Supongo que alguien tiene que hablar de cómics esta semana, porque como aquí M’Rabo está tan pesado con una adaptación televisiva y se ha olvidado de como leer, pues como que me toca siempre llegar el viernes y arreglar el desaguisado. Como compensación a vosotros, nuestros bienamados lectores, he decidido haceros el inmenso regalo de… Hablar de las Biblias de Tijuana. Sí, soy una mala persona.
Las Biblias de Tijuana eran, básicamente, fanzines de los años 20. Lo que los japoneses llaman dojinshis hentai, parodias de otros cómics tremendamente guarronas, solo que en este caso eran tamaño pulga (ocho páginas de unos diez centímetros de ancho por 6 y pico) y cada página era una viñeta, porque no solían dar para más. Dada su naturaleza completamente»alegal» poca cosa se ha conservado de ellas, a pesar de que estuvieron en producción durante cuarenta años y en la década de los 20 tuvieron un éxito tremendo, sobre todo porque una vez más el cómic y las mafias de la ley seca fueron de la mano y algunas de las «editoriales» de estos minicómics eran nada más y nada menos algunos gangsters que encargaban estos proyectos a dibujantes necesitados como Will Eisner -que por cierto, rechazó la oferta- para venderlos en sus speakeasys por unos 25 centavos; y sí, éso era un precio tremendamente caro, porque Action Comics 1 salió a la venta por 10 centavos y tenía bastantes más viñetas. Pero como no tenía gente fornicando ni el morbo de la clandestinidad…
Lo cierto es que tampoco era tan raro el éxito de estos productos en una época tan puritana como los años veinte, porque quieras que no eran la única forma de acceder a ciertos contenidos, a pesar de que su calidad fuera en muchos casos más que nefasta. Y es que a pesar de que muy pocos de estos autores «enmascarados» crearon sus propios personajes con sus historias de continuará -en las que todos follaban, sí- no podemos dejar de darnos cuenta de que aquellos cómics son la semilla del cómic underground americano que surgiría años más tarde; no hay más que ver a un Robert Crumb que parece muy deudor de aquellos cómics, a pesar de que obviamente Crumb se inspiró más en uno de los parodiados por estas biblias, George Herriman.
Así, la mayoría de estos cómics mostraban historias paródicas de otros personajes de cómic, famosos del cine y la radio como Mae West -la más parodiada- y en general explotaban el morbo de verlos zumbando, porque las ocho páginas no daban para mucho más y la gente iba a lo que iba. Por supuesto, hubo algunas excepciones que sobrepasaron las ocho páginas, pero tampoco puedo hablaros mucho de ellas porque no he podido leer ninguna; en cambio, si he podido echarle un vistazo a alguna de las biblias que, a diferencia de los cómics de la época, glorificaba a los gangsters y mostraba a Capone o Dillinger casi como héroes románticos que se zumbaban todo lo que pillaban por en medio mientras escapaban de la policía.
Y por supuesto, también había parodias de superhéroes como Superboy o Plastic Man, dibujadas de aquella manera y mostrando a los personajes haciendo su trabajo de forma poco altruista (Superboy pide una felación a una chica que acaba de salvar) o con Plastic Man directamente atacando sexualmente a una chica porque se supone que es gracioso eso de que se transforme en butaca y alguna incauta se siente sobre él. En realidad y tal y como dice Art Spiegelman, en aquellos tiempos oscuros estos cómics no dejaban de ser el primer contacto de muchos adolescentes y adultos con su propia sexualidad, su clase de educación sexual por lamentable que fuera; acércate al cómic porque es de Superboy «haciendo cochinadas» y sales queriendo que te hagan una mamada, cosas que pasan.
En fin, que vistos desde la perspectiva de hoy en día estos cómics son lamentables de los pies a la cabeza, con muy pocas cosas que los rediman más allá del espacio que ocuparon en su época; hechos con una vocación completamente comercial, no cabe duda de que llenaban un espacio en el mercado que ninguna publicación «legal» podía llenar, con lo que tuvieron toda la libertad que permitían sus ocho páginas de fornicio obligatorio para contar lo que les viniera en gana y poder dibujar los chistes que nunca podían hacerse en público. Una pieza (oscura) de la historia del cómic creada gracias a unos tiempos a los que será mejor no volver.
Recuerdo que en Watchmen a la primera Silk Spectre (ya jubilada y con 70 años o así) le manda un «admirador» una biblia de Tijuana en la que sale ella dándole el tema. A su hija le parece asqueroso, pero la madre lo considera halagador, imagino porque le recuerda que en los 30 era un sex symbol.
Tengo que leer Satellite Sam un día de estos…. Chaykin es un autor muy americano, que mete tantas referencias ianquis en su obra que a veces es difícil de entender para un europeo, pero vale la pena.
Lo de la escena de Watchmen es una forma de enseñar al lector hasta donde llega la nostalgia de la madre de Laurie y lo mucho que se niega a ver la realidad antes de que llegue la revelación gorda, uno de esos detalles de caracterización que encima más tarde sirve para reconciliar un poco a los dos personajes. Sigh, que buenos son a veces los tebeos!
«Las Biblias de Tijuana y el protounderground» o «La Regla 34 precede al Internet».No sabía nada de biblias de tijuana. Tras leer este post, creo que hasta sé demasiado.
Me veo forzado a buscar posts de cómics que reseñaron hace años para leerlos y poder hablar de cómics.
Si es que me veo forzado por las circunstancias, que M’Rabo os tiene a pan y agua con tanta Wandavision!
¿Y tu respuesta es porno? Porno que sale en Watchmen (aparentemente) pero porno al fin.
¡Pervertidos todos! xD
Pues calla, que la semana que viene M’Rabo ya tiene pensado dos dias de wandavisión y uno de una serie de unos que fornican todo el rato en escenas tremendamente explícitas! Acabará reseñando la filmografía del Rocco Sifredi o uno de esos!
https://youtu.be/JiCRo8p0CqA
Es un drama historico que nos muestra un desgarrador retrato de uno de los momentos mas tragicos de la decada de los ochenta!
Que sorpresa, tú hablando de los 80!
La mejor década de la historia! Y espero poder vivir hasta el 2080 para ver si hay revival!
Pero si salen en Watchmen.
Eso parece. Se ve que no recuerdo el trabajo de Alan Moore tan bien como me gustaría (o que la parte pornográfica fuera la que menos llamara mi atención: ¡pervertidos todos! xD)
Como para no llamar la atención una cosa llamada Biblia de Tijuana.
Nah, fuera de bromas, debe ser cosa de que no re-leo Watchmen hace bastante ya (y ya que estamos, esta es tan buena excusa como cualquier otra pare hacerlo). Aunque no tengo memoria alguna de que me llamara la atención, y eso que parece un detalle de la historia difícil de ignorar.
Creo que a Zack Snayder tampoco le llamó la atención, pero el tiene excusa porque es gilipollas y le asustan las vaginas.
Hay que reconocerles a los yanquis el arte que tienen bautizando la mierda esta, aquí lo habríamos llamado fanzines guarros y en paz.
¡Qué míticas! Eso es un fenomeno estadounidense que casi todos conocimos por la inmensa referencia de Watchmen con Espectro de Seda.
Básicamente cumplían la función de medidor de la fama de los personajes públicos. Si no hacían porno de ti, es que no eras lo bastante famoso.
Will Eisner muestra su roce con la rama mafiosa de las biblias de Tijuana en «El soñador»
Y si el germen de aquellos cuadernillos eran las editoriales clandestinas que en el siglo 18, tanto hacían folletos contra los ingleses como relatos eróticos. Las biblias de tijuana fueron a su vez el germen del Underground sesentero.
Crumb y muchos otros deben mucho a esos productos.
En España, queda para el recuerdo aquellos libreros que se la jugaban teniendo escondidos libros prohibidos por la dictadura junto a revistas picantes francesas; que se vendían cuando no había nadie más en la tienda. Carlos Giménez los muestra en «Rambla arriba, Rambla abajo» y en otras de sus historias.
En El arbol de la Ciencia de Pío Baroja el protagonista se sorprende que, en una ciudad de provincias, se venden muchas novelas eróticas. El lo atribuye a lo reprimida que era la España de 1890.
Es que cuanta más represión más mercado clandestino hay; eso esta clarísimo.
Y el porno es una de las grandes industrias culturales por más que le pese a más de uno. Es una pulsión natural y lógica por el sexo.
Por cierto. Falleció Larry Flint.
¿Brainstomping ha encontrado nuevamente, una forma de hacer un homenaje oculto?
Yo a ese señor solo lo conocí por la peli con Woody Harrelson… Y vaya, el tipo era un trilero, pero no le faltaba razón al denunciar el tabú del sexo en una sociedad que glorifica la violencia hasta el fetichismo.
Solo podemos fiarnos por lo que ponían en la película. Pero me adhiero firmemente en el mensaje contra la hipocresía de la sociedad.
Que condena al sexo a cuchitriles infernales y a la explotación mafiosa mientras idolatra la violencia.
Pajillero él el primero! Que me hicieron leer el libro en el instituto y no veas lo mal que me caía el cabrón!
Si es que por algo en su día había delitos como «imprenta ilegal» y cosas así, que el papel lo carga el diablo!
En España la editorial El Nadir publicó una recopilación. En la Biblioteca Regional de Murcia hay una copia.
No sé, está curioso. A veces se nos olvida que la pornografía es uno de los principales mercados del dibujo y la animación.
Que se lo digan a Paco Roca, que así es como se desarrolló como autor.