Ayer mismo se estrenó la serie animada de X-Men ’97, la esperada por muchos secuela de la famosa serie de los noventa que independientemente de lo que piense cada uno de ella, no se puede negar que ayudó y mucho a popularizar a los mutantes de la Marvel fuera del cómic. Una serie de la que por el compromiso de Brainstomping con la actualidad (y no porque no supiese de qué escribir) ya me he visto su primer episodio y poder compartir con nuestros lectores las primeras impresiones que me ha causado este regreso algo tardío. Unas impresiones que ya adelanto que de momento no son precisamente malas.
Pero antes de continuar creo que me toca hacer una pequeña aclaración. Yo en su día, cuando se estrenó la serie original, reconozco que la vi desde que la estrenaron y no me perdía un solo episodio, pero esto era algo que hacía más por el “hambre” que había en aquel entonces por series basadas en superhéroes que por que esta en concreto me apasionase. Porque sí, no me perdía ni un episodio, pero incluso en aquellos años no podía evitar verle todos los pequeños defectos que tenía la serie, especialmente la calidad de su animación (que tampoco ayudó que se estrenase aquí al mismo tiempo que LA serie de Batman, porque las comparaciones además de inevitables eran sonrojantes para Marvel).
Así que me toca reconocer que no me disgustaban aquellos X-Men, que me lo pasé bien en su día y respeto mucho no solo como trataron de adaptar de forma bastante fidedigna muchas de las historias del cómic, sino la forma en la que trataron de forma tan directa toda la temática en torno a la discriminación y los derechos sociales. Pero pese a ello no puedo decir que yo fuese uno de quienes han estado todas estas décadas añorando la serie y reconozco también que desde que se anunció esta secuela esperaba su estreno con más curiosidad que ilusión.
Por eso me he llevado una agradable sorpresa cuando me he encontrado pasándomelo muy bien con el visionado del primer episodio de esta serie. Es cierto que aún hay alguna cosa que chirría, las invocaciones de Tormenta cuando utiliza sus poderes siguen sonando demasiado forzadas, y el querer tirar de la nostalgia recuperando a buena parte del casting original, quienes en muchos casos ya superan los sesenta años, ha provocado que algún personaje que otro suene demasiado mayor, lo que en casos como la Bestia, Lobezno o Magneto no desentona mucho pero con otros personajes como Ororo ya la cosa canta mucho más.
Pero dejando esos pequeños inconvenientes a un lado, a los que no he tardado demasiado en acostumbrarme, toca hablar de todo lo bueno que tiene esta nueva encarnación de la serie. Lo primero que salta a la vista es obviamente el espectacular salto que ha dado la animación si la comparamos con la original. Aunque se han respetado los diseños de los personajes y la estética noventera de aquellos años, aquí no hay ni rastro de aquella animación barata o de los fondos pobremente dibujados que incluso entonces daban algo de vergüenza ajena. En su lugar nos encontramos con una animación muy fluida y definida que da vida a unos personajes que se mueven por un mundo vibrante y colorido, uno que ahora más que nunca parece surgido directamente de las páginas de un cómic.
Dejando a un lado esta tan necesaria mejora astronómica del aspecto visual de la serie, el otro punto fuerte de la misma es uno que hereda tanto de la serie original como de los cómics en los que se basan ambas, el componente sociopolítico que desde siempre ha acompañado a los mutantes de Marvel. Para quienes inevitablemente se quejarán y llorarán por los temas que trata esta serie y cómo los trata, solo queda recordarles que esto ha sido siempre así, y mandarles callar para los demás lo que nos toca es agradecer que los responsables de esta moderna versión no hayan huido de estos aspectos cruciales de los personajes y que parezca que van a incidir aun más en ellos.
Ya en este primer episodio nos hemos encontrado de cara como los mutantes siguen siendo temidos y odiados por un sector de la población que sigue utilizando una retórica y unos mensajes que tristemente siguen siendo hoy tan aterradoramente familiares como los han sido siempre. En personajes como el recién introducido Roberto Da Costa/Mancha Solar vemos reflejado ese temor y casi desprecio que siente hacia sí mismo, el miedo a que sus seres queridos descubran cómo es realmente y que le rechacen por ello. Paralelismos nada sutiles con situaciones muy cotidianas del mundo real a través de los cuales se transmite no solo un mensaje de advertencia contra quienes odian todo lo diferente, sino también uno de esperanza y aceptación para quienes poseen esas diferencias. Mensajes que a día de hoy son tan necesarios como entonces si no lo son más.
Pero lo mejor para mí sigue siendo que pese a que buena parte del reparto de la serie y muchos de los diseños son puro años noventa, la esencia de esta adaptación difícilmente podría ser más setentera y ochentera, o más concretamente más “Claremontiana”. Por lo que he visto en este primer episodio la serie le sigue debiendo muchísimo a aquella edad dorada del cómic, con unos personajes que se sienten como ellos mismos, mejor caracterizados en algunos casos de lo que lo han estado en mucho tiempo incluso en el cómic, y protagonizando tramas que resultarán muy familiares para quienes hemos disfrutado con esa etapa y que apuntan a un futuro muy prometedor, como el que siguió Tormenta cuando se dejó su cresta o ese viaje que está a punto de iniciar Magneto… Algo que de momento me tiene bastante ilusionado.
A lo largo de las próximas semanas podremos comprobar si este prometedor primer episodio ha sido una buena muestra de lo que está por llegar, algo que personalmente espero que así sea, porque si los responsables de esta X-Men ’97 han sido capaces de aprovechar al máximo el enorme potencial de las historias que aún quedaban por adaptar, nos esperan unos cuantos grandes momentos. Y yo por mi parte me sorprendo de que por una vez de en uno de estos revivals que están ahora tan de moda no es la nostalgia lo que me motiva, no por la serie original al menos, ya que estamos ante uno de esos casos en los que el tiempo pasado no fue mejor pero al menos sirvió para que ahora podamos disfrutar de esta serie que de momento ha sabido atraparme.
