Aunque cuando en Brainstomping hablamos de comics la mayor parte de las veces nos referimos al que nos viene desde los Estados Unidos, y muy ocasionalmente al que se hace aquí, también leemos material de otros rincones del mundo, que somos cultos y todo. Así que hoy vamos a alejarnos de estados unidos para girar nuestra vista hacia la vieja Europa, más concretamente a Italia el reino del Fumetti. Allí nos encontramos con el personaje del que vamos a hablar hoy, uno de los más carismáticos del comic Italiano, el detective de lo sobrenatural, o como le conocen en Italia “L’indagatore dell’incubo”, Dylan Dog.
Este personaje nació en 1986 de la mano de Tiziano Sclavi en la Editorial Bonelli y con el renació el género del Fumetto Nero, historietas para adultos, genero que desde mediados de la década de los setenta andaba un poco de capa caída por culpa de la censura de la época que lo consideraba un genero obsceno, lo que acarreo que algunos de los títulos de este género llegasen a sufrir incluso secuestros judiciales. Pero ya en los 80 y con una mentalidad más abierta Dylan Dog se convirtió en todo un éxito entre el público, lo que incluye a lectores tan conocidos como el escritor Umberto Eco, quien dijo en una ocasión sobre el personaje que:
“Puedo leer la Biblia, Homero y Dylan Dog durante días sin aburrirme”.
Una de las curiosidades de Dylan Dog es que pese a ser un comic Italiano, las aventuras de Dylan Dog están ambientadas en la ciudad de Londres, siendo Dylan un ex agente de Scotland Yard que un buen día abandono la policía para establecerse por su cuenta como investigador privado para casos sobrenaturales. Otra particularidad del personaje es que su atuendo es inmutable, como si de un uniforme se tratase. Haga frio o calor Dylan siempre vestirá sus vaqueros gastados, su camisa roja y una americana de color negro. El personaje ha llegado a afirmar en alguna ocasión en sus historietas que no lleva un abrigo o una gabardina porque eso arruinaría su imagen.
Pero no se detienen aquí las peculiaridades de Dylan, este, siguiendo la tradición detectivesca de contar con un ayudante que le acompañe en sus aventuras, también cuenta con el suyo propio, uno de lo más singular, Groucho Marx. Bueno, no del todo, en la serie han dejado claro alguna que otra vez que no es “EL” Groucho Marx, es un tipo al que Dylan encontró un día en un parque y que es idéntico al Groucho de las películas, habla como él, se viste como él y actúa como él. Este curioso ayudante que sirve como alivio cómico en la historieta también ha demostrado ser un valioso aliado salvando la vida del protagonista en más de una ocasión. Aunque lo peculiar de su persona le ha llevado a desaparecer cuando el comic se ha publicado en Estados Unidos, donde le han “afeitado” y rebautizado como Félix o cuando se ha realizado su adaptación cinematográfica en la que ha sido reemplazado completamente.
Por hoy lo dejamos aquí, el lunes continuaremos analizando las historietas de Dylan y su trayectoria editorial en nuestro país.