Civilization IV visto por Adolf Hitler

Vayamos al grano, tengo dentista.
Civilization IV castiga a los ineptos, a los débiles, a las razas inferiores. Aquellas naciones basadas en la construcción aleatoria de ciudades subdesarrolladas, basadas en la construcción por la construcción, en la creación de hijos y más hijos sin ningun tipo de eugenesia o control de la pureza de la raza, son justamente castigadas en este juego, que es más grande que la vida.

El mejor tema de la serie, y tenía que ser el Padre Nuestro en swahili. Tócate los pies.

Porque en Civilization IV las ciudades subdesarrolladas castigan al que las construye o las conquista. Así, si conquistamos por un decir a, no sé, Polonia por ejemplo, nos encontraremos que si hemos arrasado sus ciudades y sólo encontramos ruinas, nuestro glorioso imperio se encontrará con unas ciudades que son más un lastre que un apoyo (como Mussolini). Dichas ciudades podrán llegar a ser útiles con una adecuada actualización de las infraestructuras y una adecuada dósis de ingeniería teutona, con lo que el mensaje principal sería que lo que no suma, resta. Colonizar un nuevo continente es algo que debemos hacer con sumo cuidado, pues corremos el riesgo de colapsar nuestra economía sólo por tener que mantener una serie de colonias incompetentes, es el perjuicio que tiene no poder crear campos de concentración.

Se puede hacer zoom con la rueda del ratón hasta ver el planeta entero desde el espacio. Cosas de ser el primer Civilization en 3D.

Por otro lado, las formas de gobierno han sido transformados en una serie de principios básicos que pueden ser elegidos a placer por el jugador, como estado policial, religión del estado y cosas parecidas que se van descubriendo a medida que se avanza en el árbol tecnológico. Del mismo modo, los avances más tardíos supondrán una sustancial mejora respecto a los iniciales, con lo que el jugador más hábil sabra que le conviene escoger según la situación en la que se encuentre en ese momento de la historia.

Pero vayamos a lo más importante. La guerra ha cambiado en este Civilization IV, y ahora nuestras divisiones serán más grandes que nunca. La acumulación de ejércitos monstruosamente grandes será posible en una sola casilla, y así podremos arrasar las ciudades del enemigo sin ningún miramiento, creando una blitzkrieg realmente aterradora para nuestros enemigos. Esto tiene un perjuicio, ya que en una situación de guerra puede llegar a darse el caso de que un ejército arrase varias ciudades a su paso mientras su enemigo va tras el reconquistándolas, dando lugar a un glorioso juego del gato y el ratón. Por esto y por el ya mencionado asunto de la debilidad de las razas y ciudades inferiores, tengo la plena convicción de que Civilization IV ha interiorizado los principios más básicos del nacionalsocialismo, ya que es preferible destruir ciudades enemigas antes que conquistarlas y permitir que mermen nuestra máquina de guerra.

Berlín judía. Y Hitler diría que los ciudadanos estan cabreados porque quieren adorar a Odín, pero en realidad todo viene de que en esta partida no les habíamos construido ni una triste sinagoga…

No me gustaría terminar este discurso sin  dejar de mencionar la religión, ya que se ha afirmado en diversas ocasiones que este juego permite hacer un Reich Judio. Sí, es cierto que de escoger el monoteismo aparece un símbolo judío, y que no aparece el culto a Wotan o a Donar. Pero eso son tonterías. Lo importante es que tendremos Panzers, y que el juego comienza con un mundo débil lleno de razas inferiores cantando el padre nuestro en swahili y acaba con la dominación mundial en la culminación de nuestro destino manifiesto.

AVISO: Este video puede hacer que odies el Baba Yetu para siempre.  Manda cojones que este titulado «¿Y si el civIV tuviera letra?» cuando resulta que es el único juego de la serie cuyo tema principal tiene letra.