Garth Ennis es uno de esos guionistas a los que siempre les doy una oportunidad, incluso en épocas como la actual en la que parece más centrado en realizar pequeños trabajos alimenticios que en otra cosa. Y si hablamos de trabajos alimenticios de Ennis, está claro que estos se publican en Avatar, esa editorial a la que los guionistas van a descansar y a cobrar su cheque. Pero que el comic del que quiero hablar hoy, Calibán, sea uno de esos trabajos menores de Ennis, le sucede lo mismo que a Rover Red Charlie y está algo mas currado de lo habitual. Así que sin más preámbulos veamos que nos tiene que ofrecer Garth Ennis en una de sus escasas incursiones en el terreno de la ciencia-ficción.
Pocas veces ha sido tan cierto eso de que en el espacio nadie puede oír tus gritos…
La tripulación de la nave minera Calibán viaja por el hiperespacio de regreso a casa tras una de sus misiones de rutina. La mayor parte de los mineros y especialistas duermen hibernados en sus capsulas criogénicas mientras una mínima tripulación se encarga de dirigir la nave en su largo y monótono viaje, algo que han hecho incontables veces y que nunca ha supuesto ningún problema. Pero en esta ocasión sucede lo imposible, todos los sistemas de seguridad han fallado y la Calibán ha chocado con una extraña y gigantesca nave alienigena que, al igual que ellos, tambien se encontraba viajando por el hiperespacio. Pero este accidente tiene un problema aun mas grave que un simple choque. La tripulación de la Caliban ni siquiera saben si lo que estan viviendo es fisicamente posible, ya que al encontrarse ambas naves viajando fuera del espacio normal, al regresar a este lo han hecho fundidas como si siempre hubiesen sido una sola…
Eso pasa por ir conduciendo a lo loco
Los sistemas de navegación no funcionan, la rotura del casco ha lanzado al espacio a buena parte de la tripulación hibernada y la Calibán no solo no puede regresar al hiperespacio sino que ni tan siquiera puede desplazarse por el espacio normal. Su única esperanza consiste en enviar una llamada de auxilio y quizás en tratar de utilizar los motores de la extraña nave para moverse, Pero lo que ya de por si era una situación complicada, lo es aun mas cuando descubren que es posible que esa misteriosa nave alienígena, que ahora forma parte de la suya, no esta tan deshabitada como habían creído en un principio…
Igual no es buena idea abrir esa puerta…
Si, lo sé, el argumento no suena especialmente original que digamos, este comic se encuadra dentro de ese género de “horror en el espacio” que tan buenas películas nos ha dado pero también muchas infumables copias. Calibán tiene un poquito de Alien si, pero cualquiera que lo lea se dará cuenta de que la principal influencia de este comic, es la película Horizonte Final/Event Horizon, que sin querer destripar mucho del argumento de esta, si que diré que comparten demasiados puntos en común. Pero esto no es necesariamente malo, si, es verdad que hasta la fecha Ennis no ha contado nada que sea especialmente novedoso, pero jugando con todos los tópicos del género está consiguiendo crear hasta el momento una historia bastante entretenida.
Y para saber que ha provocado este horror habrá que leerse el cómic
Si, no es el Ennis al que todos nos gustaría ver, está muy alejado de obras como Predicador, Hitman o The Boys, pero Calibán es una lectura bastante entretenida sobre todo para los aficionados al terror espacial. Lo único que me preocupa realmente, además de que Ennis se acomode en este tipo de trabajos, es que con este comic acabe sucediendo como sucedió con Crossed, y Avatar se dedique a exprimirlo hasta el hartazgo con una miniserie tras otra que repita los mismos esquemas una y otra vez a cargo de autores cada vez menos competentes. Pero mientras esperamos que eso suceda podemos seguir disfrutando de este comic que no mata, pero que al menos no da vergüenza leer.
«Y para saber que ha provocado este horror habrá que leerse el cómic»
Dudo que sea mas fuerte que esto…