Eh, lo sabemos. No se nos caen los anillos por reconocerlo, el «estilo Marvel» no lo inventó Stan Lee, de hecho hasta el mismo lo reconoce. Que fue un trabajo en equipo, a lo largo de muchos años, con lo que realmente no estoy contando nada nuevo. La realidad es que el «estilo Marvel» en realidad no era algo tan rompedor y novedoso cuando apareció en los 60, porque en realidad lo que había ocurrido hasta ese momento es que lo que se había impuesto era el «estilo National». El «estilo Archie». Y se había impuesto pasando por encima del «estilo EC», el «estilo Timely» o el mismísimo «estilo Siegel & Shuster»; simplemente, el cómic estadounidense se había estandarizado.
Cuando se publica el primer número de Marvel Comics, desde luego que Martin Goodman no sabía lo que tenía entre manos, a pesar de ser el propietario de la editorial. Y tampoco se puede decir que fuera un cómic que cambió el mundo, en absoluto, porque la mayor parte de sus tiras son muy inferiores a las que están publicando en ese momento National o All Star, además de buena parte de las editoriales que surgieron por la época y de las que muy pocos se acuerdan. Marvel Comics era un relleno, material de derribo de un packager llamado Funnies Inc. que había intentado sacar adelante su propia revista y tras fracasar decidió subcontratar todo su material a otras editoriales. Dentro del primer número de aquella revista que no llegó a estrenarse, Motion Picture Funnies Weekly, la historia principal constaba de ocho páginas y hablaba sobre un híbrido entre humano y hombre submarino, un tipo a caballo de dos mundos que aun así estaba completamente cabreado contra el mundo de la superficie. La tira la había creado íntegramente un tal William Blake Everett, y el personaje se llamaba The Sub-Mariner. Era un cómic distinto para la época, la mar de interesante, pero aun así el que acabó llevándose la portada del Marvel Comics número uno fue Human Torch, que era un personaje que se antojaba más espectacular por estar envuelto en llamas y todo eso. Y debían de tener razón, porque Marvel Comics funcionó la mar de bien, pero el interesante sigue siendo Namor…
Porque allí donde la Antorcha Humana de Carl Burgos era un héroe con un origen peculiar -era un androide- pero su desarrollo fue completamente convencional al convertirse en un superhéroe de manual con su identidad secreta, haciendo cosas heroicas al servicio del orden establecido y hasta teniendo un interés romántico, Sub-Mariner era un adolescente enfadado y hasta adelantado a su época, porque el motivo principal de su odio hacia el mundo de la superficie provenía de la conciencia ecológica del personaje, de su lucha contra la idea de que el mar podía ser el vertedero -o el campo de batalla- de los respiradores de aire, de los hombres blancos en concreto. Porque ésa es otra de las claves de ese Namor primigenio, su odio al imperialismo del hombre blanco, como identifica al enemigo por su color de piel y todos los atlantes lo nombren su paladin que les vengue por la destrucción que el hombre blanco de la superficie les ha infligido.
Namor es retratado como un villano, pero no un villano maniqueista como los que se mostraban en otras series, porque Sub-Mariner tiene razón en querer vengarse, y aunque no para de atacar a gente supuestamente inocente, en parte está personificando una rabia contra la autoridad que compartían muchos de los lectores de la época. Namor sigue siendo un «enemigo», sigue siendo un incomprendido y sigue siendo muy deudor del monstruo de Frankenstein, probablemente más del de la película de James Whale que del de Mary Shelley, porque destruye y ataca todo lo que pilla pero aun así salva a una mujer de morir en llamas para luego llevársela bajo las aguas y casi ahogarla. Namor es la serie rara, el perro verde, más parecido a los superhéroes británicos que se crearán para Fleetway dos décadas más tarde que al modelo de Superman y sus contemporáneos. Y supongo que por eso no apareció en la portada de la revista hasta el cuarto número, porque aun reconociendo su popularidad, Martin Goodman no pide a Funnies más antihéroes como Namor, si no más Antorcha Humana.
Desconozco qué es lo que llevó a Everett a domar a la bestia, a que Namor se fuera calmando, pero creo que no fue idea suya. Sí es cierto que ya desde su tercera aparición tiene un encontronazo con los nazis y empieza su amistad con Betty Dean, una mujer policía -otro elemento rompedor- que trata de pararlo y lo acaba convenciendo para luchar contra los submarinos nazis que dan caza a los convoys británicos. Sin embargo y tras ser detenido y juzgado por la policia, Namor acaba enfrentándose a la Antorcha Humana y, poco a poco y en parte gracias a que la guerra se ve como inminente, empieza a colaborar cada vez más con él y Betty Dean, hasta el punto de que se convierte en un cómic integramente bélico en el que el protagonista está haciendo constantemente lo que Superman o el Capitán América dirán a posteriori que estuvieron haciendo durante la guerra. Namor está hundiendo submarinos nazis desde un primer momento y dicha actividad acaba convirtiéndose en su marca de fábrica hasta el punto de que los sucesores de Everett tras la guerra y el propio Everett ya no parecen saber que hacer exactamente con el personaje, que aunque ya posée su propia cabecera cuatrimestral, el personaje poco a poco se vuelve más mundano, más simplón y más parecido a Superman o Captain Marvel. Para muestra un botón, el último número de Sub-Mariner Comics presentaba en portada la historia «The Man Who Grew!» en la que gracias a beberse una poción creada por su archienemigo el malvado científico Doctor Dill el Hombre Submarino empieza a crecer de forma incontrolada, siguiendo a rajatabla el manual de Mort Weisinger y hasta con un mensaje de que el cómic está asesorado por una asociación de psiquiatras y pedagogos.
Y testigo de fondo de todo aquello estaba Joe Simon, que había empezado a colaborar con Funnies a finales de 1940 y, tras un breve paso por la infame Fox Features Syndicate donde había empezado a colaborar con un tal Jacob Kurtzberg, los dos fueron despedidos de la empresa por pluriemplearse en secreto y acabaron en la calle, con la suerte de que Martin Goodman se fijara en su trabajo en Fiery Mask, un clónico de la Antorcha Humana solicitado por él mismo para Funnies, y decidiera contratarlo «Nos estamos metiendo en una trampa en la que sin Funnies no tenemos empresa -le dijo Goodman- Pero si tenemos un editor, podemos crear contenido nosotros mismos si hace falta.» Y así es que como Timely empezó a crear su propio contenido a partir de su primer editor, Joe Simon, que no tardó en contratar a su ya mencionado colaborador Jack Kirby y presentar a Goodman un personaje en el que habían estado trabajando, el Capitán América. Un éxito fulminante y probablemente el mejor golpe editorial de la carrera de Goodman, que apoyó a sus trabajadores contra viento y marea a pesar de todas las amenazas de los nazis que todavía pululaban por las calles de Nueva York.
Sin embargo, y a pesar de su contrato de exclusividad con Timely, Joe y Jack siguieron pluriempleándose a la mínima oportunidad, porque no dejaban de haber pasado lo peor de la Gran Depresión y le tenían demasiado miedo al hambre. Y así es como se pusieron a trabajar para Fawcett en Captain Marvel Adventures, la primera serie del personaje fuera de su cabecera original en Whiz Comics y cuyo primer número hicieron por completo, excepto por la portada del propio creador del personaje, CC Beck. Todo se hizo en secreto, y todo iba estupendamente mientras seguían trabajando para Goodman sin ningún problema, lo que es más, Simon ya era amigo de alguno de los hermanos de Goodman y tras empezar a colaborar juntos, no era extraño que otros miembros de la familia salieran a tomar algo con el, porque Goodman era un tipo que había empleado a muchos familiares. Un día, uno de los primos de Goodman, Robbie Solomon, un tipo bocazas que había empezado a trabajar para la editorial poco después que el propio Simon y que según cuenta él mismo su trabajo consistía en «que todos los sillones tuvieran su cojín», le trajó al trabajo a un chavalín de unos dieciséis años, hijo de su hermana Celia Lieber. «Martin quiere que lo pongas a trabajar» -le dijo a Simon. Y así es como Stanley Lieber se convirtió en el becario de Joe Simon y Jack Kirby.
Los cómics de Fawcett eran bastante mejores que los de Timely. Y no solo los de Binder y C. C. Beck.
Prefiero el Namor de Everett, en Fawcett hasta Simon y Kirby estaban diluidos.
Lo que hicieron allí Simon & Kirby fue mero relleno. El trabajo que molaba era el de C.C. Beck (que sí, hubo un tiempo en que molaba, aunque a la mayoría hoy les parezca muy viejuno), Mac Raboy y otros, que estaban muy por encima de lo que se estilaba en los comic-books (al fin y al cabo, el 80 % de los que hacían comic-books los hacían por necesidad entonces, era gente que no lograba entrar en las comic-strips, que es donde querían entrar todos, incluidos Simon, Kirby y Lee, que lo intentaron, pero para jóvenes sin contactos no era fácil, salvo como «negros» mal pagados …que ni M’Rabo).
Eso es complicado teniendo en cuenta que en Fawcett la consigna era tremendamente formulaica y basada en copiar a Superman. Todas las historias estaban escritas con plantilla hasta la náusea, ¿cómo puede eso ser comparable a una trama que se construye número a número, con un personaje que va cambiando y un mundo que va ganando detalles como el de Namor? Que vale, el primer año de Beck es mucho mejor que lo posterior que estaba hecho con una churrera, pero aunque diéramos por sentado que él fuera mejor dibujante que Everett o Kirby… Que no, que no lo veo, Captain Marvel era un tebeo para críos no muy exigentes y fue uno de los principales contribuyentes a atontar el género de superhéroes.
Es que los cómics de superhéroes en los cuarenta estaban hechos para críos, incluso Batman (pese a ese espejismo inicial en los últimos treinta con Batman, el Vengador Carmesí original y el Sandman original, tan deudores de los vigilantes pulp…o el Superman inicial de Siegel & Shuster, todavía no parte del stablishment, rebelde incluso frente a los abusos del poder: caseros abusivos, banqueros e industriales corruptos, incluso políticos…o maridos maltratadores).
… Así y todo, los del Zhazam escritos por Otto Binder no eran para el crío más ñoño (pese a que hoy tengamos la imagen del Gran Queso Rojo como personaje inocentón y ñoño). Acuérdate además de la primera aparición de Black Adam (y única en los cuarenta …no?) al que engañan (tontamente, vale, seguía siendo un cómic para críos …e historias de muy pocas páginas en las que complejidades las justas, que no había espacio) para que pierda la forma «Marvel» y al volver a ser humano se les muera de viejo en segundos. O ese origen traumático del Capitán Marvel Jr: en el que el Capitán Nazi deja tullido al pobre Freddie Freeman a golpe de remo (eso tras cargarse ante sus ojos a su querido abuelo …una plácida sesión de pesca que se torció mucho …como para no plantearse el veganismo! …Curiosidad inútil: Adolf era animalista, vegetariano y abstemio …eso sí, le daba fuerte a los opiáceos y psicotrópicos).
No, los primeros primerísimos que andaban a caballo entre el pulp y la tira de prensa no tenían tan claro que eran «para niños». Había bastantes más adultos leyendo Superman en los años 30 que en los 40, por eso vemos un rollo más agresivo en los primeros cómics de superhéroes que luego desaparece por completo, cuando empieza a crearse la «conciencia» de que hay que defender a la infancia y puñetas.
Y que narices, los cómics humorísticos de animalitos hasta la llegada de Mad eran cómics que leía todo el mundo, anda que no hay fotos de actores de la edad dorada de Hollywood leyéndolos. Que Weisinger y compañía vieran el grueso de los ingresos en la infancia y se volcaran en ella no quiere decir que ya en aquel momento no hubiera caminos que la mayoría de editores no quisieron tomar y así les fue.
También los de Quality, que hacía el estudio de Iger & Eisner. Con gente como Lou Fine, que ya en aquellos inicios empezaba a destacar.
O genios como el malogrado Jack Cole.
Timely, si nos salíamos de unas pocas cosas sueltas como las de Bill Everett, Simon & Kirby, Syd Shores o Basil Wolverton era una editorial muy de tercera (que empezaría a hacer mejores cómics con los denostados cómics románticos). Bastante más interesante y variada sería en los cincuenta, durante la llama Era Atlas (ya en crisis constante, en cambio)
Como que casi todo era Funnies fabricando cómics como si fueran morcillas!
Que, por cierto, pronto empezaría Timely con el material licenciado, con los Terrytoons, la felina Ms Fury de las comic-strips de la estupeda Tarpe Mills y alguna licencia proveniente de la radio.
Pues sin saber mucho ni del uno ni del otro pensaba que Namor (como Ka-Zar) se basaba más en Tarzan que otra cosa; el “white savior” con su cultura salvaje/foránea chocando con la sociedad occidental de la que proviene. Pero si que con una personalidad que envidiarían la gran mayoría de personajes de su época aunque diría que es un punto de partida más que un precedente a lo que sería la Marvel de los ’60, porque incluso el mismo Namor que recuperan en los 4F tiene un agregado de tragedia y actitud con su Inperius Rex que va más allá de la bestia incomprendida. Hay un cuidado a la construccion de los personajes en la Marvel de los ’60 que no se reconoce tanto como se debería, a lo mejor no sería representada de la forma más sutil, pero había una profundidad notoria en la combinación de elementos que se puede encontrar hasta en los tan denostados X-Men de Lee y Kirby.
Nada más lejos de la realidad, afortunadamente; Yo ya digo que cuidado con el Namor de Everett, tiene una fuerza primigenia y una personalidad que pocos personajes de la época tienen. Y desde luego, hacía falta ser garrulo para pensar que Namor era la misma mierda que el Angel o la Antorcha Humana.
Namor en esa época tenía algo de noble salvaje, de príncipe de la selva que se rebota contra el imperialismo. Ojo que los americanos no se consideran imperialistas a sí mismos, porque cuando invaden a alguien siempre es para
civilizarloayudarlo humanitariamente. Y no es lo mismo, claro.Aunque luego te quedes con su petróleo igual.Es curioso que historiadores como Busiek o Waid han considerado que el primer Ángel (el justiciero del bigotillo a lo Clark Gable) fue el héroe iniciador de la marvel, aunque está más olvidado que el TBO. La Antorcha Humana original fue también un pionero bastante olvidado.
En la interesante Marvels te apunta que tanto Namor como la Antorcha estaban mal vistos por ser más freaks que héroes, y no es hasta que llega el Capitán América (y la maquinaria propagandística bélica) que pasan de freaks a superhéroes.
Bueno, Brubaker se acordó de él (no fue el único, pero es probablemente su gran momento moderno, fuera de alguna cosa fuera de continuidad como alguna miniserie Marvel Noir) para El Proyecto Marvels (por Proyecto Marcela me lo cambiaba el corrector).
Antes Gruenwald había sacado un Angel octogenario y resentido que financiaba el Azote del Bajo Mundo, el asesino de villanos cutres.
Lo sé. Y hay más apariciones modernas (principalmente historias cortas ambientadas en los cuarenta o treinta), pero realmente destacado no mucho. Para mí su momento de gloria es ese con Brubaker.
Se volvió fachísimo el hijoputa, como jode que te ninguneen!
Igual ya lo era antes… Que anda que no eran brutos los justicieros de los años 30, hasta Batman rompía cuellos a patadazos.
No olvides, Diogey, querido, aquellas sórdidas portadas Fawcett de spanking nazi.
Diogey?!!!?
QUE COJONES ES UN DIOGEY????
No lo sé. Puta locura. No ha sido cosa mía, sino del corrector. Se supone que solo hace estos cambios aleatorios por vocabulario que uso frecuentemente (pero desde luego no es el caso).
Yaya, tú sabes lo que es un diogey, PERO NO TE ATREVES A DECIRLO!
Suena a bicho de la serie limitada de Rondador Nocturno que hizo Dave Cockrum. En nada estaremos viendo a Diogenes gritando «¡Yo no soy un Diogey!».
No, si alguno ya estará registrándolo como criptomoneda o algo peor!
Deberías registrarlo (con lo accidental que fue te lo cedo, coño).
Pera que busque una licencia creative commons apropiada…
Lo de Diogey me ha dado tanto asco y grima que creo que es la primera vez que me dan ganas de cerrar Brainstomping ahora mismo.
Antes o después nos pasa a todos (y ya a cierta edad…)
El Capitán Marvel Jr de Mac Raboy da una patada en su gordo culo al orgulloso Goering …y sienta sobre sus rodillas a Goebbels para propinarle una buena azotaina (y sí, eran cómics para niños …pero que no se diga que en Fawcett no se implicaban en el esfuerzo de guerra). Las portadas con nazis eran a veces un mundo aparte (y casi un subgénero propio en los cuarenta).
Ojo, a Raboy se le valora mucho en esta casa y a mi juicio le da mil vueltas a todo lo demás de la Marvel Family, sobre todo porque estaba haciendo ese material mientras la estrella era ñoñoman. Tengo pendiente de cuando hice la serie sobre Shazam el volver sobre sus cómics de Jr, pero entre tanta serie que tengo en marcha -tanto las que estoy publicando como las que tengo en la carpeta- eso se va para 2023… O 2024!
Y no seré yo el que se meta con Mac Raboy y su Capitán Marvel Jr (el súperhéroe favorito de Elvis «la pelvis») …y su espadachín Voodoo (o su Flash Gordon dominical … aunque siguiese haciéndolo en los cincuenta como si todavía estuviese a finales de los treinta …el dibujo muy chulo, pero las tramas ya olían a naftalina, vale que eso era cosa principalmente de Don Moore, que llevaba en Flash Gordon y en Jungle Jim desde el principio.
Y ahi se ve que no todos los que leían superhéroes en los 40 eran críos, porque Elvis seguía leyéndolos bien mayorcitos… O por lo menos hasta que DC se cargó al Capitán Marvel!
También era uno de los entrenamientos favoritos de la soldadesca durante el conflicto (aunque en parte porque no necesitaba de demasiada concentración y eran además historias cortas). También ya antes, en las primeras décadas de las comic-strips (consideradas luego más intelectuales y adultas, aunque había allí ya casi de todo …no tanto como en estos tiempos en el manga, pero casi casi) estas fueron muy bien recibidas no solo entre parte de la intelectualidad que le vio pronto las posibilidades (otros, claro, como siempre, las miraron despectivamente, como a únicamente «dibujos divertidos «) sino también entre los inmigrantes que estaban todavía aprendiendo el idioma y los apenas escolarizados, pues en el peor de los casos podían seguir el dibujo (en los no tan extremos pillar la mayoría del vocabulario …vale, salvo quizá en cosas muy en su mundo como Krazy Kat).
Qué desaprovechado ha estado Namor históricamente
El problema es que a la gente si la sacas de que esté en guerra con el mundo de la superficie ya no sabe que hacer con el, por eso sonaban tan raras etapas como la de John Byrne, y hasta él se quedó sin ideas después de los dos primeros años.
Sí, su etapa prometía …y luego se fue a lo típico (que se seguía porque era Byrne, pero era más de lo mismo), arrinconando hasta de lo de Oracle y sus secundarios.
…Tras los setenta se volvió a usar la productora cinematográfica de Namor? …Lo de Namor como tiburón de los negocios tiene más historia de lo que se suele recordar … Él hacía pruebas privadas en Hollywood antes que el presunto (no es que para mí no lo sea, es que no quiero que me demanden) depravado de Weinstein!
Por qué Everett estaba tan cabreado con el hombre blanco? Lo digo porque esa idea algo bastante raro en aquella época, sobre todo en EEUU y en Alemania.
No sé hasta que punto era Everett hablando por boca de Namor, pero la idea de la descolonización ya existía a finales del XIX, cuando algunos movimientos obreros empezaron a hablar del imperialismo como un problema para todos los trabajadores del mundo. Y en EEUU era una idea muy arraigada porque claro, ellos eran «libertadores» de colonos, con lo que el trasvase entre emancipadores y pasar a denunciar los excesos sobre poblaciones de color no blanco en paises lejanos fue rápido. Por supuesto, ésto solo ocurría en las viejas colonias, porque en el sur de EEUU seguían como siguieron durante décadas y así está la cosa.
Me dices algo que todo el mundo sabe. Una cosa es denunciar el imperialismo y otra cosa es apellidarlo blanco en un país racista y supremacista donde se era antisemita públicamente, muchos hablaban del peligro amarillo y casi todo el mundo era racista. Everett era, además de WASP, de buena familia y no fue ni un intelectual ni un progre. Por eso me parece misterioso que se descolgase con algo así, aunque, si pronto se moderó, entonce seguramente el asunto no fue por convicción sino para escandalizar. Lo que tiene gracia es que no tuviese problemas por firmar esos diálogos entonces cuando ahora le montarían un WLM.
Perdón, por tu pregunta pensé que no lo sabías. Tienes que tener en cuenta que los EEUU de Roosevelt eran muchísimo más plurales que los de la era Truman y posteriores, y Everett aunque no fuera un intelectual algo bastante si que había leído, que sus referentes no son precisamente la gaceta de beisbol de matalascañas.
Pues con esos ojos rasgados los atlantes de Everett tenían pinta de medio esquimales (lo que pegaba con su aislacionismo y su conexión con la naturaleza …aunque su cultura y construcción eran claramente influencia helénica…y ya mucho más claramente tras su reintroducción en la Era Marvel).
Pues eso, que en las imágenes de este post no se ve a un blanco quejándose del imperialismo blanco sino a alguien azul quejándose del imperio blanco. Y Namor, aunque blanco, es mestizo, lo peor para un racista. Lo de los ojos y tal yo creo que es para expresar maldad porque en los cómics de la época los malos tenían ojos, cejas y/u orejas raras. En fin, parece que Everett era un rebelde sin causa y al estar empezando quería llamar la atención.
Ya, bueno, esa es la película que te has montado sin leer los cómics. Para no variar.
Qué película? Vuestra poca paciencia con quien no opina como vosotros es enfermiza. Cuál es el problema? Si el problema es que no queréis que se haga estos comentarios pues decid(me)lo. Si Everett no se distinguió por ser un adelantado a su época, si en 0 coma domesticó a su personaje, entonces es una hipótesis o teoría razonable que todo fue para asegurarse un trabajito. Sólo he leído la 1ª historieta pero tú has dicho que el tema duró poco. No me puedo fiar de ti? Cuál es la película exactamente? Yo la que veo es la que te estás montando tú. Porque en este tema estás especulando tanto como cualquiera ya que en nuestro debatillo no has dicho nada sustancial. Para concretar, exactamente qué problemas tienes en este asunto?
Duró poco… Relativamente, me explico; se nota presión editorial para que el personaje sea «normal», pero Namor sigue encabronado y redirige su rabia contra los nazis. Y eso no quiere decir que lo hiciera simplemente para provocar, porque en aquel momento era provocador hasta pegarle un puñetazo a Hitler. Everett planta a Namor criticando que los «Hombres Blancos de la Superficie» hagan lo que les venga en gana y se llama «El Hijo Vengador» precisamente por eso, porque viene de una cultura clásica de armonía con la naturaleza que trata de vengarse de la civilización contemporánea.
Es más o menos como si Wonder Woman diera a la humanidad por un caso perdido y la emprendiera a hostias con todo el mundo hasta que Steve Trevor la convence de redirigir su ira solo contra los nazis.
Everett venía de buena familia (de las de dinero de antes, igual tiene algo que ver, tuvo que ver mucho trapo sucio) pero se dió a los cómics y a la botella (el mundillo artístico …ya se sabe!) y se echó a perder cosa mala (en la época de Daredevil ya estaba a dos copas del delirium tremens).
La gente de los años 40 bebía una cantidad de alcohol que incluso hoy día sorprende y horroriza.
Quizá más que anti imperialista se quería denunciar la invasión nazi de Austria, o la italiana de Etiopia, por ejemplo.
En su día eso se veía como un imperialismo más, de hecho la excusa de los fascistas de Mussolini era que ellos también tenían derecho a tener su imperio colonial.
No creas, hubo bastante protestas en la época sobre esto. Incluso en Tintin se denuncia la invasión japonesa de Manchuria como imperalismo cruel. Algo estaba cambiando en los años 30.
Sí, ése es un buen apunte. No era tan raro que Everett estuviera concienciado al respecto.
¿Para cuándo un artículo sobre el Namor de Byrne? Hizo mucho por el personaje, tanto en los 4F como en Alpha Flight y posteriormente en su serie regular. Yo ya disfrutaba del personaje en los Defensores (ay, aquel traje azul y amarillo) y cualquier revisión posterior de su relación con Hulk o Strange da gusto verla (Les llamaban Los Defensores, bwa ha ha ha). Sé que luego le han pasado cosas como lo del Fenix, pero me interesa menos… ¿Os pasa lo mismo?
Muchos lo compramos en su día, pero fue el primer «fracaso» de Byrne y el momento en que se dio cuenta de que ya no era la superestrella, que su tiempo había pasado. Y tengo la sensación de que eso lo frustró mucho, porque fue llenando la serie de estrellas invitadas hasta que perdió el interés y acabó dejándola.
O sea que Stan Lee llego a donde llego gracias al nepotismo. O al menos fue lo que le dio su oportunidad.
Como buena parte de la gente. Eso sí, los 20 años hasta que volvió Kirby se los chupó de forma muy rica.