Que bonito es ver la hierba crecer (si es que lo hiciera) mientras juegas al Police Simulator 2 de Excalibur Publishing. Los creadores de mitos como Street Cleaning Simulator o las entregas anuales del Farming Simulator nos ofrecen ahora un juego basado en mantener la seguridad en una ciudad. Un juego de poner multas, poner cámaras de vigilancia y detener gente a mamporros. ¡Bienvenidos a la academia de policia, novatos!
No, esta no. Pero ojalá lo fuera…
El juego nos saluda con un menú bastante sencillo que nos indica las tres dificultades del juego, recomendándonos empezar a jugar por la «fácil», porque es la diseñada para enseñarnos a jugar. Le hacemos caso porque no queremos complicarnos la vida, pero entonces nos encontramos con nuestra primera misión del juego y empezamos a rascarnos la cabeza…
A mi esta interfaz me parecería normal… Hace quince años.
Lo primero que puedo decir al ver la pantalla principal del juego es lo nostálgico que me pone del SimCity 2000, un juego de… De… ¿¿DE HACE VEINTE AÑOS?? Porque sí, señoras y señores, esto que tenemos ante nosotros es una versión a más resolución de aquel SimCity, pero en poligonal. Seamos buenos, igual nos recuerda un poco más al SimCity 3000 -que aun así tenía mejores gráficos-, pero no es que eso lo arregle mucho; mientras que el susodicho SimCity nos permitía controlar una ciudad entera y hasta sus relaciones con otras ciudades de alrededor, el juego que nos propone Excalibur nos deja poner comisarías y patrullas de policia, cámaras de seguridad y radares que tienen como único objetivo recaudar poniendo multas. Que buena imagen de la policia da esta gente, madre…
Y se va haciendo de noche poco a poco, con anochecer incluido. Como en el Ocarina of Time de hace… 15 años.
La primera misión que nos dará el juego será reclutar policias, detectives y gente de esa del CSI. Luego te dicen de comprar un coche patrulla, hasta el momento en el que por fín te dejan lanzar a tus muchachos de azul a una misión que consistirá en… Identificar a tres personas. Y lo hacen, si, si el interfaz farragoso este aburreovejas te deja darte cuenta de cómo mandar a tus agentes huevazos a hacer su trabajo; porque nada de arrastrar y soltar, no, en Police Simulator 2 se hace todo a base de hacer clic en los menús y darle a aceptar, como si vivieran todavía en los tiempos del Windows 2.0… (o del 1, yo no me acuerdo de cuando se introdujo lo del arrastrar y soltar, fijo que viene alguien y nos suelta que fue antes todavía en el OS del Mac).
¡Detenedlo! ¡No sé que cuernos habrá hecho, pero detenedlo!
Y cuando estábamos más que contentos por haber molestado al personal con nuestras exigencias ridículas de enseñarnos el carnet, nos mandan ir a detener gente. Con policias. Me empezaba yo a frotar las manos, encantado de la perspectiva de una emocionante persecución y blablabla, cuando de repente me encuentro que todo es cuestión de hacer clic y aceptar. Una y otra vez. Y cuando mis aguerridos maderos se acercan al chorizo, ladrón, o asesino en masas canibal, se oye un ruido de puñetazos y patadas que nos confirma que detener a alguien nunca es algo pacífico, que hay hostias, y que como los de Excalibur son ingleses y no yanquis, no hay una persecución por el puente de San Francisco y un tiroteo al final. Mi gozo en un pozo…
Entre nosotros, a mi me parece más divertido llenarlo todo de radares para recaudar multas, pero es que yo soy más de Dungeon Keeper que de SimCity…
Y tras poner cámaras, radares y detener casi siempre al personal en el mismo edificio -deben de tener unas cerraduras de mierda por allí, vaya- me ponen una misión de pasarme 48 horas con un nivel de criminalidad que no baje del 40%. Y ahi es donde digo «ni de coña voy a soportar este sopor insufrible, no señor» y descubro cual es el verdadero mercado de Excalibur Publishing: La gente que compra videojuegos pero que no los juega, la abuela que le compra al niño un juego educativo de como meter a la carcel a la gente a puñetazos y poner radares en las carreteras para forrarse a golpe de multazos. Muy buena imagen de la policia no da esta gente, no…