XVI (II de la era moderna) Salón del Cómic de Tenerife 2019 – Ultimo día: Jornada Domingo

Finalmente había llegado ese momento que tanto temo cuando asisto a este tipo de eventos, el ultimo día del mismo. Un ultimo día de un Salón del cómic en el que me lo había pasado de miedo, que lamentaba muchísimo que se acabase y del que aunque me arrepentía de un par de cosillas que no había hecho, aun me quedaba por ver con mas calma alguna que otra de las exposiciones y experimentar una mas que agradable sorpresa. Así que sin mas rodeos vamos de lleno a lo que fue esta ultima jornada del Salón del Cómic de Tenerife de 2019.

Como aun me quedaban unas cuantas firmas que quería conseguir y las sesiones de firmas eran por la mañana me toco madrugar un poco para poder estar de los primeros en la puerta, y de forma nada sorprendente ya había gente esperando cuando yo llegué (aunque no tanta como suele haber en la TLP). Y aunque mis objetivos del día en principio iban a ser solamente Kim para que me dedicase sus Martínez el Facha y Angel Hernández para tener casi completas las dedicatorias de las Brujas de Westwood, en el ultimo momento decidí que yo no podía irme de allí sin conocer y llevarme algún recuerdo de alguien a quien todo el que le había conocido durante el evento solo tenia palabras de elogio hacia el, el gran Manuel Sanjulián.

Y eso que se trataba de un autor al que en principio había descartado al tratarse de alguien de quien no tenia ninguna obra (ya que toda su vida ha sido básicamente portadista/cartelista) y las pocas cosas publicadas recopilando su trabajo o se habían publicado hacia décadas o fuera de nuestras (donde es muchísimo mas reconocido y valorado) Por suerte para mi y sin duda previendo esta situación la entidad organizadora del Salón (Fundación Cine+Cómic) había publicado un cómic con portada suya, Knox, que me serviría como excusa para apuntarme también a su sesión de firmas. Y sin proponérmelo, uno de los voluntarios del evento, que me había ayudado a localizar donde comprar el Knox, y que sabia que me moría de ganas de conocerle, me presentó a Sanjulián y pude entender las reacciones que había provocado, ya que se convirtió en un derroche de amabilidad en cuanto supo que estaba allí por el e insistió en ir a su mesa a coger sus cosas para firmarme el cómic para matar el rato mientras esperábamos todos a que comenzase de verdad la sesión de firmas.

Pero tras esta primera toma de contacto tocaba la sesión de firmas propiamente dicha y tras esperar un rato a que me tocase mi turno (uno madruga y aun así es el segundo) volví a encontrarme con este grandísimo artista de quien hasta hace unos días no conocía mas que una minúscula parte de su obra como portadista (ya que es poco lo que de su obra se ha recopilado aquí, a diferencia de lo que han hecho en otros países) y de quien ahora soy rendido admirador. Y así mientras Sanjulián dibujaba no se canso de contarme anécdotas de sus experiencias en otras convenciones (aunque por lo que contó a algunos amigos le invitan poco dentro de España) de las diferencias entre eventos mas íntimos como el que nos encontrábamos y esas monstruosidades de Estados Unidos, de lo mucho que valoran su obra por aquellos lares, etc. Conversación a la que se sumo Xermanico que se encontraba sentado a su lado y del que aun me arrepiento de no haber tenido nada que llevarle, que no en vano va a ser el próximo dibujante de las aventuras de Hal Jordan.

Y aunque si por mi fuera me hubiese pasado la mañana charlando con el, había gente esperando y tocaba despedirse de este grande, marchándome de allí con bonito dibujo del Tío Creepy que ocupara un lugar de honor en mi pared, cuatro postales dedicadas y un gratisimo recuerdo. (bueno, y mucha envidia al ver que otro de los que estaban en la cola tenia en sus manos el Artbook dedicado a la obra de Sanjulián que se había editado vía kickstarter y que ahora es imposible de conseguir)

Y como hasta la siguiente sesión de firmas de la mañana faltaba un buen rato, lo dedique a dar un ultimo vistazo a las exposiciones de las que hasta ahora no había podido disfrutar con calma. Por un lado había un par dedicadas a autores locales como Eduardo González, Roberto Burgazzoli yo Rubén Armiche que es una autentica lastima que no sean mas conocidos fuera de las islas, y también una dedicada a la Lamia del también canario, y bastante mas conocido fuera de las islas, Rayco Pulido, un cómic cojonudisimo (que tengo que reseñar un día de estos) y del que los asistentes al salón tuvimos el privilegio de poder ver el proceso que se esconde detrás de esta gran obra.

También podíamos encontrarnos por allí la exposición dedicada a la editorial Karras, fundada por El Torres, y en la que pudimos disfrutar de una pequeña muestra de todos los grandes títulos que nos ha ido ofreciendo en su corta vida, incluyendo principalmente ediciones para el mercado español de lo que El Torres ha estado editando para el mercado Estadounidense a través de su sello Amigo Cómics. Y no lejos de allí podíamos disfrutar de dos exposiciones dedicadas al gran Sanjulián, una que incluía una variada y espectacular muestra de su trabajo como portadista, y otra mas espectacular aun si cabe compuesta por auténticos originales de su obra que dejaban a uno sobrecogido pese a que la presentación dejase un poco que desear (sobre eso ya me explayare un poco mas adelante).

Pero una una exposición que me provoco un sentimiento agridulce, la titulada “La España oscura” y que incluía una amplia muestra del trabajo de dos grandes artistas como Kim y Keko tanto en solitario como en sus colaboraciones con el escritor Antonio Altarriba. Y me pareció agridulce porque aunque fue todo un placer disfrutar del trabajo de estos grandes, se trataba de cómics como Yo Asesino, Yo Loco, El Arte de Volar o El Ala Rota que pese a las grandes criticas que han recibido y a las efusivas recomendaciones aun no he tenido la oportunidad de comprarlos y menos de leerlos, lo que fue una pena ya que a saber cuando volveré a tener la oportunidad de tener delante de mi a estos tres autores, así que me toca conformarme con el consuelo de haber podido al menos disfrutar de esta exposición.

Y ya tocaba correr hacia el escenario principal para la ultima de las sesiones de firmas y poder conocer por fin, entre otros, a don Joaquím Aubert Puigarnau, mas conocido como Kim y de cuyo Martínez el Facha he disfrutado mucho a lo largo de los años. Este resulto ser otro autor encantador al que le hizo gracia ver sus viejos álbumes de Martínez el Facha (creo que todo el mundo le llevaba sus obras mas recientes junto con Altarriba) y pudimos charlar un poco sobre como estos fachas trasnochados eran mas divertidos cuando parecían existir solo en las paginas del Jueves y no estaban en el Congreso (aunque su presencia marginal no parecía preocuparle mucho) o del mucho juego que le esta dando en la revista a esa eterna exhumación de franco que parece que no llega. Y con una paciencia infinita no solo me firmo cada álbum que le lleve sino que insistió en personalizar cada uno con un pequeño dibujo ademas de esta bonita ilustración que nos recuerda que escaños o no, esa gente siguen siendo unos trasnochados.

Tras esto conseguí un numero para la firma de Angel Hernández a quien llegue por los pelos, pero por suerte no me fui de manos vacías y ademas de una bonita dedicatoria en mi ejemplar de las Brujas de Westwood pudimos charlar un rato sobre su trabajo en los cómics de Star Trek, sin faltar la recomendación de que lea los crossovers que la tripulación del Enterprise tuvo con Green Lantern, y también esa próxima miniserie que servirá de precuela a la serie de televisión de Picard y que se publicará el año que viene. Una conversación que derivo en el universo de Star Trek en general y de lo bien que se ha conservado la serie original, lo que que me recordó que tengo que retomar su visionado un día de estos, que lo poco que vi rompió todos los prejuicios que tenia contra la misma y me dejo encantado.

Y con eso terminó para mi el Salón del Cómic de Tenerife de 2019, que mis escasas fuerzas mermadas por el resfriado ya no daban para mas y necesitaba con desesperación tumbarme un rato. Una edición para la que no tengo palabras, de la que difícilmente podría haber salido mas contento y satisfecho y sobre la cual tengo pocos o casi ningún reproche (y muchos son contra mi mismo) Sigo lamentando no haber tenido tiempo de ver y hacer todo lo que me hubiese gustado o el no haber tenido obras de todos los autores invitados, que me dio pena irme sin algún recuerdo de Xermanico, Redondo, Sampere, Keko, Altarriba, etc. Pero al menos pude pasar tres días muy divertidos compartiendo con amigos, conocidos e incluso completos desconocidos una afición común.

¿Del Salón en si que mas puedo decir? Ha sido espectacular no solo como este evento ha renacido de sus cenizas sino como han sido capaces incluso de superar a la edición del año pasado que ya había dejado un listón bastante alto. Ha sido todo un lujo el poder disfrutar de la compañía de invitados de este nivel, las exposiciones han sido todo un placer para la vista y el trabajo de los voluntarios encomiable (yo no tendría paciencia para colaborar en algo así) pero sobre todo ha sido un placer enorme el disfrutar de un evento en el que el cómic es el protagonista único e indiscutible. Un evento en el que ademas, y como he comentado anteriormente, me resulto curioso el contraste entre el publico asistente comparado con otros eventos, pudiendo encontrar aquí desde familias enteras disfrutando de su pasión por el cómic a abuelas que buscaban una firma para su nieto.

Y pocas cosas negativas tengo que señalar de todo esto. Por un lado la petición, supongo que imposible, de tratar de que las sesiones de firmas y las charlas no se solapen en el tiempo ya que somos muchos los que queremos asistir a ambas y a veces resulta imposible. Tampoco estaría mal que las sesiones de firmas no se celebrasen en el escenario principal, que se que es un sitio muy cómodo para todos (poder esperar sentado en sillas es un lujo) pero es un apena como en ocasiones hay que desalojarlo para dar cabida a una nueva sesión de firmas o alguna charla y hay autores que no quieren dejar a sus fans sin un recuerdo. Aunque la solución que algunos autores encontraron este año de en estos casos irse a una de las salas pequeñas a seguir con su impagable tarea no es mala. Lo que si me pareció muy negativo, e incomprensible dado el cuidado que se tuvo con todo lo demás, fue el estado de la exposición de los originales de Sanjulián. Y es que mientras que las reproducciones de su obra se encontraban colgadas con mucho mimo en un panel preparado para la ocasión, sus originales se encontraban pegados a una pared con cinta de carrocero (que había empezado a despegarse en algunos casos) sin ningún tipo de protección. Yo supongo que esto fue algún tipo de improvisación de ultima hora y quizás no estaba previsto que Sanjulián llevase esos originales, pero comprar al menos unos marcos baratos en cualquier lado no podía costar mucho y hubiesen dado mejor imagen.

Pero dejando eso a un lado, reitero lo dicho de que he disfrutado muchísimo este año, que me lo he pasado de miedo y que espero con ganas el ver que harán el año que viene para superar lo de este, porque el nivel no ha parado de subir, y no solo en la calidad de lo ofrecido, sino que por lo visto han superado el record de asistencia del año pasado. una gran noticia para todos. Una nueva edición la de 2020 que al parecer se celebrará bastante antes, a finales de Mayo, y que según me contaron es posible que tenga que cambiar de ubicación ya que el ayuntamiento preve restaurar el recinto y la obra parece que ira para largo. Pero sea cuando y donde sea, espero que Diógenes me permita asistir de nuevo y repetir la experiencia. Y si alguien se quedo con ganas de mas, pinchando en el video resumen de abajo se puede acceder al perfil oficial del Salón en Youtube donde hay mas material y buena parte de las charlas y mesas redondas.