Parece que fue ayer pero ya han pasado la friolera de 50 años desde que se asomaron por primera vez a las pantallas de televisión una de las familias de ficción más famosas de todos los tiempos, Los Picapiedra. Era el año 1960 y Hanna Barbera Productions estrenaba en la ABC su nueva serie en la que nos contaba la vida de una familia de clase media ambientada en una edad de piedra bastante particular.
El mundo de los Picapiedra reflejaba los Estados Unidos de los años sesenta, con el mismo tipo de sociedad, de tecnología, etc., solo que “disfrazado” de edad de piedra. Así veíamos como los humanos coexistían con dinosaurios, mamuts, tigres dientes de sable… y la tecnología era algo… diferente. Los coches en lugar de ruedas tenían dos rodillos y se movía gracias a que no tenían suelo y los ocupantes corrían empujando el vehículo, los mandos a distancia para la tele eran una caja de la que salía un pájaro y pulsaba los botones del televisor, las aspiradoras eran pequeños mamuts que utilizan su trompa para aspirar la suciedad, y así con todo.
Tecnologia punta, oigan.
La serie estaba protagonizada por dos familias. Los Picapiedra (Flintstones), formados por Pedro (Fred), trabajador en una cantera, rápido en enfadarse, agresivo, bocazas… su esposa Wilma, mucho más inteligente que su marido, tranquila, paciente, una santa. Su pequeña hija Pebbles. Y no podemos olvidar a Dino, la inseparable mascota dinosaurio de los Picapiedra, con la personalidad de un perrito. Los otros protagonistas eran sus vecinos y amigos los Mármol (Rubble), formados por Pablo (Berney) un tipo tranquilo y satisfecho con su vida que solo se veía envuelto en los locos planes de su amigo por la amistad que les unía. Su esposa Betty, una mujer cariñosa, muy amiga de su vecina Wilma y poco más, siempre se la considero el personaje menos desarrollado de la serie ya que solía limitarse a seguir los planes de los demás. Completaba la familia el pequeño Bamm-Bamm, el hijo adoptivo de los Mármol, un pequeño superfuerte que se pasaba el día golpeando cosas con su cachiporra.
Las dos familias felices.
Los cuatro protagonistas adultos de esta serie estaban basados en los protagonistas de The Hooneymooners, una comedia de los años cincuenta protagonizada por Jackie Gleason y que nos mostraba la vida de dos matrimonios que Vivian en el mismo bloque de apartamentos. Los cuatro personajes de los Picapiedra tienen sus personalidades basadas en las de los Hooneymooners. El propio Gleason pensó en su día demandar a la ABC por los Picapiedra, pero no lo hizo porque no quería ser el responsable de que quitasen la serie de antena.
Si es que hasta se parecen fisicamente.
Los Picapiedra se mantuvieron en el aire con su serie original hasta 1966, y por ella pasaron numerosas estrellas invitadas como Rock Hudson, Cary Grant, Tony Curtis, Ed Sullivan, Alfred Hitchcock…Haciendo incluso parodias, como cuando Elizabeth Montgomery, la protagonista de Embrujada, prestó su voz a un personaje muy similar que apareció de invitado en un episodio de los Picapiedra. Otra curiosidad de la serie es que aprovechando que estaba destinada a un público adulto, atreviéndose incluso a mostrar a las parejas protagonistas juntos en la cama, la compañía de cigarrillos Winston la patrocino durante las dos primeras temporadas, llegando incluso a realizar anuncios de su producto protagonizados por Pedro y Pablo. Y aquí nos la colaron en la programación infantil, ya se sabe Dibujos Animados = Niños
Trata de hacer esto hoy en dia con cualquier serie a ver que te dicen.
Pero la serie no se termino ahí, durante los siguientes años se realizaron numerosas secuelas con los adolescentes primero y adultos después Pebbles y Bamm-Bamm, versiones infantiles de los Picapiedra, especiales con crossover con los Supersónicos (The Jetsons) y una cosa extraña llamada Fred and Barney Meet the Thing, aunque no llegaban a compartir aventuras con la adorable cosa de ojos azules, limitándose a ser dos segmentos separados unidos solo por la intro de la misma. También se realizaron dos películas de imagen real que al menos para mí, son de infausto recuerdo.
Los ochenta fueron duros.
Pero aunque la serie haya terminado hace tiempo, su espirito aun vive entre nosotros. Los Picapiedra ostento durante muchos años el record de ser la serie de animación más longeva de la televisión, siendo destronada décadas más tarde por otra…