Allá cuando Disney anunció un porrón de series de TV de Star Wars para su plataforma digital, una de las más misteriosas era The Acolyte, a cargo de Leslye Headland, una de las creadoras de Russian Doll. Situada cien años antes de la Amenaza Fantasma, The Acolyte transcurriría durante la era de la Alta República, una época que iba a ser desarrollada mediante uno de esos eventos «transmedia» sin que hubiera una película de por medio. La intención de Lucasfilm era calentar motores con esta nueva era allá por mediados de 2020, pero la aparición de cierta pandemia retrasó sus planes y Light of the Jedi, una novela de Charles Soulé que iba a dar el pistoletazo de salida a toda la nueva subfranquicia se quedó congelada hasta hace más bien poco.
Lo que La Luz de los Jedi nos viene a contar es que la República anda en plena expansión colonizadora en el borde exterior y como el accidente de un transporte de colonos acaba provocando un desastre -que curiosamente se llamará El Gran Desastre, no se han calentado mucho la cabeza con ello- con estrellas a punto de reventar, vikingos espaciales liándose a tortas con todo lo que pillan y jedis en general enfrentándose a problemas en una época en la que no estaban acostumbrados a tener muchos problemas; y es que los jedis de esa época, a pesar de tener sables láser y de ser auténticas máquinas de picar carne, no solo están orientados al combate y muchos de ellos se dedican a otras cosas como curar a la gente y demás cosas más útiles.
Por otro lado, tenemos el cómic de High Republic que está publicando Marvel a cargo de Cavan Scott y Ario Anindito, en el que nos vienen a contar en una historia situada tras la Luz de los Jedi como la recién nombrada Jedi Keeve Trennis se tiene que enfrentar a los Hutt (que gobiernan buena parte de los mundos exteriores y no quieren que se meta por allí la República) y también a una raza alienígena de plantas carnívoras que parece un cruce entre la planta carnívora de la Pequeña Tienda de los Horrores y la Invasión de los Ladrones de Cuerpos. Poco más que contar sobre un cómic correcto, pero cuya historia no es novedosa en absoluto y en ningún momento parece que soplo de aire fresco que se prometía con la nueva era de Star Wars.
Y es que el problema principal de The High Republic está precisamente en un planteamiento erróneo, por decreto. Por lo visto todo esto empezó con una serie de reuniones del Lucasfilm Story Group para perfilar la nueva época y no en base a una historia concreta, con lo que se creó antes «el mundo» que la historia que se iba a contar. Lamentablemente, lo que nos presentan no es en absoluto nuevo y la única originalidad de todo esto estriba en que no hay Siths por ningún lado y los Jedi se tienen que enfrentar a piratas, piratas alienígenas y alienígenas plantiformes. Nada de lo que se cuenta en estos cómics podría no haberse contado en la era de la Vieja República o en la de las precuelas, no hay una diferencia fundamental más allá de que Yoda todavía es jovencito (aunque no mucho, solo tiene 100 años menos) y que los jedis se muestran más humildes y menos cortos de miras. Light of the Jedi es una novela más bien sosa y se hace difícil de leer, mientras que los cómics son tremendamente aburridos (que por cierto, aviso de que también hay otra serie de IDW y alguna novela para la chavalería que no he leído) con lo que High Republic da la sensación de que es completamente innecesaria, de que solo está para darle un trasfondo a The Acolyte cuando la serie llegue el año que viene o vete tú a saber cuando.
Y, la verdad, visto lo poco que cambia la galaxia entre High Republic y The Phantom Menace, te da la sensación de que es total y absolutamente irrelevante, y éso es precisamente lo que parece estar pasando entre el público en general que en la mayor parte de los casos ni se ha enterado de la existencia de esta «experiencia transmedia». Vete a saber, lo mismo la idea de Lucasfilm no es que nos enteremos de que estos libros y cómic existen hasta que salga The Acolyte y así tengan ya un porrón de novelas, cómics y merchandising variado en las tiendas con las que saciar nuestra sed de la Alta República de las narices que, visto lo visto, ahora mismo es inexistente.
Primera noticia.
Lucasfilm es una compañía independiente que se hace poca publicidad y claro, éso es lo que tiene.
Vamos, un cómic intranscendente que no aporta nada, aunque sea entretenido…
Lo triste es que no tendría que haber pasado eso. Aunque no puedas contar «la historia principal» e ir a la chicha del proyecto -que parece que eso se lo dejan a la serie, porque las novelas de momento tampoco van muy allá- puedes crear otros personajes, moverlos y demás. Pero claro, tanto la novela como el cómic parecen estar hechos exclusivamente para presentarte ciertas localizaciones y ciertos personajes, dejarte claro de que van y… Poco más. Y así se quedan en nada.
Bueno, aveces cuando la historia principal es un pufo, es en las historias laterales donde se prueba el talento de un escritor, cogiendo tramas que deberían ser marginales y dandole una orientación y un tono que las hacen destacar. Por desgracia parece que esto no pasa aquí.
Personalmente, opino que se ha abusado demasiado del sable láser y de los Jedi, por la presente década y la siguiente.
Muy de acuerdo, uno de los mayores problemas a la hora de «recrear» Star Wars es que siempre gira todo alrededor de los nenes con palitos de colores.
Que recuperen Agente del Imperio!
A mí hay una cosa que me molestó bastante en el primer número del cómic, que fue que en medio de una prueba a una padawan para «graduarse como jedi», ocurre una catástrofe planetaria y la padawan tiene que desentenderse de la prueba para salvar a un montón de gente, y una vez solucionado el problema, la padawan considera que debe pedirle disculpas a su maestro, en plan «siento haber fastidiado la prueba para salvar a toda esa gente».
A mí esta actitud me da la sensación de que los jedis en general y la padawan en particular son moralmente imbéciles, porque las prioridades deberían estar clarísimas: primero evitar que muera gente y a la prueba que le den. Y luego, ya para acabar de demostrar que los jedis son imbéciles del todo, se da a entender que el mentor de la padawan sabía que la catástrofe iba a producirse y cómo evitarla, pero no dijo nada para que formara parte de la prueba de la padawan. Yo me quedé pensando: «¿Los guionistas no se detienen un momento a considerar las implicaciones de lo que están escribiendo?».
Dejando a un lado esta patinada sideral, a mí los avances que fueron dando de este nuevo periodo de tiempo me resultaban interesantes, a pesar de que los piratas espaciales me parecían una copia descarada de los Reavers de «Firefly». Por desgracia, una vez vistos los cómics, se queda todo en una historia bastante anodina.
Agradezco, eso sí, ciertos detalles que dan del trasfondo, como que el uso del bacta sea algo completamente novedoso, o que el Borde Exterior sea una región prácticamente desconocida, que eviten el síndrome de «estasis universal» al que tienden las space opera según el cual pasan 10.000 años en la historia de un imperio galáctico y parece que no se produce ningún cambio ni social ni tecnológico; me gustan mucho los videojuegos de los «Caballeros de la Antigua República», pero siempre me han dado la sensación de que deberían transcurrir 500 años antes de las películas en vez de 5.000, y que la frase de «durante mil generaciones, los caballeros jedi fueron los guardianes de la paz y la justicia» que decía Obi Wan-Kenobi en «Una Nueva Esperanza» debería haberse tomado como una licencia poética o que la orden jedi tenía unos 30.000 años de antigüedad, y no como que la República tenía 30.000 años. De hecho, en las precuelas se daba a entender que la República tenía unos 1.000 años como mucho, con lo que, para cuadrarlo con lo que se había contado de la Antigua República en el Universo Expandido, se tuvieron que sacar de la manga «la Reforma Ruusan».
Voy a hacer de abogado del diablo y decir que tal vez su maestro supiera que la catástrofe iba a ocurrir o que se quedara cruzado de brazos tanto como que cuando empezó el follón el se puso a echar un cable por su cuenta dejando que ella tomara la decisión de ayudar ella también o no. Claro que eso no explicaría que se callara durante todo el viaje de vuelta dejando que a la chica le comieran los demonios, por supuesto.
En cualquier caso a mi lo que me preocupa de este arranque es que lo poco que se diferencia a las precuelas y a la vieja república, sigue habiendo mucha más diferencia entre La Venganza de los Sith y La Amenaza Fantasma, no digamos ya con la trilogía original.
Pero más que patinada, es un cliché, ¿no? Es decir, es muy típico, o al menos ya lo he visto en otras obras, que un pupilo que tenga que realizar una prueba o algo similar, tenga que abandonarla para hacer algo más importante (generalmente un salvamento) a última hora, para que luego el maestro le venga triunfalmente con un «en realidad esa era la verdadera prueba, y la has aprobado porque has demostrado como eres realmente».
El maestro siempre puede excusarse en que estaba todo calculado y, si no, pues es que «los caminos del Señor/los dioses/de la Fuerza son inescrutables». Es lo que tiene ser una orden religiosa, que puede apelar a esa omnisapiencia de una entidad superior o al equilibrio cósmico.
Es un cliché que en principio me parece muy válido, pero que aquí me parece que patinan al usarlo, porque para probar a un padawan se pone en peligro deliberadamente como mínimo una ciudad (por no decir al planeta entero si no hubieran logrado poner freno a lo que ocurre).
Es decir, se ve morir como mínimo a una persona (es un alienígena, pero supongo que los alienígenas son personas) debido a la catástrofe que ocurre, por lo que si el mentor jedi sabía que esa catástrofe iba a ocurrir, esa muerte se ha producido por su negligencia.
Se puede buscar la interpretación caritativa de que el mentor sabía que «iba a ocurrir algo» pero no tenía claro el qué, y que aparte de servir como prueba de su discípula, también iba a servir para que hubiera un grupo de jedis en ese sitio dispuestos a intervenir ante cualquier emergencia que se presentara, pero eso ya es cosa del lector poniéndole parches al asunto, no de la astucia del guionista.
Yo no llegaría a decir que el cómic es directamente malo pero sí que, como a la novela, es tremendamente insulso por lo poquísimo original que aporta. Lo dicho, espero que todo sea el prólogo de lo que está por venir, porque si ésta es toda la cera que va a arder, High Republic no funcionará. Y no funcionará precisamente como lo que supuestamente iba a ser en un principio, un «sandbox» con reglas menos rígidas que las de otros periodos para que los autores de libros y cómics se explayaran.
Tengo un amigo que procura leerse todo lo que sale de Star Wars, y ahora mismo está traumado con que en no sé qué novela o cómic de la Alta República aparece un alienígena llamado «Geoda» que es, en esencia, un pedrusco inmóvil, hay una nave que se llama «Nave», y un contrabandista con la cara de Matthew McConaughey. De tanto en tanto vuelve a hablarme de ellos y siempre acaba diciendo: «Con todo lo que se podrían imaginar, ¿es que no se les ocurre nada más?».
Pues agárrate que lo siguiente es contar la feria agrícola galáctica y como tratan de sabotearla, que supongo que la cosa irá de seguir con la invasión de los ladrones de cuerpos esa y… Buf, que perezote.
Pues eso resulta un problema, pues todos los proyectos de comic y peliculas actuales parecen construirse sobre lo que va a venir y si lo que te presentan no es tan bueno te salen con eso de que te presentaron es solo el prologo de lo que esta por venir.
¡Pero si lo que ocurre respecto a the High republic está muy entretenido! Esa guerra secreta, esos bandos opuestos, esas supuestas conspiraciones, esos movimientos de tropas virtuales, esas artimañas estrategicas donde no sabes al final quien es el bueno o el malo…
¡La guerra Favreau vs Kennedy esta la ostia! ¡La mar de entretenida!
Ah, no, espera, estabas hablando del contenido de The High Republic. Una lectura entretenida para alguien que nunca haya leido nada de Star Wars o de ciencia ficcion, pero nada sobresaliente. Lei el primer capitulo y… bueno, lo deje ahi. Quitales los sables y perfectamente podria adaptarse a una historia de Star Trek.
Pero lo que ocurre tras bambalinas en Lucasfilms en estos momentos daria para su propia saga cinematografica. O al menos, para un documental de Netflix.
Y yo que creo que todo es más fanfiction que otra cosa, que hasta Iger llegó a hacer alguna declaración en plan «bueno, igual forzamos un poco la máquina de Lucasfilm los primeros años» cuando los obligaron a sacar 5 peliculas para recuperar los cinco mil millones invertidos en menos de 5 años…
Igual si es fanfiction, es mucho mas entretenido que lo que publican.
Lo curioso del fanfiction es que algunas veces es más original que lo «oficial» simplemente porque no tiene todas las ataduras corporativas de este último. Y digo «algunas» porque ya sabemos que en la mayor parte de las ocasiones pues, en fin, la «originalidad» es contar un episodio de Star Trek con Star Wars o una peli de Star Wars con Batman.
¿Dices que crear el mundo antes que la historia es siempre un error, o solo en casos específicos como aquí?
Depende. A ver si me explico, en este caso no se han quedado calvos con el worldbuilding -prácticamente es el de las precuelas- pero lo más lógico es pensar en que vas a contar y luego cómo lo vas a contarlo. A medida que vas mirando el cómo, vas creando las circunstancias en las que se mueve la historia y poco a poco vas construyendo el mundo a su alrededor; en este caso, se nota muchísimo que el planteamiento han sido las precuelas y la premisa es «que hacen los Jedi cuando no se pegan con los Sith y cómo acaban convertidos en los Jedi de las precuelas». Ahí tienes lo que quieres contar, pero de ahí parece que han pasado a construir el mundo y los posibles rivales sin pensar en el cómo contarlo.
Claro, yo creo que lo que pasa es que saben que historia quieren contar y cómo contarla, pero se la están reservando para más adelante y mientras tanto nos van contando «historias introductorias» que son la mar de insulsas.