía: JLA/Avengers es el fin de Marvel y DC, su canto del cisne. Pensadlo por un momento, ¿cuándo empezó todo a irse de madre, a volverse tan «intenso»? Por parte de DC buena parte de los 80 y 90 fueron bastante salidos de madre sí, pero el punto de ruptura fue Identity Crisis. El argumento no importaba tanto como que las cosas que pasaran fueran muy impactantes, y cuando tocaba escribir el guión directamente la caracterización brillaba por su ausencia; he escrito bastante ya sobre ese cómic así que mejor me callo, así que me centraré un poco más en el punto de ruptura de Marvel… Que es un pedazo de cómic, un buen cómic. New X-Men.
Lo sé, lo sé, algunos os estáis tirando de los pelos y diciendo «¿pero cómo es posible que no digas que el punto de ruptura es Disassembled, con Bendis rompiéndolo todo? ¡Queremos nuestra ración de odio a Bendis!». Ya bueno, pero yo no estoy de acuerdo. El cómic de Bendis llega años después de New X-Men con la consigna de trasladar exactamente lo que Grant Morrison hizo con New X-Men a Los Vengadores. Y Bendis, lejos de saltar directamente a la parte que le interesaba -unos Vengadores compuestos por Spiderman, Lobezno y algunos más- decidió hacer algo que sería muy raro de ver a posteriori que es contar cómo se llegó a ese punto. Y defiendo vuestro derecho a aborrecer Disassembled -de entrada está horriblemente dibujado, cosa que no se puede decir de los interiores de Identity Crisis- pero tenéis que entender que hizo ese trabajo… Y New X-Men no. New X-Men saltó directamente a la parte que le apetecía y lo hizo con toda la intención, porque Morrison creó una ruptura deliberada mediante un salto temporal que en apariencia no se da en Identity Crisis… Aunque lo que hace realmente es coger el estado «temporal» de los personajes que le vino a Brad Meltzer en gana, con lo cual tampoco se puede decir que estuviera respetando mucho el trabajo de los guionistas anteriores; lo importante es que Morrison fue la primera estrella a la que le permitieron carta blanca para cargarse lo que había y lo hizo.
Que lo del «un año después» ya lo había hecho la etapa prácticamente anterior a New X-Men, sí, pero la forma de escribir a los personajes totalmente distinta e inconsecuente con la caracterización anterior, contradiciendo a menudo lo que esos mismos personajes decían de si mismos ni un año antes y que el público ni pestañeara con ello -peor todavía, estaba encantado con ello- provocó que Marvel viera que tenía carta blanca. Que preocuparse tanto por tener unos personajes regidos por la causalidad no merecía la pena, y que todos valoraban más una buena frasecita que el trabajo de meses y meses de construcción del personaje. Que no nos engañemos, Morrison construyó y deconstruyó buena parte de los personajes, haciéndolos suyos, pero con la tontería le pasó por encima a Lobezno -su Logan es bastante más plano que el original y más parecido a la idea que tenía de él la gente que no había leído un solo número de X-Men, la de un borracho adicto a la violencia que de vez en cuando se pone tierno y hace de figura paterna de alguien- y personajes como Jean Grey, La Bestia o Charles Xavier sufren tremendamente porque Morrison solo tiene ojos para la historia de Cíclope que está contando, que curiosamente sí está enraizada en el hecho de que durante una etapa anterior estuvo poseido por Apocalipsis y se está preguntando qué quiere de la vida. Lo dicho, el cómic es bueno en lo que le importa, pero el mensaje que le dió a la editorial fue nefasto; da igual lo que hagas con los personajes con tal de que pasen cosas gordas de las que hable todo el mundo.
Y con eso volvemos a JLA/Avengers, un tebeo de la vieja escuela, retro, rancio, totalmente pasado a ojos de esa «nueva forma de hacer cómics». Pérez llena todas las páginas de millones de personajes hasta ser molesto, Busiek se preocupa más porque los personajes parezcan escritos por autores de hace veinte años que por molar. Y sí, el cómic tiene escenas memorables que todo el mundo repitió en su día, pero curiosamente cuando recordamos la escena de Batman dándole una paliza al Castigador nos olvidamos de que ni siquiera se cuenta en el propio cómic -es un comentario fugaz de un personaje, nada más- y que el valor de la misma reside en que Batman aborrece las armas y el Castigador es un adicto a la violencia que las fetichiza. Y pasa lo mismo cuando vemos a Ojo de Halcón llamar a la Liga de la Justicia «unos malos imitadores del Escuadrón Supremo» o cuando, por supuesto, Superman toma Mjolnir y el escudo del Capitán América. Todas esas escenas funcionan, sobre todo, por el trabajo de años sobre esos personajes, que le dan contenido a esas viñetas concretas y nos llevan a que cuando las leemos ahora nos demos cuenta de que a posteriori se han hecho buenos tebeos de Marvel y DC en los que sus autores han cuidado estos mismos elementos básicos de la escritura, pero no en proyectos de perfil tan alto. JLA/Avengers es, como decía Don McLean, el día en el que la música murió.
Pero si algo hay relativo en el Universo DC y Marvel es precisamente eso, la muerte.
…Lo de que el final de «mi» Marvel es New X-Men yo ya lo había pensado… pero jamás lo he admitido por miedo al linchamiento…
Y en cuanto a lo de Endgame, creo que la primera vez que el Capi alza a Mjolnir es en Thor 390… una splash page (si no recuerdo mal) que me gustó en su día… pero como es un guión de Defalco, no te lo voy a mencionar…
De ahí sacaron la idea para Visión levantando Mjolnir en Age of Ultron; es de las épocas de el Capitán a secas, con Gruenwald queriendo que todo el mundo reconociera a (y se rindieran ante) Steve Rogers sin importar el traje.
Lo del martillo es una de esas cosas que «solo un reducidísimo puñado de seres contados con los dedos de una mano sería capaz» y con el tiempo lo ha terminado levantando hasta la tía May.
Es el mismo problema de que si Magneto puede redimirse entonces Emma Frost (Lobdell) y Sabertooth (Nicieza?) también.
Ojo, que Claremont también veía redimible a Dientes de Sable si hacemos caso a sus X-Men Forever.
¿En esa serie Tormenta mata a Lobezno, no? ¿O fue un sueño que tuve? xD
La idea era que estas reglas no escritas (¿Quién es digno de Mjolnir? ¿Qué villanos son dignos de redimirse?) pueden llegar a crear algo así como un sistema de precedentes que con el tiempo van generando un valor agregado a ciertas ideas, lo que las hace más interesantes para los autores quienes por lo general las acaban sobreusando y haciendo que pierdan toda importancia que tuvieran en primer lugar. Es una especie de ciclo.
Esa misma serie, justo. El problema también está no en la idea o en su explotación sino en quién la usa y cómo, que Nicieza me gusta en New Warriors pero no es Claremont ni remotamente (y Claremont ya sabemos que también necesita apoyo activo de sus editores para ser todo o Claremont que puede ser). Puedes usar el mismo truco sin gastarlo pero si eres Lobdell o Nicieza en los mutantes noventeros lo más probable es que lo gastes -incluso lo sobreexplotes- usándolo mal.
Para mí el final de «mi» Marvel fue «Dinastía de M», y tuvo como efecto retroactivo que me hizo deshacerme de todo lo que me había comprado de mutantes posterior a los «Astonishing X-Men» de Wheddon (que a mí me funcionan como una especie de epilogo de los «New X-Men» de Morrison).
En la novelización de la serie de televisión «Sí, Ministro», creo que el último libro termina con el primer ministro dándose cuenta de que la administración le permitirá de tanto en tanto tener pequeñas victorias, pero jamás le permitirá hacer ningún cambio de envergadura en el gobierno. El «No Más Mutantes» para mí vino a ser lo mismo, el momento en que no solo se paró la música, sino que al músico le pegaron dos tiros en el pecho y uno en la cabeza mientras yacía en el suelo.
Las dos caras de la misma moneda que es el Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald: por un lado lo tremendamente retro y nostálgico mientras que por otro la obsesión con la credibilidad y la posición del superhéroe en el mundo.
En los ’90 también está bien ejemplificado por Kurt Busiek (Astro City) y Warren Ellis (The Authority). En los ’80 está en el Escuadrón Supremo de Gruenwald; no era el cómic moderno a lo Miller o Watchmen pero compartía sus preocupaciones y las llevaba a sus últimas consecuencias.
Para unos el héroe es el ícono y su continuidad. Para otros es la idea y su potencial. Para ningunos es el personaje y/o la historia; excepto para las excepciones como justamente Grant Morrison. New X-Men es la primera vez que realmente se acepta la realidad de muchos personajes; Morrison los toma como si hubiesen vivido los 20 años de historias anteriores, actuando sobre el estado en que los encuentra en el momento en que están siendo escritos (los 2000), intentando cosas distintas y no queriendo hacerlos como en sus eras doradas (la era Shooter según Brevoort y Busiek).
Para mi la música murió con la Saga del Clon; la culminación de la onda destructiva que probablemente comienza con la contratación de Tom DeFalco (xD) y va gradualmente expandiéndose por toda Marvel (a los mutantes con X-Factor e Inferno y la marcha de Claremont, en los Vengadores con Byrne y «su historia de la Visión» y luego Operación Tormenta Galáctica de Harras y si eso no es suficiente luego está el resto de los ’90 y Encrucijada, en Spiderman tienes a DeFalco y Salicrup dando rienda suelta a Todd McFarlane, las series que mantuvieron el nivel eran la excepción y Warren Ellis está ahí antes que Morrison haciendo peores cosas que New X-Men). Ahí está la carta blanca que dio lugar a Heroes Reborn, Revolutions, Marvel Knights, Heroes Return y Ultimate.
De hecho, en mi opinión extremadamente personal, lo que muchos adjudican a Busiek y Heroes Return (la devolución de la credibilidad a Marvel) yo se lo adjudico a cosas como el Daredevil de James Felder, los Heroes for Hire de Ostrander y Pasqual Ferry, Priest en Pantera Negra, los New X-Men de Morrison, la serie de X-Static y otros esfuerzos de Quesada antes que de Harras/Brevoort. Porque como no viví los ’80 ni los ’90, ya desde un primer momento no me gusta la tarea de Brevoort como editor; pone la nostalgia ante todo (en detrimento del trabajo de un Busiek que había hecho más con menos y haciendo rancio a un Pérez que para nada lo es) y ni bien abandona esa filosofía sus cómics pasan a tener problemas graves que van muchísimo más allá que la caracterización de los personajes.
Me apunto a la Saga del Clon como anuncio del apocalipsis a la par de la salida de Claremont.
Pues mira que a mí La Saga del Clon, con todas sus infinitas mierdas, me parece un tebeo que intenta ser respetuoso con Spiderman y su trayectoria vital.
A mí me hizo dejar de leer al personaje; y eso que era muchísimo más inocente y tenía mucho menos (ninguno, no tenía ningún) juicio como lector cuando lo leí.
La trayectoria vital del personaje para mí se comienza a joder en la era Shooter, viéndolo ahora, seguía ahí más por la idea de MJ y Peter Parker que por nada que estuvieran contando con ellos (cosas como Matanza Máxima). Ya no eran los personajes que habían hecho interesante la serie (y Ben Reilly se me hace más aburrido aún).
Bueno, el principio del fin.
El final, final… la puñalada trapera por la espalda… el mefistazo. Claramente y sin discusión ninguna (aunque estos snobs hablen de new x men, o bendisadas, todo eso ya despues).
Y despues de la puñalada y muerte del personaje toco el moñas de Slott a echar tierra sobre el cadaver más de una decada.
A mí me parece más principio del fin todo lo inmediatamente posterior, con ese Back to the Basics mal entendido que ya señalaba todo lo malo que iba a venir, con personajes estancados en su evolución y situaciones reiterativas. Al menos en La Saga del Clon tuvimos un conato de final feliz, con lo posterior y lo de Byrne tuvimos un intento de grandes hits que, salvo por JMS con Romita Jr. y las paridas de Slott, seguimos sufriendo.
Y sí, el Mefistazo es el fin. Es el momento en el que el Universo Marvel pierde cualquier atisbo de mínima coherencia interna.
Estoy bastante desacuerdo en cuanto a Morrison. No solo no los escribe como si hubieran vivido los 20 años anteriores, si no que salta a la vista que se habia leído lo de Claremont con Byrne, los números inmediatamente anteriores a lo suyo y poco más.
Si Morrison representa algo es la institucionalización de que si el guionista es popular se puede pasar la trayectoria de los personajes con el benéplacito de su editor.
«…En cuanto a Morrison. No solo no los escribe como si hubieran vivido los 20 años anteriores, si no que salta a la vista que se habia leído lo de Claremont con Byrne, los números inmediatamente anteriores a lo suyo y poco más.»
Mira que en su momento me gustó la etapa Morrisoniana (más o menos, que al final daba la sensación de improvisar cosas como lo de Xorn/Magneto, por mucho que el bueno de Grant tuviera planeado algo parecido)… pero estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación.
Eso sí, se le perdonaba porque… ¿no daba la impresión (que se ha mantenido con los años) de que eso era lo normal con los nuevos equipos creativos? Es decir, haberse leído lo inmediatamente anterior, lo que el nuevo guionista recordaba de niño y gracias. Con excepciones como Busiek y Gruenwald, supongo.
Incluso podía darse el caso de guionistas que realmente se leyesen (o suelen dar la impresión de haberse leído) todo lo anterior para luego reinterpretar a los personajes como le viniera en gana obviando lo anterior… como hizo Claremont con X-23 en aquel re-retorno a los X-Men con Alan Davis.
El asunto es que en una carta que mandó a los editores de Marvel con sus planes para la serie se jactaba de haberse leído todos números habidos y por haber de la serie… para parrafos después decir que quería incluir en su alineación a un personaje que estaba fallecido.
Al final admitió que solo se había leído la parte que cito.
Para mí no es culpa solo suya y de los escritores que le siguieron, sino también y sobre todo de los editores, que sí deberían conocer la trayectoria de los personajes.
Sí, lo de Moira; lo recuerdo.
El caso es que ahí surge la pregunta: eso de apenas leerse (o hacer caso de) lo anterior ¿no se hacía también antes? Que ahí está Byrne, que tiende a preocuparse solo por (que yo recuerde) la primera etapa de la serie/personaje(s) y poco más.
Lo de los editores, claro que deberían ser los que pusieran orden, pero supongo que siempre está el choque de que «si los editores dicen X o Y, están coartando la libertad del guionista». Sobre todo si el guionista es famoso o apreciado por el fandom, y a ver quién le chista (aparte que un editor que fue famoso por su férreo control por la continuidad fue Shooter… que siempre ha sido considerado como El Mal o poco menos).
Otra cosa es lo que parece que ha estado ocurriendo en DC en los últimos años (desde del Nu52 más o menos), que tengo entendido que ahí los editores han estado mareando a los guionistas cosa fina, al menos según estos (ya no recuerdo qué guionista se quejó de un cómic suyo que prácticamente torpedearon nada más empezar, con cambios que en realidad no contaban con el conocimiento de los peces gordos de la editorial).
Coloso creo recordar
Para mí son muchísimo peor y saltan muchísimo más a la vista cosas como X-Factor y X-Force. Por eso (y porque no estaba ahí cuando salió New X-Men) se me hace imposible tratar a Morrison como la institucionalización de algo que ya venía desde antes de los chicos Image. Tendría que ignorar la situación de Marvel previo a su llegada. Ya se había dado ese paso.
Pero en especial con los X-Men; Morrison está aceptando lo que durante todos los años de Harras se rehusaron a aceptar y solucionando los problemas que significaron esos años previos a su llegada. El Scott post-Layton siendo una basura y escrito acordarmente, simplificando un Lobezno al que el pedestal en que le habían puesto lo había convertido en una caricatura, el efecto de la colección de eventos a lo “Dios ama el hombre mata” de la era Harras. Y así podría seguir con cada personaje o idea de su etapa; Morrison da “la sensación de que pasan cosas”, como dice Payton Wynn más abajo, justamente gracias a qué está reaccionando a las historias que habían pasado tanto como estaba contando su propia historia.
Es la razón por la que los Vengadores de Busiek por otro lado no dan esa sensación; fuera del primer número, sus historias no están reaccionando a la década anterior, la están ignorando en su reverencia a lo “clásico” que les hace parecer rancios (el dibujo de Pérez no es lo rancio ahí; la idea de Pérez dibujando a los Vengadores se vuelve rancia cuando está atada a una etapa queriendo “volver una era dorada”; una iniciativa que suena a “Make the Avengers Great Again”).
New X-Men fue una patada en la boca, sobre todo porque se vendió como una patada en la boca, una ruptura con lo anterior. Si yo pongo a JLA/Avengers como el «fin» es porque es el último evento de Marvel y DC que iba por esas coordenadas, todos los posteriores y algunos de los anteriores ya eran de ese palo. Si yo usara la misma vara de medir que usas tú diría que los 4F de DeFalco fueron lo que se cargó «mis» tebeos… Pero no lo voy a hacer.
Porque aquí lo que se busca es encontrar el momento en el que se hizo el último gran evento preocupado por respetar el pasado de los personajes y ser consecuente en su caracterización, no la primera vez que un tebeo nos rompiera nuestra imagen de un personaje.
Y Busiek se preocupó de explicar hasta lo del Iron Man adolescente, por enrevesado que fuera. Cualquiera de sus sucesores (Johns, Austen, Bendis) habrían pasado del tema y punto.
La razón por la que yo no tomo a JLA/Avengers como lo que mencionas es porque para mí no es consecuente a su caracterización. Ignora una década de historias (horribles, sí) para que puedan tener sus personalidades “más emblemáticas”, no la que tendrían tras las historias que se han contado de ellos entre los ’80 y los 2000. Son a su manera personajes más inventados que los de Morrison; porque los de Morrison conectan como mínimo en la forma en que son contados y la época en la que viven mientras Busiek en gran medida ignora que está contando historias en los 2000.
Por eso menciono a la división de Gruenwald al comienzo del comentario.
Reitero que es una opinión muy mía; no la presento como refutación sino como, bueno, mi opinión, xD.
Pues eres la primera persona que me dice que los personajes están mal caracterizados en JLA/Avengers simplemente porque no están haciendo referencias a Encrucijada o JLA Task Force todo el santo día.
Anonadado me dejas, vaya. Porque Busiek sí se preocupó de arreglar todos los desaguisados de sus personajes (y eso que lo del universo de bolsillo de Franklin lo explicaba todo de sobra) y de la JLA… Bueno, perdóname si te prejuzgo, pero me da la sensación de que no has leído gran cosa de la JLA.
Oh, sí, es una opinión bastante rara!
Para mí la caracterización de Busiek no está mal; está desactualizada. Explica un montón de cosas pero para poder olvidar sus consecuencias y dedicarse a escribir personajes como si no hubiese pasado nada entre los ’80 y los 2000 (tanto en lo que refiere a los personajes como en lo que respecta al medio y al contexto de la época). Y eso para mí es tan continuista como los New X-Men de Morrison aceptando que las cosas que sucedieron cambiaron a los personajes, que no pueden ser los mismos de Claremont cuando pasaron cosas como Onslaught (aunque no haga referencia a Onslaught). Personalmente considero que Morrison está respondiendo a los ’90 con sus personajes, y haciéndolo de una forma que mira más allá en vez de ser nostálgica.
Hrmmm… ¿Me puedes dar ejemplos específicos?
Disculpa ¿De Busiek y/o Morrison? Daré de ambos por las dudas (de Morrison ya señalé un par):
Uno que siempre tengo en la cabeza es el alcoholismo de Ms. Marvel; con tal de tener un refrito de Demonio en la Botella se inventan una adicción que no se entiende en un personaje que lleva desde los ’80 siendo Binary, complicando su historia de vida no solo con devolverla a su identidad de Ms. Marvel y haciéndola autora (porque la etapa de Conway es la que hay que rescatar, obviamente) sino que también con el innecesario relato muy poco profundo que parece más una historia de Tony Stark que de Carol Danvers. Porque Avengers #200 no había sido suficiente se ve.
No hay ejemplo más obvio que Scott para Morrison; pero también tienes un Hank McCoy aterrado por su humanidad tras unos años ’90 que lo habían enfrentado con cosas como la Bestia oscura y el virus del Legado. Luego una Jean que tiene que vivir con un mundo que existió sin ella; que tuvo que aprender a existir sin ella (cosa que los ’90 quisieron evitar con Inferno haciendo la combinación con Maddie que es horrible justamente por eso). Un Xavier que intentó ya lo de los héroes y solo consiguió que se repitieran sagas con distintas organizaciones anti-mutantes así que decide ser su propia organización para ser aceptados por el público y toma el manto de líder excéntrico porque ya no es un profesor como cuando comenzó sino que ya dejó en coma a Magneto y todo lo de Onslaught; si eso no le cambia como persona nada lo hará. Y por eso centra su historia en Scott y sus nuevos personajes; porque esa referencia a la continuidad informa al lector sobre el salto temporal implicando el impacto psicológico y emocional que los eventos tienen en los personajes sin tener que decírtelo para todos ellos. Todos están sobreviviendo a lo que significó Harras, en vez de hacer como que no sucedió. O así lo leo yo, xD.
A mí lo que han hecho en X-Force no me sirve porque nadie con dos dedos de frente dijo en ningún momento que eso estuviera bien escrito. Era una mierda que vendía porque el estilo de dibujo de mierda de sus dibujantes era popular y el guión les importaba menos que a los diferentes gobiernos españoles el Sahara Occidental
Morrison no se había leído un número posterior a que Byrne se fuera y él mismo lo admitió a posteriori porque le pillaron con el carrito del helado.
Si su etapa da sensación de pasar cosas importantes o ser coherente es porque por mucho que la vendan como rompedora es un remake encubierto de los grandes hits de Cockrum, Claremont y Byrne, con su saga de los centinelas, sus saga de los Sh’iar, su Dias del futuro pasado y la puta madre del Fenix. Un remake que tiene los huevos de ir de que rompe con el pasado cuando en el fondo es muucho más conservador de lo que era la serie original en los 70.
Aún me descojono leyendo al tipo dando una explicación pseudotrascendente de porque ahora había muchos alumnos y los personajes abandonaban los trajes pasándose al cuero negro cuando cualquiera veía que era porque en la película salían esas cosas.
X-Force y New X-Men son exactamente lo mismo; populares más allá de la calidad de unos cómics que son vendidos como rompedores y son imitados por toda la línea. No entiendo el querer cargarle el muerto a Morrison.
Porque nadie considera X-Force una buena serie salvo los cuatro fans de Liefeld. En cambio estoy aburrido de leer a gente diciendo que New X-Men es una buena serie e incluso mejor que el Uncanny de finales de los 70/principio de los 80.
O quizás odio a los calvos.
Comprensible. Pero la carta libre la tuvieron ambos y Liefeld incluso dos veces; en los mutantes para hacer cómics horribles como X-Force y luego cuando Heroes Reborn. Morrison no significa nada nuevo en ese sentido en Marvel. De hecho la diferencia es que consigue hacer algunos cómics buenos con esa misma libertad.
Quizás quizás quizás.?
Morrison no reacciona a las historias anteriores, entre otras cosa, porque las desconoce. En todo caso, reacciona a una idea general establecida en el subconsciente común de lo que era el universo mutante durante las dos décadas anteriores. Y de eso, coge lo que le interesa para hacer sus historias.
Todos los autores toman lo que les interesa para hacer sus historias; incluso los X-Men de Claremont van cambiando según los intereses de sus colaboradores (o sus editores).
Yo no propongo que Morrison sea el parangón de la continuidad; mi opinión es que el genio ya estaba fuera de la botella y esa reacción a la década anterior que es claramente perceptible en New X-Men es tan continuista como Busiek haciendo un reseteo de personajes.
Cuando leí por primera vez «JLA/Avengers», me esperaba encontrarme una solemne tontería, y en vez de eso me encontré una interesantísima reflexión sobre la distinta manera de entender el género superheroico de cada editorial, con ese Supermán escandalizándose porque los héroes del Universo Marvel «no hacen lo suficiente» y el Capi indignándose ante el Museo de la Liga porque «esto no es admiración, es idolatría». O la manera en que reciben a Flash en el Universo Marvel («¡Un defensor de los mutantes! ¡A por él!» «¡Barry! ¿Qué te ha ocurrido?» «¡Pues que la gente de esa Tierra está FATAL!»).
Y los comentarios de Ojo de Halcón y Flecha Verde son insuperables: «Uy, mira, una copia barata del Escuadrón Supremo. Seguro que les han lavado el cerebro y todo.» «¿Y tú quien eres? ¿Flecha Púrpura?».
Con los New X-Men de Morrison, son unos cómics que ya desde el primer momento algunas cosas me hacían torcer el gesto por cómo el guionista contaba lo que tenía ganas de contar y al cuerno la caracterización previa (ese repentino desprecio hacia los «trajes de superhéroe» que ahora resulta que se habían pasado años callándose por no darle un disgusto a Xavier), pero entre que me pareció un revulsivo respecto a todo lo contado en los noventa y que lo que me contaban me parecía interesante, pues lo pasaba por alto. De hecho, todos mis cómics de la etapa de Morrison acabaron circulando entre amigos míos que eran fans de los mutantes pero que llevaban años desconectadísimos de ella, y la recomendación que les hacía era «leedlos, porque vuelve a haber la sensación de que pasan cosas» (quizás otra manera de decirlo era que, más allá de «eso de Onslaught» o «la Era de Apocalipsis», tengo que hacer grandísimos esfuerzos para acordarme de qué es lo que le ocurrió a la Patrulla-X en la década de los noventa, mientras que con «New X-Men» a día de hoy si me pongo a hacer memoria en seguida empiezo a poder «encadenar historias», y eso es algo muy propio de la etapa Claremont).
Recuerdo haber leido que la idea que tenia originalmente Busiek para el numero tres era crear universos «amalgam» donde los personajes de DC eran escritos al estilo Marvel y los personajes de Marvel eran escritos al estilo DC de la epoca de la silver age: asi, estaba el Batman era era un adolescente mordido por un murcielago radiactivo y el Capitan America, senador en Capitol City en su americamovil con Bucky y Golden Girl de ayudantes, el incontrolable Flash que se convertia en un monstruo de supervelocidad, el dr. Stark que exploraba extraños mundos a traves de su automata Iron Man, Martian Manhunter que se debatia entre ser heroe en la tierra o ayudar a su gente a invadir el planeta, los gemelos Peter y Wendy que obtiene poderes por misticos talismanes y varios otros que no recuerdo con precision.
Quizas a lo que se referia Busiek es que algo asi le hubiera gustado mas en lugar del tipico «realidad compartida» que a esas alturas ya era algo muy visto.
Con respecto a la muerte de la música, me sorprende que nadie haya mencionado el One More Day todavia, y que creo que tras lo del clon fue el acabose para muchos, que hizo que Parker traicionara su mas preciado ethos y que le persigue a dia de hoy. Vendera como quieran pero que ya no es sino la caricatura de lo que alguna vez fue, no pueden negarlo.
Mencionado !!!
A mí me gustó que a Batman le diera más trabajo Batroc el Brincador que Punisher (al que despachó entre viñetas). Eso era una crítica, creo, a los crossovers de batman/Punisher de los 90.
Yo no noté inferencia editorial… Aunque sí que Superman tuvo un «despertar» más brusco.
es en el uso de los primigenios y la estructura de la realidad. si revisas los noticieros veras que muy veladamente te dicen que todo se fue a la fruta