JM DeMatteis es uno de los mejores guionistas que surgió por aquellos años, con lo que es toda una agradable sorpresa encontrárselo por aquí. Y digo todo esto a pesar de que Marvel Team-Up en aquel momento era una serie muy secundaria, con multitud de historias de relleno que no iban a ningún lado. De vez en cuando pasaban unos Claremont y Byrne y te hacían unos numerazos, pero por lo regular la base de la serie era no hacer mucho ruido y darle cierta promoción a un personaje de tercera fila o a uno que acababa de perder la categoría por haberse quedado sin serie propia y tener cabos sueltos que atar (como Adam Warlock y tantos y tantos). No pasa eso con Halcón Nocturno, miembro ya habitual de Los Defensores.
De los Defensores ya hablaremos cuando toque, porque nos toca un número de la decadencia final de la serie inmediatamente anterior a que DeMatteis se hiciera con las riendas de la misma, pero lo que nos ocupa ahora mismo (con dibujo de Jerry Bingham) es una historia de Kyle Richmond reencontrándose con un antiguo amor de juventud al que mató una imprudencia alcoholica suya. Mindy, que así se llama la moza en deceso, aparece ahora vivita y coleando, con superpoderes y no consigue matar a Kyle solo porque Spiderman está presente y puede evitarlo. Sin embargo, a medida que avanza el cómic y nos van contando que Kyle tuvo un pasado muy envuelto en drogas -hay hasta una viñeta en la que va listando drogas como si fueran las siglas de partidos políticos en campaña- vamos descubriendo que Mindy es un robot, y que la verdadera Mindy no murió pero se quedó en silla de ruedas. Ésto, tremendamente dramático por un lado, se vuelve descacharrante cuando nos enteramos de que la chavala se pegó tal cabreo cuando Kyle la dió por muerta y salió corriendo de la escena del accidente, que decidió juntarse con IMA para conseguir tecnología robótica latveriana -la mejor del mercado, se lo digo yo- y hacerse unos cuantos duplicados robot para vengarse más de diez años después.
Y la cosa no acaba ahí, porque la buena de Mindy también llena la antigua universidad de ambos de duplicados robot con guitarras metralleta que ríete tú de Westworld, además de hacerse con una silla de ruedas -la pobre se quedó sin movilidad en las piernas- que tira rayos y controla vehículos a distancia. Una supervillana en toda regla que, en el momento en el que Spiderman se enfrenta dialécticamente a ella y le echa en cara que solo le interesaba el dinero de Kyle -¿para qué quería su dinero si ella también era una rica heredera, digo yo? ¿Otra «yonqui del dinero»?- la pobre mujer pasa de sopetón por todas las fases de duelo y acaba diciéndole a Halcón Nocturno que ella sí que le quería, y que le ayude. Vamos, que se monta un Westworld y una supervenganza de diez años y con solo hablar con Spiderman un momento se da cuenta de que había estado haciendo el idiota todos esos años y que sigue queriendo al borracho que la empotró contra un árbol. No, no es el mejor cómic de DeMatteis.
Y bueno, también tenemos una historia de complemento a cargo de Mike W Barr… Y Steve Ditko. El de verdad, el bueno, que por aquel entonces aceptaba encarguillos de Marvel porque tenía que comer y porque Jim Shooter era fan suyo. No era Ditko para entonces un dibujante «moderno» ni mucho menos, pero claro, estamos hablando del mismo público gilipollas que le decía a John Byrne que Jack Kirby era una mierda. La historia corta de Nighthawk es un relleno en toda regla, seis páginas de Kyle soportando una pared que está a punto de desmoronarse y animando a una chica que tampoco puede hacer buen uso de sus piernas para escapar de allí como sea antes de que a él se le acaben las fuerzas y el muro le caiga encima. Sí, es un número dedicado a los sistemas nerviosos perjudicados, pero hay que valorar la capacidad de Ditko -uno de los maestros de Miller, no lo olvidemos- para aguantar cinco páginas de una historia en la que básicamente solo vemos a un señor aguantando una pared y una cría tirada en el suelo llorando. Es un reflejo curioso de cierto arácnido aplastado por una máquina gigante, sí, pero es un claro ejemplo de que el que tuvo retuvo y puede hacer interesante hasta la mayor tontería.
Llegados a este punto, ya he cumplido y ya puedo decir lo que me estaba reconcomiendo desde que empecé a escribir este post, y es precisamente que por un mes, por un miserable mes, hemos tenido que hablar del Marvel Team-Up 101 y no del 100. El 100 que no solo lo escribe Chris Claremont -y John Byrne dibuja parte, dicho sea de paso- si no que viene dibujado por el mismísimo Frank Miller. Así que me vais a perdonar sí -oh cuantísimo os vais a quejar- vais a tener dos post por el precio de uno. Vamos con el Marvel Team-Up 100, con la primera aparición de Xi’an Coy Manh, nombre que si en su día ya me costó lo mío aprenderme resulta que ahora está mal escrito y el nombre correcto debería ser Xuân Cao Mạnh. Al cuerno, la moza se llama Shan aka Karma, la de los Nuevos Mutantes.
Lo interesante de este cómic, más allá de todo lo ya mencionado, es el juego que se trae Miller narrando cómo Karma posée a Spiderman, y como combina escenas de su pelea con los 4 Fantásticos y Xi’an subida en lo alto de una azotea, incapaz de ganar la pelea porque quieras que no la experiencia es un grado y los 4F no son precisamente unos novatos, aunque a ratos el Spiderman poseido les haga quedar como tales:
Las páginas dos y tres son un caso parecido de algo que ya ha estado haciendo en Daredevil, jugar con la verticalidad y la caída ralentizando el relato. Todavía no es un Frank Miller al máximo y ciertos elementos y hasta tics narrativos todavía no los ha adquirido, con lo que buena parte de las páginas del cómic, aun siendo estupendas, a ratos se sienten como ensayo y error. El tebeo se explica a si mismo perfectamente y no deja de ser un buen ejemplo de lo que tenía que ofrecer Miller en aquel momento, en tremendo contraste con la historia de Halcón Nocturno y Spiderman del número anterior; que las comparaciones son odiosas y no deberían hacerse, ¡pero vaya diferencia!
Poco más que decir por no extenderme, solo decir que si esta semana os ha alegrado toparos con Steve Ditko estáis de suerte, porque la que viene nos toca Marvel Spotlight 10 y el Capitán Universo a cargo de… Steve Ditko.
DeMatteis junta historias buenas con historias malas. Es capaz de ir del melodrama a lo ridículo. En algunos casos es lo que dijo Oscar Wilde: «hay que tener un corazón de piedra para leer eso y no reirse» (lo dijo sobre Dickens, que a veces se pasaba con el drama).
Respondiendo a las dudas de Diogenes: Mindy es una chica de familia humilde que llega a la uni gracias a improbos esfuerzos de sus padres. Al parecer ello conlleva el axioma que sólo quería al joven Nighthawk por su pasta. El padre de Nighthawk le dio mucho dinero a Mindy para que se callara tras el accidente.
Luego más tarde DeMatteis remachacaría el melodrama sacando otra vez a Mindy, esta vez con poderes mentales.
Espera, ¿quiere eso decir que el padre de Kyle no murió en un accidente, que seguramente fingió su propia muerte para no ceder del todo al chantaje de Mindy? Que cosas descubre uno…
Se deduce que papuchi palmó después del soborno. Era un hombre que lo arreglaba todo echándole billetes. Una manía que heredó su hijo cuando era Defensor.
Y su hombre de confianza: un afroamericano con tanto amor por el verde (el dólar) como para encumbrarse como capo en una organización racista como los Hijos de la Serpiente. La gentuza se arrejunta.
Gerber le sacó mucho jugo a Kyle RIchmond y su entorno, más del que parecía posible. Nighthawk es la prueba que el dinero no da la felicidad. A mí me gustaba de esa etapa el detalle que dijeran que Kyle era prácticamente analfabeto (yo creo que disléxico); en los colegios privados le iban pasando de curso simplemente porque su padre pagaba bien. AL llegar a la uni intentó tomárselo en serio, pero es que no le habían enseñado NADA. Vamos, lo mismo que a George bush Junior.
OJO AL DATO, QUE CORRIJO/INFORMO A DIOGENES Y CIA:
LSD es una droga, sí. Pero SDS no, es «Students for a Democratic Society» un grupo antiguerra de Vietnam de izquierdas. Mientras que eso de YAF, que suena a ladridos, es Young Americans for Freedom, un grupo de estudiantes de derechas. Son referencias muy de los 60.
Yo veo tres siglas y me parecen todo drogas!
JLA?
YONQUIS TODOS!
JSA para los veteranos.
Esos eran gente un poco más sería, que eran los cuarenta.
sera yankis
En la JLA había mucho vicio.?
Los hippies son malas personas tratando de hacerse los buenos.
Los punks son buenas personas tratando de hacerse los malos.
Y luego están los cabrones a secas como M’Rabo!
M’Rabo es un amor !!!
Eso según ciertas películas.
¡Vaya, que sorpresa! ¡Se confirma que la Kamala Khan de los cómics va a descubrir próximamente que es mutante! Me pregunto si dirán que nunca fue inhumana, que era inhumana pero ahora es mutante, o que ahora es inhumana y mutante simultáneamente.
https://www.marvel.com/articles/comics/ms-marvel-the-new-mutant-comic-book-series-iman-vellani
Me hace gracia porque justo en estos momentos la maquina de resurrección de Krakoa está «desactivada», con lo que no deberían resucitarla tan pronto.
Va a salir en una peli (así que toca que en las viñetas les ayuden a publicitarla), lo que pesa más que cualquier trama en curso. (Los cómic son considerados secundarios hasta por el Editor Jefe de Marvel Comics, que no deja de ser ya un simple mandado).
Eso se sabía que iba a pasar desde que anunciaron su muerte (por todas partes pronosticaron que la resucitarían en unos meses como mutante …ahora que ya no son apestados en su propia casa al pasar a ser controlados por Marvel Studios).
Un pena no haber tenido algún trabajito más de Miller con Spider-man. Lo poco que hizo con el personaje es bastante interesante.
El Anual con Doctor Extraño tiene algunas páginas que molan (con Doctor Extraño y Doctor Doom tenía que ser así, coño).
La verdad es que la historia tiene buena pinta.
Aprovecho la coyuntura para mencionar a otra mujer superdotada para la informática, que pierde la movilidad en fechas cercanas a este cómic:
Cortocircuito en Transformer.
Obcecadísima en su venganza contra los robots. Me llamó la atención lo bien llevado que está el drama y el periodo postlesión en esos comics.
Debían tener planes para ella en la Marvel. Porque el Todopoderoso en las Secrets Wars Ia hace aparecer para curarla sin venir a cuenta de nada.
En plan de… «nos queda el cabo suelto de darle un final a este personaje…pues…eh…¡El Todopoderoso!»
Y sí. Miller si sabe como usar los recursos narrativos del cómic.
En esos días el Beyonder servía para un roto y para un descosido (lo mismo participaba en una simple fogata en el Microverso que resucitaba a Kurse …o tras liarla parda este se llevaba a la mamuchi de los Powers al hospital).
No resucitaba exactamente pero algo similar (total poca diferencia , aunque la muerte todavía guardaba ciertas apariencias entonces).
Yo leía el cómic en esa época y es de agradecer que traten a Josie como una persona (justamente) cabreada, pero no una demente gritona como harían en otras partes. Era más sincera por lo menos que su jefe Blackrock, directamente un codicioso hipócrita (que iba de amiguito de los Transformers, pero lo que quería era su tecnología para desbancar la competencia).
Lo de Cortacircuitos en Secret Wars fue raro, y algunos han dicho incluso que esa era una CC de un universo alternativo.
El número de Secret Wars en el que aparece Cortacircuitos fue publicado antes de su primera aparición en Transformers. Esto lo hizo Marvel para asegurar la propiedad sobre ella, ya que de acuerdo al contrato con Hasbro, todo personaje presentado por primera vez en un comic de los robots le pertenecería a los jugueteros, a diferencia de los que apareciesen en un comic Marvel.
Esto quedó mas claro cuando años después, en la serie Transformers Regeneration One publicada por IDW (continuación de la serie ochentera Marvel) solo hay una mención sutil y una viñeta en la que se observa un personaje que podría ser o no ser Cortacircuitos, pero Blackrock sí aparece directamente.
Hombre. Pues esto no lo sabía y es muy interesante.
Entonces curaron a Cortocircuito antes de lesionarla. ¿no? ¿De ahí lo de considerarla de una realidad alternativa?
Las terribles y sibilinas batallas de derechos.
Sí, la Cortacircuitos de Secret Wars es de una realidad alternativa a la de Transformers. Pese a que sus orígenes son similares, es de suponer que el robot causante de sus lesiones en la tierra Marvel no era cybertroniano, por eso su curación por parte del Beyonder no repercute en la otra Cortacircuitos.
Curioso dato, gracias.
La serie IDW de Transformers siempre ha tenido buena pinta, pero nunca he sabido por donde empezarla.
Asumo que no te refieres a Regeneration One, la continuación de la serie Marvel, sino a las series en la continuidad principal de IDW.
En ese caso, lo óptimo sería empezar por el principio, con las miniseries escritas por Simon Furman, pudiendo prescindir de las continuaciones no guionizadas por él, como All Hail Megatron, la serie regular Transformers y otras mas, hasta llegar al punto en el que Planeta empezó su publicación, con el tomo «Renacimiento» que incluye los últimos números de la mencionada serie regular y un epílogo que deja todo listo para el inicio de las dos nuevas colecciones: Robots in disguise y More than meets the Eye.
La primera es acción y política en Cybertron, pero la segunda es la JLA/JLE de Giffen con robots, una colección altamente recomendable y llena de momentos geniales escrita por James Roberts.
Si deseas tener la experiencia completa, puedes iniciar con Furman, pero de lo contrario, More than meets the eye es lo que hay que leer, junto con la imprescindible Last Stand of the Wreckers, ambientada antes de la serie mencionada, cuyo autor también es Roberts y en mi opinión una de las mejores historias que jamás se han escrito de Transformers, en cualquier medio.
Salió un poco extenso el comentario, pero espero te sea de ayuda.
Pues es que es eso.
Josie estabá bien perfilada y la relación con Blackrock era poliédrica. Hasta quedó por miradas, como que Josie tenía un interés amoroso en su jefe.
Y Blackrock era buena persona, (sacó a Josie en brazos de la batalla, se preocupaba sinceramente por ella, se lamenta de sus errores) pero siempre también oportunista, cosa lógica si eres un empresario multimillonario. En definitiva es humano.
Durante unas grapas parecia que podía salir una historia muy interesante. Se quedó a medias.
La relación Blackrock/Josie a veces daba indicios de ser de tipo paternofilial, a veces parecia platónica. Ambos se tenían idealizados uno al otro. Ella lo admiraba como jefe y él como joven genio. Es interesante recordar que la chica estaba parapléjica en el hospital y no tenía nadie a su lado (ni padres, ni novio ni parientes), con lo que quizá era huérfana.
Se pueden decir muchas cosas de Shooter, pero subió las tarifas a los artistas (empezando por los que las tenían más bajas) y se preocupó por dar el curro que podían asumir a los veteranos de los cincuenta y sesenta (que para otros editores ya no existían). Luego volvería a dar trabajo en Valiant a Don Perlin (al que ya había favorecido mucho en Marvel y que consideraba una especie de tío…y al que más tarde visitaría a menudo en el hospital) y a Steve Ditko. De(s)Falco pondría a casi todos los veteranos en la calle, incluso a gente que llevaba tres décadas largas en Marvel (y ya no tenían mucha red de contactos fuera) como Herb Trimpe (que al volver del ‘Nam, sin experiencia previa, hizo un cursillo de dibujo y tuvo la suerte de conseguir curro pronto allí …de hecho era de los pocos que realmente pasaba tiempo en el Bullpen, pues la mayoría de lo que nos contaba Stan sobre el Bullpen en sus historias cómicas de complemento y en los Bulletins era pura ficción, por allí andaban Romita y luego también el resto de equipo de correctores, la Severin, Trimpe, los editores y sus asistentes y las secretarias…en los sesenta de hecho era un ambiente de oficina más bien femenino) y Marie Severin (dibujante, entintadora, colorista, correctora, ilustradora, caricaturista y ocasionalmente guionista …y toda una dama, que ya se había iniciado en los cómics en la EC, de donde pasó a Atlas …ella al menos sí pudo hacer algo luego con DC en los para los más veteranos crudos noventa)
Trocito de una cosa que escribí (sobre Jim Salicrup, of all people, xD):
Siempre se me hace muy raro cuando autores que trabajaron con Tom DeFalco hablan de él como si fuera buena persona; entiendo el odio a Shooter, pero no el cariño a DeFalco, xD.
Hay gente que todavía teme (tras varios cambios de guardia y de amos) que se abra la caja fuerte de De(s)Falco.
La verdad es que los editores de esa época tenían sus virtudes. Ann Nocenti mencionaba que Ditko, pese a su fama de excéntrico y derechista, solía venir por las tardes a su despacho simplemente a pasar el rato (algo curioso siendo ella de izquierdas).
Mucho texto; los spoilers son para hacerlos menos aterradores, xD.
No me gusta el Spiderman de la primera mitad de los ’80, es más regular que el de los ’70 pero tiene mucho menos personalidad, mucho menos espontaneidad y chispa, menos Peter Parker.
De hecho es con Jim Owsley que encuentro que la serie se recupera en estos aspectos; entre el regreso de MJ y la inyección de personalidad que significa mucho del trabajo de Owsley (los casi totalmente nuevos equipos creativos, las historias pesadas que promueve, sus propias historias con el personaje) Peter Parker volvió a ser interesante; poco más y estaba siendo obligado a ser figura central. Y aunque sus esfuerzos llegaron a resonar más allá de su estadía como editor, aquello no duró.
A lo mejor esto me lo podía guardar para el siguiente post; pero así fue como termine comentando mi opinión del Spiderman de los ’80 aquí en vez de en el primer post del Spiderman de Christopher Priest, xD.
Una pega de Karma, creo yo, es que está muy vinculada a un momento histórico concreto. Si no recuerdo mal. El drama de los refugiados de Vietnam del Sur tras la Caída de Saigon era cosa de los 70, y hoy día tristemente está bastante olvidado.
Sí, ese podría haber sido un problema como el origen de Iron Man o los 4F o Black Widow, etc. etc. No leí esos cómics en los ’80 precisamente así que no fue suficiente pega para mí. No es como que Marvel evitaba muchas referencias a momentos históricos concretos tampoco (se sabe cuando un cómic es de los ’80 con bastante facilidad, independiente de eso incluso).
Creo que el potencial del personaje supera ampliamente ese factor y lo que se hizo con ella; ofrecía, de forma quizás más comedida, muchas de las ideas que la serie exploraría cuando por fin cuajo (con Sienkiewicz). Para mí Karma es el potencial desperdiciado de la serie antes de que la serie encontrara su potencial; habría sido interesante una serie que la considerase tan importante como luego fueron el resto de personajes porque creo que tenía en su historia la capacidad de abarcar los conceptos fundamentales de la serie ya allí en sus comienzos.
No dejan de ser curiosos personajes como el Profesor Poder, un exministro conservador desquiciado que quiere provocar una guerra nuclear. Y como no le gusta como ha salido su hijo, «ocupa» su cuerpo mientras se dice ante el espejo que todo la hace para darle un futuro mejor…
Más que curiosos; DeMatteis no hace mal en querer ser como Steve Gerber, pero ni siquiera Gerber conseguía ser él mismo con asiduidad (hablando de ellos puramente como escritores). El Gerber de después de los ’70 me decepcionó porque esperaba un “Gerber definitivo” y seguía siendo el mismo de los ’70; me costó entender que no se podía dedicar a hacer su mejor historia siempre que escribía (no podía todo ser siempre las primeras tres temporadas de Community, xD). Con DeMatteis creo que lo importante de su trabajo, lo verdaderamente destacable viene cuando se separa de sus influencias para ser más un escritor de personajes que de comentario social, pero no porque su comentario social fuera malo (ni mucho menos sus influencias) sino porque esas son sus mejores historias; es cuando realmente se vuelve JM DeMatteis y no un David Anthony Kraft más centrado e interesante.
DeMatteis estaba metido en la contracultura, así que es normal que le llamara el estilo Gerber.
Autores como Gerber hicieron cambiar un poco los cómics Marvel para que fueran menos conservadores.
DeMatteis es un escritor de tragedias vitales llenas de angustias y dudas. Lleva el sufrimiento interior a un nuevo nivel, auqnue a veces roza lo ridículo. También se le da bien la comedia.