El apartado literario lo tenemos algo abandonado en Brainstomping y es algo a lo que habría que ponerle remedio, por lo que hoy voy a aportar mi granito de arena reseñando el último libro que he leído y que se ha convertido en uno de los que más he disfrutado en muchísimo tiempo. Pero siendo como soy no me he apartado demasiado de uno de mis temas favoritos y este libro tiene mucho, muchísimo, que ver con el mundo del cómic y sus orígenes. Por lo que sin más preámbulos vamos a ver qué es lo que me he encontrado en Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay de Michael Chabon.
La edad dorada de los comics… ¿que mas se puede pedir?
1938, Hitler ha subido al poder en Alemania, su reich avanza inexorablemente en los albores de la Segunda Guerra Mundial y los judíos comienzan a ser perseguidos en Europa. En esa época y en Praga vive Josef Kavalier, cuyo sueño de convertirse en mago y artista en fugas se ve frustrado por la triste realidad y es enviado por su familia con su tía a los lejanos y más seguros Estados Unidos. El viaje se convertirá en toda una odisea pero Josef llegara a salvo a su destino y en su nuevo hogar conocerá a su primo Sammy. Este le descubrirá una nueva forma de arte (aunque muchos no lo consideran como tal ni en la actualidad) que acaba de nacer, el comic-book, y al descubrir las dotes artísticas de su recién llegado primo le propondrá unirse a él para trabajar en ese nuevo medio recién nacido, y de esa asociación nacerá el héroe más grande del cómic que nunca existió… El Escapista.
Y al final el Escapista se hizo real, o todo lo real que pueda ser un cómic
En esta novela Michael Chabon nos cuenta, a través de las vidas de estos dos primos y de quienes les rodean, el nacimiento del cómic de superhéroes, su rápido y espectacular ascenso a la fama y lo ricos que se hicieron muchos empresarios sin escrúpulos pisoteando los derechos y la creatividad de los autores que trabajaban para ellos. Pero Chabon no se queda solo ahí y no se conforma con mostrarnos ese nacimiento y ese momento de éxito que jamás se ha repetido a esa escala. También nos recuerda uno de los momentos más tristes y vergonzantes del medio, las famosas audiencias ante un comité del senado, que instigadas por personajes tristemente famosos como el doctor Fredric Wertham, trataban de confirmar que los cómics eran responsables de todos los males de la juventud. Investigación que como sabemos acabo hiriendo de muerte a EC cómics y que dio fruto al ahora afortunadamente desaparecido Comic Code.
Los proyectos de llevar la historia al cine y la televisión se han quedado en nada, pero al menos ha llegado al teatro
Pero pese a ser una obra de ficción, esta novela tiene los pies bastante anclados en la realidad. Se nota que a Michael Chabon le gusta mucho el cómic y ha jugado mucho con la historia de este insertando a sus personajes en algunos momentos claves del mismo y codeandose con nombres que hoy en dia son casi leyendas, pero los homenajes no se quedan ahi. Obviamente Joe (Josef) y Sammy le deben mucho a Siegel y Shuster, aunque Chabon se cuida mucho de que nadie le acuse de contar la historia de estos (pese a las enormes y nada disimuladas similitudes) y los convierte a ellos, a su famosísima creación y a muchos otros autores, en personajes de su novela que coexisten con sus protagonistas. La pareja de primos también se inspira mucho en otra famosa pareja artística, Joe Simon y Jack Kirby de cuyo Capitán América toma prestado el Escapista su famosa primera portada. Y aunque no aparece como personaje en el libro, Jim Steranko es otra obvia (y referencia reconocida por el propio Chabon) para las habilidades como artista en fugas de Joe Kavalier y este toma prestados incluso de Will Eisner algunos elementos de su personalidad y su talento.
Algunos de los otros «padres» de Kavalier y Clay
Yo no conocía de nada el trabajo de Michael Chabon, pero las buenas críticas casi unánimes que había leído acerca de esta novela, el estar ambientada durante los inicios de la Edad Dorada de los comics y ese premio Pulitzer que se llevo por ella, hicieron que me lanzase de cabeza a por su lectura en cuanto tuve la oportunidad. Y creo que me quedaría corto si dijese que la novela ha superado todas mis expectativas, porque hacía tiempo que ningún escritor conseguía que me importasen tanto unos personajes ficticios. Las dificultades de Joe y Sammy para conseguir sacar adelante su creación y los problemas que fueron encontrando a lo largo del camino, los problemas de Joe para adaptarse a su nueva vida en América o el drama de la familia Kavalier en Praga, los prejuicios de la sociedad americana de la época… Michael Chabon ha conseguido que me emocione, que me ría y que a ratos incluso sufra con las ajetreadas vidas de estos dos primos. Aunque es verdad que el libro no es todo lo redondo que me hubiera gustado que fuese, en el último tramo del libro este se pierde un poco y tarda en recuperar el ritmo, pero Chabon consigue darle un digno final.
Si, parece que debe gustarle el comic de superheroes…
Tras la lectura de estas asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, no me ha quedado más remedio que convertirme en un rendido admirador de Michael Chabon, aunque ahora tengo miedo a enfrentarme al resto de su obra y que no esté a la altura de este libro. Pero si consigo mantener mi propósito de dedicarle más tiempo a la literatura en el blog, no creo que tarde demasiado en comentar por aquí que tal esta el resto de su obra.
Pues este es el libro que más me ha gustado de Chabon, así que a partir de aquí todo es cuesta abajo 😛
A pesar de eso Chicos prodigiosos y El sindicato de policía Yiddish también están bastante bien. También descubro en mis listados que leí otro Chabon más, Un mundo modelo, pero se ha borrado totalmente de mi memoria
Argh, me temía algo así xd
Un poco de off topic a raíz de esta frase «y que dio fruto al ahora afortunadamente desaparecido Comic Code.»
Pues habrá desaparecido afortunadamente, pero parece que vamos para atrás, oiga:
http://www.bleedingcool.com/2015/02/04/marvel-censorship-miracleman-15/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter
Lamentable de los pies a la cabeza. Sólo espero que la estupidez de los yanquis no se contagie al resto del mundo…
Pues no lo habia visto, cosas de tener el comic ya en papel. Pero si que parece que por desgracia hemos cambiado el Comics Code por el «politicocorrectismo» absurdo. Que encima lo ridiculo de esta escena en concreto es que quien habla es el villano, alguien que mata y mutila sin pensárselo dos veces y de una forma muy grafica, que se exprese de forma racista es lo de menos…
Bueno, a ver si al menos con la reedición da para que hagáis un artículo sobre Miracleman 🙂