Esta semana se ha publicado el primer número de la nueva serie de la Gata Negra, uno que sorprendentemente no está escrito por Jed Mackay, quien en los últimos años se había convertido en el principal guionista del personaje, pero siendo su reemplazo G. Willow Wilson, acompañada por Gleb Melnikov, no me quejaré en absoluto. Y esta primera toma de contacto ha sido bastante más divertida de lo que esperaba, marcando un tono que ha conseguido despertar mi interés y dejarme con ganas de leer los siguientes números para comprobar en qué dirección seguirá evolucionando esto.

Felicia Hardy ha sido muchas cosas a lo largo de su vida, la mayoría poco legales, pero pese a que demasiado a menudo se ha movido al margen de la ley nadie podría considerarla una supervillana. Pero cuando se da cuenta de que para mantener su estilo de vida necesita que la sociedad mantenga cierto orden toma una decisión un tanto inesperada, convertirse en una luchadora activa contra el crimen. Algo que probablemente acabará complicando su vida más de lo que esperaba.

Tras la extensa etapa a cargo de Jed Mackay (que me avergüenza confesar que aún no he leído completa) tenía curiosidad por ver qué sería capaz de hacer G. Willow Wilson con el personaje, y si este primer número es una buena muestra de lo que nos espera, la Gata Negra está en buenas manos. En este primer número hemos podido comprobar que estamos ante una etapa bastante continuista, algo que se agradece en estos tiempos en los que tantos equipos creativos llegan a una serie como elefantes en una cacharrería, para tirarlo todo abajo y comenzar de cero como si nada de lo anterior se hubiese publicado. Aquí en cambio Felicia sigue acompañada de sus leales Boris y Bruno y la serie mantiene el tono algo ligero y humorístico de la etapa anterior. Un tono que Wilson parece que va a llevar un poco más hacia el extremo, ya que en algunos momentos este primer número me ha recordado un tanto a la Hulka de Byrne.

Ya desde el comienzo nos hemos encontrado con la Gata Negra rompiendo la cuarta pared para hablar directamente con su público, saltando adelante y atrás en el tiempo (metafóricamente) para contarnos cómo ha terminado en la situación tan peculiar en la que se encuentra, herida en combate, convertida en víctima de unos simples carteristas y con quien era su mayor aliado ignorándola por completo. Una situación que la lleva a sufrir la revelación que da pie a esta nueva serie, la de que va a tener que poner un poco de orden en los bajos fondos si quiere poder seguir con su vida de robos.

Un enfoque que no es del todo nuevo, ya que aunque la Gata Negra no es un personaje al que podamos calificar exactamente como superheroína, tampoco ha sido una villana, sino simplemente una ladrona de buen corazón y mucha codicia que muy a menudo ha colaborado con multitud de héroes para hacer el bien. Pero verla tomar un partido más activo en esa dirección, el convertirse en una luchadora contra el crimen en toda regla, aunque no sea por el más puro de los motivos, plantea unas posibilidades bastante interesantes. Dentro de la comunidad superheroica quizás haya quien desconfíe un poco de ella pero no demasiado, en cambio entre sus aliados y conocidos del mundo del crimen la reacción probablemente será muy diferente, especialmente dada la hipocresía de su postura cuando en este mismo número afirmaba que quienes están al otro lado de la ley deben ayudarse mutuamente a escapar de las autoridades.

Y todo esto lo podemos disfrutar gracias a un equipo creativo en muy buena forma. G. Willow Wilson vuelve a hacer gala de su habilidad para que sus personajes nos caigan bien, la naturalidad de sus diálogos y mostrarnos sin complejos lo absurdo que son en ocasiones estos universos superheroicos. Por su parte Gleb Melnikov, quien hasta hace poco había trabajado principalmente en DC Comics, evidencia aquí ser el tipo de dibujante perfecto para una serie como esta en la que el humor es tan importante, demostrando con su habilidad para la expresividad facial, el lenguaje corporal y los gags visuales, que aquí no nos vamos a aburrir.

Yo por mi parte pienso seguir con bastante interés esta nueva serie y aprovechar el tiempo hasta la salida del próximo número para ponerme al día con la etapa anterior, y animo a quienes no lo hayan hecho aún (ambas cosas) hagan lo propio. Porque la Gata Negra además de ser un personaje bastante interesante, que no se ha explotado lo suficiente, se encuentra en ese punto en el que no es lo bastante popular como para que desde arriba dicten qué hacer con ella, por lo que sus diferentes equipos creativos deberían tener más libertad para llevarla en direcciones que en otros casos no serían posibles. Así que ahora es el mejor momento para subirse al carro y comprobar cómo le va a sentar esta nueva faceta de superheroína a la ladrona más famosa de Marvel.

Paso por aquí para decir que me gustaba más la versión de MacKay, la de Wilson está bien pero me ha decepcionado un poco. El dibujante no ayuda, pero habrá que ver como avanza la cosa, me gustaba más su trabajo en Poison Ivy.