Alan Moore empezó a trabajar en Swamp Thing allá por octubre de 1983. Ese mismo mes también se publicaba el número 307 de la Legión de Superhéroes, un trabajo de Paul Levitz y Keith Giffen que vamos a repasar para ver un poco que clase de tebeos se hacían en la DC de antes del barbudo de Northampton.
Que portada más rara; parece que hay un profeta y que se le está quemando un pergamino. No puedo decir gran cosa más.
El cómic empieza con Phantom Girl, Timber Wolf, Invisible Kid y Shadow Lass con sus trajes espaciales descubriendo como una estación científica y el planetoide en el que estaba han sido volatilizados. No estamos ante un guión de Len Wein, Levitz trata de explicar todo lo que hace falta a través de los diálogos, y tal vez en este caso le faltaría un poco de lo que le sobra a Wein, explicar a los nuevos lectores dónde se han metido. Hay que tener en cuenta que como nada nos encontramos a una gente que totalmente desconocida soltando palabros pseudocientíficos y para colmo uno de ellos va soltando palabros en francés.
Gracias a X-Men yo aprendí a decir Unglaublich y Boszhe Moi!
Parece ser que de una de las estrellas de ese sistema ha salido a toda velocidad una «prominencia solar». Nuestros héroes salen disparados tras ella y descubren que esta formada por dos seres humanoides, los cuales no ven con buenos ojos la persecución y les atacan, haciéndoles caer sobre un planeta cercano.
Vaya prominencia más hija de puta…
Tras un interludio en el que Element Lad descubre que ha sido nombrado líder de la Legión y otro en el que varios legionarios hacen de guardaespaldas de un embajador en Khundia, volvemos con los accidentados del principio de la historia, que acaban de reparar su nave y estan rastreando la radiación de los dos tipos que les habían atacado. Lo de recibir palos empieza a ser una costumbre cuando según bajan al planeta son derribados por las defensas del planeta, y tienen que apañárselas para buscar a la parejita feliz al viejo estilo, dándose un paseo…
¡Oooooh! ¡La gente raraaaaaaaaaaa!
Pronto encontrarán un pueblo de los marcianos verdes de Toy Story pero en amarillo que estan reunidos en la plaza mayor en plan secta hablando con un ente que les llama pecadores y les dice que acaben con los extranjeros, que sólo quieren destruirles. Justo cuando son descubiertos por los bichos amarillos, aparecen Mon El y Ultraboy para salvarles el culo.
¡Aquí esta el profeta que te peta!
Mientras tanto, los legionarios que estaban escoltando al embajador en sus conversaciones de paz con los Khund se encuentran que el debate se interrumpe porque Khundia ha sido invadida; la extraña luz que perseguían los otros legionarios ha llegado allí y toda la flota khund se lía a tiros con ella, sin conseguir ningún resultado. La luz resulta ser un profeta (¿recordais la extraña portada? ¡Pues al final era un spoiler!) que les pide que se unan todos para acabar con un terrible enemigo que, de no hacer nada, destruirá Khundia. Uno se pregunta para qué coño sirve el profeta este si para soltar su aviso primero tiene que reventar la flota entera, dejando el planeta totalmente indefenso…
Todo todito es de DC/Warner, para resetearlo mil millones de veces y que uno nunca sepa de que universo es la Legión que esta leyendo.
No, no me ha parecido una gran historia, entre otras cosas porque no entendía ni la mitad. Varias veces he tenido que releer, mirar en wikipedia de que van ciertos personajes o buscar de que va esto o lo otro; La Legión de Superhéroes es una serie complicada de seguir, y aunque ofrece algo más distinto y maduro respecto a lo que nos pueden sacar en el número de este mes de la Liga de la Justicia o Superman, la historia es tan confusa y marea entre tanto personaje distinto y tanto palabro raro que asusta subirse con el tren en marcha. Supongo que gran parte del mérito de la serie era su capacidad para picar el interés del lector para que intentara descubrir como fuera que era lo que le estaban contando, aunque no debía de funcionar muy bien si la serie sufrió cancelaciones y bandazos durante los años siguientes.
El mes que viene, New Talent Showcase #1, con una historia que se convirtió en un clásico por su propia parodia…