A finales de 1998 las cosas revueltas. Marvel acababa de salir a duras penas de la bancarrota y de puertas para fuera algunos golpes publicitarios como Marvel Knights la mantenían en el candelero, pero el ninguneo que suponía esta línea para el bullpen, sumado a los constantes recortes y despidos del flamante nuevo propietario de la editorial Isaac Perlmutter creaban una atmósfera de «sálvese quién pueda» que parecía marcar el fin de una era. Y entonces, cuando todo parecía girar en torno a Marvel, llegó DC Comics y dió el gran golpe sobre la mesa: compró la WildStorm de Jim Lee.
A toro pasado y tras más de veinte años de Jim Lee en DC, es complicado hacerse a la idea de lo que supuso este giro de los acontecimientos. No era la primera vez que DC se compraba a un competidor, ya fuera para robar su talento o desterrar a sus personajes al olvido por miedo de que le hicieran sombra a Superman; esto le había dado una merecidísima fama como principal depredador del sector hasta el punto de que solo muy recientemente Marvel había actuado de forma parecida al comprarse Malibú Cómics -ah, los tiempos locos de la burbuja-. Pero DC llevaba tranquila una larga temporada en la que lo más parecido que había tenido a un giro financiero loco había sido el matar a Superman y dar la paliza con ello en todos los medios de comunicación. Lejos quedaban los tiempos de comprar y robar otras editoriales como All American, Fawcett, Quality, Charlton y demás, la DC de aquellos tiempos se valía por si misma y había conseguido cohesionar su universo de superhéroes, consolidar su propia línea de cómics para adultos y otra infantil, consiguiendo el reconocimiento de la industria a todos los niveles. Comprar WildStorm no parecía entrar en esos planes, y sin embargo eso es exactamente lo que hizo DC en aquel momento.
La prensa cazurra de aquellos tiempos -la Wizard de Gareb Shamus, sí- lo anunció con su sutileza habitual «DC compra a Jim Lee!». Y bueno, seamos sinceros, hasta cierto punto esto era verdad. No es que hubiera vuelto la esclavitud EEUU -que tampoco nos engañemos, en realidad nunca se fue- si no que a los ojos de la mayor parte de los lectores de la revista, WildStorm era sinónimo de Jim Lee. No en vano había sido el estudio que había creado el dibujante de origen surcoreano al fundar Image a principios de los 90, creando series como WildCATs o Deathblow que disfrutaron de muy buenas ventas durante el punto álgido de la burbuja. Jim Lee era la superestrella de la época y todo el mundo deba por hecho que si alguien iba a comprar su editorial, ésa era Marvel. Pero no, fue DC.
Hay que tener en cuenta que la WildStorm de 1998 ya no era la misma de unos años antes, cuando su principal valor era los ya mencionados WildCATs o Gen13. Jim Lee había dejado de dibujar durante un par de años para centrarse en el aspecto empresarial, y así es como había conseguido atraer a autores de renombre como Alan Moore para guionizar sus series. Moore, al que le encantaban los superhéroes pero que odiaba furibundamente a Marvel y DC por la forma en la que le habían tratado a él y otros autores, vió en Image en general y en WildStorm en particular la posibilidad de hacer caer a los dos colosos, de devolverle a los autores las riendas del género y así es como se volcó en trabajar junto a los McFarlane, Liefeld y Lee sin hacer demasiadas preguntas, atrayendo así a la editorial a un tipo de público que hasta entonces la había rehuido por su carencia de guiones o de cualquier noción básica de dibujo.
Y no nos engañemos, WildStorm a finales de los 90 estaba bastante bien equilibrada; combinaba los autores «hot» como Joe Madureira, JS Campbell o Humberto Ramos en la línea Cliffhanger con contenidos de más calidad como la línea Homage con series como Astro City o Leave it to Chance, además de línea America´s Best Comics, un subsello a cargo del mismísimo Alan Moore de inminente aparición que realmente hacía honor a su nombre, aunque estuviera realizada en buena parte por autores de fuera de EEUU. Todo esto por no hablar de que, como los demás estudios de Image, tenían una cadena de producción completamente informatizada y algunos de los coloristas más competentes del momento; no hay nada que lo demuestre mejor que el repasar los cómics de ABC hoy en día y darse cuenta de que, a diferencia de la mayor parte de la producción de aquella época, su color no ha envejecido mal en absoluto.
A pesar de que muchos se temían que la ira de Alan Moore por la traición de Lee llegara a niveles estratosféricos, Moore permaneció en un extraño silencio y la producción de ABC siguió su curso sin ningún problema. Preguntado sobre el asunto, Moore alegó que él no trabajaba para DC si no para WildStorm, que no tenía ningún trato con la gente de DC y la cosa debía de ser verdad, porque el editor de la línea, Scott Dunbier, es uno de los mejores editores de EEUU y doy por hecho que fue capaz de servir de barrera de contención a todo lo que viniera por parte de DC… Hasta que pasó lo de la Marvel Vagina unos años más tarde, pero eso ya es una historia para otra ocasión. Lo cierto es que la venta de WildStorm a ojos del gran público se tradujo sobre todo en la muerte de la línea principal de WildStorm -pronto WildCATs sufriría tantos relanzamientos que pasaría a la más absoluta irrelevancia, lo mismo con Gen13 a pesar de contar con autores como Chris Claremont o Gary Frank- y el ascenso en popularidad de cómics de Warren Ellis como Authority o Planetary, además de que Jim Lee empezara a dibujar personajes de DC y poco a poco se convirtiera en el referente visual de la editorial. Algo que todavía seguimos sufriendo hoy en día.
Pero, ¿por qué compró DC WildStorm? ¿Cuál fue la razón principal de esta compra? ¿Fue para modernizar su producción igual que Marvel con la compra de Malibú? ¿Por hacerse con Alan Moore? Ya en aquel momento DC se había informatizado bastante bien, y Vertigo o Paradox Press eran líneas editoriales que eran un referente en el cómic para adultos y de calidad. DC ya cubría esos palos, pero a ojos de Wizard y el fandom cazurro le faltaba una superestrella como Jim Lee o Madureira. Y precisamente así lo vendió el por aquel entonces Publisher de DC Paul Levitz, como que estaban comprándose a Jim Lee como dibujante y «director creativo» y «un nuevo sabor distinto a lo que estaba publicando DC». Pero si me preguntáis a mí, yo tengo otra opinión…
Decíamos al principio del artículo que DC se compraba a la competencia por dos razones, para robar talento o desterrar personajes al olvido, y está claro que el robar a Alan Moore y Jim Lee fueron parte del asunto, conseguir ese «nuevo sabor». Sin embargo, creo que la razón principal no fue esa; lo que movió esta compra era que hasta aquel momento el monopolio del cómic para adultos lo había tenido DC y la línea Vertigo. Nadie le hacia sombra a los cómics de Karen Berger, dominaban el mercado de los trade paperbacks y durante buena parte de los 90 la editorial, pero de repente WildStorm había empezado a hacer movimientos en esa dirección, y ABC amenazaba de lleno con esa posición. Sumado a todo esto, tanto Astro City como la propia Stormwatch de Warren Ellis eran, cada una a su manera contrapuesta, visiones del universo de superhéroes más adultas; estaba claro que Jim Lee tenía buen ojo para sus editores, y que había pasado de tener una editorial basada en las fantasías masturbatorias y de violencia para adolescentes a una con otras sensibilidades que empezaban a atraer al lector de Vertigo, a conseguir la confluencia entre el cómic adulto y el cómic de superhéroes que ya debería existir en DC. Y eso no se podía tolerar.
Vamos, que en mi opinión DC compró WildStorm para proteger y hasta fortalecer la marca Vertigo. Quién sabe si la idea de Levitz y demás era cubrirse las espaldas por si algún día Berger decidía dejar la editorial y así poder sustituirla por Dunbier, pero supongo que eso nunca lo acabaremos de saber a ciencia cierta porque la presidenta de DC, Jenette Kahn, dejaría su puesto unos pocos años más tarde y la llegada de Dan DiDio, sumado a los constantes choques de Levitz con el equipo editorial de WildStorm trastocaría todos los planes. Lo cierto es que al final la prensa cazurra acabó teniendo razón y todo esto sirvió, principalmente, para integrar a Jim Lee hasta el punto de que veinte años después es el Publisher de la editorial. Las vueltas que da la vida, ¿eh?
Con eso del desconfinamiento están pasando cosas muy raras, como veros hablar bien de Jim Lee…
Eso es tan raro que debe ser un signo del Apocalipsis…
¿Qué será lo siguiente? ¿Halagar a Tom Defalco?
El dia que Diogenes hable de DeFalco yo voy a confesarme a la iglesia y reviso mi biblia (que es Watchmen), por que de seguro ese es uno de los signos del apocalipsis.
Es que ya lo mentan para hacer daño, es pura maldad!
Ya tuvo que salir el innombrable, a pesar de que he escrito un post sobre el otro que tal baila! Pues no, no he puesto bien a Jim Lee, hasta Rob Liefeld llegó a contratar a gente perfectamente válida!
Pero y lo de DeFalco para cuando?
¿No se ha gastado la broma ya?
Anda que no te queda.
Ya hay demasiado odio en internet, dejad a mi odio descansar!
Si quieres distraer mi malévola atención, te recomiendo sacar un post sobre como Kurt Busiek y Mark Waid salvaron el género superheroico de Liefeld, Lee y demás gentuza! Que el post de ahora es muy interesante, pero me interesa más la redención que la caída del género.
Pues… No estoy de acuerdo. Así que no voy a escribir algo con lo que no estoy de acuerdo!!
Pero yo me pongo de parte de Roger, así que somos dos contra uno.
Vale, pues escríbelo tú!
Sabes de sobre que tu eres el único que puede tratar ese tema en profundidad.
Es que no salvaron una mierda.
Tristemente desde aquel momento hasta hoy en día los dos fueron clasificados como el colmo de lo «clásico» (que en realidad no eran más que refritos) y a lo mejor que se podía aspirar por ese camino, con lo que todos se liaron a copiarle el decompressive a ellis y así nos va ahora.
Iba a sumarme a las voces pidiendo a DeFalco, pero resulta que también estoy de acuerdo con esto. Aunque no vendría mal hablar de los Vengadores de Brevoort que tienen justamente a Busiek, a Geoff Johns, obviamente a Bendis, pero hasta Chuck Austen y alguna cosa perdida de Stern.
Los Vengadores de Brevoort van ya para treinta años y hacer un post así es como hablar de media historia del grupo y, no nos engañemos, tienen más interés los treinta años anteriores.
Me lo preguntas a mi que llevo como dos décadas repitiéndote los mismos chistes? Sabes que conmigo nunca se gastan las bromas! viven en un perpetuo estado de reciclaje!
No es broma. Exigimos que escribas sobre los 4 Fantásticos de DeFalco! Queremos ver correr sangre!
Cinco años, CINCO AÑOS LLEVÁIS CON ELLO! SI ES QUE NO EMPEZASTEIS ANTES TODAVÍA!! VAIS A VOLVERME LOCO!!!
Pues ponte con Busiek y Waid! Si la alternativa ya te la damos!
Voy a hacer más Claremont, que se habla demasiado poco de él por aquí…
Y no pararemos hasta que lo hagas!
¡Bah! Que importa Jim Lee. Lo importante es la persona más influyente del cómic actual; Karen Berger. Si bien Vertigo no habría existido sin Kahn, Levitz, Wein y Moore, de seguro no habría existido en la forma que lo hizo sin Karen Berger. Y sin Vertigo siendo ese faro de calidad que empezó devolviendo al género a su capacidad de contar lo que sea y luego a demostrar que el medio era más que ese género; Jim Lee y Joe Quesada no habrían tenido que copiar para lanzar ABC, Homage y Marvel Knight. Más allá de lo obvio de cosas como Axel Alonso o Grant Morrison, la influencia es visible a través de los desesperados (y desesperantes) intentos de unos y otros de imitar lo que fuera que hacía a Vertigo especial.
Más que ojo, Lee y Quesada lo que tenían era un punto de comparación tan bajo que era imposible no parecer genios (Harras y Jemas). Homage no es más que el lugar donde queda claro que Brevoort no tiene idea de editar por comparación (no puedes perder contra Astro City cuando tienes a los personajes y a George Pérez… aghf).
Pues al final de eso precisamente va el post, de que DC llegó a valorar tanto a Vertigo y el trabajo de Berger como para comprarse a la competencia para que no le hiciera sombra… Solo para acabar pasando lo que acabó pasando.
Pero eso es otra historia y tal.
Y ahora valoran tanto su legado que han dejado prácticamente un solar… sigh
¿Y eso cómo lo sabes? Estabas en la editorial DC en esa época y hablabas cada día con los jefazos, te informaban, ¿te contaron porqué iban a comprar esa editorial? De no ser así, ¿alguna entrevista donde lo expliquen?
Porque si no, date cuenta que esto es lo mismo que esas personas que no conocen a Bill Gates, pero que escriben que junto a unas familias judias (que tampoco conocen) se han reunido y han inventado un virus y bla bla bla.
Es lo que se llama, puras cabalas. Por lo que puede dar la impresión de que das por echo algo, sólo porque tu lo has pensado, y por ende, piensas que ese algo es así sí o sí aunque no exista ninguna certeza o prueba de que eso sea verdad. O de que se compro por esos motivos. Pudo haber muchos otros motivos. Y Perry White te echaría de una patada del Daily Planet.
¿Tan inverosímil te parece que no compren una editorial solo por un dibujante? Porque a fin de cuentas lo que se hace en este post es valorar a WildStorm por ser mucho más que Jim Lee; por Alan Moore, por el trabajo de Dunbier, por su línea de cómics para adultos… No sé a que viene esa agresividad, vaya.
No es agrevisidad hombre. Os descubrí por la cuarentena y me estan gustando muchos de vuestros artículos. Tenéis merecido tener un blog con tanta audiencia.
No me parece inverosímil tampoco lo que expones. Pero si me gustaría prevenirte de no tomarte hipotesis que te hayas creado, como echos consumados. A muchas personas, el actuar así, luego les suele llevar a cometer grandes errores, o a volverse obsesivos.
Igualmente vivimos en un mundo de humanos, puede ser lo que tu has dicho, cualquier otra cosa, o que los jefazos de DC estuvieran una noche en un burdel todo borrachos, y uno dijera: «¿A péh chompro Wilzom?»
No pretendía exponerlo como un hecho, y precisamente por eso el post gira alrededor de qué es lo que era WildStorm, quienes andaban por allí y demás para luego llegar a las conclusiones que saco yo de todo esto. Que puedo estar equivocado, pero ni esto es el Daily Planet ni yo estoy revelando ninguna exclusiva; no somos una web de noticias -dios me libre- ni pretendemos serlo, pero si en cambio creo que la base de esta página es dar los datos y dar nuestra opinión sobre ellos. Por eso me resultaba tan agresivo que me hablaras de patadas en el culo y me compararas con los tarados antivacunas, porque me parece tremendamente ofensivo. Si iba de buen rollo no pasa nada, sabemos que la comunicación por aquí es como es y se da a los equívocos.
Y bienvenido oye!
No somos dignos ni de traerle el cafe a Jimmy Olsen.
¿Cliffhanger? ¿Esas tres líneas editoriales de las que solo una entregaba con regularidad? ( Y encima BattleChasers se finiquito de manera guarra en videojuego de PS4)
Jim Lee no fue comprado, vendió su sello a cambio de una silla y mucho dinerito, basta ver los cambios que hizo con el Didiota nada más llegar.
Me río mucho del documental de Imagen cuando se venden como tipos rompedores y rebeldes, ya que lo único que hicieron es vender humo y saldarlo cuando dejó de dar beneficios.
Lo que más me apena del difunto Wildstrom son que se quedarán en el olvido tanto tramas paramilitar/espías como la de los Blackops como los propios WildCats cita versión 3.0 es mi favorita de todos los tiempos.
Un coronasaludo.
Por algo mi conclusión es la de que la compra de WildStorm no se debe tanto a Jim Lee como a su equipo editorial que estaba empezando a hacerle la competencia a Vertigo. Cliffhanger estaba ahi, era un cara o cruz suplementario que a fin de cuentas sus autores podían llevarse a otro lado en cualquier momento, con lo que no creo que fueran parte del pastel o si no habrían forzado a Madu y familia a firmar la exclusividad por otros cinco años.
Eso por no hablar de que, joder, Battlechasers desde el minuto uno nació con vocación de ser un videojuego, lo de las viñetas era un medio para conseguir un fin. Que por algo el bueno de Joe se montó una desarrolladora de videojuegos en cuanto pudo y en ello ha seguido todos estos años, a pesar de que tuvo que venderla y montarse otra. Ése ya solo vuelve a los cómics para hacer caja y financiarse su siguiente juego, es lo que hay.
Marvel y DC trataron muy mal a sus autores durante décadas (y si no que lo digan Kirby y A. Moore). Por lo que es natural que cuando llegaron épocas de vacas gordas, algunos sintieran deseos de independizarse. No tanto por motivos artísticos como económicos. El deseo que movía a Lee, Larsen, y Liefeld era completamente legítimo. Pero también hay que decir que lo único que tenían todos ellos en común era que querían hacer pasta. Por ello cuando les interesó estuvieron en Image (el nombre era perfecto, porque en gran parte eran solo fachada) y cuando vieron el beneficio, plantaron el proyecto y siguieron la pasta.
Yo personalmente tengo buenos recuerdos de alguna colección de Image. Savage Dragon era una colección muy auténtica. Wildcats demostró que para un guionista inteligente no hay trasfondo lo bastante manido. A mi el estilo ese de tecnotriller, espionaje y demás me gustaba en su momento.
Wildcats 3.0 era una coleccion muy bien escrita, aunque no la leí del todo.
Voy ha hacer copypaste de algo que ya opine en otro lado y que tangencialmente tiene que ver con Jim Lee y DC…:
Lo que a mi me intriga es ¿Quién está tomando las decisiones en DC ahora? Jim Lee, me responderán. Pero ¿Las está tomando solo o tiene algun asesor del cual no sepamos, Uds saben, el poder en las sombras? ¿O responde a las ordenes de sus superiores de Warner Bros? Hoy por hoy, Jim parece estar tan entretenido con sus dibujos pero podría ser un pase magico y nos está distrayendo con su iniciativa de 60 dibujos de las preguntas realmente relevantes. ¿Tiene Jim algun plan? ¿Compartía las ideas de DiDio del 5G y ahora ha tenido que recular, dejando que su colega cargara con toda la responsabilidad? ¿O se oponia a ella y tiene su propio proyecto en ciernes que pretende implementar aprovechando la coyuntura del Covid-19? Jim nunca ha sido de polemicas pero tampoco es un tipo ingenuo, solo callado.
Las decisiones seguramente las está tomando Pam Lifford. ¿Que quién es Pam Lifford? Uy, eso sería tema para otro post…
¡Cuenta! ¡Cuenta!
Vengo leyendo algunos textos atrasados… Y me saltó una terrible duda;
¿Qué es eso de la Marvel-Vagina?
Cuando Alan Moore estaba publicando League of the Extraordinary Gentlemen en WildStorm, solían publicarse al final del cómic una serie de anuncios victorianos en plan paródico. Uno de ellos era uno sobre la Amaze «Whirling Spray» Syringe, una lavativa para vaginas que originalmente había sido bautizada como la Marvel «Whirling Spray» Syringe, en lo que muchos vieron como una metáfora del blanqueamiento que estaba realizando Marvel respecto a su sórdido pasado noventero. En aquel momento Marvel y DC pasaban por muy buen momento en sus relaciones, por lo que Levitz decidió no arriesgarse y censurar el anuncio, forzando el cambio por lo de «Amaze». A Moore no le hizo la menor gracia y acabó largándose de WildStorm; lo peor de todo es que en aquel momento Moore no sabía lo certero que iba a ser su anuncio -Quesada sería nombrado EiC poco después y entonces si que haría una lavativa tremenda- y las buenas relaciones que tanto preocupaban a Levitz se iban a ir al traste en cero coma porque la revolución de Joe Quesada y Bill Jemas iba a ser a costa de llamar «carca» a DC.
Vamos, que si Levitz lo llega a saber no solo le deja publicar el anuncio tal cual, si no que lo publica hasta en las series de Superman y Batman.