Dan Slott, Dan Slott, Dan Slott…

Tengo sueño, estoy cansado, tengo frío y hambre… Y aquí estoy, hablando de Dan Slott. No es culpa mía, es culpa de M’Rabo, que no comparte los jamones con los que nos sobornan y así nos va. Pero a Dan Slott lo defendemos sin jamones de por medio, a Dan Slott le queremos especialmente. ¿La razón? Pues porque nos cae bien, sí señor…

A este paso esta foto va a salir más que la de Liefeld haciendo de Son Goku…

Y es que el «hombre grotesco» que mató a SPOILER DESPUÉS DE LA LINEA Peter Parker «en venganza, porque Peter esta macizo y Slott no» saca hoy a la venta el número 1 de Superior Spider-man, el cómic ese en el que el Doctor Octopus ha poseido el cuerpo de Peter Parker y lo ha mandado a hacer puñetas. Tras los números finales de Amazing, más de uno empezó a gritar que era imposible lo que estaba pasando, que Octopus jamás actuaría así, que la tecnomagía que había usado Slott para justificar la historia era absurda y blablablabla. En un mundo en el que DC y Marvel nos bombardean con auténtica basura (bueno, DC más porque ensaya una basura nueva cada mes), Slott ha conseguido hacer de Amazing Spider-man una serie legible a ratos y es que si eres uno de los exiliados de la serie por el Mefistazo, no sabes lo que te estas perdiendo, y aunque la serie ha sufrido de algún altibajo en forma de maxisaga de chichinabo (Ends of the Earth, el tramo final de Spider-Island) que más parecía aquello Matanza Máxima que un cómic de hoy en día, Slott ha conseguido recordarnos por qué su Spiderman merece la pena y el de Howard Mackie no.

Sí, sé que hace nada hice un post muy parecido, pero es que en el número 1 de Superior Spider-man pasan cosas. Y pasa una cosa muy gorda que no es precisamente la barriga de Ock o la violación de Mary Jane (para Octopus el sexo sin sus tentáculos es una mierda, entendamonos), y que nos demuestra lo bonito que es que alguna gente siga creyéndose lo que dicen en los tebeos, aunque acaben en plan merluzo amenazando de muerte al pobre Dan. Un tío cuyo único delito es entretenernos y (tal vez) ser demasiado fan de Peter Parker, el Asombroso Spider-man.

In your face, Internet!