El nuevo Doctor Fate de Paul Levitz y Sonny Liew ¿El hermano perdido de Kamala Khan?

Las dos grandes editoriales de comics parecen haberse dado cuenta ahora de que sus líneas de superhéroes carecían de diversidad y se han puesto manos a la obra sacando todas las series que han podido con superhéroes de todos los colores. Algo que en teoría debería ser una buena noticia pero que a veces se queda en nada cuando las editoriales olvidan que detrás del golpe publicitario debería haber algo que contar y no un simple “mírame, no soy blanco”. La nueva serie del Doctor Fate que acaba de publicar DC, y que está protagonizada por la novena encarnación del personaje, se engloba dentro del primer caso y aun es pronto para saber si lo estará también en el segundo, ya que aunque la serie promete y no ha empezado mal del todo, hay ciertas cosas en ella que me resultan demasiado familiares…

Este nuevo Doctor Fate es mucho mas urbano que sus predecesores

Khalid Nelson/Nassor (porque en DC no parecen ponerse de acuerdo en cómo llamarle) es un joven de Brooklyn que hasta ahora tenía una vida perfectamente ordenada y apacible. Acababa de aprobar el examen de ingreso en la facultad de medicina, tiene una novia encantadora y unos padres, el un medico egipcio cuya titulación no sirve en Estados Unidos y tiene que trabajar como taxista, y su madre conservadora en un museo, le adoran y le apoyan en todo. Así que cuando Khalid vio que las lluvias en la ciudad eran algo más fuertes de lo habitual y que parecían amenazar con inundarla, no se le paso por la cabeza ni por un momento que estaba a punto de encontrarse en medio de una lucha entre dos antiguas deidades egipcias con el destino de la humanidad en sus manos y el deber de asumir el manto del Doctor Fate.

Porque un gran poder conlleva una gran responsabilidad…

Pero antes de continuar, un poco de historia. El Doctor Fate es uno de esos personajes con los que DC lleva muchísimos años sin tener muy claro que hacer (pero que pese a todo tiene una historia más sencilla de seguir que la de Hawkman o Donna Troy). A finales de los 80 mataron a su encarnación original, Kent Nelson y le reemplazaron por la pareja formada por Eric y Linda Strauss (una etapa recomendabilisima) quienes fueron a su vez reemplazados primero por una resucitada Inza Nelson y más tarde por ella y su marido Kent, quienes se fusionaban de forma similar a la de los Strauss para después trabajar por separado. Llegaron los 90 y todo se volvió “extremo”, por lo que apareció una nueva encarnación del personaje, Jared Stevens, quien a partir de entonces se llamaría Fate a secas y que reemplazo el casco y el amuleto por cuchillos y dardos mágicos… si, en serio, los 90 fueron muy locos en todos los sentidos.

Los 90 fueron toda una involución…

El final de la década supuso un regreso a lo clásico, más o menos, y un también resucitado Héctor Hall, el hijo del Hawkman original y anteriormente conocido como Silver Scarab, se convirtió en el nuevo Doctor Fate. Pero este tampoco duro demasiado y duro poco más de un lustro, acabo, no muriendo exactamente, pero si abandonando el reino de los vivos, o al menos el de los despiertos… No mucho después nos presentaron a Kent V. Nelson, sobrino-nieto del Doctor Fate original y con el que parecía que DC quería regresar de verdad a las raíces del personaje, pero entonces llego el New52 y toco empezar de nuevo. Khalid Ben-Hassin se convirtió en el nuevo Doctor Fate en Earth2, porque alguien en DC pensó que eso de tener a varios Fates blancos era apropiación cultural o algo y que hacía falta un Doctor Fate egipcio (Pese a que el origen del poder de Fate eran los Señores del Orden, entidades cósmicas más antiguas que la vida en la Tierra…), pero el personaje quedo incapacitado durante una batalla y desde antes de Convergence no se le ha vuelto a ver el pelo.

Y el siglo 21 nos ha dejado claro que los diseños «necesitan» ser cada vez mas recargados

Y así es como llegamos a la ultima (por el momento) versión del personaje, Khalid Nassour/Nelson, esta vez establecido en lo que DC llama Tierra-0 y que los demás llamamos sencillamente tierra New52, y  retconeado para ser como lo era originalmente, el poseedor de la magia del antiguo Egipto (eso de los Señores del Orden debia tener poco glamour).  Khalid recibe su nombre del primer y del ultimo Doctor Fate, Khalid como el desaparecido en combate Fate de Earth2, y Nelson como el original de la Edad de Oro, aunque tres números después aun no tengo claro si Nelson es una americanización del apellido paterno que utiliza Khalid o si guionista y editores aun no tienen claro cómo llamarle. El resto de su caracterización, al menos de momento, también tiene pinta de tener un precedente y no demasiado lejano…

Y yo que temo por la salud del padre de Khalid…

Dejando a un lado lo obvio de que muchísimos de los héroes adolescentes/juveniles tienen como modelo a Spiderman, aquí se ven demasiados elementos de uno de los herederos del famoso arácnido. Porque no se a los demás, pero a mí este joven de los suburbios, hijo de inmigrantes, de religión musulmana, y que de pronto se encuentra con un poder en sus manos con un origen muy antiguo me recuerda y mucho a la actual Ms.Marvel/Kamala Khan. Quizás es injusto acusar a este Doctor Fate de ser un simple intento descarado de subirse al carro del sorprendente éxito de Ms Marvel,  pero viendo como a poco Marvel y DC se están llenando de jóvenes heroínas capaces de conectar con el público femenino (la «nueva Batgirl», la «nueva» Canario Negro, la «nueva Spiderwoman, Red Widow…») no me sorprendería que aquí hayan intentado algo parecido pero enfocado al publico masculino. Pero con Paul Levitz de por medio (un guionista al que tengo mucho aprecio por su trabajo en la Legión de Superhéroes) espero que la serie sea capaz de encontrar su propia identidad alejada de famosos precedentes.

Kamala ha tenido una vida corta pero ha dejado una profunda huella

Sonny Liew, quien aparece acreditado conjuntamente con Levitz como “storytellers” y al que algunos recordaran por su “My Faith in Frankie” para Vertigo, es el encargado del apartado gráfico de la serie, apartado que es hasta ahora lo que más me está gustando de la serie. Su estilo algo alejado de lo habitual en él genero superheroico encaja perfectamente con el tono de la serie, tono que a ratos recuerda un poco al del Vertigo de los primeros años, cuando aun mezclaban los superhéroes con el tono algo mas adulto y alternativo de la línea. Liew a ratos consigue ser muy expresivo (otras veces en cambio sus personajes parecen muñecos de plástico), y ese estilo que roza la caricatura y que aplica en ocasiones encaja muy bien con el aspecto casi “psicodélico” de asumir el poder de Fate y dan ganas de seguir viendo su progresión en la serie para ver hasta donde es capaz de llegar.

Magia y psicodelia de la mano, Steve Ditko estaría orgulloso

Así que de momento la cosa esta así, este nuevo Doctor Fate es uno de esos cómics con bastante potencial para mejorar (comics decentes en el New52, una especie en peligro de extinción) pero con el riesgo de quedar reducido a ser “el hermano pobre de”. Y sería una pena que se quedase en ello, aunque viendo lo que suelen durar los portadores del casco de Fate, yo no me encariñaría demasiado con Khalid. Lo que tengo ganas de comprobar es si le mantendrán este «look» tan casual al personaje, que parece encajar con la moda de hacer trajes de superhéroes lo más realistas posibles (cosplay friendly que lo llaman), o si para el numero cinco o seis de la serie (lo justo para completar el primer tomo recopilatorio) ya llevara un uniforme como Di… como Atum-Ra manda.