Volvemos a donde lo dejamos, al triste relato de mi infancia con el que he abierto mi corazón y mi alma de par en par y que el amargado de Diógenes se Empeña en llamar “Pornografía emocional”. Me había quedado en el momento de la historia en el que acababa de descubrir el Thor de Simonson y quería más. ¿Qué paso a continuación? Habrá que seguir leyendo para averiguarlo.
¡Asi era yo de crio! ¡Lo juro por Odin!
En aquellos tiempos por aquí no había ninguna librería especializada o de segunda mano y los retapados eran tan escasos como las piedras preciosas, así que no tenia forma de conseguir los números atrasados así que durante un año conserve y releí aquel comic hasta que un año más tarde volví a reencontrarme con el Thor de Simonson. Las ventas del Capitán América no eran todo lo buenas que podían saber, así que fórum en una curiosa maniobra decidió convertir la serie en bimestral y complementarla con las aventuras de Thor en lo que llamaron “Marvel Two-in-One”. Allí me reencontré con este nuevo Thor, descubrí donde estaba Balder y que sus aventuras se contaban en una miniserie, Balder: La espada de Frey, que fórum tardaría diez años en publicar. Pero eso entonces me daba igual, la serie no hacia más que mejorar, y eso que, sin saberlo por aquel entonces, me había perdido lo mejor de esta etapa. Pero me daba igual, el comic era emocionante. Thor se enfrentaba a una maldición de hela que amenazaba con acabar con él, luchaba contra la serpiente Midgard en un épico número narrado a base de Splash-Pages y Thor terminaba triunfando sobre todos sus enemigos. Pero tras aquello llegaron Tom DeFalco Y Ron Frenz y todo se fue a la mierda.
Los siguientes años los pase tratando de reunir los números que me faltaban, pero fue una tarea casi imposible, en tiendas de segunda mano, el rastro y similares apenas conseguí encontrar un pequeño puñado de números y las reediciones que sacaba Fórum no me terminaban de convencer. Se limitaban a recopilar fragmentos de aquella etapa como en “La balada de Bill Rayos Beta” y poco mas, años después tuve que dejar de comprar comics por una temporada y no volví a pensar en el Thor de Simonson durante un tiempo. Años más tarde pude leerme la etapa completa de Simonson a base de escaneados, pero no era lo mismo ni por asomo. De vez en cuando veía anunciado por ahí alguna nueva edición de Thor, pero ninguna me convencía demasiado, así que lo fui dejando pasar, y total, ya me los había leído aunque fuese de una manera algo cutre.
Ediciones asi de feas no apetece ni mirarlas, mucho menos comprarlas
Pero todo eso cambio hace unas semanas. Una noche estába aburrido navegando por internet y me dio por ponerme a curiosear en Amazon a ver precios de comics, y vi algo que me dejo de piedra. El Ómnibus de Thor estaba rebajadísimo de precio, al cambio salía unos 55 € más gastos de envío. Salía casi la mitad de lo que cuesta la reciente edición en 8 tomos que ha publicado Panini, y aquí estaba en un solo tomo, en formato de superlujo. Fue verlo y emocionarme, ante mi tenia por fin la oportunidad de tener en mis manos, veinticuatro años después, la etapa completa de aquel comic que tanto me había gustado aquel sábado de 1987, no me lo pensé demasiado, saque la tarjeta de crédito y compre un ejemplar.
Pssst, señores de Amazon, publicidad gratis, sean generosos y mandennos algun regalito
Tres semanas más tarde llegaba un aviso de Correos, Thor había llegado. En la oficina de correos me esperaba un enorme saco de plástico en cuyo interior había una caja de cartón enorme y pesada. ¡Casi temía no ser digno de levantarlo! Lo agarre y corrí a casa con él. Lo abrí con tanto cuidado como si fuese un cirujano operando a un paciente y lo saque de su caja. Allí se encontraba la mejor etapa jamás publicada del Poderoso Thor, con un nuevo recoloreado digital a cargo de Steve Oliff, uno de los mejores coloristas del medio y gran fan del Thor de Simonson, que había hecho su trabajo con tanto mimo que conseguía que el recoloreado, que en la mayor parte de estas reediciones es un tanto chapucero, consiguiese no desmerecer en nada el grandísimo trabajo de Walter Simonson.
Bueno, la foto no es mia, pero es que estaba tan emocionado al recibirlo que ni pense en coger la camara
Ojee el tomo durante horas sobre la mesa, Recree mi vista en las páginas llenas de bocetos, ilustraciones promocionales y demás dibujitos de Simonson… Pero desde ese dia una pregunta no deja de darme vueltas en la cabeza. ¿Donde puñetas me leo yo esto cómodamente?